May 30, 2009 22:27
" El punto de inflexión al que se veía sometida su vida le causaba una tremenda agonía: nunca antes se las había visto de forma tan directa y cruda con su subconsciente.
Un día como otro cualquiera (con todo lo agobiante que pudiera ser) se calzó sus Converse, se recogió el pelo de forma desordenada y decidió salir a caminar junto a la orilla del río que tantas cosas había visto y tantas lágrimas anónimas había ahogado.
<< Vida paralela. Realidad. Obligación y devoción. Riesgo. Consecuencias y daños. Confianza... Él... >>, estas palabras y muchas otras que ni siquiera habían sido inventadas revoloteaban entre sus ideas inacabadas. Mientras tanto, la sintonía de una canción muy poco apropiada en ese momento se reproducía en su mp4 y le inundaba inevitablemente los oídos. El recuerdo de sensaciones latentes bajo su piel surgió desbocado entre la sístole y la diástole que marcaban el compás de su corazón: el olor del mar, las luces nocturnas, la carretera, los miradores, la música y el alcohol, los abrazos y besos, las risas y los llantos. Incluso la siempre agridulce despedida.
Los ojos de la chica se nublaron. Una lágrima teñida de negro resbaló rápidamente por su prominente mejilla derecha para después morir en el navegable océano de sus labios.
<< Salada, como el mar >>. Le era imposible no asociar cosas. El grado de interiorización que había alcanzado era tan elevado que tiranizaba su pensamiento.
<< Al llegar el verano, es casi tradición la incertidumbre, los nervios, el pasaje, el que sí y el que no, las ganas incontrolables, la madrugada y el avión. El avión. Su viraje al comenzar el aterrizaje. Son demasiadas cosas y todas únicas - a pesar de que sean lo mismo cada año - como para no vivirlas. Como para privarme de ellas. ¿Cuándo cambiaron las tornas? ¿En agosto? ¿En octubre? ¿O quizás haya sido en febrero? Y lo más importante: ¿cambiaron solas o ayudé a que cambiaran? >>.
El primaveral sol vespertino hacía que le escocieran los ojos. Parpadeó un par de veces y, en esa fracción de segundo, su pequeña gran crisis existencial quedó asfixiada por su irónica vulnerabilidad.
Sonrió. Se secó las lágrimas con el dorso de su mano. Respiró hondo.
<< Just breathe. . . una vez más >>. "