You can be winter (and I'll keep you warm)
luhan/kyungsoo | pg-13 | 5397 palabras.
band!au
lu han es un miembro de la banda play y, pese a que odia el invierno, kyungsoo, el estudiante de ojos redondos y tímidos a primera vista, lo hace un poco mejor.
para la gala de luhan de
exo_12eyes , gracias a TODAS por el handholding, no sé qué haría sin vosotras♥
You can be winter (and I'll keep you warm)
No oía los susurros del público. El terror se lo impedía. Ni siquiera oía el repiqueteo nervioso de las bambas de Chanyeol contra el suelo o los pequeños golpes que Baekhyun daba contra el micrófono antes de empezar. Los segundos antes de que se encendieran los focos siempre eran los peores. Los brazos finos y mortíferos de la oscuridad lo estrechaban y amenazaban con dejarlo sin respiración.
Sin embargo, luego venían las luces, magentas, doradas, azules, que lo cegaban y lo llenaban de anticipación. Baekhyun entonces abría la actuación con palabras suaves y un guiño a alguna afortunada… y empezaba la función.
Él con la guitarra eléctrica, Yixing al teclado, Sehun con la guitarra eléctrica, Chanyeol con la batería y Baekhyun y Jongdae sujetando sus micrófonos con ambas manos, los ojos cerrados y su voz demasiado potente para caber en sus cuerpos.
Y en ese momento, cuando Lu Han tocaba con la banda, todas las piezas parecían encajar.
Las luces no le dejaban ver otra cosa, de todos modos.
♪
-¡Identifícate! -exclamó Lu Han, acercándole la cámara de grabar a Sehun. El botón rojo parpadeaba en la pantalla, que le mostraba a un chico de rostro pálido y facciones suaves parpadeando lentamente, como si se acabara de despertar. Conociéndolo, Lu Han no lo dudaba.
Sehun frunció el ceño al reparar en la cámara y trató de apartar a Luhan, tapándose la cara con el gorro.
-Déjame en paz, hyung -se quejó, con la voz ronca.
-Ahí lo tenéis, Oh Sehun en su estado natural -dijo una voz a su lado.
Lu Han enseguida enfocó a Baekhyun, que se había sentado al lado del más pequeño en el sofá, perdiendo el interés al instante en un Sehun poco cooperativo y centrando su atención en una nueva víctima.
-¡Te toca a ti, entonces! -exclamó, echando a reír sin poder evitarlo cuando Baekhyun empezó a sonreírle abiertamente a la cámara, abriendo mucho los ojos y haciendo la señal de victoria.
-Hola, soy Baekhyun, el vocalista principal de PLAY -hizo una reverencia, pero no llegó a incorporarse del todo, puesto que otro chico de comisuras marcadas y sonrisa fácil se le tiró encima desde detrás del sofá.
-¡El vocalista principal soy yo! -dijo como grito de guerra.
-¡Vocal line, vocal line! -gritó Lu Han, riendo más en cuanto los enfocó a ambos.
Jongdae miró a la cámara y sonrió, aún sin soltar a Baekhyun.
-Me llamo Jongdae, pero podéis llamarme oppa -y un guiño.
Lu Han hizo una mueca de desaprobación y apartó la cámara, justo cuando Baekhyun consiguió sacarse a Jongdae de encima tras soltarle un par de improperios, y se dirigió hacia otro lado de la sala, donde estaba el piano. Un chico que llevaba un jersey lila de punto pese a que no hacía demasiado frío estaba sentado justo delante, garabateando en una libreta de pentagramas.
-¡Nuestro genio! -lo presentó Lu Han. Yixing se sobresaltó, demasiado absorto como para haberse percatado de su presencia-. Saluda a la cámara.
-Buenas tardes, soy Yixing -saludó él, y Lu Han aprovechó su reverencia para enfocar la libreta con la cámara.
-¡Ah, no! ¡Aún no! Tengo que terminar -se quejó, cubriéndola con ambas manos.
-¿Qué estáis haciendo? -preguntó una voz grave desde detrás, acercándose a Yixing.
-¡Chanyeol! -anunció Lu Han para la cámara, alzando los brazos para poder enfocar al chico demasiado alto, que se metió un puñado de patatas fritas en la boca-. Estoy grabando un vídeo de presentación de PLAY. ¡Introción!
-¿Que qué? -preguntó Chanyeol, con los ojos muy abiertos, sin dejar de masticar.
-Preséntate -tradujo Yixing, tocando algunas notas tentativamente en el teclado.
-Eso, preséntate -aclaró Lu Han.
-¡Hola, soy el batería, metro ochenta y cinco, grupo sanguíneo A, happy virus, Chanyeol!
Lu Han apartó la cámara justo a tiempo, antes de que Chanyeol se golpeara con ella al hacer una reverencia.
-¿Quién nos queda? -preguntó Baekhyun con tono burlón, quitándole la cámara de las manos y enfocando a Lu Han, que empezó a retroceder para alejarse de ella, sin dejar de reír.
Terminó cayendo en el sofá, encima de Sehun, que hacía rato que se había dado por vencido y había abierto los ojos. Baekhyun se sentó entre ellos y Jongdae y giró la cámara para que los enfocara a los dos.
-¡El cervatillo de PLAY! -explicó Baekhyun.
Lu Han le sonrió a la cámara, haciendo también la señal de Victoria.
-Hola, soy el cervatillo de PLAY, Lu Han -se presentó finalmente, recitando esas frases que tenía más que aprendidas.
-¡Y hasta aquí la presentación de los miembros de PLAY, un placer! -terminó Baekhyun, parando la grabación antes de que Jongdae pudiera lanzar otro beso a la cámara.
Baekhyun cogió un puñado de patatas de la bolsa de Chanyeol y masticó sonoramente. Jongdae, visiblemente aburrido, se levantó y se dirigió al frente, donde estaba uno de los micros, tarareando la letra de la canción que iban a tocar esa noche. Quedaban pocas horas, y aunque podría haberla recitado en sueños, era uno de los miembros que se entestaba en ensayar una y otra vez, en perfeccionar cada nota y cada vibrato. El otro era Yixing, por supuesto.
Luhan se levantó, dispuesto a ensayar un poco él también cuando se oyeron pasos y dos figuras entraron en la sala insonorizada.
-¡Jihoon! -exclamó Chanyeol, levantándose del sofá para ir a saludarlo-. ¿Con Kyungsoo? ¿Y eso?
-Cosas que pasan -contestó con sencillez, encogiéndose de hombros-. He venido porque tenía que hablar con Yixing.
Éste fue a recibirlo, cordial como siempre, y Lu Han trató de hacer ver que estaba ocupado ensayando.
La primera vez que lo había visto había sido así, nada extraordinario, el nuevo novio de un amigo de un amigo con más pasado de lo que aparentaba, un nombre vacío y una figura poco definida en el marco de la puerta.
A Lu Han le recordó a una de las canciones inacabadas de Yixing.
Sehun se acercó a él y se sentó a su lado. Aunque pareciese desinteresado, como siempre, empezó a corregirle la postura y a ayudarlo con unas notas que no terminaba de dominar. Lu Han suspiró.
-Nunca se me dará tan bien como a ti, como a Yixing -musitó, con cierta envidia.
-Yixing te enseñó bien -le contestó-. Sólo te faltan pequeños detalles y ya está.
Lu Han siguió refunfuñando, no muy convencido.
Pese a que trataba de ignorarlos, no podía evitar mirar de reojo a Jihoon y especialmente a su acompañante de vez en cuando. Era bastante bajito, y hablaba con Chanyeol y su novio con los ojos enormes y cara de asustado. Qué mono.
-Se llama Kyungsoo. Va conmigo al instituto -le contó Chanyeol más tarde, en los camerinos, cuando estaban arreglándose, y Lu Han escuchó, aunque ya lo sabía. El más alto estaba a su espalda, arreglándose un mechón rebelde del flequillo, mientras él se perfilaba los ojos de negro-. Jihoon lo ha traído para vernos porque dice que a él también le gusta cantar y tenía ganas de vernos.
Lu Han trató de no hacer los cálculos mentales. Instituto. Quizá era incluso más pequeño que Sehun.
-Sólo haz como si no estuviese -le dijo Yixing en chino, poniéndole una mano en el hombro.
Lu Han les dedicó una sonrisa ensayada.
-Estoy bien, no hace falta que os preocupéis.
Las luces se lo ocultarían, de todos modos.
Esa noche, sin embargo, mientras le devolvía las sonrisas pícaras a Sehun en el escenario y se movía al ritmo de la batería de Chanyeol, le gustó pensar que quizá entre el público había un par de ojos grandes y asustados puestos en él.
♪
Dentro del apartamento de Yixing era como si el tiempo no existiese. A Lu Han le gustaba ir siempre que podía y pretender que no había nada más, sólo el confort de esa amistad y el dulce acompañamiento de la música de su piano. A menudo Yixing le hacía demostraciones de trozos de canciones en las que estaba trabajando, o trataba de enseñarle a tocar alguna pieza nueva en el piano. Pese a que la mayoría de veces Lu Han rechazara la oferta, le gustaba pensar que Yixing lo veía capaz de aprender realmente a tocar ese instrumento, algún día.
Esa tarde de noviembre lo encontró sentado en la sala de estar, frente al televisor apagado, con un pequeño teclado sobre las piernas y el portátil a un lado. Lu Han dejó la mochila sobre el sofá y se sentó a su lado, estirando las piernas.
-He traído la cena -anunció, dejándola bolsa a su lado.
Sólo entonces Yixing levantó la vista, visiblemente interesado, pero al ver el envoltorio frunció el ceño y volvió a centrarse en el pequeño teclado.
-Dime que no es del vendedor de enfrente -dijo a media voz, alternando dos notas.
Lu Han puso morros.
-¿Y qué si lo es?
Yixing suspiró.
-Sabes que no puedo comer nada que sea muy picante. Lo que vende ese señor no es comestible.
-Yixing, para ti todo es muy picante -se quejó Lu Han, pero luego se echó a reír-. ¡Llevas más tiempo que yo en Corea!
Volvió a coger la bolsa y se levantó para ir hasta la cocina, donde la dejó con suavidad sobre la mesa llena de papeles, alguna pieza de fruta y otros objetos. No había dejado de sonreír. En la bolsa, junto al ddokbokki empaquetado, había otro pequeño paquete comprado especialmente para Yixing.
Se giró, dispuesto a volver a la sala de estar, pero antes abrió la nevera y sacó una de las múltiples latas de refresco. Al volver a cerrar, se quedó un rato observando la puerta. Había muchos imanes repartidos por la superficie sin ningún tipo de orden, sujetando hojas de papel con listas, números de teléfonos y numerosas fotos familiares. Suspiró.
Yixing estaba en la misma posición que lo había dejado.
-¿En qué piensas? -le preguntó, tumbándose en el sofá y tomando un trago de la lata-. Sabes que puedes decírmelo, sea lo que sea.
Yixing respiró profundamente. Tenía los hombros decaídos. Dejó el teclado a un lado y se giró, mostrándole un panfleto. Lu Han entrecerró los ojos y lo cogió.
-¿Un festival? ¿Es eso?
Yixing asintió.
-Es lo que vino a decirme Jihoon el otro día -explicó-. Tiene un amigo que está en la organización y cree que podríamos participar.
Asintió lentamente. No hacía ni dos años que tenían la banda, y hasta el momento sólo habían actuado en pequeños locales y algunos eventos. Era una afición, todos lo tenían más que claro, pero eso… Ese festival era dar un paso más.
-Es a finales de febrero, tenemos más de tres meses para prepararnos, eso y el mejor compositor del mundo, ¿qué puede fallar? -preguntó con sorna.
Yixing le dio un golpe en la pierna, sonriendo también. Luego se puso serio.
-Baekhyun tendrá los exámenes de acceso a la universidad en esas fechas. Sé que él querría, pero sus padres no le dejarán -explicó, y Lu Han asintió.
-Jongdae es nuestra última esperanza, entonces.
-No sólo eso -añadió, y se mordió el labio inferior-. En abril se me termina el visado y… estaba pensando que quizá…
-Oh -musitó Lu Han, comprendiéndolo al instante.
Yixing iba a volver a China.
Era un tema que él mismo consideraba a menudo y que siempre terminaba apartándolo a un lado, sin querer pensar en ello. Volvió a tenderse en el sofá, con la mirada perdida en algún punto del techo, y oyó cómo Yixing volvía a su teclado, probando una y otra vez esa melodía que poco a poco iba tomando forma.
-Aún no tengo nada claro, así que no le des más vueltas, ¿vale? -dijo Yixing unos momentos después.
Lu Han asintió, pero su mente estaba lejos, muy lejos de ahí, tal vez en un hogar de baldosas de mármol, escaleras de caracol y un gran ventanal por el que nunca parecía entrar suficientemente luz.
♪
-¿En diez minutos en el segundo piso? -le susurró una mujer de pestañas largas y pelo sedoso al oído a Chanyeol, que le sonrió, complacido, y le acarició la mano antes de soltársela. La mujer se alejó con pasos marcados y Chanyeol suspiró.
-Casanova -se burló Baekhyun con una sonrisita, y Chanyeol no le contestó.
-Si me disculpáis, caballeros -dijo al levantarse, sin apartar la mirada de la mujer que se alejaba-. El deber me llama.
Jongdae rio por lo bajo y tomó otro trago de su bebida.
-¿Y tú, Yixing? ¿No vas a buscar a ninguna chica? -le preguntó el más joven.
Yixing sonrió para sí y Lu Han le pasó un brazo por los hombros, sonriendo también.
-Hoy se queda conmigo -le contestó Lu Han a Jongdae.
-Eh, eh, un momento -intervino Baekhyun, alzando las manos, con los ojos muy abiertos-. ¿Hay algo que debamos saber?
Jongdae también parecía sumamente interesado, mientras que Sehun tenía la mirada puesta en la multitud de gente que bailaba en la pista y Jihoon tecleaba en el móvil. Kyungsoo los observaba, en silencio.
-Eso, eso. ¿No me digas que finalmente ha sucumbido a tus encantos, hyung? -le preguntó Jongdae a Lu Han, alzando las cejas de forma sugestiva.
Éste echó a reír.
-¡Nada de eso! -negó al instante.
-¿Entonces? -insistió Baekhyun.
-Voy a fuera a fumar -anunció Jihoon en ese momento, ajeno a la conversación que estaba teniendo lugar, levantándose de la mesa.
-Te acompaño -dijo Yixing, levantándose también e ignorando las miradas de indignación de Jongdae y Baekhyun de que se escabullese de esa forma.
-Hyung… -empezó Kyungsoo, pero Jihoon le puso una mano en el hombro.
-Tú quédate aquí, no quiero que te resfríes -le dijo, arreglándole la bufanda alrededor del cuello.
Lu Han puso los ojos en blanco.
Ambos se alejaron, y Lu Han observó cómo Kyungsoo, sin moverse de su sitio, ahora estaba atento a Baekhyun, que había empezado a contar alguna de sus historias que estaba seguro que ya se sabía de memoria. Lu Han tomó un sorbo de su bebida y reparó en un objeto que había en la mesa. Luego, miró a Kyungsoo.
Y sonrió.
Pocos minutos después, estaba enviando un emoticono en kakaotalk.
Kyungsoo se sobresaltó y sacó el móvil de uno de los bolsillos del jersey. Leyó el mensaje, frunció el ceño y luego miró a Lu Han, que rió. Kyungsoo sonrió.
«¿Cómo has conseguido mi número?», seguido de otro emoticono sonriente.
Lu Han levantó la cabeza y vio que Kyungsoo volvía a mirar a Baekhyun, simulando interés, pero tenía el móvil entre las manos y una sonrisa divertida en los labios.
«¡Magia! En realidad no, es que Chanyeol tenía prisa y se ha dejado el móvil».
Kyungsoo lo miró y él le señaló el móvil que había encima de la mesa. El más pequeño rió y se tapó con la mano, pero ya era tarde. Lu Han había visto cómo sus labios, al sonreír, formaban un corazón.
Era adorable.
Haciendo ver que él también escuchaba a Baekhyun, siguió escribiéndole a Kyungsoo. Le relató la historia de Baekhyun antes de que éste la terminase y trató de imitar la expresión de Jongdae a base de emoticonos. Kyungsoo reía, fingiendo estar atento también y contestándole a escondidas.
«Mira a Sehun, está a punto de quedarse dormido».
Efectivamente, el más pequeño del grupo hacía rato que había desistido de escuchar a Baekhyun, se había cruzado de brazos y parpadeaba muy lentamente. Lu Han le hizo una foto y se la envió, junto con un emoticono que hacía el gesto de victoria.
Kyungsoo estaba escribiéndole una respuesta cuando Yixing y Jihoon volvieron junto a ellos.
-Es hora de irnos, Kyungsoo -dijo Jihoon, tendiendo una mano que el más pequeño aceptó y se levantó-. Hasta la próxima, chicos.
Todos saludaron y Lu Han le devolvió el gesto con la cabeza, rígido y calculado. Kyungsoo les dedicó una pequeña reverencia, envuelto en un abrigo que lo hacía parecer más pequeño aún, en comparación, y se apresuró a seguir a Jihoon.
-Yo también me iré ya -dijo Lu Han, levantándose y estirando las extremidades cansadas. Había sido un día muy largo-. Sehun, ¿vienes?
El pequeño asintió y se levantó también.
-Nosotros esperaremos un rato más -dijo Jongdae.
-Si veis a Chanyeol, dadle el móvil -añadió Lu Han, señalando el aparato.
Yixing lo cogió y Lu Han asintió y se despidió de todos. Se pasó un brazo de Sehun por los hombros, que seguía siendo poco tolerante al alcohol, y empezó a tirar de él mientras musitaba un «Deja de crecer, ¿quieres?» que sólo hizo que el otro riera y lo acercara más a sí mismo.
El cambio con el gélido aire del exterior fue muy brusco, y Lu Han hundió la cara en la bufanda.
-Maldito frío… -murmuró en chino, pero Sehun no pareció darse cuenta. Lu Han lo miró. Tenía los ojos prácticamente cerrados-. Quédate en mi apartamento esta noche, tú solo no vas a llegar al tuyo.
-Mhmm -fue todo lo que respondió Sehun, y Lu Han no pudo evitar sonreír.
Llegaron a su apartamento a duras penas y Lu Han tuvo que ayudarlo a subir las escaleras hasta el dormitorio, donde puso un colchón de más al lado del suyo en el suelo y dejó que Sehun se estirara cuan largo era.
-Ponte esto -le dijo, tirándole una camiseta y unos pantalones de chándal viejos.
Él mismo se cambió, y luego aprovechó para mirar el móvil.
«Buenas noches, hyung :D»
Se removió, inquieto, tratando de ignorar lo nervioso que se había puesto. Ya no tenía quince años. Pero Kyungsoo…
-Hyung, ¿sabes…? Hay un chico nuevo en el trabajo, y…
Lu Han sonrió.
-Ahá -dijo, apremiándolo a seguir.
-Nada, es sólo eso. Es muy simpático, y se porta muy bien conmigo -prosiguió.
-¿Y…? -insistió Lu Han.
-Es posible que me haya invitado a comer la semana que viene… -dijo con voz baja-. Y es posible que haya dicho que sí.
-Lo sabía -dijo Lu Han, sonriendo.
Hacía tiempo que Sehun había estado más distante con él, más que cuando finalmente comprendió que Lu Han no compartía esa afección de más que sentía por él, y que lo veía como un hermano pequeño, así que se había imaginado que quizá había conocido a alguien especial.
-¿Y tú, hyung?
-¿Yo? -preguntó Lu Han, girándose para mirarlo.
-¿No has conocido a nadie especial, últimamente? -preguntó. Lu Han se quedó en silencio, pero miró la pantalla del móvil que tenía entre las manos, donde un emoticono en pijama se frotaba los ojos-. ¿…Kyungsoo, quizá?
Lu Han lo miró con los ojos muy abiertos.
-Kyungsoo tiene novio, si no recuerdo mal -le aclaró.
Sehun agitó la mano, negando con la cabeza.
-Nada que no se pueda solucionar.
El mayor rio.
-A dormir, venga -dijo al final, metiéndose dentro de la cama.
Cogió uno de los cojines que siempre dejaba a un lado y lo abrazó con fuerza. Oyó cómo Sehun murmuraba algo parecido a «buenas noches, hyung», demasiado dormido como para vocalizar. La luz, aunque tenue, seguía abierta, pero Sehun no dijo nada. Hacía tiempo que él y el resto del grupo habían descubierto que Lu Han tenía fobia a la oscuridad.
Cerró los ojos, tratando de dar la bienvenida a un sueño que sabía que no sería fácil conciliar.
♪
-¿Xiao Lu? ¿Quién te llama Xiao Lu? -preguntó Chanyeol en uno de sus ensayos. Oyó cómo Yixing reía por lo bajo.
-¡Deja mi móvil, Park Chanyeol! -le dijo en cuanto lo vio mirando el móvil que había dejado a un lado, cargando.
Éste se alejó enseguida del aparato y se escondió detrás de Kyungsoo, que empezó a reír.
Kyungsoo había empezado a asistir a sus ensayos como espectador más a menudo, a veces como novio de Jihoon, pero la mayoría simplemente como amigo de Chanyeol. Todos lo habían recibido con los brazos abiertos, especialmente los más jóvenes, puesto que siempre traía alguna cosa para comer, y Lu Han no podría estar más contento. A menudo conseguía escabullirse para ir con él a comprar bebidas y seguían hablando por kakaotalk, puesto que a Kyungsoo no le había costado adivinar que Lu Han tenía insomnio, así que, durante las noches en que se quedaba estudiando hasta tarde, siempre se acordaba de enviarle algún que otro emoticono que le hacía sonreír.
-¿Zitao otra vez? -le preguntó Baekhyun, con la barbilla apoyada en la mano, aburrido puesto que esa tarde Jongdae no había podido ir al ensayo.
Lu Han asintió.
-Está más pesado que de costumbre, ahora quiere que le invite a cenar -dijo entre dientes.
-Hace tiempo que no nos invitas a nosotros -puntualizó Sehun.
-¡Eso! -dijo Baekhyun.
-¿Sólo me queréis por eso? -preguntó Lu Han, cruzándose de brazos.
-¡Por eso y por todo lo demás! -gritó un Chanyeol tan eufórico como siempre, abrazándolo por detrás y levantándolo al aire. Lu Han trató de soltarse, sin mucho éxito.
-¿C-Chanyeol? -preguntó una voz débil que provenía de la entrada.
Todos se quedaron en silencio, y Chanyeol soltó a Lu Han, que se giró para poder ver el chico que acababa de entrar. No esperaban visitas.
-¿Jongin? ¡¿Qué haces aquí?! -inquirió Chanyeol, llegando hasta él en dos zancadas y cogiéndolo del brazo para llevárselo al exterior, visiblemente enfadado. El chico no opuso resistencia, y pronto se oyó cómo se cerraba la puerta detrás de ellos.
Lu Han miró al resto, pero todos parecían igual de sorprendidos que él. Menos uno.
-¿Kyungsoo? -lo llamó-. ¿Sabes quién es?
El pequeño lo miró a los ojos, pero tardó en contestar.
-Es… su hermanastro -explicó, titubeando.
Todos asintieron con pesar. Sabían que la madre de Chanyeol se había casado con un hombre que también tenía un hijo y que hacía poco que vivían juntos, aunque los más jóvenes no habían conseguido entenderse.
-Venga, a ensayar todos -ordenó Yixing, tratando de cambiar de tema. Harían lo que podrían hasta que Chanyeol volviese, aunque con la ausencia de Jongdae aún sería más complicado.
Hacía días que estaban ensayando una canción nueva de Yixing, una balada, mucho más lenta que el tipo de canciones que solía componer, y eso añadido a la inseguridad característica de Yixing hacía que tuviesen que introducir pequeños cambios cada vez, pero nadie se quejaba.
Hacía tiempo que no veían a Yixing tan entusiasmado.
Era noviembre y el cielo blanco hacía que la ciudad tuviese un aire mortecino y melancólico. Hacía días que Lu Han, poco tolerante al frío, había tenido que sacar más abrigos y guantes. Y sólo quería que llegara el invierno de una vez y pasara lo más rápido posible.
♪
Ir al bar con ese jersey no había sido la mejor idea, se percató Lu Han enseguida que les trajeron la carne que Chanyeol empezó a poner sobre la sartén. Aunque si eso significaba que podía acercarse un poco más a Kyungsoo, buscando su calor, no se iba a quejar, pese a tener que aguantar las miradas de desaprobación de Jihoon, no le importaba.
-¿Tienes frío? -le preguntó el más pequeño, mirándolo con preocupación.
-¿Un poco? -contestó, sonriendo y tratando de no tiritar demasiado.
-Toma, puedo… -empezó a quitarse el abrigo que llevaba, pero Lu Han se lo impidió.
En vez de eso, le pasó una mano por los hombros y lo acercó más a sí mismo.
-¡Chanyeol, tenemos hambre! -gritó Lu Han, observando cómo el más alto giraba los trozos de carne. Sintió cómo Kyungsoo reía y rió él también.
-¡Paciencia! -exclamó el otro, exasperado con tener a tantos hombres deseosos de atacar en cualquier momento.
Sehun, a quien tenía justo en frente, lo miró a él y después a Kyungsoo, y le sonrió con malicia. Lu Han le dio una patada bajo la mesa y Sehun soltó un chillido muy poco favorecedor. Hizo ver que le arreglaba la bufanda a Kyungsoo para disimular.
Mientras esperaba a que se terminara de cocer la carne en esa tienda callejera que solían frecuentar al terminar una sesión de ensayo especialmente dura, donde la propietaria había empezado a aprenderse sus nombres y gustos, Lu Han se permitió observar toda la gente que tenía a su alrededor, hablando animadamente entre ellos y riendo por cualquier tontería. Era una de las pocas veces que se había sentido a gusto en mucho tiempo.
La carne no tardó en servirse, al igual que el alcohol, que pronto se terminó.
-Hyung, ve a buscar más soju -le pidió Jongdae.
-¿Tengo que ir yo? -se quejó.
-Tú y Baekhyun sois los que estáis más cerca, decídelo con él.
-¡Piedra, papel o tijera! -dijo Yixing, aplaudiendo.
Lu Han suspiró, indignado puesto que el resto sabían lo mal que se le daban este tipo de juegos, y dio una patada al suelo en cuando efectivamente perdió una vez más, mirando, derrotado, la piedra que le había hecho perder.
-Te acompaño -anunció Kyungsoo, y Lu Han dejó de quejarse.
Se sentaron en las sillas que había delante del escaparate a esperar a que la mujer terminara un pedido.
-Hoy pareces más contento de lo habitual -comentó Kyungsoo, mirando al frente, con una sonrisa.
Lu Han se giró.
-¿Tanto se me ve? -le preguntó, divertido.
El pequeño asintió, y lo miró.
-Parece que te brillen los ojos, deberías estar así más a menudo.
-Kyungsoo -los interrumpió la voz de Jihoon. A Lu Han no le pasó desapercibido el cambio de expresión del más pequeño, que dejó de sonreír-. Tenemos que irnos ya. Mañana trabajo pronto.
-Pero quería quedarme un rato más -dijo Kyungsoo, frunciendo el ceño.
Jihoon abrió la boca para hablar, pero Lu Han lo hizo primero.
-Yo puedo acompañarle a casa -Miró a Jihoon, que se quedó callado un momento-. No terminaremos muy tarde, puedo llevarlo yo.
Kyungsoo asintió. Esa sonrisa que tanto le gustaba había vuelto a sus labios. Jihoon lo miró, muy serio.
-De verdad, encantado -insistió Lu Han.
Jihoon le cogió el brazo con brusquedad.
-Lu Han… -dijo, amenazante, con la voz más grave de lo normal. Él sonrió con frialdad.
-Tranquilo, Jihoon, ¿tienes miedo de que te lo robe? -le preguntó, burleta. Kyungsoo los miraba a ambos, claramente confundido pero sin atreverse a intervenir.
Jihoon lo soltó un momento después y Lu Han se forzó a desviar la mirada cuando se despidió de Kyungsoo.
-Avísame cuando llegues a casa, ¿vale?
Tras despedirse de Lu Han con un gesto con la cabeza, salió del bar y se perdió entre las calles oscuras.
-¿Puedo hacerte una pregunta? -le dijo Kyungsoo, mirándolo con su curiosidad característica. O quizá era sólo la forma de sus ojos.
Lu Han asintió.
-¿Por qué… os lleváis mal con Jihoon?
-¿Nunca te ha hablado de mí? -dijo, riendo. Hacía tiempo que esperaba esa pregunta.
Kyungsoo ahora jugueteaba con las servilletas que había sobre la repisa.
-Sólo… que era algo del pasado.
Lu Han reprimió una risa amarga. Ojalá esa fuese toda la explicación.
-Es largo de explicar… -empezó. Kyungsoo seguía mirándolo, y en sus ojos veía curiosidad, pero también preocupación genuina. Aunque seguramente fuese la luz del establecimiento y el alcohol que ya llevaba en su organismo, puesto que nunca se le había dado bien leer a las personas-. Hace tiempo, conocí a un chico, Namyoon. Empezamos a salir, pero a los pocos meses cortó conmigo. Me costó superarlo, y luego me enteré de que había empezado a salir con Jihoon, que desde siempre había sido amigo de Yixing.
Kyungsoo se quedó paralizado al instante. Se llevó las manos a la boca.
-Estaba celoso, sí -prosiguió-, pero también contento de que él fuese feliz con alguien que le quería del mismo modo y… -observó la expresión horrorizada de Kyungsoo-. ¿Supongo que ya sabes el resto?
El más pequeño asintió, poco a poco.
-Es el chico que se suicidó.
Lu Han cerró levemente los ojos y frunció el ceño. Era una herida que trataba de convencerse de que había cicatrizado hacía tiempo.
-Me sentí culpable, de no haber sabido verlo a tiempo, pero también furioso, porque Jihoon no había sabido protegerlo.
-Lo entiendo -murmuró Kyungsoo, y eso es todo lo que Lu Han necesitaba escuchar.
Cuando volvieron a la mesa con los demás, Kyungsoo le cogió el brazo por debajo de la mesa y Lu Han sonrió.
Esa noche, cuando Lu Han lo acompañó hasta las escaleras de un portal, no pudo evitar inspeccionarlo con atención. No acostumbraba a frecuentar esa parte de la ciudad. Kyungsoo se despidió de él con un gracias y un buenas noches, le puso su bufanda sobre la que ya llevaba puesta y salió corriendo antes de que Lu Han pudiese contestar. Abrió una mujer de mediana edad y se le quedó mirando, seguramente percatándose de que no era Jihoon. Él se apresuró a hacer una reverencia y dio gracias a que el gorro le tapara el cabello rubio.
♪
-Aquí está -dijo Yixing, desdoblando el cartel del festival sobre la pequeñita mesa alrededor de la cual se habían congregado todos. Encima había varios vasos de bubbletea y café que hacía rato que no tenían dueño.
-¿Qué es? -preguntó Baekhyun, acercándose para leerlo.
Lu Han sonrió. Al fin Yixing se había decidido a contárselo. Él y Kyungsoo eran los únicos que no estaban sorprendidos.
-Un festival que se hará en febrero -explicó Yixing-. Sé que Baekhyun tiene exámenes de acceso a la universidad, así que sólo tendremos un vocal, pero… Es posible que vuelva a China pronto, así que...
Sintió cómo algo vibraba cerca de él y se apartó para que Kyungsoo tuviese más espacio para coger el móvil del bolsillo.
-¿Para siempre? -preguntó Sehun, con voz débil.
-No para siempre, pero… Tengo intención de quedarme ahí, sí.
Todos se quedaron en silencio, asimilando la información. Al igual que Lu Han, sabían de sobra que PLAY era sólo una afición, que algún día tenía que terminar, pero de todos modos…
-¡Entonces tendremos que ensayar el doble! -exclamó Chanyeol, levantándose con las baquetas en alto, rebosante de energía como siempre.
Todos se levantaron, sonrientes, menos Jongdae, que parecía serio. Lu Han trató de restarle importancia. Sin embargo, no fue hasta que trató de levantarse y unirse al resto que notó que Kyungsoo, que tenía la frente apoyada en su hombro desde hacía un rato, no se movía.
-¿Kyungsoo? -le preguntó, acercándose y tratando de apartarle el flequillo de la frente-. ¿Estás bien?
El pequeño negó con la cabeza.
-Lo siento, es que… -dijo, con la voz entrecortada. Los demás se habían detenido y los miraban con preocupación.
-¿Estás llorando? -preguntó Lu Han, alarmado. Kyungsoo sólo se enterró más en su hombro, y él miró a los demás en señal de súplica. Odiaba cuando la gente lloraba, nunca había sabido cómo reaccionar, y Kyungsoo…
-Creo que es mejor que les dejemos solos -murmuró Sehun y Yixing asintió, llevando a los más pequeños hasta la puerta. Lu Han le dedicó una mirada mortífera y miró a Yixing, suplicante, que lo ignoró. Pese a que estuviese visiblemente preocupado, Chanyeol cerró la puerta tras de sí.
Suspiró. Amigos para eso.
-Lo siento -volvió a repetir Kyungsoo, con voz débil.
Él lo abrazó con los dos brazos, y en ese momento agradeció en parte que les hubiesen dado más intimidad.
-¿Qué ha ocurrido? -le preguntó en un susurro-. No pasa nada si no quieres decírmelo, sólo… No llores, por favor.
Kyungsoo respiró hondo antes de contestar.
-Es por Jihoon -explicó, con la voz entrecortada, y empezó a reírse de sí mismo.
Lu Han se separó de él al instante y lo miró a los ojos, enfadado.
-¿Jihoon? ¿Qué ha hecho?
-Sabía que lo nuestro no iba a durar para siempre, pero… -musitó, y le enseñó la pantalla de su móvil. En ella, Lu Han leyó las pocas palabras que Jihoon había escrito.
«No estoy preparado para tener pareja», «Quiero centrarme en el trabajo», «Sólo unos meses».
Soltó un improperio en chino y Kyungsoo rió, seguramente entendiendo la intención aunque no el significado.
-Pues no sabe lo que se pierde -dijo, sin pensar.
Kyungsoo le dio un golpe en el hombro, pero ahora sonreía, y eso era lo que realmente le importaba. Le secó una lágrima rebelde.
-No llores -le rogó-. Ahora estás conmigo, yo te cuidaré -dijo y lo abrazó con fuerza. Kyungsoo trató de respirar.
-No soy un oso de peluche -le recordó.
Lu Han sólo lo abrazó con más fuerza.
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+ ...lo siento? 8n8