¡¡Feliz Amigo Invisible, Moboroshi!

Dec 30, 2008 14:41

PARA: moboroshi
DE PARTE DE: Amigus anonimus

Titulo: No acato límites
Pairing/Personaje: Draco/Harry
Resumen: Harry no sabe lo que es caer bajo, Draco toma ventaja de ello, y en algún punto los dos le agarran el gusto al vicio. Ningún límite está impuesto cuando se trata de tu destrucción.
Rating: R
Disclaimer: Los personajes son propiedad de J.K Rowling, es obvio, yo solo me divierto con ellos algo
Adevertencias: Creo que nada, ah… si no sé si te moleste, ojala que no, ups… extractos de canciones que se me vinieron a la mente mientras escribía… avise, ¡no me mates! Ah, y algo… de lenguaje grosero.
Notas: Al final las pongo, pero de entrada, ojala te guste el Fic… y si va con mucho, mucho cariño!! :D


Notas:Ummm… que debo decir, bueno me sorprendió el hecho de que fueras brasileña y estuvieras en un intercambio donde la mayoría tiene al español como lengua madre, también el hecho de que supieras tantos idiomas, te envidio mucho, me encantaría saber japonés ñ.ñ Y por eso, es que deje los extractos de las canciones en su idioma original, doy por sentado que sabes inglés, así que no tiene caso traducirlo. También, te quiero decir que fue de mucha ayuda lo que pusiste en tu pedido, y me sirvió mucho leer tu profile en Facfiction, así como lo que lees regularme, como para darme una idea. No creo que me haya salido igual al estilo de tus autoras/es favoritas/os, pero hice el intento de hacer algo que te gustase, espero que así sea. No puse todas las características que pediste, porque la verdad soy un poco ignorante en ellas y tenía miedo de equivocarme metiéndome en algo que en verdad desconocía, preferí solo poner lo que conocía bien y de lo que podía escribir. De todo, espero que disfrutes tu regalo. Realmente esta hecho con mucho amor, muchos besos y suerte. Gracias por leer hasta aquí.

Algunas noches soy fácil, no acato límites
Algunas noches soy fácil, no acato límites.

~ Yegua - Babasónicos

1. El inicio de mi destrucción

I want you to notice
When I'm not around
you’re so fucking special
I wish I was special

But I'm a creep
I'm a weirdo
what the hell am I doing here?
I don't belong here

~ Creep - Radiohead

Tenía los nervios de punta y el cuerpo ansioso; no por la salida nocturna, pero sí por la razón de la salida. La nota estaba enviada, así que si se estaba riendo de mí en este instante ya no podía hacer nada de todas maneras, el mal estaba hecho - suspiré - y mientras me aliviaba, alguien me tocó el hombro. De la ansiedad, salté por el susto, volteé; era Malfoy. En la penumbra, sus ojos se veían malévolamente seguros, y detesté que me cautivaran tan rápido. Siempre yo, el fácil. Apreté la capa de invisibilidad en mi mano. Ahora quería la respuesta. Creo que no podía contener mi emoción; sí, había venido; entonces significaba algo, ¿verdad?

- Potter, parece ser que estás algo nervioso.

- No es eso, yo solo… - el nerviosismo me carcomía - quiero saber, saber… - esto era tan embarazoso.

- Acerca de la nota - no pude contenerle la mirada, y clave mis ojos en el suelo -, no estoy seguro - creo que me quedé en blanco -, pero quizás sea bueno probar.

- ¿Qué! - estaba tan absorto en mí, que no noté que su rostro estaba cerca (muy) cerca del mío, y no pude ver lo que estaba apunto de pasar.

Un beso, choqué con sus labios, y él, agresivamente, buscó los míos. Yo estaba absorto por la magnitud de los acontecimientos; inmóvil, cerré los ojos. Pero su lengua, tratando de colarse en mi boca, me despertó, quise protestar, pero solo empeoré todo en el momento de abrir la boca para hablar, y mi lengua pudo distinguir la suya. Abrí los ojos porque, realmente, no podía creer que esto estuviera pasándome y vi sus pestañas rizadas, su piel tan cerca y pude sentir que mi corazón se salía. Estaba tomando conciencia de que estaba ahí, yo; besando a Malfoy; al Malfoy que me gustaba, que me hacía mojar los pantalones y esperar ansioso las detenciones. Entonces, por fin, me entregué, porque este sueño podía acabar mal, quizás. Pero yo iba a disfrutar el pequeño comienzo dulce y sin más malicia que éste. Porque, yo sí lo quería, y quería que él me quisiese.

El beso terminó ahí, en lo que duraron mis pensamientos, pero Malfoy había demostrado quién iba a tomar las decisiones en este conjunto de dos, sería él. No me opuse, yo lo sabía. Como sabía lo siguiente que estaba por decir.

- No es una relación Potter - tragué -. No somos novios, ni estamos juntos.

- Entonces, ¿qué estamos haciendo? - al menos debía saber en lo que estaba metiéndome.

- Quiero probar, qué tan bueno puede llegar a ser. Realmente, nunca esperé esto de ti, Potter. Sabía que algunos del curso me querían en su cama, pero no sabía que tú eras de esos - me estaba humillando, también sabía que lo haría -. Quiero ver hasta donde aguantas, pero no te doy mucho. De todas formas…

- ¿Cuándo nos veremos de nuevo?

- Depende - dijo sentándose en una roca -. Yo veré el momento adecuado para ambos, no quiero llamar la atención de nadie, no creo que sea prudente. Si no estás de acuerdo -me miró directamente -puedes salirte ahora, sin presiones, ¿estamos?

- De acuerdo - asentí -. Además, yo quise esto en primer lugar, ¿verdad? -mi derrota estaba planteada lista para estrangularme.

2. Porque querer o no querer

Rempli d'innocence Lleno de inocencia
Sensible, mais c’est intense Sensible, pero es intenso
Parcourir la distance Recorrer la distancia
Sera impossible je pense Será imposible pienso



Si tu oses poser un œil sur moi Y si te atreves a poner un ojo sobre mi
Comme le soleil je menacerai tes pas Como el sol yo amenazare tus pasos
Je ne te lâcherai pas, je ne te lâcherai pas No te soltare, no te soltare

~ Vénus - Les shades.

La primera clase del día era Transformación, y la rutina no era para nada aburrida, pero yo deliberadamente me quedé estático en mis pensamientos. Estaba lleno de dudas y expectativas, ahora que había comenzado una especie de relación clandestina con Malfoy, bueno ni a eso llegaba. Después de quedar claros y conformes con nuestro secreto, Malfoy me besó agresivamente de nuevo, más veces de las que pudiera pensar que lo haría. Solo después de verse satisfecho me despachó y huí a mi casa. Tenía en la conciencia el hecho de haber sido usado en nombre del amor que se supone sentía hacia él, pero de alguna forma, mi alegría por poder tocarlo era más fuerte que mi repugnancia hacia mí mismo. Era un objeto y disfrutaba siéndolo, no era infeliz del todo, aún.

Aceptaba las cosas que estaban sucediendo y no pensaba limitarme por ellas, a experimentar la felicidad que Malfoy me otorgaba, me era suficiente lo que me daba.

- Harry, ¿estás bien?

- Sí, desde luego -sonreí -. No te preocupes Ron.

Ron hizo una mueca de no creerme nada, pero era la verdad. O lo era, hasta que salimos al pasillo cuando la clase acabó. Sin darnos cuenta, pasamos al lado de Malfoy y su grupo, y yo ya no me sentía bien. Pansy lo tenía frente a ella. Con sus manos tomándolo por las mejillas, él se veía feliz, y parecían una pareja, la perfecta pareja de serpientes, tan felices que me dieron nauseas. Pasamos sin decir palabra y él tampoco hizo gesto de meterse con nosotros, como era usual. Yo comprendí entonces que no estaría bien. Que no iba a estar conforme tampoco con lo que me diera. Que siempre iba a querer más, pero que, de todas formas, el sentimiento era inútil, porque no lo iba a conseguir. Quizás no estaba siendo justo conmigo mismo. Era un daño.

* * * * * * *

La última clase del día era Pociones, para variar. En cualquier otro contexto me hubiera venido bien, ya que vería a Malfoy regodearse a sus anchas de ser intocable durante unas horas, pero precisamente hoy, entré al aula con una molestia colgada del brazo y que mi cara delataba, y que la muy habida de Hermione notó enseguida.

- ¿Te pasa algo?

Sí. Me pasa que no quiero responder más a si me pasa algo. Los quiero, pero ya me hartan.

- Nada -dije sin mucho ánimo, porque, para ser sincero estaba cansado. Me senté mientras Hermione, unos pupitres adelante, cuchicheaba con Ron cosas que no me podían importar menos. Yo estaba solo, en la esquina siniestra, que reflejaba un cartel en neón “Tratar con cuidado”, “Peligro de ser mordido por exceso de aburrimiento”.

Estaba en lo mío, cuando Malfoy entró con paso calmado y serpenteante, parecía él, y yo, rotundamente, según Ron y Hermione, ya no parecía yo. Me sentí tonto. Pero no por mucho.

-Parece ser, Sr. Malfoy, que el único sitio vacío es al lado del Sr. Potter. Tome asiento por favor.

Snape era pura maldad, es decir. Ahora sí era el colmo, me sentía mucho más tonto que un minuto antes. Malfoy, sin decir palabra, hizo lo que el grasiento le había ordenado, algo raro, ya que usualmente prefería quejarse de que él era demasiado para si quiera respirar mi mismo aire.

-No pareces feliz de verme Potter -no, no lo estaba, estaba concentrando en jugar con mis manos bajo el pupitre, solo para tener algo que hacer.

Malfoy no intentó nada por al menos unos quince minutos, en los que Snape explicaba qué teníamos que hacer, y yo hacía garabatos. De repente, sentí un golpecito, giré hacia Malfoy, pero él estaba enfocado en sus apuntes. Miré de nuevo a los míos y noté un papelito arrugado. Lo abrí con curiosidad. Caligrafía impecable, Malfoy.

Pensé que seguías mojando los pantalones por mí, ¿se te acabó el amor, Potter? Di algo ahora, porque si no ya eres historia.

Sí, sigo mojándolos, pero ya no quiero hacerlo. Me acabo de dar cuenta de que te he dado carta abierta para que me hagas tu puta. Sé que apenas fueron unos besos al lado del lago, pero tengo miedo de que luego ya no pueda parar de humillarme. Parpadeé un segundo hacia Malfoy, él se veía calmado y frío. ¿Quién hubiera dicho que era así de ansioso? No sé qué le pasaba por la cabeza ahora mismo. Pero yo… no, yo tampoco sabía qué quería. Así que decidí que era hora de mandar a Malfoy a tomar por culo. Me haría el tonto y entonces, no pasaría nada. Grave error.

-Comiencen a cortar esas raíces -sentencio Snape, dejándose escuchar sobre el barullo de los demás al parlotear mientras preparaban lo que sea que estaba en la pizarra.

- Toma estas hierbas y muélelas junto a esta raíz. Luego, échalo en el caldero -Malfoy me daba ordenes sin siquiera mirarme y yo tampoco me inmutaba, o trataba de que no se me notase que sí me importaba. Él revolviendo y echando pequeñas gotas y pizcas de esto y aquello. Después de un rato, por fin era tiempo que de que Snape revisara la poción terminada.

La observó con detenimiento y luego levantó la vista hacia nosotros.

-Déjeme ver, Potter, fue su culpa, ¿verdad?

-Señor, ¿de qué… está hablando? - qué demonios….

-Claramente, la raíz que fue agregada no era la adecuada, ni tampoco fue echada a tiempo.

Miré a Malfoy sin creerme una cosa, maldito bastardo, echándome toda culpa a mí. No, esto no era posible.

-Profesor Snape, solo hice lo que Malfoy me ordenó, realmente no sabía lo que hacía.

-Potter, hágase un favor y cállese, que ya veo que mis clases le importan menos que una calabaza. Bien, entonces por esto, se quedará a limpiar calderos -volteó hacia Malfoy -. Señor Malfoy, no esperaba esto de usted, pero siendo el caso, me temo deberá acompañar a Potter.

-Yo le indique bien exactamente cuándo y qué cosas debía agregar, con todo respeto profesor, que Potter sea un retardo no es mi culpa.

- Debería… -quería descuartizar a Malfoy por ser tan cínico y sinvergüenza.

-Potter creo que será mejor que se quede quieto, y cumpla el castigo. Va para ambos.

La clase terminó y solo quedábamos atrás yo y la serpiente mentirosa. Ni Snape a la vista. Malfoy se acercó a mí con una calma perturbadora y yo seguía con una furia interna capaz de salir de control en ese instante.

-Pensé que teníamos un trato -su tono era frío, pero se veía claramente irritado.

-¿De qué hablas, pedazo de mentiroso cínico, serpiente maldita! - solté fuera de mí. Malfoy me tomó del brazo y me hizo mirarlo a los ojos. Nuestros rostros tan cerca.

-Te ibas a dejar follar, ¿no? -su rostro se veía más tenso -. Pero ahora parece que osas obviarme, ¿eh, Potter?

-Piérdete Malfoy -escupí mientras bajaba la vista hacia un lado.

-Nadie me hace esto, calienta pollas -dijo furioso, mientras me tomaba del rostro y me besaba con una intensidad brutal que me dejó pasmado. Era inútil. Traté de detenerlo, pero sus dedos comenzaban a buscar mis tetillas debajo de la camisa. Era una urgencia. Su otra mano estaba posada en mi cintura, y me zafé solo para jadear. Su lengua todavía me ponía al límite, y eso era todo. Me dejé caer en picada, y nuestros rostros se reunieron de nuevo. Sus manos vagaban más allá. Yo estaba en un estado inerte, su rostro tan cerca del mío, parecía un sueño. Más lengua, jugaba conmigo, me enseñaba, contorneaba mis labios y luego me dejaba sin aire.

-Quiero irme -solté de repente. Malfoy me miró incrédulo, aunque todavía con la cara esa de indiferencia total, me sentí algo tonto. Me había dejado hacer.

-Antes de eso. Explícame qué pasa, ayer no decías lo mismo.

Me sentí doblemente humillado al tener que decirle a Malfoy que no quería ser la puta de nadie, pero que me había dado cuenta de eso luego de meter la pata.

-Creo que tienes suficientes pu… personas que están disponibles las 24 horas al día para ti, no creo que necesites a un calienta pollas como yo. No lo soporto, creí poder, pero parece que no puedo. Me voy.

Terminé mi pequeño y deprimente discurso y me dirigí a la puerta con la cabeza gacha, solo quería salir de ahí. Pero Malfoy me sorprendió abrazándome por la espalda con su aliento cerca de mi oreja.

-Te equivocas Potter -dijo suavemente con una mano ágil transitando entre mi ombligo y mis pantalones -tú eres más preciado para mí -un gemido ronco que con devoción le devolví - de lo que imaginas.

La velocidad de su mano y su boca lamiendo mi cuello, era una locura. Me vine entre suspiros y no pude contener las emociones que arremetían contra mí. Malfoy me soltó, colándose frente a mí, solo para buscar mi boca de nuevo como la otra vez. De la nada, noté algo contra mí, me había llevado hasta chocar contra una mesa.

Por su peso o por mi ansiedad por más, me recosté con él encima de mí. Poco a poco las cosas se iban dando, yo tenía la vaga idea de lo que acontecería luego, pero no me preocupaba tanto.

No hablábamos, solo mis gemidos eran entendibles. Él bajando con pequeños besos y yo empujándolo con mis manos, su suave cabellera rubia entre mis dedos era la gloria. Estaba tan sumido en el placer que casi no percibí o no quise darme cuenta de que mis pantalones estaban ya en otro lugar. Miré hacia su abdomen y noté que tenía los suyos también en las rodillas. El pánico se apodero de mí. Él lo noto.

-¿No…?

-Sí - le dije mirándolo a los ojos grises, armándome de valor. Con mis manos inexpertas tomé su miembro palpitante, la excitación estaba en su punto quiebre.

-Yo lo hago -dijo sonriendo y besándome los labios más caóticamente que antes. Era una distracción. Pero cuando, finalmente, terminó de prepararme, el dolor que sentí fue tan claro que nada podía haberlo evitado. Me sujeté a su espalda, mientras él embestía una y otra vez, cada vez más rápido, más duro, más Malfoy.

Mientras sentía mi interior explosionar una y otra vez al compás de su demencia, la esperanza regresaba a mí otra vez en forma de deseo. Porque quizás sí era verdad que yo era… más importante para él de lo que yo pensaba.

* * * * * * *

Apenas una semana había pasado, y yo cada vez que me sentía más consumido. Más atrapado por Malfoy, por el sexo y Malfoy, por la cordura que me abandonaba y por Malfoy, en definitiva por Malfoy.

Era contradictorio. Me sentí terriblemente usado, pero no durante nuestros encuentros sino después, cuando lo veía junto a Pansy. Y ella regodeándose de poder estar a su lado en público con su estúpida sonrisa. Malfoy era frío, pero igualmente Pansy a su lado me enfermaba.

Solo cuando me cogía, entonces podía sentir que Malfoy me pertenecía, al menos de algún modo siniestro. Solo venía a mí para eso. Y yo me dejaba, me gustaba, me sentía importante para él, él me sabía hacer.

* * * * * * *

Era tarde, ya la noche se había puesto cuando por fin cerré el estúpido libro de Historia de la Magia. Si no fuera porque de esta tarea dependía mi nota en aquel curso, ni siquiera hubiera pensado en ir a la biblioteca y menos quedarme hasta esa hora leyendo acerca de las revueltas de los gnomos.

Me dispuse a ordenar mis cosas. Era problemático, pero apenas había tomado un tintero me vino a la mente la tarea de Transformaciones. La puta madre… y ahora. Nada, a quedarme y hacer el maldito ensayo ese. Fui a por un libro al estante más próximo, fui con parsimonia. Ya que más, igual lo iba a hacer con calma el ensayo, porque, la verdad, no tenía mucho sueño.

De repente, unos pasos se escucharon detrás de mí. Voltee, nada. Me quedé quieto, pero luego volví a buscar el libro de tapa rosa que la profesora McGonnagal había dicho que debíamos usar. Toc Toc. Pasos de nuevo, está vez si no volteé, esperé. Y luego, empuñé mi varita contra el dueño de los pasos. Casi me caigo de la impresión, era Malfoy.

-¿Qué demonios? -su mirada, incrédula. Guardé mi varita suavemente en mi bolsillo.

-No tú, que haces acá. Casi te… -lo miré algo molesto -nunca más hagas eso.

-A mí no me ordenas nada -contraatacó Malfoy con disgusto -. Que estés demente no es mi culpa. De todas formas… pase un rato, quería ver si podíamos ir a otro lado.

-No estoy de humor -Malfoy casi muere y aun así conservaba su altanería, me enfermaba -, tengo un ensayo para mañana, tengo cosas que hacer -dije, mientras tomaba el libro rosa por fin y me dirigía a mi mesa.

-¡Ja! ¿Y a mí me importa? Tengo ganas, así que vamos - impuso Malfoy, sentado frente a mí, recargado contra la silla.

-Dijiste “si podíamos”, yo no puedo, ¿bien? -quería que Malfoy se fuera, para terminar el ensayo y además… últimamente la culpa que me azotaba después de cualquier rato con él, ya era imposible de obviar para mí. Estaba cansado de eso: sexo, culpa, sexo, culpa, culpa, culpa. Prefiero mantener las piernas cerradas.

-Pero yo sí puedo -su tono de voz había cambiado -, y tú también -su aliento caliente en mi cuello.

-Malfoy -suspiré -, no…

Ya era muy tarde, su pálida mano se encontraba hurgando en mi entrepierna. Y su boca succionaba y pequeñas lamidas invadían mi cuello. Quise patearlo, maldecirlo, pero lo único que hice fue quedarme quieto, dejándome hacer. De arriba a abajo, con suaves movimientos, jugaba luego con la punta y poco a poco mi erección crecía, mientras ya los dos compartíamos saliva y yo tocaba su pecho debajo de la camisa.

Así era siempre con Malfoy, me ponía de humor rápido. Me separé un poco y lo miré, yo estaba ido y él con los labios muy rojos, solo me hizo desearlo más, pero mi conciencia.

-Mi ensayo -le reproché sin entusiasmo, más como un juego.

-Tu ensayo un carajo -dijo mientras me giraba con todo y silla y se iba arrodillando lentamente siempre sus ojos y los míos, bajando lentamente. Sin apartar la vista bajó mi cremallera y dejó mi miembro expuesto, más palpitante que nunca. Sin romper el contacto visual lo empezó a masturbar una vez más. Mi respiración era acompasada, y mis mejillas las sentía calientes. Sin dejar de mirarlo, lo seguí cuando mi sexo penetró su boca y sentí esa cavidad acogedora. Mi locura me invadía, me torturaba jugando con el glande y recorriéndola desde la punta hasta la base dejando una estela de saliva y succionado de nuevo, dando pequeñas mordidas y chupando con fuerza para luego sacarla y sonreírme perversamente. Yo sonreía.

-¿Ya tienes ganas? -preguntaba con picardía, para luego besar la punta con delicadeza. Y yo gemía más.

-S...sí -respondí con dificultad. Lo siguiente que sentía era él con toda la fuerza que poseía embistiendo en mi interior y yo gritando como una puta, “como su puta”, mientras me mordía el cuello, para luego venirse sin ningún recato, sin ningún aviso.

-¡Malfoy!

-Potter -su susurro era lo último de lo que tenía conciencia.

3. Siempre claras las cosas.

But Ah! Who needs that sentimental bullshit, anyway
Takes more than just a memory to make me cry
I'm happy just to sit here round a table with old friends
And see which one of us can tell the biggest lies

~ Flame Trees - Cold Chisel Sacred Heart School Version.

Mentira. Sí, todo lo que soy ahora es mentira. Los días se pasan y cada vez me siento más cansado de seguir con la farsa. El sexo con Draco ya no me es suficiente y siempre quiero más, aunque él se canse de mí cada vez con más regularidad. Nadie es feliz en esto que no es una relación, pero nadie quiere tampoco tirar la toalla. Ayer salimos de compras a Hogsmeade. Pasó algo distinto que me hace querer quedarme al lado de Malfoy, aunque cada vez se me vaya más la esperanza. Y casi pierdo la cordura. O mejor dicho, mandé a la mierda a la cordura.

*****

-Harry sería bueno si pusieras otra cara, al menos trata, ¿no?

-Es la única que tengo, Hermione. Además les dije que no quería venir.

-Harry, hazle caso. Además, así te distraes, ven vamos a Honeydukes, seguro que te animas algo -Ron me jaló sonriente hasta la tienda de caramelos y no puedo ser tan hostil con él como con Hermione.

- Mira éstos - dijo señalando unos caramelos de fresa en forma de murciélago -, ¿te gustan?

- Se ven bien - dije, tratando de sonreír al menos un poco. Al parecer esto dejó tranquilo a Ron y me dejó husmear por mi cuenta la tienda luego.

Iba de un lado a otro viendo los dulces y las formas curiosas de éstos como aquellas paletas en forma de gato y las galletas de chocolate rellenas de crema de vainilla con mora en forma de hongo silvestre que me hacían gracia y por eso tomé un paquete. Estaba casi feliz cuando, por el ventanal del escaparate principal que da hacia la calle, pude ver a Malfoy con Pansy colgada de su cuello, tratando de besarlo, y él parecía lo que se dice incómodo.

Me molesto en sobre manera, pero me quedé quieto, esperando a la escena desarrollarse. Pansy tomó la cara de Malfoy con sus manos y lo forzó a verla, le decía algo, y Draco se soltó del agarre y sin mirarla siquiera empezó a caminar por el lado opuesto. Mientras Pansy se ponía histérica y comenzaba a gritar, me alegré de alguna forma. Al menos, Pansy hartaba tanto o más a Malfoy que yo. Y con ese pensamiento, seguí comprando.

Después, salí y no pude encontrar ni a Ron ni a Hermione. Entonces, como estaba solo, decidí seguir caminando sin rumbo entre las tiendas, pero, después de un momento, me cansé de tanto bullicio, y me adentré a la parte verde de la ciudad. Caminé hasta un prado. Como el invierno estaba llegando, la nieve cubría parcialmente algunas zonas, y seguí adentrándome entre los árboles. De repente, escuché unos gritos. Me paralicé, no quise escuchar nada, así que di media vuelta, pero me volví cuando escuche un nombre en particular.

-¡Draco maldito bastardo mujeriego!

Definitivamente, era Pansy, se oía furiosa.

-No te debo ninguna explicación. Las cosas siempre estuvieron claras desde un principio.

-Esa no es excusa para que te revuelques con quien sea. ¡Dime quién es! Exijo saberlo ahora mismo.

- No estás en posición de exigir nada -su voz era fría, pero mantenía un solo timbre, ni siquiera estaba gritando -esto ya me aburrió, así que lárgate.

-Dime su nombre... -exigió Pansy, casi al borde de los nervios, sentí pena por ella.

-Entonces me voy yo.

Me quede quieto, tratando de escuchar. Pero me di de narices con Malfoy y sus ojos grises habitualmente gélidos me miraban incrédulo, la mala suerte me perseguía.

-Potter -su boca se curvaba en una sonrisa retorcida -¿espiando a tu amo?

-Vete a la mierda Malfoy -dije irritado.

-Puedes serme de utilidad, no importa -lo miré incrédulo -. Saca la capa de invisibilidad -ahora sí estaba desquiciado.

-¿Qué…?

-Rápido Potter, no creo que quieras a Pansy encima de ti -comprendí de inmediato y, no sin disgusto, hice lo que me pedía. Él tomo la capa y nos cubrió a ambos, me jaló contra su cuerpo y nos quedamos inmóviles y pegados a un árbol.

Para cuando terminamos de ocultarnos, el huracán Pansy estaba junto a nosotros. Temí por mí, a Draco de todas formas no le haría nada. Me sentí incomodo con la cara contra el pecho de Malfoy, no podía moverme por dos razones. La cercanía del cuerpo de Malfoy y Pansy. Pero creo que Malfoy era la razón principal.

-Maldito seas Draco Malfoy -susurró Pansy, su voz estaba algo quebrada -. Seguro que es una puta -hablaba para ella, parecía que había enloquecido -, seguro que se la coge cundo se escapa en las noches, nunca está en su cama cuando yo voy a… porque mierda no le soy suficiente, ya ni me mira -mientras decía esto unas lágrimas de rabia caían por sus mejillas -. No entiendo porqué, ni me importa. Me odia, por la puta… él me odia, la prefiere… pero… si llego a descubrir quién es… juro… la mato. ¡¡La mato!!

Y diciendo esto, se fue dando grandes zancadas. Sentí pena por ella y algo de alivio por mí, aunque también vergüenza. Yo era la “puta”, ella era la “novia”.

-Debería decir “él”, en vez de “ella”, ¿verdad Potter? -sonrió Malfoy mirando con su sonrisa traviesa, atrapándome por la cintura.

Pero no tenía palabras. Me sentía mal de que me recordaran mi lugar, o más bien el lugar que no tenía en esta historia.

-Como sea Malfoy -dije mientras agachaba la cabeza y trataba de separarme de él -ahora puedes irte.

-Me han dado ganas de jugar un rato -me pegaba a su cuerpo y metía su rostro, pegando la nariz en el hueco de mi cuello -. Hay que jugar un rato, será divertido. Potter, dime qué quieres hacer. Vamos, dímelo -parecía un gato mimoso. Cuando se ponía en este estado, me desquiciaba y me idiotizaba. Pero me hacia cuestionarme, ¿cómo puede ser tan amable a veces? Y otras… es un tirano de gélidos ojos de mercurio.

-Seguro que mis amigos me están buscando -era una excusa, evidentemente -, me debo ir -lo empuje un poco sin ganas.

- No te creo - dijo, comenzando a recorrer con su nariz de mi clavícula hasta mi cuello, y luego mi mandíbula.

- Debo irme -dije más convencido -. Malfoy.

-¿Sabes? - dijo con su aliento contra la comisura de mis labios -Pansy tiene razón -no lo entendí - ahora eres como mi perdición Potter -y me besó, yo con devoción sincera respondí y dejé que mis brazos atraparan su espalda. Era un beso con ansias y con deseo. En momentos como éste, desearía que Malfoy estuviera enamorado de mí, sería mil veces mejor.

-Mentira - dije contra su boca.

-No lo es - jadeo por la excitación -. Toca -e introdujo mi mano dentro de su pantalón, sobre su miembro. Me sentí caliente y, con la mirada nublada, empecé a masturbarlo. Se apoyó en mi hombro y comenzó a respirar agitadamente, su caliente aliento me rozaba y me hacía ir más rápido. Hasta que se vino y ambos nos quedamos quietos.

Ninguno de los dijo nada mientras Malfoy se limpiaba con un pañuelo que había sacado del bolsillo de su saco negro. Yo mismo me limpiaba con algo de papel que traía en el bolsillo de los jeans. Me senté sobre una roca, tratando de fundirme con el fondo, aunque eso fuera imposible. Después de un rato, Malfoy estaba a mi lado.

-Potter - dijo con una sonrisa amable, bueno todo lo amable que Malfoy podía ser.

-¿Qué pasa Malfoy? -tenía la certeza de que esa amabilidad solo era una fachada.

-Estaba preguntándome… pero creo que sería algo indiscreto de mi parte -lo miré atento -. ¿Volaste por las nubes cuando Pansy dio a entender que eras lo único en lo que pensaba últimamente? ¿O simplemente te hizo mucha ilusión? -estaba lo en lo cierto, me estaba humillando, no tratando de ser amable.

- Púdrete, Malfoy -dije sin ganas.

- Vamos admite que te gustó escuchar que eras “el favorito” - su sonrisa de autosuficiencia, lejos de hacerme querer matarlo, me embriagaba, era lo peor.

-Sí - dije, fue un susurro.

Malfoy estaba atónito. Sus ojos estaban abiertos y me miraba como si fuese un bicho súper raro.

- ¿Qué dijiste? En verdad… Po… - carraspeó un poco y recobrando sus vinagres dijo despectivo - claro, te arrastras por mí. Un poco es una vida para ti, ¿no es así?

Yo solo miraba al suelo.

- De todas formas no es solo por ti- aclaró -y porque eres obviamente mejor compañía que Pansy - esto me alertó y lo encaré -. Sí, mira - dijo viéndome también -, es que ella lo único en lo que piensa es en vestirse de blanco conmigo al lado, ¿entiendes? Y eso jamás sucederá - me sonrió - tú y yo sabemos porqué; primero, odio todo lo que tenga que ver con compromisos y segundo… - se acerco a mí furtivamente y solo a un centímetro de distancia dijo - Potter eres mi droga favorita ahora como para dejarte escapar - me tambaleé por su causa y él lo notó, y con un delicado beso me llevó a la locura. Se apartó y yo por fin pude salir del éxtasis. En momentos como éste, desearía que Malfoy quizás, solo quizás, me quisiera un poco.

4. Sedado a conciencia, quizás ya no.

I tried my best to feed her appetite
Keep her coming every night
So hard to keep her satisfied
Kept playing love like it was just a game
Pretending to feel the same
Then turn around and leave again

This love has taken its toll on me
She said Goodbye too many times before
And her heart is breaking in front of me
I have no choice cause I won't say goodbye anymore

~ This Love - Maroon5.

La última semana había pasado relativamente sin mucha exaltación. Solo que me sentía un poco culpable y un poco egocéntrico cada vez que Pansy pasaba a mi lado, yo sabía algo que ella no. Malfoy me prefería.

Además de eso, también me sentía algo deprimido, bueno bastante. Con la moral en el suelo y pisoteada hasta morir. Malfoy me buscaba cada noche y me arrastraba por pasillos oscuros para saciarse un rato conmigo, luego me dejaba sucio, acalorado y triste, mientras él, satisfecho, se alejaba placidamente.

En particular, lo que más me tenía así era… lo que pasó aquella tarde, luego de salir de la biblioteca. Quise tomar un camino diferente. Pensé que quizás así sería más difícil para Malfoy ubicarme. Me fui por unos corredores lúgubres y desiertos, solo con la esperanza de llegar triste, pero con la dignidad intacta a mi torre.

Ahí estaba yo, mirando para todos lados, atento, con el libro de “Historia de la Magia”, bajo el brazo y mi varita en el bolsillo, que jamás iba a usar desde luego. Me detuve al escuchar un pequeño “crac”. Voltee a mirar, nada. Seguí mi camino, el corredor se iba oscureciendo si eso era posible. El mismo ruido y mi reacción esta vez fue más rápida. Pero al voltear aliviado, casi caigo del susto. Era Malfoy, que ahora con una mano tapaba mi boca para ahogar mi grito.

-¿Qué te sucede? - le recriminé en voz baja, sin la menor idea de porqué la voz baja.

-Yo no tengo un problema -me miró inquisidor -tú sí -lo miré extrañado -¿tratas de evitarme? - ah era eso, había estado tratando todo el día. Era un intento desesperado por acabar con esta cosa que teníamos, y que cada vez me ponía peor.

- Y...ya… - mi voz titubeaba, esto era muy fuerte - no quiero - lo miré fijamente y lo solté -. Ya no quiero tener nada que ver contigo Malfoy - listo. Respiré, asombrado por mi valor.

Pero, lejos de cualquier cosa que se me hubiera ocurrido, Malfoy comenzó a reír. Yo no entendía y la cólera y la humillación me empezaron a turbar.

- Ajá -dijo socarronamente -muy buena Potter -me tomó del rostro, primero fue dulce y después un brusco intento de acércame a él -ahora me perteneces, hasta que me aburra de ti, me perteneces - me besó violentamente y me soltó. Traté de balancearme aturdido, pues casi caigo.

-¡Vete a la mierda Malfoy! -grité tan fuerte como pude -. No soy… no somos nada, ¿eso estaba claro o no? - era un intento para hacerle ver que él mismo había puesto las bases.

-No es tan fácil Potter -me dijo atrayéndome hacia sí -. Me gusta el sexo contigo, eres bueno en eso -me acarició la mandíbula -me sirves ahora, quizás luego no. Pero puedo tenerte mientras quiera, ¿para qué desperdiciar la oportunidad?

Miré hacia el suelo, lo sabía, fui una bestia. Me metí solo en esto. Y él usándome como su juguete. Pero tampoco merecía algo mejor, yo amaba esto, era mi auto-flagelo, y lo adoraba, aunque me destruyera.

- Potter - no supe cuándo Malfoy estaba sobre mí, mi libro a un lado en el suelo, y él colando las manos dentro de mi pantalón. Sus dedos me turbaban y masajeaban violentamente con ansias, lejos esto de odiarlo, me excitaba más. Respiré jadeando en su hombro y él me iba conduciendo con besos torpes y ansiosos, hacia la pared, y luego terminamos en una sala. Era pequeña y mal iluminada.

Mis pantalones abajo y mi miembro orgulloso de que Malfoy me tratara como un perro. Abrió mi camisa a tirones y luego lamió, serpenteante lengua que me torturaba, jugo con mis pezones hasta que quise tenerlo en mí. Ya había caído bajo. Mis ojos nublados lo miraban mientras bajaba y recorría con sus manos mis nalgas, luego liberó su propio miembro y tomó ambas erecciones para rozarlas; la sensación era lasciva y yo me perdía en el deleite. Mientras nos mirábamos y él se posicionaba para entrar en mí; casi se me escapó la cosa más tonta del mundo, mi autodestrucción.

- T-te qui-ee-rngh…

Malfoy me había cortado el aliento besándome y tomando mi miembro entre sus manos y masturbándome rápido. Cuando yo ya estaba mojado y estúpido por el deseo, me miro serio y dijo.

-No te quiero -lo dijo mirándome a los ojos y yo, con las piernas abiertas, su sexo en mi entrada, pero yo ya había llegado muy lejos.

Entro en mí, creo que me sentí como una mierda aplastada, aunque podía haber dejado todo ahí y entonces me sentiría menos mierda, pero yo era tal cual, y por eso estaba teniendo sexo con alguien que no daba por mí un duro.

Fue rápido, fue ansioso, fue salvaje, no tan violento como la otra vez, pero memorable, creo que fue la primera vez que tome conciencia, por eso la grandiosidad del asunto. Yo no lo quería creer, estaba ahí, pero me rehúse a verlo, ahora la gravedad golpeaba mi cabeza y tenía la sensación de estar siendo engañado, aunque era mi culpa. Lo besé más fuerte, más lengua, más manos, más, más y más. Quería escapar y perderme, para no pensar en eso “No te quiero”, yo tampoco. Nos separamos, casi rozaba sus pestañas y podía sentir el calor de su respiración, su mirada tan vacía de lo que yo ansiaba; mentí. Yo sí. Nuestras lenguas chocaron de nuevo, y su sexo golpeaba contra mi culo fuertemente como si me lo mereciera, era excitante, pero triste. Era desesperado. La aprensión. Yo sabía el porqué de mi estado, quería pensar que, al menos, poseía eso, quizás al menos tiene ganas de cogerme, al menos. Porque yo no tenía nada. Se vino adentro, y salió. Yo ni siquiera lo disfrute del todo.

- Me tengo que ir -decía a mis espaldas mientras yo me ponía la camisa -quizás te vea luego -no volteé, ni una vez. No iba a darle la oportunidad -. Potter, Potter - púdrete maldito -, mírame cuando te hablo.

- No tengo ganas, Malfoy -terminé con mis zapatos -. Hasta algún día -dije cuando estaba en la puerta. Malfoy me jaló del brazo y me hizo mirarle de frente. Yo bajé la vista, no podía así que volteé de nuevo.

- Mañana Potter, mañana no es algún día.

- ¿Qué pasa si no tengo ganas? -también quiero ver hasta donde llega.

- No es mi problema, tú solo limítate a obedecer, el resto me tiene sin cuidado.

- Sí ya lo sé, supongo que todo excepto el sexo te tiene sin cuidado - no estaba tratando de hacerlo reaccionar, esa leve rebelión había desaparecido al instante, estaba cansado y ya nada importaba -. La misma hora, ¿no? No sé, lo que quieras.

- Te aviso luego - su rabia también había bajado la guardia - Potter…

- ¿Sí, Malfoy?

- ¿Qué vas a hacer ahora? - estaba ya vestido y yo me volteé tan repentinamente, que creo que se abrumó de que lo mirara como si hubiera dicho una incoherencia.

- Dormir, leer, masturbarme, no tengo idea - hizo amago de sonreír - no tengo ideas, ¿tú tienes alguna?

- Depende, ¿te importa hablar conmigo o te doy mucho asco? - yo también sonreí.

- Malfoy, a veces no puedo creer que digas cosas tan estúpidas - dije mientras salía, él me alcanzó ahora sí sonriendo, mientras yo me perdía de nuevo.

- Lo que digas Potter, vamos a caminar al lago, ¿quieres? - no era una orden, pero lo tome así.

Mientras yo conseguía lo que había estado buscando hacía media hora con su sexo palpitando en mi interior (que no había conseguido), me pregunté si estaba bien hacerme esto ahora que sabía “No te quiero”, eso. Pero una vez más, enterré la poca cordura que me quedaba y sucumbí a mis sueños autodestructivos, porque si algo quería creer era que sí existía algo aparte de nuestro juego de amantes. Que no solo deseaba mi cuerpo, sino también mi yo como persona; pero después de todo, era una mentira. Entonces la iba a disfrutar lo poco que durara la anestesia.

Salimos del castillo sin hacer mucho ruido, y nos sentamos en el pasto a la orilla del lago. Hacia frío, pero me sentía cálido a su lado, por fin estamos haciendo algo aparte de lamernos mutuamente.

- Qué pasa Malfoy, ¿en que estás pensando al traerme aquí?

- Nada, no sé… quería salir un rato qué sé yo - su voz era casual, estaba relajado y yo algo cansado, pero igual muy atento a cada sílaba que pronunciaba.

- Vamos - dije - cuéntame algo - solté casual, siempre me gustaba descubrir cosas nuevas de él, y casi nunca tenía la oportunidad.

- ¿Como qué? - estaba siendo algo sarcástico, pero sin serlo del todo.

- ¿Por qué no quieres casarte con Pansy? -uy, mal tema. Para cuando lo había dicho, ya era muy tarde. Me callé, incomodo. Malfoy ni se inmutó, miró al lago y luego comenzó a hablar sin mirarme.

- Jamás se me cruzó por la mente casarme, hay cosas más importantes. Además, con Pansy, sería un infierno mi vida, ahora lo es, en parte. Jamás pensé en eso, y si lo pensara algún día, no lo creo… pero si lo hiciera, Pansy sería la última créeme.

-¿Cosas más importantes? - que voz de ignorante, por Merlín, que pena ajena doy.

- Sí, que sé yo… ¿tú no tienes otras expectativas, aparte de criar hijos? Viajar, conocer el mundo, ser alguien importante… bueno ya eres -dijo burlón sacándome la lengua -pero, una carrera, ¿algo?

- Sí -dije seguro -, ser auror, creo… me gusta, me gustaría aprender más cosas de defensa contra las artes oscuras.

- Interesante, pero yo prefería aprender acerca de ellas, no cómo repelerlas - su sonrisa era pícara, un escalofrío pequeño recorrió mi columna -. Ah, descuida Potter mi sueño no es volverme mortífago, no estoy tan loco -respiré -pero sí aprender acerca de todo lo que pueda, sabes, y viajar, amo viajar, me llena bastante.

Mientras hablábamos y comentábamos nuestros puntos de vista acerca de diversos temas, las horas fueron pasando, y me encontré disfrutando de la compañía de Malfoy sin sexo de por medio. Y él al menos parecía entretenido, así que supongo que era una buena señal. Luego nos dimos cuenta y regresamos al castillo para mi infortunio, hubiera dado lo que sea por quedarme un rato más así, solo hablando, solo compartiendo con él.

Caminamos en silencio a la espera de llegar sin ninguna sorpresa, llegamos a la escalera que me conducía a la Torre de Gryffindor. Y quise voltear e irme con él, o quizás solo dejarlo en la puerta de su Sala Común.

- ¿Malfoy estás seguro? - pregunté a punto de ponerme la capa de invisibilidad.

- Sí Potter - dijo con pesadez - no tengo tres años, de todas formas te veo mañana.

- Sí, mañana -mientras se alejaba me quedé prendado, mirándolo perderse entre la oscuridad del pasillo y el corazón me estalló de sentimientos de nostalgia porque quizás estaba era la primera y última vez que nos tratábamos como personas. Quise olvidarme de eso, y concentrarme en la pequeña felicidad que la plática con Malfoy me había proporcionado, pero luego, ya en mi cama, decidí una cosa que para mí iba a ser muy difícil. No me iba a hacer más ilusiones, no más. Lo de esta noche solo era un momento, el día a día iba a seguir igual… sexo, pena, sexo, más pena. Decidí entonces acabar con esto. Desde mañana, con el dolor de un adicto que dice adiós a la heroína, iba a dejar a Malfoy. Y con ese pensamiento inconcluso me sumí en sueños que decían todo lo contrario.

5. El mal rollito del “no adiós”, una salida.

Lo noto.
Sé que nos pasa algo,
Aunque selles tus labios,
El mal rollito entre los dos,
Lo noto

Lo noto,
Noto que me esquivas,
Que evitas mis caricias,
Que pones mala cara si te toco

Todo se va a la mierda entre nosotros,
...y lo noto

Porque,
Ya se va acabando el aire entre nosotros,
Y lo noto.

~ Lo noto - Hombres G.

La mañana siguiente fue un caso. Pasó lo que me confirmó que Malfoy y yo mejor separados que juntos, y yo no sufro, él no creo que ni lo note. La mañana fue tranquila, excepto cuando cambiaba de clase y la ineludible posibilidad de cruzarme con Draco me tomaba por sorpresa. Traté de irme por pasillos diferentes y de mantener a Hermione y a Ron a mi lado a cada momento. Ellos ni lo notaban y yo estaba tranquilo de que no preguntaran nada.

Pero, al finalizar las clases, me entretuve en la biblioteca hablando con Blaise Zabini, un chico de Slytherin que, por mucho, era el más amable y educado de las serpientes que había conocido. Me había tocado hacer un trabajo con él en Pociones y se nos estaba dando muy bien. Habíamos quedado en vernos mañana a la misma hora para avanzar el proyecto.

Mientras salía, tomé el pasillo alterno por precaución, pero sin prestar atención me di de bruces con Malfoy.

-Aquí estás -dijo con un brillo de malicia y algo molesto -tengo ganas.

Lo miré frunciendo el ceño y apretando los labios.

-Yo no - solté fríamente - me voy - estaba por dar media vuelta cuando me tomó del brazo y me hizo encararlo a la fuerza.

-Me importa un bledo - y me besó fuertemente, con brusquedad me tiro los libros al suelo y me intentó desprender de la camisa, pero lo empujé.

- ¡Ya no quiero!

-Es por Zabini, ¿verdad? ¿Qué, te coge él mejor que yo! - los celos de Draco eran irracionales, y yo no estaba con ganas hoy de dejarme.

Sin decir nada, recogí los libros, pero él me los tiró de las manos y me alzó de la barbilla.

-Mírame cuando te hablo, Potter - se acercó a mí jadeando de la furia, pero mientras lo hacía, reuní fuerza y lo empujé. Cayó al suelo de trasero y me miró furioso, tomé mis libros y corrí.

Me había dolido que, si quiera, osara decir que yo podía hacer eso con alguien más. Yo, su perro, era fiel aunque a él le diera igual serlo conmigo.

Llegué cansado a mi Sala Común y me alivié de que no hubiera nadie ahí, subí a penas al cuarto y me tiré en mi cama tirando los libros en el baúl abierto. Lloré un poco porque había hecho algo que, seguro, haría que Malfoy me odiase, lo había empujado y había escapado de él y de su calentura. Luego de un rato, no me parecía tan malo, no como la vez del “no te quiero”, pero ambos sentimientos se juntaron en mi interior, y decidí que seguiría mi plan.

Me dormí con la irracionalidad de dejar a Malfoy, porque mi adicto ser se oponía, pero el recuerdo de la noche anterior se confundía con los demás de sus desplantes y sus frías palabras cortando mis sienes y me hacían caer en la cuenta de que, al fin, quizás, sí estaba pensando más en mí.

* * * * * * *

Los días siguientes habían fueron raros. Malfoy me trataba con una indiferencia que rayaba en la frialdad y se notaba que seguía herido en el orgullo por el desplante que le había hecho, no dije nada y él tampoco. Pero cuando crucé miradas durante la clase de Pociones con él, en ese instante, podía haberme destruido en mil pedazos. Me sentí triste, él me odiaba.

Con mi tristeza fui a despejarme a la biblioteca un poco. Me senté a leer algo que se supone vendría en el examen de Cuidado de las Criaturas Mágicas sin realmente leer nada, solo pasando los ojos por las letras.

Una mano se posó en mi hombro y me volví a ver quién era. Era Blaise, con una sonrisa amable en su rostro. Me hizo sentir mejor, él sabía como.

- ¿Qué estás haciendo? - se sentó, preguntando, a mi lado.

- Nada… acá tan solo - dije con poco entusiasmo, pero tratando de cambiar de cara.

- Ajá, veo que solo - Blaise suspiró y no supe porqué -. Quieres… - se acercó a mí y luego se alejó - ¿realmente estás leyendo? - me miró divertido.

- Claro - aseguré riendo - mira, sé cuántas patas tiene un hipogrifo - Blaise también reía.

- Ojalá… bueno, me debo ir, solo me escapé un momento, debo irme a dejarle unas cosas a una pesada de mi casa -arrugó el ceño -, pero volveré, aunque… - se acercó y me dijo quedo al oído - creo que alguien te vigila, pienso Harry… que deberías ir a tu casa, sabes… es alguien que has estado evitando y que odia que yo haga esto - y diciendo eso, me rozó con la nariz la mejilla y me dio un beso cerca de los labios, pero sin tocarlos. Me toqué la mejilla roja, y me quede viéndolo en blanco, sin palabras y con grandes dudas, ¿qué había sido eso!

- Un incentivo para ese estúpido de Draco - dijo Blaise sonriendo y luego se fue sonriente. Blaise estaba loco pensé, y luego caí… Draco. Mierda. Tomé mis cosas y corrí a la salida, sin mirar a nadie y turbado por el beso y por la presencia inminente de Draco, que me cerró el paso ni bien había puesto un pie fuera de la biblioteca.

- Tú - dijo amenazadoramente. Tragué saliva -, con Zabini - no supe si era un pregunta o una acusación -. Con ese - afirmación, sin lugar a dudas - como…

- Yo nada… él m-me be-s-so!! - era una explicación que aparecía una mentira, aunque fuera la verdad.

Me arrastró del brazo, pese a mis gruñidos y cerró fuertemente la puerta de la pequeña sala de siempre, la de pobre iluminación.

- Nunca pensé que me traicionarías con Zabini, quizás Weasley, siempre está rondándote, pero Blaise… Zabini… caíste muy bajo.

- He hecho peores cosas que esa - dije irritado -, como comerle la polla a un bastardo como tú.

- Lo disfrutabas - dijo sugestivo, sin bajar la guardia - Zabini…

- Deja a Blaise fuera de esto, ¿qué quieres?

- Coger - dijo simplemente, pero aún podía notar su irritación.

- Ahí está Pansy para eso - solté abruptamente y me di media vuelta. Él me hizo encararlo, tomándome del brazo como siempre y me besó a la fuerza, mientras jugaba con mi lengua, bruscamente, decía, en el beso violento.

- Potter -me miró -quiero hacerlo -su mano ya estaba bajando por mi vientre. Su tacto era familiar y me puso la piel sensible, quizás por la falta de éste en una semana. Tomó mi miembro y bajó lentamente, era acompasado y también su aliento caliente en el hueco de mi cuello. Me sacó la camisa, pero caí en cuenta de lo que hacía, y quise separarme, las piernas me flaqueaban.

- Yo n-no - me era difícil hablar, porque había empezando a jugar con su lengua sobre mi piel y lamía con presión dirigiéndose a mi pene exaltado, mis pantalones ya estaban en mis rodillas - con B-bla-is-see - dejó su aliento fluir sobre mi erección y pasó su lengua lamiendo a todo lo largo de ésta. Luego, besó la punta, mi conciencia estaba muerta - Malfoy, Draco… Dr-rac-oo, mierda… nghh… - había comenzado a chupar, metiéndosela toda en la boca y su cavidad me volvía loco, salía y entraba y pequeñas lamidas eran intercaladas con besos en el glande y unos dedos en mi entrada, mis manos estaban en sus cabellos suave y no pude sino empujarlo, quería que profundizara más… Malfoy me hacía sentir tan pleno.

- No importa - dijo contra mi sexo, lo besó viéndome y luego se lo metió de lleno, lo succionó y dijo, con sus ojos clavados aún en los míos - ahora te voy a coger -asentí -he estado sin esto -y metió un dedo profundamente, llegando a esa parte, lancé un gemido fuerte y quise taparme la boca - no - dijo - quiero oírlos más, déjame oírlos - su orden fue cumplida y gemí para él como de verdad lo sentí, con su boca caliente chupando y lamiendo con la lengua de serpiente. Me vine sin poder decir nada, solo gemir más, un sonido gutural de locura, llegué a ver cómo tragaba mi semen y luego se ponía a mi altura, se veía hermoso - no quiero a nadie más aquí - la presión de sus dedos y su miembro al aire, ya no podía más, mételo pensé - ni cerca de acá - y un beso ansioso me tomó desprevenido para luego volverme más loco cuando su pene golpeó mi próstata o lo que fuera que me llevo al cielo, lo besé más y él seguía diciendo - nadie, solo yo, nadie más - y embestía fuertemente - coloqué mi cabeza en su hombro y aspire su aroma - creo que sí…

Sentí curiosidad y pude reaccionar tanto como para preguntar.

- ¿Qué…? Y-yo… ¡Draco! - una embestida que me hizo colapsar.

- Creo que eres mi adicción Harry - mi nombre en sus labios sonaba tan bien.

- Te quiero - dije en su oído, su respuesta fue la aceleración en las embestidas y, entre mis gemidos, escuché un quedo…

- Quizás.. yo - y la lujuria me nubló todo rastro de conciencia.

Después de venirnos, nos tumbamos entre las ropas en el suelo, el piso frío me importaba un rábano, su aroma era todo.

- Malfoy no sé si te importe, pero en verdad no tuve nada con Blaise, y sí, t-te quiero - escondí la cara en su hombro, pero él aún permanecía callado.

- Voy a creerte Potter - respiró -. No estoy seguro acerca de mí, solo sé que solo yo puedo tenerte, nadie más - su posesividad me hacía quererlo más, lejos de asustarme - quizás… - de nuevo ese quizás….

Me dormí tranquilo, en su regazo, y creo que él también, así medio desnudos y en el suelo… cansados y sucios, pegajosos y descarados, pero juntos. No sabía cuánto duraría su adicción por mí, ni cuanto yo iba a soportar, pero me hacía feliz que, al menos, tuviéramos algo. Supe que por más que dijera mil veces que iba a dejarlo, siempre iba a caer de nuevo. Decidí limitarme a seguirle el juego, y, quizás, ese quizás, algún día seria… “Quizás… sí, también te quiero”.

Todo es tan de verdad
que me acojono cuando pienso
en tus pequeñas dudas, y eso
que si no te tengo reviento
quiero hacértelo muy lento
~ Todo - Pereza.

Soy una bala, soy un tirano
soy malo, malo
Tengo una paja mental,
que ya no sé de qué va…

Un día quiero dejar el mundo entero por ti
la misma noche me aburro y no eres para mí
cómo quisiera tenerlo tan claro como lo tienes tú
~ Como lo tienes tú - Pereza.

Fin


harry/draco, fics, amigo invisible

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