[FIC] Bad Nights (2/2)

Apr 28, 2014 00:25

Título: Bad Nights
Parejas: HoSu
Género: Drama, Lemon
Extensión: Two-shot
Clasificación: R
NOTA: Tenía esta idea revoloteandome desde hace mucho y al fin la pude sacar xd Dedicada a meryjiyool2 por su cumpleaños :D que desde hace tiempo que me alienta y apoya mis historias <3 Mery aqui te doy HoSu del bueno e.e para compensar el cambio de trama en mi novela jaja xd
Summary: Son sólo desafortunados sucesos que te hacen tener una mala noche. Y sólo situaciones extremas pueden sacar a la luz verdades escondidas dentro de lo más hondo...quizás evidentes para otros ojos, pero no para los que las sienten….

-o-


Cortamente puedo ver que tienes tanta energía […]
Y ahora no hay ninguna razón alguna
Para que no puedas irte de aquí conmigo…
[Just Dance, Lady Gaga feat. Colby O’Donis]

Algo dentro de Junsu se alzó como un volcán en erupción, una bestia soltándose de sus cadenas y arremetiendo en contra de su cuerpo. Junsu murmuró una abrupta disculpa a su compañera mientras se abría paso entre la gente dispuesto a seguirlo sintiéndose completamente irracional. No tenía idea de qué iba a decirle, lo único que sabía era que tenía que detenerlo…
Subió a duras penas las escaleras, el pulso agobiante de la frustración tronando por sus venas. Ya no quería seguir estando en semejante lugar, jamás se imaginó que le afectaría…tanto ver a Yunho en su faceta de casanova pero eso tan sólo lo hacía sentirse más consciente con respecto a sus sentimientos. A saber que a pesar de los años…seguía prendado de Yunho como una maldita colegiala, demasiado tímida y demasiado aterrada de confesarle algo por temor a su reacción, a pesar de haber intuido una atmosfera entre ambos que quizás…hablaba de algo más.

Tal como Yunho le había dicho el segundo piso era un enorme pasillo con habitaciones iluminadas de múltiples colores y cortinas bloqueando la entrada a cada respectivo ambiente. Junsu divisó a Yunho con la joven entrando a la última habitación al fondo del pasillo y lo maldijo entre dientes al volver a seguirle el paso, consciente de que prácticamente estaba corriendo para alcanzarlo pero ya no le importaba, estaba demasiado enajenado para importarle. Llegó finalmente, entrando y percatándose de que aquella zona no era un ambiente de baile sino que tenía una barra más pequeña, estaba plagado de sillones mayoritariamente ocupados por parejas; todo el ambiente tenía poca luz y sólo estaba alumbrado por velas que no hacían más que darle un toque de intimidad. Yunho estaba sentado con la joven en la barra y abrió los ojos de par en par cuando sintió un brazo clavarse al suyo con desgarradora fuerza.
“Yunho” Junsu masculló, ojos oscuros brillando con un destello feroz al contemplarlo; el cabello revuelto y la respiración algo agitada.
“¿Junsu?” Yunho le arqueó una ceja, la joven a su lado lanzando una risita al observar su expresión. “Creí que estabas bailando abajo”
“Me cansé. Quiero irme a casa” suspiró, tratando de contener su frustración pero realmente le estaba costando. Lo único que quería era arrastrar a Yunho a la salida…
“¿Tan pronto? No es tan tarde, Su-ah…y le prometí un trago a-”
“Claro, lamento arruinar tu diversión” Junsu lo cortó, articulando con ácido, sintiendo las lágrimas de rabia e indignación comenzando a acumularse en sus ojos, luchando por la contención. Se volteó con rapidez sin decir más y no supo con qué fuerzas caminó de vuelta, dejando el ambiente y prácticamente corriendo por las escaleras de caracol completamente acechado.
Tenía dos opciones: seguir embriagándose hasta olvidarse del asunto y quedar inconsciente o simplemente correr de vuelta al departamento y hundirse en lágrimas. Eligió la segunda porque no confiaba en su estado y las consecuencias de una mayor borrachera podrían ser demasiado altas, considerando que no bebía casi nunca.

Se abrió paso con toda la desesperación que sentía por salir y cuando el aire fresco de la noche llegó a su sistema Junsu se permitió suspirar, luchando por no romper en llanto en medio de la calle y tratando de ordenar su cabeza.  No escuchó la voz de Yunho hasta que por inercia comenzó a caminar por un callejón y unos pasos acelerados capturaron su atención.
“¿A dónde crees que vas?” Yunho lo había alcanzado, aferrando una mano a su antebrazo en un intento por retenerlo.
“Seguro no estabas pensando volver caminando solo”
“Prefiero volver solo a quedarme. Pediré un taxi, puedes volver ya y dejar de preocuparte” Junsu se sorprendió de la amargura de su voz pero considerando su estado era evidente que no pudiera contener nada. Sabía que el alcohol…era un reductor de inhibiciones, y vaya que lo había convertido en impulsivo…
“¿Por qué estás así?” Yunho no liberó el amarre y lo forzó a girar el cuerpo y hacer contacto con sus ojos. “Creí que te estabas divirtiendo, que lo disfrutabas”
“Creo que no puedo hacer de conquistador…simplemente no me funciona” Junsu musitó de súbito, balbuceando lo primero que tenía en la mente. Aún sentía el hormigueo en el cuerpo que probablemente lo haría bailar por  horas pero la sola imagen de Yunho con otra persona lo había enterrado. Era imposible reprimir o aparentar más, sus sentimientos habían emergidos desde adentro…cansados de la contención.
“No voy a dejar que vuelvas solo” Yunho murmuró, ojos oscuros encontrándose con su mirada, súbitamente comenzando a embriagarse en el aspecto agitado de Junsu; mejillas enrojecidas, cabello castaño empapado y revuelto, junto con atisbos de sudor perlado adornando sus facciones. Sintió el ardor tronando por sus venas, la urgencia de siempre más fuerte y agobiante que lava ardiente…
“¿Por qué? Tu cita te está esperando arriba…” Junsu no supo en qué momento comenzó a acercarse a Yunho, probablemente tan sólo se dejó llevar por la atracción magnética que ejercía su fuerza entre ellos, sólo percatándose de esto cuando Yunho respiró prácticamente contra su rostro; de pronto había bajado un poco hasta su nivel…
“Mi cita no me está esperando arriba” Yunho lo corrigió y Junsu pudo percatarse del brillo en sus ojos, un resplandor que lanzó una corriente eléctrica por su cuerpo al sentirse contemplado prácticamente por ojos de…cazador.
“¿Ah no?” lanzó una risita, toda su frustración se había desvanecido para ser remplazada por algo más…visceral. “¿Y dónde te espera, entonces?”
“Aquí” Yunho posó las manos en la hebilla del cinturón de Junsu, acercándolo a su cuerpo hasta que ambos estuvieron presionados el uno contra el otro, reduciendo todo tipo de distancia entre sus cuerpos…
“Debes saber…” Junsu susurró, incapaz de ignorar el calor que se esparció como una onda de energía con la presión, y lo fuerte que estaba latiendo su corazón. Esto era real…era mutuo, y ahora arremetía con la fuerza de mil corrientes.
“Que no beso en la primera cita”
“Mm creo que…ya has roto demasiadas reglas esta noche como para no romper otra… ¿O me equivoco?”
Junsu sonrió, era todo lo que necesitaba escuchar, y prefirió responderle con acciones. Rodeó los brazos por su cuello y presionó sus labios contra los suyos en toda su necesidad como tantas noches lo anheló y reprimió. Ya no le importaba absolutamente nada, estaba demasiado intoxicado como para importarle un carajo los cuestionamientos, y cuando Yunho respondió al beso con fiereza…forzándolo a abrir sus labios y luego penetrándolo con su lengua…Junsu entendió el verdadero significado de la embriaguez, porque la sensación de rozar su lengua con la suya junto con sus pelvis chocando fue suficiente para hacer desaparecer hasta la gravedad; sentidos nublándose ante el nuevo calor…
“Yunho…” respiró cuando Yunho se separó de sus labios, su agitado aliento golpeando contra sus labios; Yunho sonriendo cual depredador con éxito al observar el placer despertado en las pupilas dilatadas de Junsu.
“Debiste haber hecho eso años atrás” murmuró al morder el labio inferior de Junsu, un pequeño ruidito escapándose de sus labios cuando Yunho volvió hacer presión y cazó sus labios nuevamente.
“N-No, a-aquí…no…” Junsu logró articular cuando Yunho detuvo el asalto a sus labios y el aire fluyó por su sistema, recién consciente de que se encontraban en un callejón expuesto; los ojos de Yunho clavándose en los suyos con malicia, tentativos.
“Sabes que no te llevaré de vuelta al departamento” Yunho prácticamente jadeó contra su rostro, la lujuria despertada prácticamente palpable entre ellos. Junsu le sonrió tentativamente, desenredando los brazos de su cuello y tomando una de sus manos entre la suya.
“Supongo que habrá que romper otra regla…” el susurro erizó hasta el último nervio en Yunho y tan sólo pudo jalarlo en dirección al auto con el pulso ansioso electrificando todo su sistema. Ya no podía esperar más, habían sido años fantaseando con este momento…tantos años de contención y ahora, ahora podría finalmente consumar todo lo que Junsu le provocó desde que sus ojos le regalaron una mirada furtiva a su cuerpo cuando eran tan sólo unos novatos…
“¿Estás en condiciones de manejar?” Junsu lanzó una risita cuando observó a Yunho buscando con desesperación la llave del auto entre sus pertenencias, sonriéndole de medio lado cuando la encontró y le abrió la puerta.
“¿Y tú qué crees?…sube ya” Junsu volvió a reírse, lanzando un quejido cuando pasó por el costado de Yunho y él apretó sus nalgas con fuerza.
“¡Yunho!” reclamó, mirándolo duramente pero con un ápice de fuego brillando en su mirada.
“Debí haberlo hecho años atrás” Yunho se rio, cerrando la puerta y caminando hasta el asiento del conductor, metiéndose al auto y comenzando a manejar con el frenesí haciendo eco bajo la piel. Junsu lentamente llevó las manos hasta su nivel, comenzando a acariciar uno de los muslos de Yunho por la tela del pantalón mientras él conducía; sus dedos apenas rozando la fábrica y ganándose un gruñido bajo de los labios de Yunho que sonó más a advertencia…
“Junsu” murmuró bajo, mirándolo apenas de reojo. “No me distraigas del camino”
“No estoy haciendo nada” le sonrió, mirándolo con ojos de corderito. “Tú sólo sigue conduciendo…”
El roce de su mano comenzó a hacerse más rápido, sus dedos subiendo y bajando por su muslos, yemas apenas tentando la zona de su ingle. Yunho mordió sus labios con fuerza, queriendo alzar las caderas contra su tacto pero conteniéndose…definitivamente lo haría pagar por tentarlo de semejante forma; una parte dentro excitándose aún más al ver al nuevo Junsu que estaba a su lado, el Junsu que siempre quiso ver…completamente desinhibido y entregado.
Divisó finalmente las luces rojo oscuro del lugar y se detuvo, posando la mano sobre la de Junsu y mirándolo a los ojos.
“Agradece que no chocamos…casi me lleva el diablo y todo por tu culpa” le dijo, llevando su mano libre al nivel de su nuca y acercándolo de abrupto a su nivel para embriagarse con la miel de sus labios. Junsu dejó escapar un gemido desde el fondo de su  garganta…era la primera vez que Yunho lo escuchaba; el sonido cantando por su cuerpo, haciendo hervir su deseo por querer escuchar más.

Yunho se bajó del auto y Junsu lo siguió de cerca, percatándose del lugar dónde se encontraban y sintiéndose de pronto igual que una colegiala en una escapada prohibida con su novio; los lugares como aquel plagaban Corea para satisfacer las necesidades. Junsu de pronto sintió la corriente de euforia vibrar por su cuerpo al darse cuenta de que era Yunho con quien entraba…y la magnitud de lo que significaba. Era lo que había fantaseado por años, y tan sólo pudo agradecer el giro que dio su supuesta mala noche…porque terminar en semejante escapada con Yunho sólo habría sido  posible en artimañas de su subconsciente.

“¿Cómo te las arreglaste para no dejar registro?” Junsu le arqueó una ceja a Yunho al seguirlo al ascensor, presionando el botón de su habitación. Yunho le sonrió de medio lado, encogiéndose de hombros.
“Tengo mis maneras” fue lo que le contestó, comenzando a avanzar hasta él. Junsu reflejó su sonrisa, su espalda golpeando con la pared del ascensor cuando Yunho lo volvió a aprisionar.
“Un verdadero líder” Junsu se rio al rodear los brazos por su cuello, recibiendo sus labios con gusto cuando Yunho redujo la distancia, su boca abriéndose lo suficiente para recibir su lengua; Yunho rápidamente ganando el control del beso al pelear contra su lengua con fuerza, doblegando a Junsu y provocándole un nuevo gemido que se perdió entre sus labios.
La puerta se abrió y ambos jadearon contra sus rostros, Yunho jalando a Junsu hacia el amplio corredor con la serie de habitaciones. Buscó el número y finalmente lo condujo a la puerta, introduciendo la llave en ella y abriéndola para revelar la amplia habitación. La enorme cama al centro estaba adornada con cubiertas color rojo escarlata, la mesa tenía dos sillas y allí había una botella de champagne con dos copas. Junsu no pudo seguir escaneándola porque al instante sintió los brazos de Yunho rodear su cintura, apegándolo a su cuerpo. Cerró los ojos, instintivamente presionándose ante el contacto…
“Esta era la respuesta” Yunho le susurró, llevando el rostro hasta su cuello, sus labios apenas rozándolos. “Que no pude darle a Jaejoong…” comenzó a darle suaves besos, subiendo por la piel de su cuello hasta llegar al nivel de su oído.
“Quiero escucharla” Junsu suspiró cuando Yunho capturó su lóbulo entre sus labios, su profunda y sensual voz retumbando y lanzando una descarga por su espina dorsal cuando él volvió a susurrar.
“Eres tú, desde hace años que sólo eres tú, tú…” Junsu sonrió, estaba seguro que su corazón explotaría en felicidad al escuchar la confesión de los labios de Yunho, al escuchar lo que nunca pensó que escucharía, y sólo pudo girarse en el abrazo; sus ojos brillando con las luces del amor que ahora se desbordaba por completo.
“Para mí…siempre has sido tú Yunho, nunca hubo nadie más” Junsu dejó que su corazón hablara por él, liberando por fin las cadenas que estaban apresando su pecho.
“Te amo, te amo…”
“Te amo” Yunho le reafirmó y fue todo lo que Junsu necesitó para dejarse llevar. Redujo la distancia que los separaba, comenzando un beso dulce y cálido; ambos disfrutando del roce de sus labios en el inicio de su pasión, pero rápidamente todo comenzó a ganar fuerza producto de la lujuria y el alcohol que fluía por sus venas y exacerbaba todas las emociones.
Sin dejar de besarlo Junsu comenzó a jalar a Yunho hasta la cama, todos sus instintos a flor de piel y tomando posesión de sus actos. Sus rodillas golpearon la cama y Junsu se separó de sus labios para recobrar el aliento, los ojos de Yunho completamente encendidos con el destello de depredador escogiendo a su presa. Se sentó en la cama, posando lentamente las manos en los costados de Yunho, él sonriéndole de medio lado y ansioso por ver qué es lo que tenía en mente. Junsu acercó su figura hacia sí, Yunho captando el mensaje y dejando caer su chaqueta de cuero al suelo para quedar con la sudadera oscura en el cuerpo. Junsu hizo presión en el borde de su camiseta, jalándola hacia arriba hasta que Yunho le hizo la tarea más fácil y alzó los brazos para que él pudiera arrojar la prenda al suelo, la piel firme y tostada de Yunho saludándolo en toda su perfección. Presionó su rostro contra la caliente piel expuesta de su torso, las manos de Yunho enredándose en sus cabellos…no urgiéndolo, tan sólo perdiéndose entre los mechones de color castaño en apenas una caricia. Junsu sonrió contra la piel y lentamente comenzó a repartir besos por la zona, bajando por su esternón hasta su perfecto abdomen, lamiendo la piel de sus marcados abdominales y luego yendo un poco más abajo, su lengua trazando la curvatura de su ombligo. Sonrió internamente cuando escuchó la respiración de Yunho entrecortarse cuando su boca llegó a la zona de su bajo vientre…dedos jugando con el borde de sus pantalones. Junsu realmente iba a ciegas, sólo el instinto y la excitación que fluía por sus venas como guía cuando sus dedos tentaron la cremallera, desabrochando los botones y jalando los pantalones hacia abajo para exponer toda la perfección de Yunho contra él.
Y fue…como si todo su cuerpo se hubiese encendido cual caldera con esa sola visión…esa perfecta y lujuriosa visión del cuerpo de Yunho...listo para él; su erección alzándose con fiereza desde la mata de vello oscuro. Yunho lanzó una risita que sonó algo nerviosa, sus dedos aun acariciando sus cabellos.
“Sé que no soy perfecto” murmuró pero Junsu tan sólo alzó los ojos para mirarlo con toda la fascinación y el amor que sentía por él.
“Eres perfecto…perfecto…” Junsu le susurró, descendiendo aún más el rostro y llevando sus labios al interior de sus muslos, casi al nivel de su ingle. La piel allí hervía algo humedecida; el pulso de la sangre de Yunho tronando con fuerza como un verdadero tambor. Junsu repartió besos por la piel que cada vez tomaron más fuerza al dejarse llevar por la respiración de Yunho que se agitaba más cuando Junsu se acercaba a la zona de su erección…
“Dientes” Yunho se quejó cuando sintió el choque de los caninos de Junsu contra la sensible piel, casi al filo de desgarrarla.
“L-Lo siento” Junsu balbuceó de abrupto, separándose de la piel de los muslos de Yunho y posando las manos en sus caderas. Quería mirar el miembro erecto de Yunho, estaba justo allí al frente…pero a pesar de la euforia se sentía nervioso y extraño, casi con miedo a decepcionarlo. Yunho pudo percatarse de su inseguridad y lanzó una entrecortada risita, una de sus manos bajando por su cabellera a posarse sobre su hombro.
“Realmente pareces una colegiala” Yunho bromeó y Junsu inmediatamente frunció el ceño.
“Porque hago estas cosas todo el maldito tiempo” le contrarrestó, frustrado. No tenía idea de cómo mantener una conversación en una situación como esta. ‘Si las prostitutas son realmente capaces de hacer estas cosas fáciles…realmente se merecen el dinero y más.’
“¿Y yo si?” Yunho replicó.
“Como si no supiera todas las veces que tienes suerte cuando vas a un club” Junsu le disparó de vuelta, decidido a no acobardarse. No cuando estaba ya sentado frente a Yunho, avergonzado, y de alguna forma aun dolorosamente duro a pesar de todo…
“¿Debería decirte que eres el primero?” Yunho lanzó una risita, embriagado y entretenido, llevando una mano a la mejilla de Junsu y rozando su labio inferior con su pulgar, lanzando descargas eléctricas por su cuerpo.
“¿Debería decirte que eres el único? ¿Qué nadie nunca me ha hecho sentir así?”
Sí. “Yunho…” Dios… “Sólo…no digas nada”
Junsu descendió el rostro nuevamente, volviendo a besar el interior de sus muslos; su lengua lamiendo y subiendo al nivel de su ingle. Succionó la piel y fue recompensado por un gutural gemido de Yunho, el sonido cantando por sus venas y haciéndolo sentir poderoso.  Es curioso, cómo una posición tan vulnerable podía hacerlo sentir más fuerte de lo que alguna vez pudo imaginar…

Sus labios finalmente llegan a dónde Yunho lo había estado esperando. Junsu apenas repartió besos por la extensión; la carne pulsando y reaccionando a su tacto, incitándolo a presionar más. Enrolló la lengua por la cabeza y los roncos gemidos de Yunho comenzaron a hacerse audibles. Junsu posó los labios en la cabeza, su boca abriéndose para recibirlo…y la visión de ver sus carnosos labios sobre su miembro fue casi suficiente para hacer crecer el clímax de Yunho; todos sus músculos de su bajo vientre contrayéndose al entrar dentro de su húmeda y dulce boca…
Junsu jamás habría pensado que disfrutaría tanto una cosa como esta, pero ya no puede negarlo. El sabor de Yunho es diferente, intenso, pero no desagradable. Toda la situación en si es excitante, frenética, eufórica. Hay una cierta emoción en descubrirlo…en aprender de su cuerpo, encontrando las partes dónde es más sensible. En hacer que su aliento se agite aún más y su bajo vientre se contraiga en estremecimientos de placer. Junsu encuentra un lugar rugoso en la base del miembro de Yunho que hace que se deshaga cuando lo tienta con su lengua…así que Junsu lo roza una y otra vez…satisfecho de los sonidos que Yunho ya no puede contener.
“Mierda, Junsu” Yunho masculló al arquear la cabeza hacia atrás; el gemido haciendo eco en la habitación. Su sangre hervía con fuerza ante las atenciones de Junsu que, diablos, parecía ser ya todo un experto en deshacerlo. El placer lo estaba matando y su clímax crecía con cada roce de su húmeda lengua, Yunho sabía que si continuaba ya no podría durar y simplemente…no podía acabar de esa manera. Lo jaló un poco del cabello, retirándolo abruptamente de su boca con un obsceno sonido. Junsu lo miró con ojos curiosos mientras Yunho luchaba por calmar su agitación.
“Si sigues…no voy a durar” Yunho respondió a su interrogante y luego súbitamente lo empujó a la cama, consciente de que Junsu estaba completamente vestido y él expuesto ante su figura.
Se abalanzó a su cuerpo, prácticamente rompiendo los botones de su camisa mientras volvía a azotar sus labios con desesperación. Junsu lo recibió y se dejó hacer por sus labios y sus manos, Yunho desvistiéndolo con aterradora velocidad hasta que pudo sentir su piel desnuda contra la suya. Rompió el beso para atacar la piel de su cuello con fiereza; sus labios succionando y mordiendo su cuello como si fuera su trofeo. Junsu sabía que iba a dejar marcas…pero el placer de ser marcado por Yunho tan sólo hacia crecer el deseo que sentía por más. Yunho apegó su cuerpo al suyo con fuerza, sus erecciones rozándose en un lujurioso roce; Junsu arqueando la cabeza hacia atrás y cerrando los ojos, los gemidos escapándose de sus labios al sentir su miembro erecto chocando contra el de Yunho, la carne húmeda pulsando y ardiendo por su tacto…
“Yunho…” Junsu jadeó, una plegaria prácticamente urgente. Quería sentirlo…estaba desesperado, escuchar a Yunho gemir roncamente cuando le daba placer había sido detonante suficiente para querer absolutamente todo de él. Sus largos dedos se envolvieron en su hinchada extensión y Junsu gimió con fuerza, mordiendo sus labios y presionándose contra su mano cuando Yunho comenzó a estimularlo.
Yunho se apoderó nuevamente de sus labios; Junsu ya estaba completamente perdido entre el asalto a sus labios y las atenciones a su miembro que lo habían trastornado un punto máximo, deshaciéndolo en jadeos y gemidos entrecortados. Súbitamente Junsu sintió las manos de Yunho en el interior de sus muslos, las yemas subiendo a delinear la curvatura de sus glúteos; nudillos apenas haciendo presión contra su entrada.
“Quiero escucharte, Su. Dime lo que quieres…” Yunho le ordenó, voz ronca y dominante, sacando toda su perfecta hegemonía a flote.
“Todo” Junsu contestó, jadeante e irracional. “Todo de ti Yunho, por favor, por favor…”
Es una simple frase: por favor…pero es como si a Yunho lo hubiese azotado un rayo; calor ardiente fluyendo por su cuerpo. Junsu comenzó a hacer presión en contra de los nudillos de Yunho, dejando escapar un débil sonido, casi inaudible.  Giró un poco su tobillo, alcanzando el nivel de la erección de Yunho y acariciándolo en apenas un roce.
“Todo…” susurró y Yunho tuvo que cerrar los ojos y luchar contra la visceral ansia que emergía dentro de su cuerpo y lo dominaba…reclamándole que se entierre dentro de Junsu sin hacer más…
“Será doloroso”  Yunho le advirtió, haciendo contacto con sus ojos. Podrá tener alcohol y lujuria en la sangre, pero no es tan desalmado como para no importarle. Lo ama demasiado para permitir que haga algo sin estar consciente de las consecuencias.
“No me importa”
“Junsu-”
“Sólo hazlo, Yunho. Lo quiero…quiero que lo hagas” Yunho cerró sus ojos, dejando que las palabras calaran hasta lo más hondo, guardándolas dentro para dejar salir las vehementes ansias por profanar hasta el último rincón de su cuerpo.
Humedeció sus dedos con su saliva, lentamente llevando uno hasta su entrada, empujándolo dentro. El calor era increíble y el pasaje totalmente estrecho, apenas cediendo ante la intromisión. Junsu se quejó bajo; se sentía incómodo, muy incómodo hasta que Yunho empujó un poco más adentro y la piel cedió. Yunho tomó las facciones en el rostro de Junsu como un incentivo para introducir otro dedo. Junsu mordió sus labios, dolía un poco pero cuando Yunho comenzó a mover los dedos más suavemente y con más profundidad, golpeando un punto dentro casi por casualidad, su cuerpo se arqueó y un gemido agudo se escapó de sus labios; el estremecimiento recorriéndolo de pies a cabeza.
“D-Dios…” jadeó, ojos fuertemente cerrados y la boca humedecida. Necesitaba sentir…eso, de nuevo.
“Y-Yunho…ya…”
Rápidamente Yunho escupió en su otra mano para lubricar su doloroso miembro hinchado, separando la entrada de Junsu con sus dedos y lentamente, muy lentamente remplazándola con su longitud. Luchó por quedarse quieto, sofocado en su calor, y saboreando la sensación de tener toda la estrechez de Junsu aprisionando su miembro. Junsu estaba completamente expandido y temblando, su espalda arqueada con fuerza más tensa que cuerda de arco, y la boca abierta dejando escapar quejidos entrecortados.  Yunho se aterró en ese momento, completamente asustado de lastimarlo, de haberlo hecho mal…pero luego Junsu comenzó a presionarse en contra, auto penetrándose y rodeando los manos por su cuello para atraerlo a su cuerpo; las piernas envueltas por su cintura cual enredaderas y Yunho no pudo evitar empujar las caderas dentro con fuerza, el embiste empujando a Junsu a la cama y arrancándole un ahogado quejido.
“J-Junsu” Yunho murmuró, profundo y raspado. “¿Te lastime? Yo-”
“No me lastimaste” Junsu le contestó entre dientes. “Al menos no de una forma que no haya querido. Deja de preguntar y no…pares…”

Las uñas de Junsu se enterraron con fuerza en la piel de sus hombros, tomando soporte cuando Yunho optó por comenzar el ritmo, suave y experimental. Yunho no se percató de las heridas provocadas por sus uñas hasta que observó a Junsu llevar los dedos a su boca, lamiendo la sangre que empapó sus yemas. Era todo lo que necesitaba para perder el control; embistiéndolo con fuerza y comenzando a ganar velocidad, demasiado embriagado, perdido, sumido en él y sin importarle absolutamente nada. Junsu lo siguió de cerca, el dolor ya había disipado para dejarlo de lleno en el placer, gimiendo y jadeando sin pudor alguno al observar como Yunho se llevaba su virginidad, lo poseía y lo marcaba para el resto de su  vida. Llevó una mano a tentar el vello donde ambos estaban unidos, los dedos acariciando la piel como recordatorio del vínculo que estaban formando, mientras sentía como su propio clímax lo deshacía y sus interiores se contraían con más fuerza contra la piel del miembro de Yunho.
Junsu llegó duro cuando Yunho mordió su cuello con fuerza, jadeando y musitando incoherencias. Un par de ardientes embestidas más y Yunho lo siguió, su semilla ardiente esparciéndose por su cuerpo y marcándolo por dentro. Se desplomó sobre su cuerpo más exhausto que nunca y con el sopor del cese de la excitación tronando por su cuerpo, buscando el cuerpo de Junsu para abrazar su cintura en un gesto posesivo, jadeando contra la piel de su cuello.

“Wow…” Junsu dijo luego de un rato, una hora, un día… Yunho ni siquiera pudo tener verdadera certeza del tiempo transcurrido, no luego de haber descubierto y sentido tanto. Algo parecido a haber renacido de nuevo, prácticamente sintiendo que había dejado su propia esencia dentro de su cuerpo…casi como si le hubiesen arrancado una coraza; suave piel expuesta al nuevo mundo.
“Yo…” Yunho comenzó, inseguro. “¿Estás seguro que no te lastimé?”
“Pregunta eso de nuevo y yo te lastimaré” Junsu le contestó, lanzando una risita. Hay dulzura en su tono; Yunho está consciente de lo que Junsu ha puesto en sus manos. Le había entregado todo en la máxima prueba de amor que sellaron…y fue la cosa más real y potente que ha experimentado en toda su vida.
“Te amo” Yunho lo acercó a su cuerpo, sus labios volviendo a repartir besos por su cuello. “Eres mío, sólo mío…”
Junsu sonrió, radiante, suspirando contra sus caricias y luego girando el cuerpo para quedar frente a Yunho, sus brazos lentamente rodeando su cuello.
“También te amo y me has tenido siempre” Junsu redujo la distancia que lo separaba de sus labios, ambos besándose en un beso tierno, perezoso, y más suave al haber saciado toda la lujuria explosiva por tocarse.

Eventualmente el cansancio los sobrepasó y terminaron por meterse bajo las sabanas, durmiendo entrelazados en un atado de miembros hasta que la alarma en el celular de Yunho los sobresaltó.
“¡Apágalo!” Junsu gruñó contra su pecho, ambas manos enredadas al torso de Yunho como verdaderos lazos mientras Yunho lanzaba manotazos a ciegas al aire, percatándose luego de un rato de inconsciencia que su celular estaba en su pantalón, el cual estaba desparramado en alguna parte de la habitación…
“Está en el suelo” Yunho contestó ante el nuevo gruñido de Junsu. Deshizo el amarre de sus brazos y Junsu rodó hacia el otro extremo de la cama mientras Yunho se levantaba y buscaba el condenado aparato en el bolsillo de su pantalón. Lo encontró, apagando la alarma y observando la hora: 6:00 am, probablemente tan sólo habían dormido un par de horas…
Suspiró y comenzó a recoger los ropajes del suelo. Junsu removiéndose en la cama, extrañando su cuerpo cálido como almohada.
“Yunnie…” susurró, aún algo adormilado. “Vuelve a la cama, amor”
“Me encantaría, pero tenemos que volver al departamento” Yunho observó la visión de Junsu sobre la cama, queriendo grabarlo de esa forma…porque sabía que el tiempo que tendrían para ambos sería totalmente limitado y las escapadas serían cada vez más difíciles.
“No…” Junsu hizo un puchero, sentándose en la cama y estirándose cual gatito pequeño, llevando las manos a sus ojos para disminuir la sensación de arena que tenía en ellos. Hizo una mueca cuando el súbito movimiento le trajo una punzada en su parte baja…el recordatorio de la pérdida de la inocencia.
“Terrible, lo sé” Yunho lanzó una risita, caminando al cuerpo de Junsu que ahora se había sentado en el borde de la cama. Junsu le extendió los brazos y Yunho lo levantó; Junsu rodeando los brazos por su cuello y enredando las piernas a su cintura…el abrupto contacto de sus pieles desnudas lanzando vibraciones por todo su torrente…
“¿Estás seguro que tenemos que irnos tan…pronto?” Junsu refugió el rostro en la piel de su cuello, apenas repartiendo besos por el contorno de su vena yugular. Yunho suspiró con él contacto, sus manos aferrándose con fuerza a la piel de los glúteos de Junsu, arrancándole un agudo gemido  que sofocó contra su cuello.
“Supongo que hay tiempo para…una ducha” Yunho continuó tentando la piel de sus glúteos, masajeando la carne; dedos lentamente rozando y llegando a acariciar su entrada. Junsu mordió su cuello y se apretó a su cuerpo, en lo único que podía pensar era en sentirlo de nuevo…
“Qué buena idea” gimió con un nuevo apretón y subió el rostro para azotar sus labios contra los de Yunho con ansias y desesperación, su erección punzante despierta, pulsando contra la piel de su abdomen mientras Yunho caminaba con algo de dificultad conduciéndolo a la puerta del baño…

-o-

“¿Quieres seguir bebiendo?” Yunho lanzó una risita cuando iba manejando de vuelta al departamento y se percató de que Junsu se había llevado la botella de champagne consigo. Él le sonrió, riéndose a su vez.
“Pagaste por ella, teníamos que llevarla. Y no, no quiero seguir bebiendo…muchas gracias. Aún siento la cabeza abombada” hizo un puchero y Yunho le sonrió.
“Se llama resaca” bromeó; Junsu resopló.
“No estaba borracho, ósea…no del todo” Yunho se rio nuevamente con la corrección. Junsu era encantador con alcohol en el cuerpo, un atado de risas y torpeza.
“Lo sé, yo tampoco estaba ebrio del todo” Junsu reflejó su sonrisa pero su expresión se apagó cuando observó el departamento que compartía el grupo, la sombra de duda oscureciendo sus facciones.
“Yunho…” comenzó, inseguro y mordiendo su labio inferior. “¿Qué…les diremos?”
“La verdad” contestó, mirándolo a los ojos cuando estacionó el auto. “No tengo intenciones de aparentar ni nada. Creo que ambos hemos…esperado suficiente tiempo”
“¿Y si-?”
“Deja de pensar en lo que los demás dirán, Su. Estamos juntos en esto y eso…es lo único que importa”
Junsu le sonrió cálidamente; Yunho lo había leído como un libro, diciéndole exactamente lo que necesitaba escuchar. Tomó la botella de champagne y comenzó a maniobrar con la tapa con los ojos de Yunho mirándolo con expresión divertida. El sello cedió y el corcho salió volando, rebotando en el parabrisas y haciendo que el líquido espumeante se derramara dentro.
“Deberíamos celebrarlo” Junsu lanzó una risita, llevando la botella a sus labios y bebiendo del licor agridulce y espumeante. Gotas del licor se resbalaron por su cuello y en tan sólo un segundo tenía a Yunho prácticamente abalanzado sobre él, quitándole la botella y lamiendo las gotas de la piel con el profundo gemido de Junsu como recompensa.
“Lo celebraremos…todo lo que quieras, pero es momento de volver” le dio un  breve beso, forzándose a calmar sus ansias y no tomarlo allí mismo en el auto, cogiendo la botella y abriendo la puerta. Junsu se bajó del auto, esperando a que Yunho cerrara las puertas y luego ambos caminaron a la puerta de entrada. Yunho bebió un trago de la botella mientras buscaba las llaves; Junsu riéndose  con su expresión de pánico al no encontrarlas…
“Yo tengo las llaves tigre, las tomé de tu ropa hace un rato…”
Se rio, sacando las llaves y mostrándolas. Yunho aprisionó su cintura, apegándolo a su cuerpo mientras Junsu continuaba riéndose y trataba de meter la llave a la cerradura pero le estaba costando; Yunho seguía nublando su mente al comenzar a morder su cuello…
“¡Déjame, déjame! No puedo abrir si haces eso”
“Antes no parecías quejarte de lo que te hacía…”
Junsu finalmente abrió la puerta y ambos prácticamente tropezaron al entrar; Yunho rehusándose a romper el amarre en la cintura de Junsu. Todo estaba en completa oscuridad, pero de pronto las luces se encendieron y ambos abrieron los ojos de par en par al observar la silueta de Jaejoong sentada en el sillón.
“Oh…” Junsu murmuró, pero luego rompiendo en una risita, desconociendo realmente si era producto de que aún se encontraba con algo de alcohol en el cuerpo o tan sólo era risa nerviosa.
“Creo que estamos en problemas, Yunnie” Junsu seguía riéndose, incapaz de contenerse y aun sintiéndose algo frenético. Yunho lentamente deshizo el amarre que tenía en la cintura de Junsu, buscando su mano y tomándola entre la suya aún con la mirada fulminante de Jaejoong. Fue su turno finalmente para hablar.
“¿Me pueden explicar…qué mierda significa esto?” Jaejoong estaba hecho una furia, de hecho…habían sido contadas las veces que Yunho lo haya observado molesto pero ahora…su expresión enardecida era capaz de asesinar a cualquiera.
“Junsu y yo salimos” era su turno para hablar y no acobardarse, hacerle frente de una vez por todas. “Fuimos a bailar y bueno-”
“¿Y éstas son horas de llegar? ¿Sabes lo irresponsable que has sido? Eres nuestro líder y tienes que dar el ejemplo pero en cambio…te emborrachas y sales de juerga como si te importase una mierda lo que pase con el grupo. ¿Y si alguien los vio, te has puesto a pensar en ello? ¿Cómo pudiste haber escapado a un maldito club? y por dios, con Junsu-”
“Cállate” Yunho lo cortó y Jaejoong abrió los ojos de par en par. Junsu también se sobresaltó con su reacción, pero era evidente que Yunho explotaría al ser regañado como un infante.
“Deja de tratarme como si tuviese cinco años, no eres mi madre ni nada por el estilo. Y si, fue irresponsable lo que hice pero ¿sabes? Me importa un carajo, hace tiempo que no me divertía tanto. Y si arranqué anoche cuando tú querías una respuesta pues ahora aquí la tienes…” Yunho susurró y luego apretó la mano de Junsu con fuerza; el corazón de Junsu latiendo aceleradamente al percatarse de lo que Yunho iba a decir…
“Llevo…años enamorado de Junsu, desde antes de que debutáramos, y ya me cansé de ocultarlo”
El rostro de Jaejoong se desencajó por completo, todo le daba vueltas y era incapaz de procesar nada…abriendo la boca y cerrándola, con un millón de cosas por decir pero no encontrando realmente las palabras. Junsu observó su aspecto y supo que tenía que hablar ahora o callar para siempre.
“Nosotros no estábamos juntos de antes Hyung, de hecho…yo llevaba tiempo amando a Yunho en silencio, incapaz de confesarle nada por miedo a su reacción. Pero ahora…creo que todo nos ha pasado la cuenta y simplemente ya no podemos dar marcha atrás”
“Yoochun” Jaejoong murmuró, ojos oscuros subiendo a encarar a Junsu. “Yoochun te confesó lo que sentía”
“Y no pude corresponderle. Ahora sabes la razón”
“P-Pero ustedes” Jaejoong balbuceó, completamente descolocado e irracional. “Nunca demostraron nada que vislumbrara algo más, ustedes-”
“Creo que confundiste el fanservice con algo más, Hyung” Junsu habló con voz calmada, casi como si tuviese miedo de espantarlo. “No porque a los fans les gustara que hiciera más cosas con Yoochun que con los otros  iba a llegar a verlo como algo más”
“Es lo mismo para mí” Yunho reafirmó, cruzando una mirada fugaz con Junsu. “Realmente siento el malentendido, Jaejoong. Hace unas algunas horas yo no estaba seguro de los sentimientos de Junsu, y a decir verdad tenía miedo…por eso no te dije nada”
“Creo que…” Jaejoong murmuró, apenas subiendo la mirada para observar la luz radiante que ambos emanaban; sólo en ese instante pudo percatarse del aspecto de ambos: el cuello de Junsu enrojecido por sectores en visibles marcas de dientes, las manos entrelazadas con fuerza y las figuras apegadas la una al otra en evidente señal de cohesión. Todo le hizo sentido y fue como un balde de agua fría sobre su figura.
“Siempre estuvo allí, siempre. Tú lo mirabas de forma distinta, lo tratabas de forma distinta…pero yo estaba con una venda” suspiró pesadamente y luego se levantó, volteando para darles la espalda. Su dignidad estaba ante todo y no se quebraría jamás.
“Hablen con los demás, no es justo que lo sigan escondiendo si ya llevan tanto tiempo con eso dentro…” su voz amarga tenía un ápice de compresión, quizás algo de apoyo. Ambos lo observaron perderse por el corredor hasta que su silueta desapareció de su vista. Sólo en ese instante Yunho se permitió suspirar, sintiendo el aire más liviano y fácil para respirar. Junsu se le abrazó al cuello al instante, sonriendo contra su pecho.
“Fuiste muy valiente” murmuró, acariciando su torso con su rostro. “Jamás te había escuchado encarar a la madre del grupo así”
“Madrastra, querrás decir” Yunho le dijo, estrechándolo entre sus brazos. “Algún día iba a tener que decírselo, no era justo para él vivir de ilusiones. A pesar de su carácter le tengo estima, Jae y los demás son como hermanos para mí”
“Te entiendo, es lo mismo para mí. Aun me queda la conversación densa con Yoochun pero creo que ahora que su Soulmate lo sabe nos facilitará las cosas”
“Y estaré allí para apoyarte, cuando se lo digas”
“Estoy consciente de ello, amor” Junsu le sonrió, subiendo el rostro para llevarlo hasta su nivel. “Y me siento orgulloso de ser el hombre del líder”
“Ese siempre fue tu título” Yunho reflejó su sonrisa y lo besó, lento y dulce, y cargado del amor que lo hacía derretirse por dentro y fundirse entre sus brazos.
“Si, creo que…siempre lo supe” Junsu le dijo suavemente cuando Yunho se separó de sus labios. Lo observó tomar la botella  de champagne del suelo, llevándola hasta su boca para probar un trago, pupilas resplandecientes al mirarlo.

Mañana, Yunho y Junsu estarán rodeados de cuestionamientos, juicios y problemas. Serán discriminados y quizás se sientan cada vez menos como ellos mismos mientras transcurran los años de sus carreras, pero en este amanecer…envuelto en el abrazo de Yunho, Junsu se siente por primera vez en casa luego de mucho tiempo. Atrae a Yunho de nuevo para probar el licor en sus labios y se olvida del mañana…

~End

Koiko: nwn! Estoy más que conforme con el final que le di xd y eso que pensé en complicarlo como siempre me gusta hacerlo pero nah, ya tengo bastante con las complicaciones en otras historias asi que aquí me di el lujo de melosear un poco <3 extrañaba a mi HoSu, y el lemon me costó aunque no lo crean u_u rabie con eso, espero no haber decepcionado xd bueno…comentarios alimentan a mi musa y la alientan a escribir mas shots HoSu! Yaaay :D

two-shot, yunho/junsu, lemon

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