Otro post insustancial sin más interés que justificar de algún modo el chorreo de dinero que llevo gastado en el mes más demencial del año. Hoy toca Resistance, que sin hacer mucho ruido ni tanto bombo como otras sagas más folloneras se ha abierto paso en mi corazón hasta ganarse un cálido hueco que ojalá dure mucho tiempo.
FELICIDAD. Falta un libro de arte, que está en la estantería con el resto de la colección.
Primera visión in-game... Acojona, y eso que no es el bicho más grande del juego.