Reacciones II
Dolor
Las personas suelen tener y vivir con distintas concepciones del dolor y no llegar a sentirlo nunca. La mayoría de los niños, y Chase lo sabe, lloran desconsoladamente al recibir un pinchazo, pero él, más que nadie, sabe que el miedo es lo que los lleva a llorar de esa forma tan desesperada que te puede partir el corazón.
Mientras las personas crecen, un miedo particular a la muerte se instala en su interior para ir creciendo y madurando junto con ellos, y en el momento de aceptar y asumir el hecho de que tu hora ya llega, duele, como nunca más va a doler, o eso pensaba él.
Chase sabe que el dolor es una reacción completamente común ante un estímulo, muchas personas lloran y otras cuantas se enfadan cuando se sienten dolidos, el punto es que Chase no sabe como reaccionar ante esto, este dolor que lo atormenta día y noche y a la vez le gusta porque sigue ahí, siempre al pie del cañón.
Su padre decía que era un tipo sensible, demasiado, pero al momento de asumir algo no sabía si llorar desconsoladamente o aguantar la respiración, mirar al cielo y parpadear más rápido de lo normal para evitar las inevitables gotas que sabe se forman en sus ojos.
A Chase le duele, le duele el hecho de ser tan vulnerable ante ella y no poder cortar todo ese juego que lo lastima, porque él, más que nadie, necesita el juego porque, también, lo mantiene feliz, lo hace sentir vivo, porque prefiere sentir un dolor asfixiante en el pecho cada vez que la ve tratando de llamar la atención de él a no sentir nada en el lugar donde su corazón se encuentra.
Y, tal vez, algún día, tanto dolor sea recompensado.
Puede, quizá, que deje de doler y empiece a sentir.
-Chase -la voz de House retumba en su cabeza junto con su típico rentintín irónico- mueve te cabecita Pantene y ve a hacerla funcionar, Cameron te está esperando.
Y mientras se levanta de su silla una sonrisa melancólica se forma en su rostro y piensa, que, quizás, hay cosas que siempre dolerán.
Cameron lo espera en la puerta con una sonrisa escueta y las manos cruzadas frente a la unión de sus piernas, no espera un saludo ni mucho menos -aunque en el fondo lo desea con todo su corazón- una sonrisa brillante que le iluminará el día, Chase solo espera un asentimiento por parte de su compañera y unas caderas moviéndose frente a él en un vaivén frenético que -de seguro, y como siempre- lo dejarán sin respiración.
Y mientras Cameron camina frente a si, la siente más cercana al portero que a él, y aún así sonríe porque el dolor se vuelve a instalar…
Y siente.
Debería estar haciendo mi trabajo de arte o, al menos, tratando de comprender física.
El tiempo pasa tan lentamente a veces.
_"Para bien o para mal, se terminó"_ y doy gracias por eso :).
Buen fin de semana.