Jun 14, 2006 21:07
Era feliz en su matrimonio
Aunque su marido era el mismo demonio.
Tenía el hombre un poco de mal genio
Y ella se quejaba de que nunca fue tierno.
Pero hace ya más de tres años
Recibe cartas de un extraño,
Cartas llenas de poesía
Que le han devuelto la alegría.
Quién la escribía versos, dime, quién era,
Quién la mandaba flores por primavera,
Quién cada nueve de noviembre,
Como siempre, sin tarjeta,
La mandaba un ramito de violetas.
A veces sueña, y se imagina,
Cómo será aquel que tanto la estima,
Sería un hombre más bien de pelo cano,
Sonrisa abierta y ternura en las manos.
No sabe quién sufre en silencio,
Quién puede ser su amor secreto.
Y sigue así, de día en día,
Con la ilusión de ser querida.
Quién la escribía versos, dime, quién era,
Quién la mandaba flores por primavera,
Quién cada nueve de noviembre,
Como siempre, sin tarjeta,
La mandaba un ramito de violetas.
Y cada tarde al volver su esposo,
Cansado del trabajo la mira de reojo.
No dice nada, porque lo sabe todo,
Sabe que es feliz, así, de cualquier modo.
Porque él es quien la escribe versos,
Él su amante, su amor secreto.
Y ella que no sabe nada,
Mira a su marido y luego calla.
Quién la escribía versos, dime, quién era,
Quién la mandaba flores por primavera,
Quién cada nueve de noviembre,
Como siempre, sin tarjeta,
La mandaba un ramito de violetas.
Esta canción marcó mi infancia totalmente. No viviré tranquila hasta que la cante en un karaoke. Y sí, con laísmos y todo. Se le perdonan porque es Cecilia :_)
Si tuviera que torturar a alguien por el motivo que fuera, creo que la mejor opción sin duda sería ponerle a estudiar Evaluación Psicológica.
Y ahora me acostaré porque las jaquecas son sabias y vienen en los momentos más oportunos (bien lo sabe House).