… Y allí sentada, mirando al suelo, me sorprendí sonriendo, mientras caía una lágrima de mi ojo izquierdo…
Había echado la vista atrás e inevitablemente estaba haciendo balance del 2005… “vaya año” me repetía… y a mi cabeza venían miles… millones de imágenes de este año, un año que ha parecido toda una vida.
Es la primera vez que, por estas fechas, puedo mirar atrás y sonreír, segura de que ha sido un buen año. Desde luego que lo ha sido…
Sé que muchas cosas podrían estar mejor, pero como me dijo un buen amigo, si todo fuera perfecto no tendría sentido vivir…
No es todo perfecto, pero lo que tengo me hace feliz.
Este año he vivido tantas cosas de las que he aprendido tanto…
Como la mayoría de la gente, comencé el año de fiesta, con mi gente, dejando atrás mi odiado 2004, y empezando de nuevo con una gran sonrisa y con ganas de hacerlo mejor el nuevo año que entraba.
Allá por Febrero fue mi 18 cumpleaños, y fue genial… sólo tengo buenos recuerdos de aquella noche, y las fotos demuestran que fui muy feliz.
Le siguieron unos meses de fin de curso duro, pero el esfuerzo mereció la pena. Ese esfuerzo dio paso a una vida totalmente distinta, a una nueva etapa que comenzó en Octubre.
Al principio con rabia, y pena… porque yo no quería estar aquí, mi sueño no estaba en León, o al menos eso creía yo al principio del verano…
Esa idea se desvaneció con el tiempo, y fue en Julio cuando me di cuenta de que mi vida sí estaba aquí, de que para irse siempre hay tiempo… fue en verano cuando me uní a un grupo de personas que no sólo son mis amigos, sino que se convirtieron en mis hermanos.
Compartimos viajes, aventuras, confidencias, cenas, tiempo, juegos, canciones, lágrimas, risas… y mucho, mucho cariño.
Con nuestros más y nuestros menos, pero son lo mejor que tengo… y hacemos lo posible por permanecer unidos, aunque las situaciones cambien.
De repente comencé a introducirme de lleno en la vida universitaria. En los últimos meses he conocido gente increíble a la que he cogido un tremendo cariño, y probablemente, gracias a esas personas, la carrera que estoy estudiando me gusta más de lo que en un principio podía imaginar.
En este año también he vivido momentos que no desearía a nadie, pero por suerte, siempre he contado con el apoyo de personas muy especiales para mí, tanto los que están cerca como los que están lejos en cuestión de kilómetros…
Y gracias a no sé el qué, se solucionó todo…
Aquello me sirvió para cambiar mi filosofía de vida, para dejar de ser tan pesimista, para dejar de ver cosas pequeñitas como castillos… para sonreír más y disfrutar de lo que tengo, en vez de llorar por lo que me falta. Me sirvió para darme cuenta de que siempre puede ir peor, de que algunas cosas no son tan graves, para evitarme preocupaciones innecesarias… Y además, me sirvió para aprender a luchar más por las cosas que me importan.
De todo se aprende…
En cuestión de familia, cada vez falta más gente, pero los que estamos, permanecemos juntos, y nos queremos… supongo que eso es lo que cuenta.
Lo que peor he llevado este año es tener lejos a mi hermana… pero es ley de vida, y he aprendido a vivir con ello, y a conformarme con las llamadas, los e-mails y los viajes de vez en cuando… todas esas cosas se han convertido en algo muy especial.
Así que, recordando este año… sonrío, porque ha sido genial… y se escapa esa lágrima porque lo echaré de menos. Echaré de menos a mucha gente, echaré de menos los viajes, echaré de menos los gestos… irremediablemente echaré de menos muchas cosas… pero en el 2006 habrá gente nueva, viajes nuevos, gestos nuevos… de los que procuraré disfrutar de la misma manera o más.
Una vez más, empezaré el nuevo año prometiéndome que lo haré mejor J