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lucilatorres December 21 2013, 02:51:16 UTC
Personajes/Pareja: Merlin/Arthur.
Prompt: ¡Reencarnación! ¡Magia! ¡Ambos son chicas! (porque ¡magia! y ¡reencarnación! :D)
Título: Seremos (eternos) 1/2
Rating: PG.
Notas: Título prestado de la canción homónima de Salta la Banca; los paréntesis son agregado mío. Algunos de los subtítulos del fic son versos de dicha canción. En cada viñeta puede variar la edad que tienen, si es pertinente a la trama se aclarará, si no, será la edad que prefiera quien lee. :)

Seremos (eternos)

El saber
Sabe, desde que tiene memoria, que antes -en otro tiempo- se llamaba Merlín y que había vivido la parte más importante de su vida al lado de Arthur. Sabe, por sobre todas las cosas, que antes -a diferencia de ahora- no era una chica. Merlina -así decidieron sus padres de esta vida que debía ser su nombre, ella lo aprecia porque es tan similar a Merlín- sabe que sus sueños no son sueños, sino recuerdos.

Sabe que la muchacha rubia que está a su lado tampoco era una chica en su anterior vida, sino que era Arthur, aunque ella no lo recuerde o prefiera no creer en eso. Sabe que detesta su nombre actual y que prefiere que la llamen Rita.

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El no (querer) saber
-Hola, soy Merlin--a , ¿puedo ser tu amiga?
-Hola, "Merlin--a" -se burla de la pronunciación trabada-, ¿sabés bien tu nombre?
-Sí, lo sé bien. Es que antes me llamaba Merlín, pero ahora me llamo Merlina y me cuesta acostumbrarme. Pero eso ya lo sabés, ¿o no, Artura?
-¡No me llamo Artura, mi nombre es Rita! ¡Y no quiero ser tu amiga!

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Seremos el fuego
Merlina conserva su magia. Y si bien su madurez se corresponde con la edad que tiene (siete años), con respecto a los hechizos siente la sabiduría que adquirió en su vida pasada: entiende que debe utilizarlos con criterio, que nadie puede verla, que Artura -Rita, agrega mentalmente- sigue rechazando eso.

De modo que sigue utilizándola en favor de Arthur, como esa vez que de niñas la vio tropezar en la calle y utilizó un hechizo para que cayera hacia atrás -donde no había vehículos transitando- y no hacia adelante -tal como las leyes de la física indicaban y donde un camión se precipitaba a toda velocidad-.

O como esa vez, ya adolescentes, que vio en sueños que un hombre iba a intentar lastimarla y decidió provocar un pequeño incendio en los zapatos del malhechor para que no pudiera siquiera continuar con aquella idea o intenciones en la cabeza.

Artura pretende que las cosas que ve, y que sabe que no son de este mundo, no suceden. Prefiere ignorarlas, hacer de cuenta de que no están ahí. Es más fácil. Es menos doloroso creer que sus sueños son sueños y no recuerdos.

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Qué embrollo armás cuando por fin me das la espalda
Merlina está jugando a las muñecas con Gwen y con Morgana. A pesar de la contundente declaración de la semana anterior (¡Y no quiero ser tu amiga!), Artura se acerca a ellas y asegura que Merlina es su amiga y que va a jugar con ellas porque es su derecho como su mejor amiga.

Merlina sonríe. Era más fácil argumentar que podía jugar con ellas porque quería, porque Morgana es su hermana, porque Gwen es su amiga. Pero el orgullo de Arthur está intacto en aquella niña, todo debe poder justificarlo.

Desde entonces, se vuelven inseparables.

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Seremos la bronca del gil que rezonga
Artura está triste y Merlina no sabe qué hacer para que su ánimo mejore: Morgana ya no juega con ellas, solo pasa tiempo con Morgause.

Quizás, solo quizás, empieza a utilizar su magia para dejar en ridículo a aquellas chicas y a beneficiar a Artura en lo que puede. Debería haber previsto que solo empeoraría las cosas: Morgana y Morgause -que no parecen recordar nada de la vida anterior- las miran con todo el odio del mundo.

Lo mejor de todo es lo mucho que ríen con Artura cuando por fin se mitiga la tristeza de haber visto alejarse a su hermana.

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nyaza January 5 2014, 01:55:13 UTC

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