10 DETALLES MEMORABLES/OLVIDABLES DEL RECITAL DE GUNS'N'ROSES.

Mar 23, 2010 21:39

Detalles memorables:
01. Llevo alrededor de una década burlándome de Axl Rose por estar chiflado, gordo, sumergido en drogas y obsesionado con un disco que jamás escuché (no, ni siquiera tuve la decencia de escucharlo). No obstante, anoche estuve a miserables metros de distancia y corroboré que ni por casualidad está tan destruido como supuse todo este tiempo.
Igualmente, fue simpático que más de una persona en el campo se refiriera a él como "hijo de puta", "forro" o simplemente "gordo".
02. El sonido se aclaró en Knockin' On Heaven's Door. No hace falta mucho más que el título para graficar la sensación.
03. Llegué cargada de prejuicios a este recital - nunca fui precisamente la persona más rebelde e imprudente. Tenía aprensión porque a) Hubiera disturbios si Axl decidía a último momento que prefería quedarse en el hotel probándose sombreros antes que salir a tocar b) Hubiera disturbios en respuesta a los problemas de sonido c) Hubiera disturbios frente a la posibilidad de que se fueran en la mitad del set d) Hubiera disturbios. Atravesé el campo con precaución, consciente de la reputación que antecede tanto a la banda como a su público. Hasta que empezó Welcome To The Jungle, y sentí la ebullición en cada célula del cuerpo.
A partir de ese momento, mi supervivencia se tornó en absoluto irrelevante.
04. Tuve el corazón en la garganta durante cada minuto que sonó November Rain. Fingí ignorar que escucharía una de las piezas de mi vida (nada de adolescencia o juventud esta vez) hasta que empezó, se elevó, nos inundó y estalló en una lluvia de chispas.
05. El encore se resume en tres sentimientos inconexos que se complementaron durante quince o veinte minutos cercanos a la perfección. Salté Whole Lotta Rosie cual enferma mental, canté Patience recuperando las palabras del fondo de mi subconsciente, y grité Paradise City como si fuera lo último que haría en mi existencia.

Detalles olvidables:
01. El micrófono de Axl funcionaba mal. Chiflar, hacer señas, gritar o sentar un campo entero a modo de protesta no fue suficiente para transmitir el mensaje. Hubo tres instancias de diálogo paternal entre Axl y la audiencia (véase 1993) aconsejando que nos portemos bien. Hubiera sido mejor que se porten bien los infradotados que probaron el sonido.
02. Las personas que gritaron el nombre de Slash. Nadie pone en duda que Slash nos derrite la cara, pero vale respetar la formación (errada o no) que Axl eligió para presentar su disco-obsesión. Todos sabíamos a quiénes íbamos a ver - no se hubieran molestado en comprar sus entradas.
03. Parece ser una rutina cómica de Guns'n'Roses contratar traductores con un coeficiente intelectual inferior al promedio.
04. Los abucheos durante el solo de piano de Dizzy Reed. Si bien tenían por propósito quejarse sobre el sonido del micrófono, el piano se escuchaba perfectamente. Ergo, no respetaron a los músicos nuevos, pero tampoco hicieron diferencia con el único músico de la formación original.
05. Las personas que hicieron referencia a este recital como LA MENTIRA. No hace falta ser un científico nuclear para comprender que Axl Rose editó un disco y vino a presentarlo con otros músicos. Usó el nombre de su antigua banda, sí, porque está clínicamente chiflado. Oh. Que descaro.
Quisiera aclarar este punto pero llevaría un número ridículo de caracteres, por lo cual los refiero a un texto muy interesante que escribió Tom Gabel en referencia a Chinese Democracy. De nada.

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