Seasons of Beautiful Wolfram
Estaciones de Hermoso Wolfram
Autora: HARPGO
Traductora: Kotori_chan88 (Kotori)
Parejas: Yuuram, y otras que irán apareciendo.
Advertencias: BL, más adelante un poco de escenas fuertes.
Rating: R
Este capítulo está dedicado con todo mi cariño a una amiga muy especial, Chaska (Darkfenix). ¡Feliz Cumpleaño! y muchas gracias por todo el apoyo incondicional que me has brindado, significa mucho para mí ^-^
También quiero agradecer a Petula Petunia por toda la ayuda que me ha brindado, ella tradujo varios capítulos de este fic. Mis mejores deseos para tus proyectos, pasen por su profile para leer más fics de KKM.
Capítulo 18
Gwendal apoyó su cabeza contra el respaldo de la silla y pellizcó el puente de su nariz con el fin de calmar la migraña que sabía estaría por llegar. -No puede ser la misma mujer. Es… -cerró los ojos con fuerza. El resplandor de los candelabros ardiendo en la habitación sólo agudizó el efecto. -No puedo aceptarlo.
-Reconocí el nombre de ‘Merelda Meiger’ enseguida-. Günter se ganó una mirada fulminante que desapareció cuando Gwendal cerró los ojos de nuevo.
-Gwendal, si gustas, mañana a la mañana… -dijo suavemente para prevenir que el dolor de cabeza empeore, -revisaré los archivos, ya sabes de cuales hablo.
Sin mirarlo, Gwendal asintió. Ahora también sentía una aprensión en el estómago de sólo imaginar el tipo de información que estaba archivado.
-Investigaré a la señorita Meiger y veré si mi búsqueda puede decirnos qué pasó con ella después de que fuera… ‘escoltada’… fuera del Castillo Promesa de Sangre.
Escuchó un breve Hm como respuesta que el consejero interpretó como afirmativa.
-Fue hace mucho tiempo, -dijo Gwendal casi excusándose. -Fue embarazoso para todos. Bueno, para algunos más que otro-. Sus ojos índigo parecieron mirar más allá por unos segundos. -Quiero saber más sobre esta situación antes de implicar a Heika, o, ya que estamos, a cualquiera.
-Comenzaré ahora mismo -dijo Günter solícitamente- porque, tarde o temprano, tendremos que informar a Heika y a tus hermanos…y eventualmente…a tu madre.
Los ojos índigo lo fulminaron con un resplandor casi mortal.
-O, ¿nos harías mentir? -preguntó Günter con sinceridad, sacando a relucir la atrevida personalidad que ocultaba la mayor parte del tiempo.
Sin perder la pulla, dijo: -Una mentira sería casi preferible.
-¿Lo sería? -. Günter se aproximó al escritorio con una expresión seria. -Si las cosas fuesen de al revés, ¿te gustaría que te mintieran?
-¿No podríamos actuar como Yuuri Heika con el compromiso, y fingir que el problema no existe?
-¿Eso resolvió su problema? -. Los ojos violetas estaban ahora al nivel que el de los del administrador.
-Odio cuando eres serio -se quejó Gwendal, pellizcando el puente de su nariz más fuerte.
-Y yo odio cuando tratas de cargar con todo el peso tú solo-. Günter replicó con un infantil encogimiento de hombros antes de deslizarse dentro del papel de tonto que usualmente mostraba. -Entonces, tomaré eso como una orden para hacer una pequeña investigación mañana a la mañana-. La cantarina voz llegó a los oídos del administrador y se relajó un poco.
-Sí.
-Y te daré un informe tan rápido como pueda-. Trató de sonar entusiasta aún cuando era falso.
Gwendal abrió un ojo. -Por favor, hazlo.
-Entonces -dijo Günter de forma sincera una vez más -buenas noches, Gwendal.
-No hay nada ‘bueno’ en esto-. Escuchó como la puerta de madera se abría con un leve gemido. -¿Günter?
-¿Si? -dijo el hombre, volteándose.
-Lo…siento.
Los ojos violetas le dieron la espalda. -No tienes idea de cuanto lo siento-. Y con eso, el consejero desapareció de la habitación con la capa revoloteando a su espalda.
“¿Cómo los protegeré de esto?, nunca lo sabré.” Dobló los brazos sobre el escritorio y descansó su cabeza sobre ellos. “¿Por qué tenía que ser ella? Nunca lo habría recordado de no haber sido por Günter. Talvez, no quise saber… no quise recordar.”
Cerró los ojos y cayó dormido. Era un niño de nuevo. Y podía escuchar a los adultos en la habitación contigua discutir en la noche. No tenía miedo de eso. Pero, lo que escuchó que decían lo molestó. El joven Gwendal se hizo la promesa de que los protegería. Protegería a todos sus seres queridos. No habría deber más grande que eso, excluyendo talvez, al deber hacia su país. Hizo la promesa de protección sobre su propia felicidad, que felizmente intercambiaría por seguridad.
Era muy temprano en la mañana en el lugar del encuentro arreglado. Yozak miró el cielo azul oscuro del alba. Las estrellas brillaban brevemente, pálidas, y se difuminaban en el nuevo día.
El hombre de cabellos naranjas se quedó de pie al lado del árbol, despreocupado. Apoyándose contra él. Todavía estaba lo suficientemente cerca para vigilar la granja Meiger sin poner en peligro su posición. Por lo menos, eso esperaba. Aún así, necesitaba estar lo suficientemente lejos para conocer a su contacto. Rezaba para que pase pronto.
Los ruidos lentamente desaparecieron. Las orejas de Yozak cogieron el inconfundible pataleo de un caballo que viaja a paso lento. Ése era probablemente su refuerzo. Sintió algo de decepción. Esperaba al menos a tres personas con decentes habilidades en la lucha en caso de que fueran descubiertos. Pero, sus preocupaciones tampoco terminaron ahí. Si su objetivo, Merelda Meiger, tenía aunque sea un leve presentimiento de que estaba siendo vigilada, probablemente utilizaría su habilidad de oráculo para rastrear el color de su aura, algo que Connie ya le había comentado mientras él se encontraba “indispuesto”. Por cierto, este color resultaba ser anaranjado, al igual que su cabello. Connie había concluido que se debía a que Yozak era valiente, aventurero y con mucha resistencia. No que ella se quejara de lo último.
Yozak sintió calor en todo tipo de lugares al pensar en Connie, pero trató de borrar de sus pensamientos a la delgada mazoku con manos resbaladizas, apenas vinieron a él.
Yozak se echó una mirada. Su nuevo disfraz, pantalones marrones y camisa verde, lo camuflaban en el bosque al alba. Sí, estar vestido como un hombre del campo ayudaba. Aunque, realmente quería usar ese vestido amarillo que compró del pueblo. Lamentablemente los zapatos que tenía no combinaban.
-¿C-Conrand? -dijo Yozak temblorosamente, al mismo tiempo que salía de la hierba. Se quedó mirando fijamente al hombre castaño del caballo.
-Yozak-. Le dirigió una misteriosa sonrisa cuando dijo su nombre. Se bajó del caballo para saludarlo. -¿Cuál es la situación?
-Situación…. -. El de ojos azules parpadeó. -Umm… ¿Dónde están los demás? -. Miró alrededor buscando a más personas. Tal vez el resto de la ayuda vendría en cualquier momento.
-No, sólo soy yo.
-Oh, ya veo…
-Hacemos un buen equipo. Y esto involucra a mi hermano. Así que, convencí a Gwendal para que me dejara vigilar la casa contigo. -Lo dijo de tal manera, amable pero seria, que fácilmente se ganó a Yozak. Toda la preocupación y decepción se diluyeron.
-Bueno, tienes razón. Después de todos estos años hacemos una buena pareja. Lo admito, -dijo y se quitó algunos mechones que entorpecían su vista.
-¿Qué estuviste haciendo? -preguntó Conrad, inspeccionando a su compañero y decidiendo que, obviamente, Yozak no ha estado durmiendo mucho últimamente porque parecía lento en procesar las respuestas.
-Oh, cierto -respondió el espía con una sonrisa avergonzada y una mano tras la cabeza. -Vamos a mi casa…-. Su cara se oscureció un poco. -Quiero decir, vamos al lugar desde donde vigilaba la casa-. Pesarosamente se colocó por delante de Conrad para mostrarle el camino, pero, mentalmente renegaba de él mismo.
“¿Qué siento ahora? ¿Culpa?”
-¿Hace cuánto que no duermes?
-¿Qué…? -. Al escuchar la pregunta quedó paralizado. -¿Dormir…? -balbuceó. Hubo una larga pausa. -Supongo que puedes decir que estoy… cansado. Estuve ocupado…sí, sí… en muchas formas…
-Obviamente -dijo Conrad frunciendo el ceño. -Pero no es normal en ti estar tan desganado. Es una suerte que haya venido.
Desde el otro lado de la carretera se acercaba un caballo atado a un carro. Llevaba varios contenedores grandes y cajas de madera que repiqueteaban al golpearse unas contra otras por el movimiento. Era ruidoso, el fuerte retumbar fue lo primero que llamó su atención.
Ambos giraron la cabeza y se tensaron.
-¿Yozak? -se escuchó una voz femenina-. Oi, ¡eres tú! -. Su voz se escuchaba excitada ahora. -¡Yo-zak! -prácticamente cantó el nombre mientras agitaba su diminuta mano en el aire.
-Tenías que usar tu nombre verdadero, ¿no? -suspiró Conrad, poniendo una mano en la cabeza como lo hacía su hermano Gwendal.
-¡YOZAK!
Estando algo tieso, Yozak giró ligeramente la cabeza hacia el conductor. No se atrevía ni a respirar. “¡Demonios!” Ahí estaba Connie, gritando su nombre en la tranquilidad de la mañana y todavía agitando el brazo.
“Shinou, estúpido grano en el culo, sólo lánzame un rayo y termina de matarme. ¿Por favor?” murmuró por debajo. El pelinaranja apenas escondió un estreñimiento cuando ella se acercó a él.
-¡Oh, de verdad eres tú! -repitió y sonrió ampliamente.
-Connie -dijo con una mueca y apretó los dientes.
Conrad lo miró.
Yozak se rió nerviosamente y pregunto: -¿Qué estás haciendo aquí tan temprano? -. Dijo bajito, esperando que ella lo pillara y le imitara. No tuvo suerte.
-Oh, mi primo es dueño de una lechería no muy lejos de aquí, -dijo la joven mientras cepillaba sus largos y rubios mechones-, pero uno de sus carros se averió. Así que voy a ayudarlo haciendo las entregas y, después, de regreso con mis padres.
-¿Una posada? -preguntó Conrad, mirando al hombre a su lado.
-Eso es muy… amable de tu parte -respondió Yozak con vacilación.
Los ojos de Connie voltearon hacia Conrad. Él cabeceó hacia ella y dijo: -Bueno, veo que estás haciendo amigos mientras estás aquí-. Esa sonrisa estaba de vuelta, esa maldita y molesta sonrisa. Aunque esta vez, hizo a Yozak saltar de su piel. Por un momento olvidó cómo respirar.
-Todo en la línea del deber. -Trató de bromear con una falsa risa y con un, aún más falso, saludo militar.
Connie sonrió burlonamente a su respuesta. “¡Es tan tímido!”. -Bueno, si lo que hiciste fue en la línea del deber, enlístame en la siguiente guerra-. Guiñó a Yozak y se fue.
“Yep, ahora sí estoy muerto…”
Los ojos azules se encontraron con los marrones. Usó todas sus habilidades de encubrimiento para transmitir un mensaje de inocencia. Pero sabía que era muy, muy tarde para eso. Rió nerviosamente y dijo, señalando a la figura ahora difusa de Connie; -Creo que podremos ser buenos amigos…en el futuro.
-Amigos… -dijo Conrad llanamente.
-¿Primos con derecho a besos? -sonrió Yozak.
Su respuesta fue respondida con una ceja arqueada.
-¿Compañeros?
El de ojos azules miró al suelo por un momento.
-Umm… ¿conocidos?
Comenzaron a caminar.
-¿Alguien a quien apenas conozco…?
Wolfram dobló su cabeza en un grito sordo. Estaba sudando, respirando pesadamente con el corazón bombeando con fuerza. Este dolor no era nada comparado a lo que esperaba. Apretó con tanta fuerza las sábanas hasta que sus nudillos quedaron blancos y sus manos se sacudieron.
Pasó de nuevo. Volteó su cabeza hacia un lado. “¡No más! Estoy a mi límite.”
Wolfram sentía las lágrimas en sus ojos. Caían libres por sus mejillas.
Cómo podía sentirse perfectamente bien un segundo y al siguiente paralizarse de la agonía era algo que escapaba a sus conocimientos. El dolor despertó a Wolfram de un calmado y placentero sueño.
Dolor.
Wolfram rodó sobre su cuerpo en posición fetal. Si no se concentraba en respirar, se desmayaría. Una parte de él registró que ya estaba recostado. Vagamente pensó que éste era el lugar perfecto para demayarse, si sucedía. “Respirar”. Apretó con fuerza los ojos. “De nuevo. Respirar.” Casi dejó escapar un gemido esta vez. “¡No! No soy así de débil.” Enterró su cara en la almohada. “Aspirar. Expirar. Y de nuevo...”
El último intento fue difícil. Un tembloroso y estremecido respiro seguido de uno ojos verdes abiertos.
En la oscuridad, el rubio levantó su adolorido cuerpo de la cama. Su cuerpo estaba ahora sentado con las sábanas alrededor de su cintura, no que lo notara, la verdad. Estaba muy ocupada mirando la habitación con los ojos entrecerrados, tratando de averiguar donde estaba. De lo que estaba seguro es que no era un charco de sangre en la oficina de Gwendal.
-¿Cómo diablos acabé aquí? -masculló Wolfram.
El rubio giró un poco la cabeza y alcanzó a observar signos del amanecer colarse por los huecos de las cortinas.
“No entiendo… ¿Cómo yo…?”
-¿Wolfram? -masculló el cuerpo que dormitaba a su lado. Un brazo se deslizó sobre su cuerpo hasta el regazo del rubio. La mano siguió su recorrido por el pecho hasta alcanzar el hombro, acariciándolo con un toque tranquilizador.
Los ojos del rubio se abrieron bruscamente.
-Acuéstate, -dijo la voz. Y, como sonó a una orden, lo hizo.
La cabeza de Wolfram estaba sobre la almohada con los ojos sin parpadear y muy, muy abiertos.
“¿Qué hice anoche?” Tragó nerviosamente. “Ése es Yuuri, ¿no? Por favor, que sea Yuuri…¡Por favor!” Lentamente giró la cabeza hacia su acompañante. “¡Sí! Oh, qué alivio.” Suspiró. “Pero, ¿qué exactamente hice con Yuuri…anoche?” Mordisqueó su labio inferior. “No recuerdo nada. ¡Maldita sea!
Wolfram se echó una mirada. El camisón rosa se había deslizado de sus hombros y estaba colgando por debajo de su pecho. “E-Eso no significa nada” se dijo. “Pasa a menudo.”
-Déjame sostenerte -murmuró Yuuri, poniendo un brazo alrededor de la cintura de Wolfram y tirando de él para juntar sus cuerpos sin dar a Wolfram la oportunidad de ajustar su camisón. El vestido se deslizó aún más abajo.
Los ojos esmeraldas se abrieron bruscamente de nuevo.
-¿Qué? -balbuceó sin ser capaz de detenerse.
“Éste no es el Yuuri que yo conozco.”
Completamente despierto ahora, Wolfram olisqueó un poco el aire preguntándose si encontraría el olor a rancio que normalmente queda después de hacer el amor. Lo había olido otras veces, en sus experiencias pasadas. Recordaba cómo Tawny, en particular, adoraba bromear después de hacerlo diciendo que era la esencia de ambos. Pero, para Wolfram, no era exactamente perfume lo que olía, más bien olía a calamar.
-¿Wolfram? -dijo Yuuri, adormilado.
-¿Si? -fue la casi temerosa respuesta. Tal vez, todo esto era un sueño muy vívido y su cuerpo estaba en realidad en la enfermería.
-¿Estás bien? -. Se acurrucó más cerca. -¿Todavía te duele?
Wolfram enterró su cara en la almohada, conteniendo las ganas de darle puñetazos. “¡Lo hicimos! Lo hicimos y no recuerdo nada. ¡Arg! ¿Se habrá emborrachado Yuuri, o yo lo seduje? No, espera… Fue a mí a quién preguntó si le dolía. ¡Él me sedujo! ¡No puede ser!”
Le tomó varios respiros profundos antes de calmarse y responder: -Estoy bien.
-Me alegra -dijo una voz adormilada, -porque creo que crecerás un poco más.
-¿Crecer? -chilló Wolfram incrédulamente, comenzando a avergonzarse y con un rubor extendiéndose por sus mejillas.
-Vamos… ya sabes-. Bostezó y descansó su cabeza junto a la de Wolfram. -Te harás más grande.
El rubio frunció el ceño ante su respuesta. -Creo que estoy perfectamente formado ahora mismo.
-Sí, -respondió Yuuri con una sonrisilla, -eres casi tan grande como yo.
Los ojos verdes se entrecerraron. Volteó la cabeza hacia Yuuri y replicó: -Te he visto en el baño. No hay comparación a mi lado.
Sé que no hay excusas para todo lo que me tardé en actualizar, así que no me pondré a redactar todos los inconveniente que pasé. Sólo me queda prometerles que no volveré a tardar tanto y que completaré esta historia cueste lo que cueste. No me gusta nada cuando las cosas quedan a medias, sé que esto se hace por hobbie pero creo que al subir algo estás comprometiendote con tus lectores, en especial con aquellos que se toman el tiempo dejándote mensajes.
Espero que este capítulo les agrade, hice mi mejor esfuerzo tanto en la redacción como en la traducción. Descubrí varias cosas interesantes mientras buscaba cómo se redacta correctamente en español, todavía me falta aprender a usar bien los guiones, pero me gusta creer que voy evolucionando. Muchas veces se disfruta más de una buena redacción que del contenido, créanme. En fin, no me voy a poner a soltar un discurso sobre ésto je je
Muchísimas gracias a todos por sus comentarios y apoyo. ¡Por ustedes me pondré las pilas para teminar con esta bella historia!
De nuevo, ¡Muchas felicidades Chaskachan! Espero que lo hayas pasado genial ^^
Por cierto, que conste que se publico el 11 en ff.net pero creo que no lo has visto XDDDD