Título: Navidad en 100 palabras
Autora: Michiru (
lady_aenea )
Fandom: JE, KAT-TUN
Parejas: Akame, Maruda
Género: Romance
Rating: PG-13 / PG / R
Advertencias: Sí, dice PG
Resumen: Tres drabbles navideños.
Nota de la Autora: Este es un regalo de Navidad que publiqué en
para
sue_ya3 bluemoon_fairy y
sakurawaji . Aunque los drabbles tienen "dueñas" me gustaría que todas los disfrutaran, fueron MUY entretenidos de escribir. Ojalá hayan pasado una linda Navidad.
Sucedáneos [Akame / PG-13]
-Estás de un humor increíble para esperar ser regañado -susurra Kame contra los labios de Jin. Su voz rasposa delata su falta de enojo.
El fallo en la misión de compra del pastel de Navidad es evidente por la bolsa demasiado pequeña que Jin carga sin cuidado. Aún así, sonríe.
-No necesité comprar nada -Jin maniobra hasta enseñarle su aporte. Crema batida en lata. -Tú serás mi pastel.
-Yo no -declara Kame, quitándole el recipiente a Jin. Su mirada le causa escalofríos. -Tú eras el encargado... -debería sonar amenazante, pero el beso descuidado que sigue lo transforma en una promesa.
Tradiciones foráneas [Maruda / PG]
En retrospectiva, el muérdago había sido una mala idea, pero en el momento a Ueda le había parecido una referencia suficientemente oscura como para negar conocimiento de causa si todo salía mal.
Nunca esperó que Nakamaru huyera de la planta como si fuera venenosa, tomando el gesto por una broma y temiendo ser alérgico. Todos sus planes geniales tendían a salir mal con Nakamaru. Estúpido muérdago y estúpido Nakamaru con sus navidades sin cine estadounidense. Más le hubiese valido infatuarse con Akanishi.
Finalmente, sólo susurró “Feliz Navidad” y lo besó en medio de un pasillo vacío. Esta vez, Nakamaru comprendió.
Juramentos (que se lleva el viento) [Akame / R]
Jin intenta controlarse, no seguir golpeándose la cabeza contra la puerta, pero es inútil. El espacio es mínimo sin importar lo que digan los anuncios.
El aire está viciado y el calor es asfixiante, pero el cuerpo de Kame está doblado de maneras imposibles y su boca está haciéndole olvidar incluso que están mal estacionados en algún callejón perdido. A veces Kame no quiere esperar.
Ninguna incomodidad importa cuando lo ayuda a subir sobre él y su calor lo envuelve casi con crueldad. Jura, a dientes apretados, no volver a dejar que Kame beba champaña en las cenas de Navidad.
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Los comentarios son amor :)