Siempre he considerado a Alan Moore un viejo ermitaño excéntrico. V de Vendetta me pareció una adaptación excelente y sus pataletas me parecieron poco más que el lógico celo profesional.
Sobre Watchmen se puede hablar mucho pero, así por resumir, todo se reduce a que precisamente por ser una adaptación mucho más fiel (excepto el final, que comprendo y casi comparto, aunque me joda perderme el bicho tentaculoso) deja en evidencia cómo al final es verdad que la historia no puede funcionar en pantalla.
La misma historia magistral puede ser a la vez una obra maestra o un ejercicio de ineficacia según el medio en el que se cuente. Habrá que ver el dvd Blu-ray de 220 minutos, pero lo visto ayer me pareció una parodia, una broma, que diría el comediante. Watchmen está ahí, los personajes están ahí (bueno,
casi todos), pero sin los finales de página y sin la posibilidad de darle al pause para reflexionar un poco sobre lo que está pasando, se pierden todos los mensajes.
Por una vez, compadezco en vez de envidiar a los pobres diablos que pagaron por ver, exclamándolo con gran jolgorio en la kilométrica cola del cine, "ésa de los superhéroes".