Ya viene el invierno (mas no Festín de cuervos)...
Ha vuelto el frío, y con él el calor del hogar, las viciadas históricas hasta las tantas de la madrugada, las compras con olor a castañas asadas y esos viejos sentimientos que hacen arrugarse el escroto por las noches. En estos días siento que el aire huele a cómic nuevo y tengo una extraña sensación de nerviosismo en el estómago, como cuando vas al tablon de anuncios y recorres la última lista de aprobados, esperando encontrar tu nombre. Es raro, pero no me disgusta, parece como que estos días sigo siendo yo mismo, y que todo va como siempre ha ido.
Por lo demás, todo va bien, creo, pero parece como si todo estuviera torcido. De pronto cosas que nunca me han importado un carajo se han vuelto determinantes y parece como si tuviera que llegar a una conclusión sobre el origen del universo y de las cosas en apenas unas semanas. Imagináos milenios de meditaciones místicas condensadas en un único mes. Menudo dolor de cabeza.
P.D. Parece que Livejournal ha copiado de Blogger y ha renovado el sistema de plantillas. No está mal modernizar el sistema, que ya era más viejo que el mear, el problema es que los nuevos son demasiado impersonales y no dejan personalizarlos. Mientras investigo un poco ahí queda este nuevo diseño, que por alguna razón me recuerda a esas estampitas de perros con ojos llorosos que tan de moda estaban en mis años mozos.
Por lo demás, todo va bien, creo, pero parece como si todo estuviera torcido. De pronto cosas que nunca me han importado un carajo se han vuelto determinantes y parece como si tuviera que llegar a una conclusión sobre el origen del universo y de las cosas en apenas unas semanas. Imagináos milenios de meditaciones místicas condensadas en un único mes. Menudo dolor de cabeza.
P.D. Parece que Livejournal ha copiado de Blogger y ha renovado el sistema de plantillas. No está mal modernizar el sistema, que ya era más viejo que el mear, el problema es que los nuevos son demasiado impersonales y no dejan personalizarlos. Mientras investigo un poco ahí queda este nuevo diseño, que por alguna razón me recuerda a esas estampitas de perros con ojos llorosos que tan de moda estaban en mis años mozos.