The missing piece meets the big O
Un vídeo que os recomiendo ver... la traducción adaptada está abajo, hecha por una servidora.
"La pieza solitaria estaba sola, esperando que alguien viniera y la llevara a algún lugar.
Algunos encajaban... pero no conseguian avanzar.
Algunos podían avanzar... pero no encajaban.
Uno ni siquiera sabía nada de encajar.
Y otro no sabía nada de nada.
Uno... era demasiado delicado.
Uno la puso en un pedestal... y la dejó ahí.
A algunos le faltaban demasiadas piezas... y a otros les sobraban.
Aprendió a esconderse de los ansiosos.
Llegaron muchos más, algunos se acercaban demasiado.
Y otros iban sin darse cuenta de la existencia de la pieza solitaria.
Intentó hacerse más atractiva... no funcionó.
Intentó ser guay... pero eso sólo asustó a los más tímidos.
Y al final vino uno que encajaba perfectamente... pero de repente la pieza solitaria empezó a crecer, ¡y a crecer!
"No sabía que ibas a crecer"
"Yo tampoco lo sabía", dijo la pieza solitaria.
"Busco la pieza que me falta, una que no cambie..."
Apareció entonces una que parecía diferente.
"¿Qué quieres de mí?" preguntó la pieza solitaria.
"Nada."
"¿Qué necesitas de mí?"
"Nada."
"¿Quién eres?" preguntó la pieza solitaria.
"Soy la gran O" dijo la gran O.
"Creo que eres la que estaba buscando." dijo la pieza solitaria. "Quizás soy la pieza que te falta."
"Pero si a mí no me falta ninguna pieza." dijo la gran O. "No encajarías en ninguna parte."
"Eso es malo." contestó la pieza solitaria. "Me preguntaba si podría ir contigo..."
"No puedes." le dijo la gran O, "pero puedes intentar ir sola."
"¿Sola? Una pieza solitaria y angosta como yo no puede ir sola."
"¿Lo has intentado?" preguntó la gran O.
"Pero tengo picos." dijo la pieza solitaria. "No estoy hecha para seguir."
"Los picos desaparecen." contestó la gran O. "Y las formas cambian. Bueno, tengo que despedirme... quizás volvamos a vernos..." y siguió su camino. La pieza solitaria volvió a quedarse sola.
Durante mucho tiempo se quedó alli. Entonces poco a poco se alzó sobre sí misma y dio la vuelta.
Una vez... y otra.
Empezó a avanzar... y pronto sus picos empezaron a pulirse. Una y otra vez. Y su forma cambió.
Y rebotaba en vez de ir torpemente. Y saltaba en vez de rebotar contra el suelo. Y rodaba en vez de saltar.
Y no sabía a dónde iba y no le importaba.
¡Estaba avanzando sola!"
Espero que os guste tanto como me gusta a mí.
Click to view"La pieza solitaria estaba sola, esperando que alguien viniera y la llevara a algún lugar.
Algunos encajaban... pero no conseguian avanzar.
Algunos podían avanzar... pero no encajaban.
Uno ni siquiera sabía nada de encajar.
Y otro no sabía nada de nada.
Uno... era demasiado delicado.
Uno la puso en un pedestal... y la dejó ahí.
A algunos le faltaban demasiadas piezas... y a otros les sobraban.
Aprendió a esconderse de los ansiosos.
Llegaron muchos más, algunos se acercaban demasiado.
Y otros iban sin darse cuenta de la existencia de la pieza solitaria.
Intentó hacerse más atractiva... no funcionó.
Intentó ser guay... pero eso sólo asustó a los más tímidos.
Y al final vino uno que encajaba perfectamente... pero de repente la pieza solitaria empezó a crecer, ¡y a crecer!
"No sabía que ibas a crecer"
"Yo tampoco lo sabía", dijo la pieza solitaria.
"Busco la pieza que me falta, una que no cambie..."
Apareció entonces una que parecía diferente.
"¿Qué quieres de mí?" preguntó la pieza solitaria.
"Nada."
"¿Qué necesitas de mí?"
"Nada."
"¿Quién eres?" preguntó la pieza solitaria.
"Soy la gran O" dijo la gran O.
"Creo que eres la que estaba buscando." dijo la pieza solitaria. "Quizás soy la pieza que te falta."
"Pero si a mí no me falta ninguna pieza." dijo la gran O. "No encajarías en ninguna parte."
"Eso es malo." contestó la pieza solitaria. "Me preguntaba si podría ir contigo..."
"No puedes." le dijo la gran O, "pero puedes intentar ir sola."
"¿Sola? Una pieza solitaria y angosta como yo no puede ir sola."
"¿Lo has intentado?" preguntó la gran O.
"Pero tengo picos." dijo la pieza solitaria. "No estoy hecha para seguir."
"Los picos desaparecen." contestó la gran O. "Y las formas cambian. Bueno, tengo que despedirme... quizás volvamos a vernos..." y siguió su camino. La pieza solitaria volvió a quedarse sola.
Durante mucho tiempo se quedó alli. Entonces poco a poco se alzó sobre sí misma y dio la vuelta.
Una vez... y otra.
Empezó a avanzar... y pronto sus picos empezaron a pulirse. Una y otra vez. Y su forma cambió.
Y rebotaba en vez de ir torpemente. Y saltaba en vez de rebotar contra el suelo. Y rodaba en vez de saltar.
Y no sabía a dónde iba y no le importaba.
¡Estaba avanzando sola!"
Espero que os guste tanto como me gusta a mí.