Dec 28, 2008 19:51
Entiendo que la frase "tiempo de calidad" es subjetiva, pero mi interpretación está tan, tan subestimada.
Anoche tuve una salida absurdamente atípica que procedo a llamar Noche De Pórticos, y espero usar el término más seguido a partir de ahora. Si bien el plan original era pasar la noche en un bar (y lo sostuvimos hasta las dos de la madrugada, cuando notamos que nunca ibamos a arrancar) terminamos pasando la noche sentados en la vereda, hablando. Aburrido para un Sábado a la noche, ah? Admitan si así lo piensan, y denme sus razones al comentar. Por mi parte, volví esta mañana sintiendo que conozco mucho más a mis amigos, y que pasé horas sin desear estar en otro lugar. Para lo último, digamos, tengo bastante habilidad.
No existe mejor sensación (estupefacientes a un lado) que escuchar a alguien describir exactamente, sin ediciones, lo que uno también siente, piensa, o sostiene. Soy una descreída declarada de las relaciones humanas y supongo que por eso me sorprende tanto cuando alguien me hace sentir eso. No es fácil de comprender, o tal vez sea tan fácil que lo siento complicado; pero anoche hablamos desde tópicos irrelevantes hasta existenciales, y creo que fue precisamente en el plano existencial que me sorprendí más. Nunca había hablado sobre el tema y obtenido una respuesta desprovista de risitas incrédulas (ridiculizantes, en realidad) - pero escuchar tantas ideas diferentes sobre cómo puede funcionar el universo (y la forma en que te sentís hablando al respecto) fue una patada en la cabeza. Tampoco me gusta conversarlo desde la completa convicción y punto, sino plantearlo con todo lo que conlleva; hablar hasta encogerte de angustia sobre algo que no podés explicar, o que tu cabeza es demasiado pequeña para terminar de codificar. Y escuchar tantos puntos de vista válidos sobre tantos temas, además, me hace pensar que los jóvenes no son tan imbéciles como suelo sostener. Si bien nunca pensé que mis amigos fueran idiotas (por qué habría de, además), enterarme que entre siete personas existe semejante capacidad de diálogo sin que los obliguen, me sigue sorprendiendo. Porque en un principio pienso que no se coparían, o terminarían por aburrirse. Pero tal vez haga lo mismo que critico, eso de suponer sin preguntar. O eso de meter a todos en la misma bolsa. Porque si bien conocía bastante a una mitad del grupo, nunca había tenido oportunidad de dialogar con la otra mitad; y eso significa que existen, contradiga o no todo lo que repito siempre, jóvenes con cerebro en uso e ideas que no copiaron de nadie. Pero más importante aún, jóvenes que prefieren abrir la cabeza en vez de encerrarse a hacer lo mismo que los demás (misma bolsa) hacen todos los Sábados.
Diálogo y empatía aparte, me reí tanto que por momentos no podía terminar la oración y escuché un repertorio interminable de chistes crueles. Pude hablar sin prejuicios sobre música, además, en términos no-estrictamente musicales. Sobre películas. Libros. Miedos. Personas. Sobre el sistema y sobre quién mueve las fichas.
Empecé mencionando "tiempo de calidad" y digo, hablar es una (solo una) de mis definiciones sobre pasar tiempo de calidad. Porque llegar al punto en que no conozco a la persona con la que salgo siempre, no me interesa en absoluto.
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