Autoras:
missmausy y soylacomadreja
Género: Suspenso, drama, romance.
Clasificación: M
Palabras: 4070 aprox.
Nota: Este capítulo también esta partido en dos >w<
Segunda parte: La muerte
Shibuya, Tokio, 24 de Octubre del 2010, Casa de Johnny Kitagawa, 17:12 pm
El lugar lo habían rodeado varios policías y forenses y así también metros de cintas por la puerta de entrada. Había llegado Kate Tsutsumi junto a su equipo, y estaban realizando las pericias pertinentes. Midori y Hiro se encontraban registrando las pertenencias de Kitagawa, desde su armario hasta su colección de libros en la biblioteca. Trick Sloven, quien era un criminólogo brillante en su área, se encontraba registrando la habitación del huésped misterioso de Kitagawa, había encontrado unas hojas con partituras de canciones, un desodorante medio lleno y una goma de mascar en el tacho de la basura, también sobre la almohada había resto de pelos, pero lo que más lo dejó fuera de sí, fue que al pasar la luz ultravioleta sobre las sábanas, habían manchas en ella, muchas manchas para ser precisos, algunas eran de sangre y las otras tenían otra procedencia.
-¡Hiro, Kate, vengan!-
-¿Qué sucede?- Pregunta Kate, quien se apoya sobre el umbral de la habitación.
-Presten atención- Pasa nuevamente la luz ultravioleta sobre las sábanas de la cama.
-Son muchas manchas- Agrega Hiro.
-Hay muchas que son de sangre humana-
-Y las otras son…-
-Semen- Dice Midori quien aparece por detrás de los otros dos chicos.
-Exacto-
-Un hombre que no era casado, sin hijos…- Añade Hiro, quien parecía haber sacado muchas conclusiones con el descubrimiento. -No se podría dudar de que Kitagawa mantenía relaciones homosexuales- Midori quien entra a la habitación, coge una de las evidencias que había recolectado Trick, era el desodorante medio lleno.
-Entonces a Kitagawa le gustaban los hombres jóvenes-
-¿Por qué lo dices?- Pregunta Hiro, con cierto tono de molestia ante los dichos de Midori.
-Dudo que un hombre maduro utilice ésta marca… ¿saben a lo que me refiero?-
-Haré exámenes de ADN- Dice Kate, quien recolecta en un maletín mucho del material encontrado -Trick, mete las sábanas en una bolsa, hoy mismo haré los análisis-
-¿Qué hay sobre el examen de sangre?- Pregunta Trick curioso.
-Ya deben estar los resultados, les informaré de inmediato-
-Te acompaño- Dice Trick, quien sale en compañía de la chica.
Hiro mira a Midori nuevamente a los ojos -Buen trabajo, le informaré de esto a Sonoda-san. Mantente lejos de este lugar- Midori mira a Hiro salir de la habitación.
-Hiro-san, no te agrado, ¿cierto?-
Hiro responde sin voltear -No soy quien para cuestionar las órdenes de mis superiores-
-Eso no responde mi pregunta-
-Yo creo que tú debes responder demasiadas primero- Hiro continúa su caminata, sacando su teléfono celular de un bolsillo, y disca el número de Sonoda Kei.
Shibuya, Tokio, 25 de Octubre del 2010, Cuartel de investigaciones de Shibuya, 9:01 am.
Ariasu estaba en la oficina de Kei, discutiendo ciertos cambios en el formulario de preguntas del interrogatorio. El momento era tenso, ya que no siempre se daban las peleas entre ellos dos, normalmente Ariasu era avalada por su jefe, en cuanto a las decisiones y los cambios en las investigaciones, pero ésta vez parecía ser diferente.
El fuerte tono de voz de Sonoda se escuchaba fuerte afuera de la oficina, y así mismo los reclamos de Ariasu. Los policías del cuartel se miraban entre sí, mientras parecían simular dedicarse a sus labores. Hiro y Trick quienes habían llegado temprano para hablar con Kei, esperaban que terminara la discusión para hacerlo.
Unos pasos de tacón se escuchaban acercarse a la oficina de Kei, el plantel de policías que se componía principalmente mente por hombres, dejaron totalmente de lado sus acciones para observar de lleno un contoneo de caderas envuelto en un traje negro, muy ajustado, pero a la vez con mucha clase. La chica que llevaba aquel traje golpea la puerta de la oficina de Kei, gritos de asombro se escucharon de entre los presentes.
-¡Quién!- Pregunta Sonoda con agresividad.
-Akibayashi Midori- Se escuchan sonidos de alguien acercarse a la puerta.
-¿Le vas abrir?, aún no termino- Se escucha Ariasu decir tras la puerta.
-¿Qué sucede?- Aparece Kei desde el umbral.
-Necesito hablar con ustedes-
-¿Con ustedes?, te refieras a…-
-¿Puedo pasar?-
-Sí, claro, pasa…- Hace la puerta hacia atrás para que Midori pase. Mientras que Ariasu de brazos cruzados se sienta frente al escritorio de Sonoda. - ¿Qué es?-
-Quiero entrar al plantel del interrogatorio-
-¡¿Qué?!- Dice Ariasu impresionada.
-Pero… ¿por qué?-
-No sé si ya sabes lo último de Kitagawa-
-Sí, ya estoy al tanto-
-Por eso mismo… tengo ciertas dudas-
-¿Sobre qué?-
-Aquí todos están escuchando… por cierto, hay un policía que trata de infiltrar el caso a la prensa-
-¿Qué?- Pregunta Ariasu aún más confundida, e imposibilitada a reaccionar.
-¿Quieres desayunar?- Pregunta Kei, dirigiéndose a Ariasu.
-Siempre haces esa maldita pregunta y no me tomas atención- Se levanta y se dirige hacia la puerta.
-Con esa actitud jamás te vas a casar-
-Sí, sí, como sea-
-Hiro-san, Trick-san, acompáñennos-
-Pero Sonoda-san- Dice Trick algo desconcertado.
-Sé que quieren decirme algo importante, por favor, no desaprovechen un desayuno gratis-
-Kei-san, siempre tiene muy buenos argumentos- Le comenta a Hiro, quien le responde con una sonrisa, mientras ambos siguen al grupo.
Llegan nuevamente al lugar que acostumbraban a asistir, el sector V.I.P., claro que la mesa se hizo más grande que la última vez que estuvieron allí. Kei ordenó nuevamente las tostadas francesas y un café normal, mientras que Midori pidió un emparedado bajo en calorías y una soda dietética, Ariasu que estaba en cólera sólo pidió un café negro, Trick emocionado pidió el emparedado más completo y una coca-cola fría, y Hiro sólo se limitó a pedir unas donas junto a un café latte.
-Podríamos asumir esto como la primera reunión- Dice Sonoda Kei, iniciando la conversación. -¿Qué es lo que me tienen que decir?-
-Tenemos todos resultados-
-¿Y qué dicen?-
-Fue asesinado con ácido cianhídrico-
-¿Cianuro?, ¿pero cómo?, ¿y el olor?-
Trick saca unos papeles de un maletín, en donde contenía el informe realizado por Kate. -No necesariamente. Al ser una mezcla de hidrógeno de cianuro y agua, la solución aminora el olor, además, hay que agregar el hecho de que ésta fue inyectada, por lo mismo las probabilidades de sentir el aroma es de 0,01%-
-Parece lógico, pero la muerte por cianuro lleva muchos minutos-
-Lo sé, pero según Kate este no fue inyectado hasta pasadas las 10:15… lo que quiere decir-
-Que la persona que lo asesinó lo hizo parecer invisible-
-Exacto-
-¿Y no sintió el piquete?-
-Yo también me pregunté lo mismo, pero Kate descubrió bajo su historial médico, que Kitagawa desde la niñez sufría un mal congénito-
-¿Es inmune al dolor?-
-Se llama anestesia congénita del nervio trigémino, es decir, que no siente dolor físico, como agregó Ariasu-
-Entonces no sufrió dolor al morir-
-Probablemente sólo se sintió extraño, y simplemente murió-
-Parece una historia sacada de la mejor novela policial-
-Pues fue lo mismo que pensé… pero todo adquiere lógica-
-Las posibilidades de que se pudiese realizar sin ser percibido son casi nulas-
-Ayer por la noche hice mis investigaciones, existe una jeringa muy pequeña, que tiene la capacidad de un mililitro, que se utiliza para la medicina veterinaria, probablemente ésta ayudada de un hilo transparente, un buen ángulo, suerte y puntería, puede ser imperceptible ante un grupo de personas que están concentradas en una hermosa velada con la socialité de Japón-
Kei se lleva la mano a los ojos -Trick, buen trabajo-
-Kate también hizo mucho en esto-
-Lo sé- Le sonríe al joven
Ariasu bebe de su café muy silenciosa, casi a la par de Hiro. -Entonces… ya encontramos una lógica… pero no tenemos arma homicida-
-No es tan así- Interrumpe Hiro. -Ayer me pasé nuevamente por el hotel, revisé el ducto, en la rejilla estaba enredado un hilo de esos que habla Sloven-san-
-¿Y por qué no lo informaste inmediatamente?-
-Pensé que el mencionarlo ahora, afirmaría más la teoría de Sloven-san-
-Entonces pongamos el caso de que Trick-san tiene razón… las personas que estaban allí… entonces las que no estaban…-
-Parecieran ser inocentes… pero la distancia en donde pudo ser disparado, pudo provenir desde la altura, desde la entrada al salón, detrás de una mesa… hasta en algún lugar muy oculto… pudo haber sido desde cualquier ángulo y cercanía… de algo que sí estoy seguro es de que fue frente a él, no fue nadie que estuviese tras Kitagawa-
-Esto se ha tornado muy complicado… pero hay que continuar con los interrogatorios. Alicia-chan, aprobaré el nuevo formulario, pero sólo por ésta vez…-
-Muchas gracias-
-Y midori-san, ¿ahora nos explicarás tú extraña ocurrencia?-
-Ya no debería parecerte tan extraña, Sonoda-san… pero creo que es tiempo de que el resto del equipo también lo entienda- Tuerce la sonrisa y mira a Ariasu. -Sé que muchos se preguntan por qué una persona como yo estoy dentro del equipo- Mira a Hiro.
-Sé que para muchos es difícil tenerme confianza, pero tengo motivos muy fuertes como para estar en ésta investigación- Cruza las piernas y junta las manos. -Hace tres años fui condenada por homicidio en primer grado-
-¿Qué?- Ariasu abre los ojos de plato, y deja a un lado el café que estaba bebiendo. Trick logró atragantarse con el emparedado y le provocó una intensa tos. Hiro miraba fijamente a Midori, esperando por más, y Kei sólo mantenía la mirada en el servilletero de la mesa.
-Asesiné a mi esposo… ¿por qué haría eso?, se preguntarán…- Se cruza de brazos- Mi esposo era el presidente de una compañía de telecomunicaciones, una de las más grande de Japón… nos casamos en el 2007, en la época de mayor apogeo de su carrera, le estaba yendo muy bien, muchos contactos con los norteamericanos, una vida de muchos lujos… nos dimos los mejores gustos… pero él tenía gustos diferentes…-
-¿Prostitutas?- Pregunta Trick, muy metido en la historia.
-Si tan sólo hubiesen sido prostitutas no me hubiese tomado la molestia de asesinarlo-
-¿Entonces?-
-Fue un día de primavera, yo estaba preparándome para un viaje a Milán, y si no hubiese por eso no habría descubierto la verdad. Mi vuelo se había retrasado dos horas, había decidido aguantar las horas en casa, ver una película parecía algo divertido… no suelo ver mucha televisión… pero aquella vez lo hice, la televisión no tenía nada divertido, pero mi esposo era un aficionado al cine, y tenía muchas cintas en un área de la habitación. Dediqué al menos diez minutos en la búsqueda… justo a un lado de ocho milímetros, había una cinta con un número… el número nueve, y consiguiente a él, una seguidilla de cintas con números, que llegaban hasta el veintitrés… no lo aguanté, coloqué la cinta, y la verdad me abofeteó fuertemente… cancelé el vuelo, y lo esperé en casa. Llegó como si nada, me besó en la mejilla, y me preguntó por qué no viajé, le pedí que me acompañara a la habitación, le di con una pistola de electricidad, 1600 volteos en el área de su torso derecho. Para cuando despertó estaba amarrado a la cama… el televisor frente a él, y la cinta… la cinta… gritó mucho, sufrió como nadie pudo haber sufrido… hasta que simplemente dejó de respirar- Los otros chicos la miraban pálidos, parecía como la confesión de un sicópata.
-¿Por qué lo cuentas con tanto orgullo?, ¿acaso no te das cuenta que estás frente a la policía?- Dice Trick.
-¿Acaso lo harías diferente si asesinas a un violador de niños?- Trick se echa hacia atrás, como si aquello le hubiese golpeado duramente. Los demás arqueaban las cejas. Ariasu se llevó una mano a la boca, y Kei parecía lamentarse al escuchar la historia.
-¿Y por qué no estás tras las rejas?-
-Lo estuve, confesé todo lo que hice, pero no sé por qué, ni cómo, pero de pronto el hecho de que asesiné a un pedófilo ya no era mi motivo. De pronto ya era una ladrona que intentaba robarle a mí propio marido, ¿parece lógico?... estuve poco más de dos años en una celda, pensé que estaría allí por el resto de mi vida, hasta que un día fui llamada para un nuevo juicio, un juicio cerrado, no abierto al público, ni siquiera había un juez, sólo gente de la policía. Me pidieron cooperar con la policía a cambio de mi libertad, ¿cierto Sonoda-san?-
-Midori-san es un pirata informático del nivel cincuenta y cinco, se dedicó al espionaje corporativo, hasta ese día-
-¡Queenbee!- Exclama Ariasu.
-Necesitábamos la ayuda de Midori-san, porque ella podía conseguir esos conocimientos-
-¿Y por qué no Hoban?-
-Hoban es sólo un hacker, uno muy bueno, pero no es espía. Midori-san ha trabajado con la mafia, y con las personas más importantes del mundo de los negocios-
-¿Y eso que tiene que ver con Ohmiya y toda ésta mierda?-
-Descubrí una conexión entre mi esposo y Ohmiya. No es algo muy concreto, pero sé que Ohmiya ha dedicado parte importante de estos últimos años al trafficking. Y mí esposo había solicitado entre el 2004 y el 2006, muchas prostitutas menores de edad de Singapur-
-Entonces conocía a Ohmiya-
-Exacto… -
-Ahora con lo que ha sucedido en casa de Kitagawa… creo que tener algo en mente, que relacione al asesino con Ohmiya, es por eso que deseo participar en lo que resta de los interrogatorios-
Ariasu suspira algo vencida. -Está bien, pero sólo podrás estar presente, las preguntas las hago yo-
-Bien. Además quiero que se le interrogue nuevamente a Sakurai Sho-
-¿Sakurai?, ¿por qué?... por ningún motivo-
-¿Por qué?-
-Bueno… no tenemos pruebas como para interrogarlo nuevamente, podría acusarnos de hostigamiento, y no estoy dispuesta a poner el caso en juego por tú capricho-
-Yo correré con el riesgo- Interrumpe Kei -Si Midori-san cree que sería bueno interrogarlo nuevamente, lo haremos, confío en su criterio… buscar un motivo puede ser fácil-
-¿Quieres un motivo?- Se dirige a Ariasu. -Puedo darte uno- Tuerce la sonrisa.
El cuartel de investigación de Shibuya estaba muy ajetreado en su interior. Nuevamente se reunían los policías para efectuar los interrogatorios. Midori ésta vez había sido incluida en ellos. En la sala estaba Kei, con las manos puestas en un tazón de café. Ariasu con unos papeles sobre la mesa, y Midori de piernas cruzadas esperando a los sospechosos.
El primero en pasar es Hideaki Takizawa, quien entra impetuoso, y con un desgane enorme en su expresión. Se sienta frente a la silla, se cruza de brazos y mira a los tres un tanto desafiante.
-Y bueno, ¿en qué puedo ayudarles?-
-¿Por qué no estabas en la fiesta de Kitagawa?, sabemos que eras su mano derecha, resulta desconcertante que no estuvieras presente-
-Hace mucho que alguien se refería de esa forma al señor Kitagawa-
-Contesta la pregunta-
Hideaki reclina su cuerpo hacia atrás, arruga los labios mientras mira con desprecio a Ariasu. -Estaba resolviendo unos asuntos para el señor Kitagawa-
-¿Qué tipo de asuntos?- Pregunta Kei.
-Él pensaba que alguien lo quería asesinar- Dibuja una sonrisa torcida en su rostro. -Qué irónica es la vida-
-¿Y sobre quién caía la sospecha?-
-El más obvio resulta Ohmiya… seamos claros, el señor Kitagawa tenía muchas influencias-
-¿Incluso con la mafia?-
-Incluso con la mafia-
-Entonces Ohmiya era su sospechoso-
-No, no, no te adelantes, señorita secretaria. Ohmiya parece ser el más coherente, pero habían muchos que tenían razones de sobra para querer hacerlo-
-No lo entiendo, ¿qué es lo que quieres decir?-
-A veces en quienes menos sospechan-
Kei se lleva una mano al mentón. -Takizawa-san, no se desvié del tema, ni mucho menos intente darnos clases de investigación, ¿por qué Kitagawa sentía su vida amenazada?-
-Ueda Kazuo- Kei se pone a revisar los papeles.
-Ueda Kazuo, un hombre de sesenta cuatro años, conserje desde hace mucho tiempo para la agencia, ¿realmente cree que un anciano pudiera hacer algo así?-
-Yo diría que era un hombre desesperado-
-¿Desesperado?-
-Se metió en problemas, y esas son cosas que en la agencia no se pueden tolerar, pero claro, es fácil que una persona de su nivel pueda tomar eso como algo personal hacia el señor Kitagawa-
-¿Qué pasó con él?- Pregunta Kei, pero antes de que Hideaki pudiese responder, éste se ve interrumpido por Ariasu.
-Ueda Kazuo está bajo investigación por espionaje corporativo, me pregunto por qué un hombre que no terminó el instituto se iba interesar por el espionaje corporativo, no resulta lógico, ¿no le parece?-
-Claro que no, pero este es un mundo que desenvuelve con dinero, y eso seguramente resulta lo más lógico-
-¿Cuál es su relación con la mafia?-
-¿Relación?, ninguna-
-¿Entonces por qué estaba con ellos el día en que Johnny Kitagawa fue asesinado?-
-Jamás dije que estuviese con ellos, sólo dije que estaba resolviendo asuntos con ellos, pero sino me equivoco Ohmiya-san estaba presente en la fiesta-
-Takizawa-san se lo preguntaré una última vez, espero que coopere con nosotros, ¿cuál es su relación con la mafia?-
-Y yo se lo diré por última vez, no tengo ninguna, si hay alguien a quien pudo habérselo preguntado es al señor Kitagawa, pero espere… está muerto. Ahora si no tienen más preguntas me retiraré- Se levanta de su silla.
-Takizawa-san, espero que le quede claro que ocultarle información a la policía es un delito-
-No sería tan estúpido como para hacer eso, pero hallar al asesino es trabajo de ustedes. Con permiso- Sale de la sala.
-Ese tipo es un arrogante-
-Ni que lo digas- Menciona Midori, quien permaneció en silencio durante todo el interrogatorio.
El siguiente en pasar es Matsumoto Jun, que en una actitud similar a la de Hideaki se sienta en la silla frente a los otros tres.
-Matsumoto-san, usted estaba en la fiesta, pero momentos antes del apagón usted salió del hotel, ¿por qué?-
-Recibí una llamada urgente-
-¿De quién?- Matsumoto se mantuvo en silencio. -Matsumoto-san, por favor, conteste la pregunta-
-De mi novia-
-¿Cómo se llama ella?-
-Ai Kobayashi-
-¿En serio?- Midori tuerce la sonrisa.
-Pues sí- Matsumoto mira hacia otro lado cabreado.
-Qué extraño, Ai Kobayashi lleva más de dos semanas desaparecida, según los registros policiales- Los tres miran impresionados a Midori, especialmente Ariasu, quien no pensó que Midori pudiese manejar esa información, pero claro, era una hacker, por qué no podía hacerlo, y por último, Ariasu también logró sentir que la había subestimado demasiado. -Eso puede decir dos cosas, que usted ha mantenido contacto con una persona extraviada y no lo ha informado, o… nos está mintiendo-
Kei levanta la mirada hacia Matsumoto, quien parecía que estaba intentando retener su alma en su cuerpo. -Matsumoto-san, mentir lo pone en una muy mala posición-
Matsumoto baja la mirada. -Ya lo sé… la desaparición de ella es culpa de Kitagawa… pero lo juro, yo no lo maté-
-¿Por qué desapareció?-
-Él se enfurecía cuando se enteraba que teníamos alguna relación. Todos terminaban por el miedo que le tenían, pero yo quise hacerlo diferente… aun así él la alejó de mi-
-Matsumoto-san, ¿comprende que has encubierto un secuestro?-
-¿Secuestro?, no, no… él me dijo que ella se iría a otra ciudad, y que ella estaba de acuerdo por mí bien-
-¿Qué ciudad?-
-No quiso decírmelo, para que no fuera a buscarla-
-¿Cómo pudo permitir algo así?- Pregunta Midori bastante molesta. -Además, ¿realmente cree en ese tipo de bondad?
-¡Qué quieres decir!- Se levanta Matsumoto enfurecido acercándose con violencia a Midori, mientras Ariasu y Kei intentan calmarlo.
Midori, quien parecía extrañamente molesta, lo toma por el cuello de la camisa. -Los tipos como tú son unos imbéciles, se dejan manejar por un anciano decrepito, comiendo de su mano y esperando algún rastrojo de su compasión, obedecen y le sonríen a su amo cuando es debido, no critican ni alegan… no hace nada por tener sus propias vida. Los tipos como tú no merecen un amor que no son capaces de proteger. Eso es lo que quiero decir-
-Midori-san…-
Midori queda mirando al resto del equipo, y suelta instantáneamente a Matsumoto. -Lo siento mucho… me he pasado, no volverá a suceder-
-Lo siento mucho Matsumoto-san… por favor, sólo responda ésta pregunta, ¿con quién estaba hablando por teléfono?- Pregunta Kei, quien intentaba apaciguar los ánimos.
Matsumoto se arregla la camisa, e intenta igualmente calmarse. -Con un investigador, no puedo decir su nombre, pero él estaba averiguando el paradero de Ai-chan-
-¿Y obtuviste resultados?- Pregunta Ariasu.
-Ninguno… pero…-
-¿Pero?-
-Me dijo que ella fue vista por última vez junto a una mujer-
-¿Una mujer?-
-Mary Kitagawa-
-¿La hermana de Johnny?-
-No, su hija-
Lo tres se miran entre sí, intentando hallar una explicación sobre aquella información. Ninguno había evaluado a Mary Kitagawa hija de entre los sospechosos, y verla implicada con una persona desaparecida, con la cual parecía no tener ninguna relación, dejaba aún más la desaparición de Ai Kobayashi como una de las historias más sórdidas que habían presenciado hasta ahora.
Después de que Matsumoto Jun dejara la sala, Midori, Kei y Ariasu, decidieron tomar un descanso, y se dirigieron hasta el casino del cuartel. Mientras comían algún cocaví, intentaban darle sentido al caso con la información que tenían hasta ahora.
-Lo de Mary segunda me ha dejado totalmente desconcertado-
-Yo tengo mis sospechas con Hideaki Takizawa- Dice Ariasu.
-Lo dudo. El tipo es un completo cabrón, pero no parecía tener intención alguna en acabar con Kitagawa… tampoco dudo de la palabra de Matsumoto, después de todo, parecía confiar también en el viejo- Agrega Midori.
-De los anteriores, estaba su hermana Mary, Alicia, tú la conociste mejor-
-Es una bruja trepadora, pero soy firme en creer en el hecho de que le convenía el viejo más vivo que muerto, más que mal, era el rostro de la agencia. Y la vida de Mary es la agencia-
-¿Y Noriyuki?-
-Sabe tanto como Hideaki-
-Yo también pienso que ocultan demasiado-
-Ambos son fieles a Kitagawa-
-Hideaki sí, pero Noriyuki le es fiel a Mary-
-Las agencias son un poder tan corrupto e intrigante- Dice Midori, quien se lleva un bocado de dulces de melocotón.
-Yo pienso que detrás de todo esto hay más de una historia… sólo me pregunto hasta dónde podrá llegar nuestra capacidad de asombro-
-¿Por qué lo dices, Alicia?-
-Las palabras de Eiji fueron claras. “Esto es más que una historia para publicar en el diario de mañana”-
-Disculpen si soy impertinente, pero he escuchado muchas veces que hablan de él, ¿quién es?-
-Creo que es bueno que lo sepas. Eiji fue una persona muy importante para este cuerpo policial- Dice Kei.
-¿Qué pasó con él?-
-Lo asesinaron-
-¿Quién?-
-Aún no lo sabemos-
-¿Tiene que ver con Kitagawa?-
-Me temo que sí-
-Eiji llevaba meses investigando a Kitagawa. Kitagawa estaba relacionado a una serie de fraudes comerciales, además de irregularidades financieras, pero lo que nos llevó finalmente a nosotros como policía de Shibuya a hacer una investigación encubierta, fue la sospecha de que Kitagawa estaba envuelto en la trata de blancas de Japón. Eiji era el policía encubierto, y la verdad es que llegó a grandes avances-
-¿Y?, ¿qué pasó?-
-Kitagawa tenía muchas influencias, entre ellas en el poder judicial, fue así como de un día para otro el caso fue desestimado, y simplemente se nos ordenó dejar de investigar. Pero Eiji estaba muy cerca de la verdad, y no lo dejó pasar…estaba tan cerca que terminó siendo asesinado simplemente-
-Es por eso que llevan el caso de Kitagawa-
-Pero también somos más cautelosos… no queremos que lo de Eiji vuelva a suceder… aún lo lamentamos… sabemos que con la muerte de Kitagawa nos resulta imposible encontrar a su asesino, pero al menos podremos saber cuál es la verdad que provocó el asesinato de nuestro compañero-
-Es por eso que, Midori-chan… debes tener más cuidado con lo que dices, o haces…-
-Lo sé, Kei-san, y lamento mucho mi forma de actuar… normalmente no soy así, por eso que te aseguro no volverá a suceder-
-Bien… entonces- De pronto suena en teléfono celular de Kei. Era Hiro, quien estaba junto a Trick, en la clínica investigando las muestras biológicas sacadas de la casa de Kitagawa. El motivo de la llamada era para informarle que tenían varios resultados de la investigación forense, y que necesitaban de su presencia en la clínica. -Alicia-chan, quedas a cargo, procuren ser cuidadosas-
-¿Dónde vas?-
-Debo ir a la clínica-
-Bien, infórmame de cualquier cosa-
-No lo dudes-
-Bueno, nosotras debemos volver-
-Bien-
-Midori-san-
-Dime-
-Sobre lo que pasó con Matsumoto…-
-¿Si?-
-Fue genial- Le sonríe.
-Gracias, pero no se volverá a repetir-