Sangre Incólume c.20.

Jun 07, 2012 16:00

TÍTULO: Sangre Incólume.
CAPÍTULO: XX.
RATING: NC-17.
ADVERTENCIAS: Incesto.
PAREJA: Ron / Ginny.
WORD COUNT: 2200~.



XX.

Era de madrugada y la habitación se sentía cálida y húmeda. Ron estaba recostado tras ella entregándose al deseo que le provocaba.

Él, cada vez se volvía mejor amante, aunque eso  últimamente iba haciendo sentir extraña  a Ginny. Durante las últimas semanas Ron había ido cambiando poco a poco. Ahora tenía una manera diferente de tocarla, acariciaba su cuerpo de una manera diferente; la forma en que la besaba, la manera en que se desenvolvía en la intimidad era distinta. Ya era muy poco lo que quedaba de hermano cuando la amaba, ahora era mucho más esposo, más hombre.

La chica, en los amplios ratos de ocio de esas semanas ya había estado creando varias teorías. La que más la dominaba, llevaba sus pensamientos directamente a Italia. Tal vez se comportara así porque la extrañaba… porque pensaba en ella. O ¿Y si Hermione no se había ido?  ¿y si seguían teniendo contacto?. Ella pensó que Hermione tenía dignidad y se iría de verdad, pero qué tal si no; si no pudo olvidar a Ron y volvió…

Unos minutos más tarde mientras él se encontraba ahora entre sus piernas, sobre ella; amándola sostenido en sus palmas, y bajando sólo para comerla con mordidas suaves. Entonces, cuando desbordándose de pasión le dijo: “me haces sentir como un león…” Ginny se inquietó, tal vez eso significaba que pensaba en ella, en Hermione. Claro, Hermione, sus cabellos, una leona. Estaba pensando en ella.

Ginny empezó a sentirse muy confundida y decepcionada, por lo que olvidándose del sexo, se relajó y dejó de estar; justo cuando Ron estaba gimiendo invadido por el placer de su orgasmo le dejó su semilla una vez más. Al terminar, pasó las yemas de sus dedos acariciando desde sus hombros hasta su vientre ahora visiblemente distinto. Los bebés tenían ya 13 semanas viviendo dentro de ella. Luego, se dejó caer a su lado y se quedó inmediatamente dormido.

El día siguiente una sorpresa esperaba a Ron cuando llegó al Ministerio. Se encontró con que varias oficinas habían sido invadidas  por ladrones  en busca de piezas de valor que algunos de los funcionarios en ocasiones dejaban en sus escritorios. Pisapapeles de oro, bolígrafos especiales, joyas… etc. Cosas que se pudieran vender con facilidad. Con Ron se equivocaban,  sólo habían desarreglado su oficina de cabo a rabo. Fue una desagradable impresión.

Ron junto con el equipo de aurores y el mismo Kingsley, al tanto de la situación, se ocuparon de las oficinas con más desperfectos o de las que habían sido premiadas además, con algún hechizo. Después de una pesada mañana de trabajo por todo el Ministerio, antes de la salida a comer el chico se fue a buscar a Percy para saludarlo y ver si su oficina estaba en buenas condiciones.

Mientras tanto en La Hura, Ginny pasaba la mañana sola dentro de su casa, como era la mayor parte del tiempo, a pesar de las visitas de su madre y de que en esas semanas había recibido la feliz visita de Luna que le llevaba regalos fantásticos y extravagantes para sus bebés. La chica iba de una habitación a otra sin más pensamientos que su embarazo, Ron, su cuerpo cambiando cada día, y ahora Hermione… Sin embargo, de pronto alguien sorpresivamente llamó a la puerta.

Cuando Ron y Percy volvieron por la tarde de comer juntos, los empleados de limpieza avisaron a Ron que habían enviado todos los papeles de su oficina a casa pues se aprovecharía el incidente para hacer aseo profundo en las oficinas y organizar de nuevo las cosas, por lo que podía irse a su casa.

Cuando el chico llegó a La Hura, Ginny ya tenía formados varios bultos de papeles clasificados. Se saludaron, y aunque en otra ocasión a Ron le habría encantado que ella le ayudara, esta vez, algo que no pudo identificar le hizo sentirse incómodo al respecto. Pero ella parecía tan entretenida que la dejó hacerlo y se integró al trabajo.

-¿Qué estas poniendo aquí?

-Son los reportes de redadas. Los estoy poniendo por fechas y por auror; todavía no acabo. Hay cosas mojadas, ¿estaba muy mal tu oficina? - dijo secamente.

-Mi oficina fue de las menos afectadas, sólo desorden. No te preocupes, si quieres déjalo y descansa. Tengo varios días para arreglarlo.

-Quiero hacerlo. ¿Te molesta?

-No, no. Pero… no sé cuánto tiempo tengas aquí haciendo esto, no te agobies… -dijo el chico acercándose a ella y tratando de retirarla de los papeles.

-¿No sabes cuánto tiempo tengo aquí? ¿No fuiste tú quien los mandó? - si no fuera porque no había motivo, Ron habría jurado que Ginny estaba molesta, pero no lo había… ¿o sí?

-Creo que los mandó Kingsley, y nos dio varios días para recuperar las oficinas, por eso te digo que no te agobies. - repitió Ron tomándole las manos y retirándola suavemente de los paquetes. -Acompáñame a darme un baño.

Ginny cedió con recelo, le parecía muy extraña la insistencia de Ron en retirarse de sus cosas, tal vez algo escondiera ahí. Alguna llave, una foto… cartas. Lo acompañó a la habitación y escuchó mientras él le platicaba lo sucedido en el Ministerio. Ella pensaba que la quería distraer, pero no lo lograría. Cuando Ron entró en la regadera, ella bajó decidida a buscar lo que él ocultaba.

Ron por su parte se bañó con desasosiego, la actitud de Ginny lo estresaba, no sabía que sucedía pero estaba seguro de que algo rondaba su cabeza y que no era cosa buena. Algo le sucedía a Ginny y que no se lo dijera, o lo gritara en reclamos era mala señal. Cuando salió del baño y no la vio en la habitación lo confirmó, apenas vestido bajó a buscarla.

Al llegar, la vio atareada revolviendo una caja pequeña con escasas cosas, al instante sintió un escozor. En la parte más profunda de esa caja había una carta, una que Ginny no debía leer. Ron estuvo ahí con sólo un paso y le arrebató el papel.

-¡Dame esa carta! Esto es lo que no querías que viera ¿verdad? - gritó la chica liberándose.

-¿Por qué vienes a hurtadillas a buscar entre mis cosas? Todo esto son papeles del Ministerio.

-¡Accio carta!

-¡Protego!

-¡Accio ca…!

-¡Protego!

-¡Accio…

-¡PROTEGO!

Ginny se aventó contra él tratando de alcanzar su brazo. -¡Dame esa carta! Si es del Ministerio no te importará que la lea.

-¡Suelta!- forcejeó el chico tratando de zafarse de ella.

Fuera de La Hura, en el patio, se apareció George quien llegaba de su trabajo y no pudo evitar escuchar los gritos de sus hermanos. El gemelo entró sin llamar a la puerta justo cuando Ron forcejeaba con ella.

-¡Roon! ¿Qué pasa? - intervino.

-Pasa que voy a leer esa carta aunque tenga que maldecirte Ron, ¡Dámela!

-No. - sentenció Ron subiéndola a la parte más alta de la alacena.

-Chicos, cálmense, por favor.

La pelirroja empezó entonces a palidecer víctima de sus emociones mientras sus ojos se llenaban de lágrimas.

-¿Sabes lo que pasa, George? Que Ron me ha estado engañando todo este tiempo… esa carta es de Hermione, por eso no quiere que la lea… Te sigues viendo con ella, ¿verdad?

George negó dubitativamente con la cabeza buscando la mirada de Ron quien no sabía responder. A pesar de ello el gemelo buscó justificaciones.

-Hermione está en Italia Ginny. No puede ser.

-¡ESTÁ CON ELLA!! Nunca terminaron ¿Sabes donde estuvo viviendo cuando dejó la casa? Estuvo viviendo con Hermione, por eso nadie lo encontraba… ¡ATRÉVETE A NEGARLO!

Ron se quedó de una pieza, completamente helado. George se dio cuenta de que era culpable y de que las cosas estaban a punto de salirse de control.

-¡Eres un poco hombre! Ni siquiera te atreves a decir nada. ¡Confié en tiiii! Confié en ti de verdad, te lo perdoné y te sigues viendo con ella. Eres una basura. ¡ERES UN CERDO, TE ODIO!

Lo que sucedió después sería difícil de imaginar si no ha sido visto. Ginny se encontraba fuera de sí frente a sus hermanos que no tenían palabras ni medios para controlarla. Ella, envuelta en sus emociones sacó su varita y lanzó con toda su fuerza un hechizo con una refulgente luz roja, en contra de su esposo.

-¡Stupefy!

-¡Speculo! - respondió Ron casi de inmediato formando un escudo espejo que reflejó el hechizo lanzado y apenas tocar el escudo fue de regreso a Ginny con la misma fuerza.

Ginny fue levantada por los aires varios metros hasta estrellarse con la pared de su pequeña sala, y caer inconsciente al piso tras el atroz impacto.

Un sudor helado invadió a los chicos de pies a cabeza. En cosa de segundos se manifestó en Ginny una abundante hemorragia. Ron no quería moverla siquiera, las manos le temblaban.

-¡No la muevas! - exclamó Ron cuando George trató de moverla.

-Tenemos que llevarla al sanatorio. Debemos aparecernos juntos. Ayúdame a sostenerla… ¡RON, REACCIONA!

Los chicos se aparecieron en San Mungo y fueron atendidos de inmediato. George con la cabeza más clara que Ron, rápidamente solicitó un par de lechuzas y las mando con la notificación a su familia. El gemelo sabía que sería difícil ofrecer una explicación de lo sucedido, pero no había otro remedio. La situación los había sobrepasado, y aunque Ron no estaba en condiciones de enfrentar las consecuencias, así tendría que ser.

En tan sólo minutos estaban ahí Molly; y Bill y Percy con sus respectivas esposas. El pantalón de George tenía una mancha de sangre sobre el muslo lo que ahogó un respiro de su madre. Ron estaba sentado en una silla con la mirada perdida.

-Oh por Dios, ¿qué fue lo que sucedió? -preguntó Molly desesperada, Ron se puso en pie con la cabeza baja.

-Discutimos. - dijo Ron ausentemente.

-¿Discutieron? P-pero qué, cómo… -preguntó desconcertada Molly buscando respuestas en George ya que evidentemente Ron no las daba.

-Sí, discutieron. Ginny se puso muy… alterada. Y le lanzó a Ron un hechizo, y… Ron puso un escudo… escudo espejo, y… y le regresó a Ginny de lleno. - Explicó George con poca fluidez tratando de suavizar las reacciones de su familia, aunque no fue posible.

-¡Escudo espejo! ¿Escudo espejo tamaño imbécil? -reclamó Bill jaloneando a su hermano.

-Ni siquiera lo pensé. Todo fue muy rápido. Es lo que más uso en las redadas… no lo pensé.

-¡Pero cómo un escudo espejo Ron! ¿Se te olvidó que está embarazada o qué?

-Nooo. No sé, no sabía que trataría de aturdirme. - soltó el chico, acorralado.

-Merlín, pero ¿cuál fue la causa de la discusión? ¿Por qué te lanzó un hechizo? - preguntó su madre de nuevo.

Ron sentía que su mundo se estaba derrumbando, no se sentía con fuerzas para responderle a su madre. ¿Qué les respondería? Pero George intervino para aclarar de una vez por todas lo sucedido. Prolongar las preguntas no evitaría lo que fuera a suceder.

-Ginny descubrió que… que Ron la ha estado engañando con Hermione. Y… se puso muy mal. Le encontró unas cartas o algo así…

Las expresiones de sus hermanos se transformaron.

­-¿Estuviste con Hermione mientras estabas casado con Ginny? - preguntó su madre enfrentándolo.

El chico bajó la cabeza sin levantar la mirada ante Molly. No podía negarlo. -Mamá, las cosas pasaron…

Pero Ron no terminó sus palabras pues su madre le había golpeado la cara.

-No tienes ninguna disculpa. Tu hermana lo dejó todo, ¡todo! Para ceder ante este matrimonio… ¿Y tú le faltas con otra?. Y te has atrevido además a hacerle daño. ¡Retírate Ron, no quiero verte!

-Mamá… - buscó el chico con lágrimas rodando por sus mejillas, pero su madre se había girado, liberando sus propias lágrimas mientras caminaba por el pasillo.

Entonces fue Percy quien lo jaló de la camiseta y le advirtió: -Ruega por que Ginny salga bien de esto porque si no, te juro que me va a importar muy poco que seamos hermanos y te voy a moler a golpes.

Si en ese momento se hubieran juntado sus hermanos a golpearlo, Ron no habría opuesto resistencia. Se sentía menos que un trapo.

Después de un rato, en el silencio de la espera y la tensión familiar, un cuchillo habría podido cortar el aire. Bill estaba seriamente molesto con Ron, pero también sabía que estaba sufriendo más que nadie.

-Ron, dime qué fue lo que pasó.

-Ya lo oíste… ¿Tú no tienes ganas de golpearme?

-Si tengo. Pero también tengo ganas de escucharte. Sé que tienes cosas que decir.

Ron se quedó un momento en silencio, entonces se abrieron las puertas de la sala y salió el sanador, se paró frente a ellos y habló con profunda seriedad.

-Familia Weasley… El impacto que recibió la señora fue muy fuerte, el embarazo se ha perdido. Lo siento mucho. Tenía 13 semanas y media de embarazo y… es un momento muy crítico para ese tipo de complicaciones. La hemorragia que se produjo con el golpe fue muy intensa… la señora está bastante delicada, pero estable. La hemorragia se logró controlar, pero debemos esperar 24 horas para saber si ha quedado fuera de peligro. Les aconsejo que vayan a descansar, nadie podrá verla hasta que hayan pasado las 24 hrs. Buenas noches.

N/A: Bien por fin me he puesto al corriente!! Sorry mil, de verdad una disculpa por este retraso tan grande. Y, esperenme pronto porque ya no tardo en subir el XXI. Bye!

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