Aug 07, 2006 12:04
Es cierto, sigo echando de menos el frío. Y es curioso, porque cuando hace frío (al menos en esta ciudad) soy incapaz de soportarlo, soy muy "friolerda", la primera que usa guantes de mi entorno... y sin embargo cuando es verano lo echo de menos. ¿Será que siempre echo de menos las cosas desde lejos, cuando ya no me acuerdo en qué consistían exactamente? Echo de menos el instituto, cuando estando en él lo odiaba. Y, seguramente, echaré de menos la facultad con todo lo cansino que hay en ella...
Pero el frío... el contacto con los chalecos de lana, y la bufanda. Las mañanas en las que no sabes dónde meterte, y sólo quieres un abrazo templado. Poner las manos en alguna espalda con la consecuente maldición del propietario... Tener ganas de salir a la calle, no tener este asqueroso síndrome Agosto.
Nunca
cuando amaneces
vuelve a ser Agosto.
Aquel agosto,
frío,
aquellos días
en los que amanecías
y yo
estaba a tu lado.
Se borró aquel mes
del calendario.
Y ya nunca más
volverá a ser Agosto.