Pena.
Me doy pena de mí misma.
Enserio ¿tan poca cosa soy para tí? ¿tan poco me merezco?
Me he pasado horas en vela. He visto como una vela se derretía ante mí, pacientemente. Noches sin dormir.
Y sólo para pensar en los dos. Para ilusionarte.
Pero tú...
ya no hay nada en tí que me emocione. No haces apenas nada por mí, y lo poco que haces...es según tú, con esfuerzo. Hablar conmigo es demasiado esfuerzo.
Pues quédate ahí. Si quieres estar sólo, será mejor que yo también.
No aguanto más la pena que hay dentro de mí. No aguanto ver más a otras parejas dándose amor, intercambiando ilusiones.
Y verme a mí...
dios...
cómo duele.
Cómo duele dar...y no recibir.