Dec 29, 2014 02:24
He visto tus fotos con otra. Abrazados. Felices. No se me otorgó si quiera el pequeño placer de poder rasgarlas entre mis dedos, escucharlas crepitar farfullando alguna maldición. He imaginado cómo arruinaba tu felicidad de múltiples maneras e incluso cómo asesinarte y así no volver a verte jamás. El crimen perfecto quizás. No mereces la pena. Nunca la has merecido. Desde mis entrañas siempre me he estado preparando para este momento, incluso mientras nuestro hijo crecía en ellas. Sabía que llegaría, sé que tus palabras no valen nada.