Jun 05, 2006 18:30
A veces soy tan feliz
Que podría esparcir mi cuerpo
Reconstruido a base de virutas de colores,
Como si fuera uno de esos botes de cristal
Que guardas caducado en tu alacena.
Lleno de pequeños suspiros de caramelo.
Y podría salir corriendo
Y olvidarme de los pies.
Podría asomarme a la ventana
Como una loca desquiciada
Y gritar muy, muy fuerte, o cantar,
O mover los brazos sin ningún tipo de compás,
Al ritmo que me indicase el viento.
A veces, soy tan feliz
Que la propia felicidad me aprieta en la garganta.
Me entran ganas de bailar,
Y de saltar, y de escapar,
Y de qué se yo.
A veces, aunque dure poco,
Soy como un pequeño artilugio pirotécnico,
Que podría estallar en cualquier momento,
Mutilando la estructura inanimada circundante.
Y podría, incluso, dejar de existir para siempre.
Pero merecería la pena.