Re: Mark/Eduardo - Sol pintado en abstracto- 4/? sakuritaJune 24 2011, 23:44:23 UTC
Caía la noche cuando Eduardo regresó al condominio. Subió con paso ligero las escaleras que conducían a la recepción e hizo saltar sus llaves en la mano. Se sentía bastante contento. La comida con sus padres había resultado mejor de lo esperado. Su madre había estado un poco decepcionada al no ver a Mark con él, pero su padre lo había, increíblemente, defendido, diciendo que un hombre no amasa su fortuna dejando que otros arreglen los problemas de su negocio. Eduardo sospechaba que a su padre le agradaba Mark nada más porque era un multimillonario exitoso, pero a él le daba igual las razones que tuviera con tal de que no se opusiera a su relación con él.
Entró al ascensor y miró los números iluminarse mientras balanceaba una gran bolsa de papel con la comida de Mark. Esperaba que éste ya hubiera terminado de escribir el código, o que al menos estuviera cerca de lograrlo.
-¡Mark! Ya regresé -lo llamó al entrar al departamento-. Te traje un filete de pescado riquísimo, espero que te lo comas despacio y te alejes un momento de esa computadora para que lo disfrutes como se debe.
Eduardo se asomó al estudio donde Mark había estado plantado desde que llegaron, pero no se encontraba ahí. Solamente estaban su laptop y su teléfono móvil. Eso indicaba que Mark no había salido del penthouse, nunca iba a ningún lado sin alguno de esos dos aparatos.
-¡Mark! -lo volvió a llamar sin obtener respuesta. Revisó todas las habitaciones sin éxito. Volteó a ver la puerta de vidrio opalescente que daba a la terraza y tuvo un mal presentimiento. Se dirigió a ella a toda velocidad, jaló la manija con manos temblorosas y ahí lo vio: Mark estaba en una esquina de la alberca, cerca de la palmerita. De la cintura para abajo estaba en el agua y la parte superior de su torso estaba afuera, recargado con los antebrazos en de la orilla. No traía camiseta y su espalda estaba completamente roja.
-¡Dios mío, Mark! -gritó Eduardo y corrió a su lado, con el corazón latiéndole desbocado, temiendo que su novio estuviera lastimado, o algo peor. Se agachó a su lado y lo sacudió suavemente-. ¡Mark! ¡Mark! ¿Me escuchas?
-¿Wardo? -dijo Mark moviéndose aletargado.
Eduardo lo levantó de las axilas para sacarlo de la alberca y comenzó a revisarlo buscando heridas.
-¿Cómo te sientes? ¿Estás lastimado? ¿Puedes caminar? ¿Quieres que llame a una ambulancia?
Mark lo miró fijamente con ojos ligeramente desenfocados y finalmente dijo:
-¡La boda! ¡Wardo, siento habérmela perdido!
-Mark, estás delirando, la boda es mañana.
-Oh -dijo aliviado, y volteó a verlo sonriendo.
Eduardo dejó escapar un aliento que no sabía que había estado conteniendo. Mark parecía estar bien, algo desorientado, pero bien.
-Vamos adentro para que me expliques qué estabas haciendo medio metido en la alberca y por qué estás totalmente quemado -dijo ayudándolo a levantarse y poniéndole una mano en la cintura para que se apoyara al caminar.
Re: Mark/Eduardo - Sol pintado en abstracto- 5/? sakuritaJune 25 2011, 02:09:46 UTC
Mark tomó primero un baño para quitarse el cloro del agua. Después, Eduardo fue a comprarle un Gatorade para prevenir la deshidratación.
-Cerré la puerta de la terraza sin querer y no tenía manera de pedirle a alguien que me abriera -comenzó a contar sentado en la cama, sólo con una toalla en la cintura, mientras le daba tragos a la bebida-. El sol estaba muy fuerte, tenía mucho calor y se me ocurrió que podría refrescarme un poco si estaba dentro de la alberca. Me fui a la esquina porque ahí estaba la palmera, no daba mucha sombra, pero de algo me sirvió para protegerme. Luego de unas horas me cansé de estar flotando y me apoyé en la orilla. Tenía sueño y me quedé dormido así.
Eduardo estaba sentado a su lado y asentía mientras examinaba sus quemaduras. Todo Mark era como una langosta. Su pálida piel no había respondido bien a tanto sol. La espalda era la parte más roja de todas. Tenía en ella un extraño diseño. Era como cuando el traje de baño deja marcas en las partes que no se expusieron al sol, pero en este caso, la hoja de la palmera parecía haber dejado cierta impresión. Como si el sol le hubiera pintado una figura abstracta usando la forma de la hoja como base.
- En par de semanas se te va a caer toda la piel quemada, pero fuera de eso, creo que estarás bien. Lo siento, Mark, debí haberte dicho que la puerta de la terraza sólo abre por dentro. -Se disculpó Eduardo sintiéndose culpable por el malestar de su novio.
Mark volteó a verlo. Lucía tan extraño con sus intensos ojos azules rodeados de piel enrojecida.
-No importa, Wardo, me alegra no haberme perdido la boda. De verdad quiero ir contigo -respondió sonriendo de una manera abierta y sincera que pocas personas tenían el privilegio de contemplar. Eduardo sintió que el corazón le daba un vuelco y deseó saltar encima de él y devorarlo enterito. Se contuvo pues sabía que Mark no estaba en el mejor estado de salud. Tuvo que conformarse con darle un suave beso en los labios.
-Date la vuelta, te voy a poner crema hidratante con aloe para que se te calme el ardor de la piel.
Mark hizo como le indicó y Eduardo comenzó a aplicarle con cuidado la crema en la espalda y en los hombros, tratando de tocarlo de la manera más delicada posible para no hacerle daño. Mark se quejó por lo bajo durante todo el procedimiento, pero cuando finalizó, admitió que se sentía más fresco.
Re: Mark/Eduardo - Sol pintado en abstracto- 6a/? sakuritaJune 25 2011, 02:11:38 UTC
Al día siguiente, Eduardo observó incrédulo y deleitado cómo Mark se arreglaba y vestía por voluntad propia para estar a tiempo para la ceremonia religiosa, y cómo después, durante la fiesta, se comportaba amablemente (dentro de lo posible para Mark) con todos sus parientes.
Eduardo tenía nuevamente ganas de comérselo a besos de lo adorable que se veía fingiendo escuchar atentamente a su tía Julia. (Aunque Eduardo sabía que en realidad Mark estaba escribiendo código mentalmente). Apartó la vista de él y se concentró en platicar con uno de sus amigos de la infancia para olvidar sus pensamientos lujuriosos, que la boda de su prima no era el mejor lugar para esas muestras de afecto. Ya de por sí llamaban mucho la atención por ser una pareja gay en la que uno de sus miembros era nada más y nada menos que el presidente de Facebook, quien además estaba quemado hasta las orejas.
Regresaron temprano al condominio con la excusa de que al otro día debían volar muy de mañana para regresar a California. Mark comenzó a desvestirse de inmediato, odiaba la ropa formal, y demás ahora tenía la excusa de que le molestaba con la piel enrojecida.
-Necesito más crema, la piel me está molestando mucho de nuevo -gruñó mientras pateaba el pantalón y quedaba sólo en ropa interior.
-Siéntate en la cama para que te la unte.
Mark se sentó, Eduardo sacó la crema y comenzó a expandirla generosamente sobre su novio, tocándolo suavemente. Era tan extraño verlo así, seguía siendo Mark. pero con una apariencia diferente. Hasta su olor era distinto. Generalmente olía a detergente para ropa, regaliz rojo y Red Bull, entre otras cosas si llevaba varios días enfrascado en el código. Ahora, aún después de bañarse, su cabello olía al cloro de la alberca. Eduardo se acercó y aspiró el aroma impregnado en sus rizos. Su piel tampoco era la misma, aparte del tono, podía sentir el calor que desprendía, como si estuviera liberando poco a poco los rayos solares absorbidos en exceso. Eduardo depositó un pequeño beso en un rojo hombro. Mark volteó a verlo, expectante, se miraron un instante y Eduardo se inclinó para tomar su boca. Comenzó despacio, disfrutando ligeros roces, mordiendo con suavidad el labio inferior de Mark. Eduardo aumentó la intensidad y urgió a Mark a abrir la boca, éste aceptó su muda petición y pronto sus lenguas se encontraron. Mark soltó un gemido y Eduardo no pudo contener más su deseo.
-Te prometí favores sexuales si venías a la boda. Cumpliste tu parte del trato y ahora yo cumpliré el mío -dijo Eduardo con voz ronca cargada de deseo. Se abalanzó sobre Mark, haciéndolo caer de espaldas sobre la cama.
-¡Auch, duele! -se quejó Mark por el áspero roce de las sábanas contra su piel enrojecida.
-¡Perdón! -se disculpó Eduardo de inmediato, sintiéndose algo frustrado. Tenía ganas de tocar a Mark de la cabeza a los pies, pero no podía porque lo lastimaba. De repente, se le ocurrió una idea: no estaba quemado de todos lados-. Ven, siéntate en la orilla de la cama -le dijo, dándole la mano para ayudarlo a levantarse.
Mark lo obedeció y Eduardo se arrodilló en el suelo, quedando entre sus piernas separadas. Le sonrió de manera pícara, mirándolo con los ojos entornados, y comenzó a acariciarle las rodillas, frotándolas con roces ligeros y eróticos. Después trazó un húmedo camino de besos sobre sus muslos hasta llegar a su destino final, donde podía ver el interés de Mark irguiéndose contra su ropa interior. Eduardo frotó su nariz contra el miembro de Mark, aspirando su esencia, luego lo besó por encima de la tela, recorriendo con sus lengua de la base a la punta de su miembro, que ya comenzaba a dejar salir gotas que mojaban su ropa interior. Continuó besándolo así hasta que se formó una gran mancha sobre la tela y Mark comenzó a gruñir de frustración.
Re: Mark/Eduardo - Sol pintado en abstracto- 6b/? sakuritaJune 25 2011, 02:13:04 UTC
Eduardo le bajó los boxers con cuidado y por fin lo tuvo desnudo frente a él. El constraste entre su pálida piel habitual y la parte enrojecida era profundo. Estaba pintado de dos colores. Mark pareció darse cuenta de repente de cómo se veía porque de intentó cubrirse. Eduardo le tomó las manos y se lo impidió.
-Hey, querido, déjame verte, estás hermoso así.
Y antes de que Mark pudiera protestar, Eduardo se metió por completo su miembro en la boca.
-¡Dios, Eduardo! -jadeó Mark, apretando muy fuerte las sábanas ante la ola de placer que lo invadía. Eduardo lo estaba chupando justo de la manera en que sabía que le gustaba: con mucha saliva, haciendo mucho ruido con cada lamida.
Pronto Mark estuvo gimiendo y moviendo las caderas lascivamente hacia adelante, deseando más y más de los rojos labios de Eduardo que lo devoraban con placer, dejándolo mojado y con la piel más ardiente de lo que jamás creyó posible. Sentía que iba a explotar de un momento a otro.
-Wardo, yo... ¡ah! -dijo Mark entre jadeos, sujetando con fuerza el cabello de su novio.
-Vente para mi -dijo Eduardo antes de tomarlo de nuevo en su boca mientras que con una mano le acariciaba los testículos y el perineo, deslizando después un dedo húmedo sobre su entrada. Eso hizo que Mark llegara al orgasmo y eyaculara en la boca de Eduardo, quien lo bebió por completo, sin derramar ni una gota.
Mark cayó de espaldas en la cama, incapaz a moverse a pesar de la molestia en la piel. Sentía que el corazón no podía latirle más fuerte, pero pronto descubrió que sí podía porque Eduardo se colocó sobre su cintura, sin tocarlo, y comenzó a frotar su propio miembro con movimientos erráticos. Mark gimió una vez más al contemplar el espectáculo. Eduardo se veía hermoso, con la piel bronceada perlada de sudor, a medio vestir, entregándose completamente al placer. Eduardo duró poco, estaba muy excitado, y se vino sobre el pecho de Mark. Después colapsó a su lado en la cama. Ambos permanecieron un rato sin hablar, luego voltearon y se miraron a los ojos mientras jadeaban exhaustos. Empezaron a besarse nuevamente y Eduardo embarró su semen sobre el pecho de Mark, extendiéndolo por todo el frente y sobre los pezones, haciendo que Mark se estremeciera por la combinación del dolor de su piel enrojecida y la humedad pegajosa.
Una vez que bajaron de la nube del orgasmo, Mark dijo con la voz más seria que pudo:
-No sabía que el semen era un remedio probado contra las quemaduras de piel.
Eduardo soltó una carcajada y después se levantó de la cama.
-Vamos a darnos un baño, luego te pondré más crema con aloe que sí es un remedio comprobado contra las quemaduras.
Re: Mark/Eduardo - Sol pintado en abstracto- 7/7sakuritaJune 25 2011, 02:14:35 UTC
Al día siguiente, mientras empacaban sus cosas antes de partir, Mark miró fijamente a Eduardo. Había algo que le molestaba y quería decirlo antes de que fuera demasiado tarde y se lo guardara con rencor.
-Lo siento -dijo Mark, sitiendo una opresión en el pecho.
-¿De qué estás hablando?
-Te avergoncé en la boda, todos tus familiares se me quedaban viendo por lo ridículo que lucía. Estabas incómodo por mi culpa. Todo el tiempo evitaste mi mirada.
-No, Mark, al contrario, no quería mirarte porque cada vez que lo hacía me daban ganas de besarte, y creo que mi querida prima no me hubiera perdonado que hiciera un espectáculo en su boda. Me hizo muy feliz que vinieras a Miami conmigo, que atendieras la boda y que fueras amable con mis parientes, que pueden ser desesperantes. Que a pesar de estar quemado no te quejaras ni me culparas por ello. En realidad te veías contento de acompañarme. Eso significó mucho para mi y me hizo sentir deseos de comerte entero en medio de la pista de baile -explicó Eduardo.
-Oh -dijo Mark aliviado, sintiéndose más ligero.
Eduardo le sonrió y le dio un beso suave.
-Te amo -le dijo Eduardo en un susurro-, y quiero que estemos juntos en muchos viajes más.
-Pero la próxima vez, espero que vayamos a un lugar sin tanto sol -bromeó Mark con total seriedad.
Eduardo se rió y procedió a devorar a su novio hasta que fue hora de partir al aeropuerto.
Cuando Mark llegó a las oficinas de Facebook, ignoró las miradas curiosas de sus empleados, y le hizo una seña grosera con el dedo medio a Dustin cuando éste se burló de él. No le importaría permanecer con la piel quemada si eso significaba que siempre tendría a Eduardo a su lado.
FIN
**Esta es la primera vez que escribo en un kinkmeme ^^/. Gracias a las que leyeron esta historia. :D **
Re: Mark/Eduardo - Sol pintado en abstracto- 7/7drubitza_maliceJune 25 2011, 02:26:17 UTC
Acabo de dejar un comentario supuestamente para la parte 4 porque ahí me quedé y me encuentro con que ya lo terminaste jajaja Termino de leer todo y vuelo .)
Re: Mark/Eduardo - Sol pintado en abstracto- 4/? sakuritaJune 25 2011, 02:23:24 UTC
Hola, muchísimas gracias por escribir esto. Fui yo quien dejo este prompt y me alegré mucho cuando vi que alguien había decidido escribirlo. Te está quedando genial, me causó mucha ternura que Mark se haya quedado ahí medio desorientado y metido en la piscina y que haya estado presente el detalle de la sonrisa.
Entró al ascensor y miró los números iluminarse mientras balanceaba una gran bolsa de papel con la comida de Mark. Esperaba que éste ya hubiera terminado de escribir el código, o que al menos estuviera cerca de lograrlo.
-¡Mark! Ya regresé -lo llamó al entrar al departamento-. Te traje un filete de pescado riquísimo, espero que te lo comas despacio y te alejes un momento de esa computadora para que lo disfrutes como se debe.
Eduardo se asomó al estudio donde Mark había estado plantado desde que llegaron, pero no se encontraba ahí. Solamente estaban su laptop y su teléfono móvil. Eso indicaba que Mark no había salido del penthouse, nunca iba a ningún lado sin alguno de esos dos aparatos.
-¡Mark! -lo volvió a llamar sin obtener respuesta. Revisó todas las habitaciones sin éxito. Volteó a ver la puerta de vidrio opalescente que daba a la terraza y tuvo un mal presentimiento. Se dirigió a ella a toda velocidad, jaló la manija con manos temblorosas y ahí lo vio: Mark estaba en una esquina de la alberca, cerca de la palmerita. De la cintura para abajo estaba en el agua y la parte superior de su torso estaba afuera, recargado con los antebrazos en de la orilla. No traía camiseta y su espalda estaba completamente roja.
-¡Dios mío, Mark! -gritó Eduardo y corrió a su lado, con el corazón latiéndole desbocado, temiendo que su novio estuviera lastimado, o algo peor. Se agachó a su lado y lo sacudió suavemente-. ¡Mark! ¡Mark! ¿Me escuchas?
-¿Wardo? -dijo Mark moviéndose aletargado.
Eduardo lo levantó de las axilas para sacarlo de la alberca y comenzó a revisarlo buscando heridas.
-¿Cómo te sientes? ¿Estás lastimado? ¿Puedes caminar? ¿Quieres que llame a una ambulancia?
Mark lo miró fijamente con ojos ligeramente desenfocados y finalmente dijo:
-¡La boda! ¡Wardo, siento habérmela perdido!
-Mark, estás delirando, la boda es mañana.
-Oh -dijo aliviado, y volteó a verlo sonriendo.
Eduardo dejó escapar un aliento que no sabía que había estado conteniendo. Mark parecía estar bien, algo desorientado, pero bien.
-Vamos adentro para que me expliques qué estabas haciendo medio metido en la alberca y por qué estás totalmente quemado -dijo ayudándolo a levantarse y poniéndole una mano en la cintura para que se apoyara al caminar.
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-Cerré la puerta de la terraza sin querer y no tenía manera de pedirle a alguien que me abriera -comenzó a contar sentado en la cama, sólo con una toalla en la cintura, mientras le daba tragos a la bebida-. El sol estaba muy fuerte, tenía mucho calor y se me ocurrió que podría refrescarme un poco si estaba dentro de la alberca. Me fui a la esquina porque ahí estaba la palmera, no daba mucha sombra, pero de algo me sirvió para protegerme. Luego de unas horas me cansé de estar flotando y me apoyé en la orilla. Tenía sueño y me quedé dormido así.
Eduardo estaba sentado a su lado y asentía mientras examinaba sus quemaduras. Todo Mark era como una langosta. Su pálida piel no había respondido bien a tanto sol. La espalda era la parte más roja de todas. Tenía en ella un extraño diseño. Era como cuando el traje de baño deja marcas en las partes que no se expusieron al sol, pero en este caso, la hoja de la palmera parecía haber dejado cierta impresión. Como si el sol le hubiera pintado una figura abstracta usando la forma de la hoja como base.
- En par de semanas se te va a caer toda la piel quemada, pero fuera de eso, creo que estarás bien. Lo siento, Mark, debí haberte dicho que la puerta de la terraza sólo abre por dentro. -Se disculpó Eduardo sintiéndose culpable por el malestar de su novio.
Mark volteó a verlo. Lucía tan extraño con sus intensos ojos azules rodeados de piel enrojecida.
-No importa, Wardo, me alegra no haberme perdido la boda. De verdad quiero ir contigo -respondió sonriendo de una manera abierta y sincera que pocas personas tenían el privilegio de contemplar. Eduardo sintió que el corazón le daba un vuelco y deseó saltar encima de él y devorarlo enterito. Se contuvo pues sabía que Mark no estaba en el mejor estado de salud. Tuvo que conformarse con darle un suave beso en los labios.
-Date la vuelta, te voy a poner crema hidratante con aloe para que se te calme el ardor de la piel.
Mark hizo como le indicó y Eduardo comenzó a aplicarle con cuidado la crema en la espalda y en los hombros, tratando de tocarlo de la manera más delicada posible para no hacerle daño. Mark se quejó por lo bajo durante todo el procedimiento, pero cuando finalizó, admitió que se sentía más fresco.
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Eduardo tenía nuevamente ganas de comérselo a besos de lo adorable que se veía fingiendo escuchar atentamente a su tía Julia. (Aunque Eduardo sabía que en realidad Mark estaba escribiendo código mentalmente). Apartó la vista de él y se concentró en platicar con uno de sus amigos de la infancia para olvidar sus pensamientos lujuriosos, que la boda de su prima no era el mejor lugar para esas muestras de afecto. Ya de por sí llamaban mucho la atención por ser una pareja gay en la que uno de sus miembros era nada más y nada menos que el presidente de Facebook, quien además estaba quemado hasta las orejas.
Regresaron temprano al condominio con la excusa de que al otro día debían volar muy de mañana para regresar a California. Mark comenzó a desvestirse de inmediato, odiaba la ropa formal, y demás ahora tenía la excusa de que le molestaba con la piel enrojecida.
-Necesito más crema, la piel me está molestando mucho de nuevo -gruñó mientras pateaba el pantalón y quedaba sólo en ropa interior.
-Siéntate en la cama para que te la unte.
Mark se sentó, Eduardo sacó la crema y comenzó a expandirla generosamente sobre su novio, tocándolo suavemente. Era tan extraño verlo así, seguía siendo Mark. pero con una apariencia diferente. Hasta su olor era distinto. Generalmente olía a detergente para ropa, regaliz rojo y Red Bull, entre otras cosas si llevaba varios días enfrascado en el código. Ahora, aún después de bañarse, su cabello olía al cloro de la alberca. Eduardo se acercó y aspiró el aroma impregnado en sus rizos. Su piel tampoco era la misma, aparte del tono, podía sentir el calor que desprendía, como si estuviera liberando poco a poco los rayos solares absorbidos en exceso. Eduardo depositó un pequeño beso en un rojo hombro. Mark volteó a verlo, expectante, se miraron un instante y Eduardo se inclinó para tomar su boca. Comenzó despacio, disfrutando ligeros roces, mordiendo con suavidad el labio inferior de Mark. Eduardo aumentó la intensidad y urgió a Mark a abrir la boca, éste aceptó su muda petición y pronto sus lenguas se encontraron. Mark soltó un gemido y Eduardo no pudo contener más su deseo.
-Te prometí favores sexuales si venías a la boda. Cumpliste tu parte del trato y ahora yo cumpliré el mío -dijo Eduardo con voz ronca cargada de deseo. Se abalanzó sobre Mark, haciéndolo caer de espaldas sobre la cama.
-¡Auch, duele! -se quejó Mark por el áspero roce de las sábanas contra su piel enrojecida.
-¡Perdón! -se disculpó Eduardo de inmediato, sintiéndose algo frustrado. Tenía ganas de tocar a Mark de la cabeza a los pies, pero no podía porque lo lastimaba. De repente, se le ocurrió una idea: no estaba quemado de todos lados-. Ven, siéntate en la orilla de la cama -le dijo, dándole la mano para ayudarlo a levantarse.
Mark lo obedeció y Eduardo se arrodilló en el suelo, quedando entre sus piernas separadas. Le sonrió de manera pícara, mirándolo con los ojos entornados, y comenzó a acariciarle las rodillas, frotándolas con roces ligeros y eróticos. Después trazó un húmedo camino de besos sobre sus muslos hasta llegar a su destino final, donde podía ver el interés de Mark irguiéndose contra su ropa interior. Eduardo frotó su nariz contra el miembro de Mark, aspirando su esencia, luego lo besó por encima de la tela, recorriendo con sus lengua de la base a la punta de su miembro, que ya comenzaba a dejar salir gotas que mojaban su ropa interior. Continuó besándolo así hasta que se formó una gran mancha sobre la tela y Mark comenzó a gruñir de frustración.
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-Hey, querido, déjame verte, estás hermoso así.
Y antes de que Mark pudiera protestar, Eduardo se metió por completo su miembro en la boca.
-¡Dios, Eduardo! -jadeó Mark, apretando muy fuerte las sábanas ante la ola de placer que lo invadía. Eduardo lo estaba chupando justo de la manera en que sabía que le gustaba: con mucha saliva, haciendo mucho ruido con cada lamida.
Pronto Mark estuvo gimiendo y moviendo las caderas lascivamente hacia adelante, deseando más y más de los rojos labios de Eduardo que lo devoraban con placer, dejándolo mojado y con la piel más ardiente de lo que jamás creyó posible. Sentía que iba a explotar de un momento a otro.
-Wardo, yo... ¡ah! -dijo Mark entre jadeos, sujetando con fuerza el cabello de su novio.
-Vente para mi -dijo Eduardo antes de tomarlo de nuevo en su boca mientras que con una mano le acariciaba los testículos y el perineo, deslizando después un dedo húmedo sobre su entrada. Eso hizo que Mark llegara al orgasmo y eyaculara en la boca de Eduardo, quien lo bebió por completo, sin derramar ni una gota.
Mark cayó de espaldas en la cama, incapaz a moverse a pesar de la molestia en la piel. Sentía que el corazón no podía latirle más fuerte, pero pronto descubrió que sí podía porque Eduardo se colocó sobre su cintura, sin tocarlo, y comenzó a frotar su propio miembro con movimientos erráticos. Mark gimió una vez más al contemplar el espectáculo. Eduardo se veía hermoso, con la piel bronceada perlada de sudor, a medio vestir, entregándose completamente al placer. Eduardo duró poco, estaba muy excitado, y se vino sobre el pecho de Mark. Después colapsó a su lado en la cama. Ambos permanecieron un rato sin hablar, luego voltearon y se miraron a los ojos mientras jadeaban exhaustos. Empezaron a besarse nuevamente y Eduardo embarró su semen sobre el pecho de Mark, extendiéndolo por todo el frente y sobre los pezones, haciendo que Mark se estremeciera por la combinación del dolor de su piel enrojecida y la humedad pegajosa.
Una vez que bajaron de la nube del orgasmo, Mark dijo con la voz más seria que pudo:
-No sabía que el semen era un remedio probado contra las quemaduras de piel.
Eduardo soltó una carcajada y después se levantó de la cama.
-Vamos a darnos un baño, luego te pondré más crema con aloe que sí es un remedio comprobado contra las quemaduras.
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Al día siguiente, mientras empacaban sus cosas antes de partir, Mark miró fijamente a Eduardo. Había algo que le molestaba y quería decirlo antes de que fuera demasiado tarde y se lo guardara con rencor.
-Lo siento -dijo Mark, sitiendo una opresión en el pecho.
-¿De qué estás hablando?
-Te avergoncé en la boda, todos tus familiares se me quedaban viendo por lo ridículo que lucía. Estabas incómodo por mi culpa. Todo el tiempo evitaste mi mirada.
-No, Mark, al contrario, no quería mirarte porque cada vez que lo hacía me daban ganas de besarte, y creo que mi querida prima no me hubiera perdonado que hiciera un espectáculo en su boda. Me hizo muy feliz que vinieras a Miami conmigo, que atendieras la boda y que fueras amable con mis parientes, que pueden ser desesperantes. Que a pesar de estar quemado no te quejaras ni me culparas por ello. En realidad te veías contento de acompañarme. Eso significó mucho para mi y me hizo sentir deseos de comerte entero en medio de la pista de baile -explicó Eduardo.
-Oh -dijo Mark aliviado, sintiéndose más ligero.
Eduardo le sonrió y le dio un beso suave.
-Te amo -le dijo Eduardo en un susurro-, y quiero que estemos juntos en muchos viajes más.
-Pero la próxima vez, espero que vayamos a un lugar sin tanto sol -bromeó Mark con total seriedad.
Eduardo se rió y procedió a devorar a su novio hasta que fue hora de partir al aeropuerto.
Cuando Mark llegó a las oficinas de Facebook, ignoró las miradas curiosas de sus empleados, y le hizo una seña grosera con el dedo medio a Dustin cuando éste se burló de él. No le importaría permanecer con la piel quemada si eso significaba que siempre tendría a Eduardo a su lado.
FIN
**Esta es la primera vez que escribo en un kinkmeme ^^/. Gracias a las que leyeron esta historia. :D **
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Termino de leer todo y vuelo .)
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Eduardo devolviendo los favores y Mark bronceadísimo disfrutando.
Gracias en serio por escribirlo.
.)
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Me alegra que te haya gustado. ^__^
Aproveché para terminarlo ahora que me llegó la inspiración. =P
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Fui yo quien dejo este prompt y me alegré mucho cuando vi que alguien había decidido escribirlo. Te está quedando genial, me causó mucha ternura que Mark se haya quedado ahí medio desorientado y metido en la piscina y que haya estado presente el detalle de la sonrisa.
Graciaaaaas.
Espero leer más.
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