A veces creo que somos como dos desconocidos... que te hablo, pero no me entiendes... que grito, pero no me escuchas... Yo me acerco, pero no me ves... o tal vez no quieres verme.
Como si de una película se tratara, esas en las que dos personas están al lado, y a pesar de las esperanzas de los espectadores, e incluso de ellos mismos, no se encuentran nunca... jamás abren esa puerta, o doblan esa esquina... así estamos... en el borde, con las manos entrelazadas, y los pies a punto de cruzar esa línea... una línea que aun siendo tan delgada siento que nunca la cruzaremos... una línea que parece un abismo ante nuestros ojos...
Sé que estás ahí, al otro lado... pero no me ves, no me escuchas, no me entiendes...