Personaje / Parejas. Trilogía caribeña (RD, Haití, Puerto Rico) + Cuba, Surinam
Clasificación. K
Nota. Basado en el
fanart de
haruko_hi Blanca tiene la curiosa costumbre de pasar la lengua de un colmillo a otro cuando está planeando algo poco feliz (para terceros) y eso Gregorio lo sabe. René también, pero muchas cosas pasan desapercibidas cuando te arde la nariz por haberte casi-ahogado.
Cortesía de Vicente, vale aclarar.
(Y de Jaiden, para mayor deshonra.)
Gregorio se ríe a sus anchas, por supuesto, exagerado como siempre y René pone mala cara, de la que no se inmuta nadie porque ese es su gesto natural por default. A Blanca, en cambio, no le mueve ni un pelo la situación y cualquiera que la hubiese visto, hubiera jurado que ni siquiera estaba enterada de que tenía alguien sentado al lado (si el nudo de su bikini hablara, menuda opinión tendría al respecto, pues no hay vez que el dominicano lo vea y no lo estire hasta hacerlo rebotar contra la espalda de su dueña).
No lo hace ni de revancha ni de buena. No busca la sonrisa de René cuando levanta la mano, a sabiendas de que la medida de su traje de baño tiene una mala tendencia a distraer a la gente; tampoco pretende llenar las expectativas de Gregorio cuando Jaiden le devuelve el saludo al mismo tiempo que Vicente, mandándolo al agua en una caída que no tiene nada de elegante.
Sin embargo, la segunda vez que Gregorio se ríe, las carcajadas son más fuertes que antes; tanto así que Blanca percibe la complicidad que viene sólo de aquel que conoce tus maldades y aún así, prefiere cortarse la lengua antes que delatarte. René lo mira todo con el gesto adusto de siempre, pero Blanca ha tenido el infortunio de ver bien de cerca esa cara y sabe que si el haitiano infla una mejilla es porque debajo se oculta el hoyuelo de una sonrisa.
Y aunque sea ridículo de su parte (lo que significa que Gregorio y René seguramente lo saben), a Blanca le gusta sentirse acompañada en su malicia.