Un pequeño cuento, contado en dosis, breve collage de tiempos, lamentablemente diferidos.
La enajenación
Reviviendo una canción de post-rock una y otra vez en su mente, Vladimir se queda en el sillón, lleva puestos unos pantalones vaqueros y unos tenis converses bastante viejos, en algún momento de la noche perdió su camisa, esta absorto mirando el televisor roto, hace mucho que le arrancaron la pantalla y en el hueco del monitor metieron un gallo muerto, el ríe y ríe viendo el proceso de descomposición, toma una cerveza ya caliente de la mesa y le da un largo trago, la corona nunca le ha gustado así caliente, aunque en si ninguna cerveza es digna de beberse si no está helada, hay un fuerte olor a marihuana en todo el cuarto, muchas bachitas se pueden encontrar en el cenicero acompañado colillas de vendettas de chocolate, sigue riendo completamente enajenado, no sabe por qué ríe, lo olvida, busca un motivo, lo olvida y sigue riendo, piensa en la cosa, piensa en Heidegger, ríe, piensa en ligueros, ríe, piensa en su gato, ríe, piensa en Cthulhu, ríe, piensa, piensa, piensa, piensa y no se da cuenta que una pareja lesbiana está teniendo sexo a su lado, más concretamente Lisa y Barbará, sus carcajadas llegan a su punto final cuando una de ellas, entre gritos y gemidos tiene un orgasmo, el sigue riendo cada vez más fuerte, cada vez mas ansioso, cada vez más triste…
La crisis
Jose y Joe se están besando en la terraza, el saca una cajetilla de delicados y da largas caladas llenas de paciencia, ven como una ventana del primer piso se rompe y una silla sale volando de ella, la madera se rompe y los sonidos giran por su cabeza en forma de recuerdos, las fuerzas se le van, se abrazan, tratan de verse a los ojos, se esquivan mutuamente, ambos están en otra parte, el con Jimena, ella con un chico que conoció en twitter, hace mucho que como pareja, tuvieron fecha de caducidad, pero siguen juntos, mas por rutina que por amor, All is violent, all is bright suena cada vez mas rápido, cada vez más fuerte, esa canción desesperada disfraza su amor, o más bien, la ausencia de este. Joe se acomoda el vestido, desliza sus manos a través de su cuerpo, y aunque no lo quiere, se toca, su cuerpo reacciona, hace mucho que Jose no la hace sentir nada, su alma vuela lejos, muy lejos, entre algún rincón donde canta Juliette Greco, se acuesta en un sofá, le duele la cabeza, no necesita cerrar los ojos antes de ponerse a soñar, alguien está cantando a todo pulmón allá afuera, pero ella ya no lo escucha…
La rabia
Guille está bastante borracho, grita y pelea, y golpea a la pared, nadie sabe el por qué de su enojo, tampoco es que se los demás se alarmen por esto, siempre que esta ebrio está furioso, pero nadie nunca sabe porque, es el malacopa que de siempre, Sofia lo toma de la mano y lo acuesta, le habla calmo, se duerme, una hora, dos horas, se despierta crudo y sigue bebiendo.
- Pinche vida de vicios- Dice para sí mismo, Hector le pasa una cerveza y se sienta a su lado, comparten un largo silencio, ven a al hermano mayor de Joe -Peter- llegar en su elegante auto.
- Debe de estar buscando a Joe. Dice Hector al aire, Guille no le responde, mira durante largo tiempo el lujoso automóvil pasar varias veces por la calle, no dicen nada, se van al patio de atrás donde varios aun beben, Sofia sigue ahí, siente vergüenza que ella sea quien le toque lidiar con él, pero no lo demuestra, ella también lo ignora, o más bien, lo intenta, no se dirigirán la palabra , no es el momento, suena sex and fire, se sienta, no dice nada, los demás tampoco, ya están acostumbrados a sus arrebatos de furia…
El goce por el goce en si
- ¿Por qué el lavabo está roto? Pregunta una morena espectacular.
Nadie sabe que responderle, si entre ese grupo de alcohólicos alguien lo rompió, nadie lo acepta, hace un ademan por demás ambiguo, se regresa al baño y se mira al espejo, en sus ojos no se notan las ojeras por el desvelo, pareciera que acaba de salir de su casa, el peinado y el escaso maquillaje están en su sitio ¿Por qué regreso a verse al baño? No es que no lo sepa, es que no quiere saberlo, se acomoda el escote, para verse más discreta y regresa donde los demás, todos beben cerveza o tequila con regreso de toronja, ella bebe tequila con agua mineral, por eso de cuidarse de los carbohidratos, aunque es la más vieja del grupo, es por la más deseada, tiene que cuidarse lanza indirectas a varios de los presentes, pero ya nadie le pone atención, es una calientapollas profesional, pero solo eso, las calienta, nunca cede ni en un beso. Alguien pone salsa, se para, baila, sabe hacerlo, lo disfruta, aunque disfruta ser mirada, ser deseada, casi en reto alguien pone rock, ella continua bailando, todo ritmo lo siente fácil, se descalza, así está en el pasto, escucha el flash de algunas fotos, ella no se para por ello…
La incomprensión
- ¿A ti te gusta The cure?
- No
- A mi si, adoro The end of the world, siempre he sentido con esa canción una conexión de lo más profunda, es una mezcla explosiva con sus letras existencialistas con un video tan surreal, la escena cuando todos los cubiertos se rompen me suena demasiado a Jan Švankmajer, en si el video es una apología a la desesperación más absoluta.
- No lo sé, nunca me ha gustado esa música tan oscura.
- No es oscura, es cruda, es muy diferente, me encanta sobre todo pictores of you o close to me, donde más se ven los sentimientos desgarrados de la gente que está perdida, sus letras siempre van por lo roto, lo sin arreglo, para las almas que han perdido las esperanzas, siempre me ponen en el medio de la nada, en el medio del silencio…
Ella sigue hablando y hablando, y hablando mientras los demás la miran, el olor a marihuana que desprende es enorme, efectos secundarios de estar pacheca, alguien le ofrece un poco mas y ella no le hace ascos, da una calada profunda lo que el aprovecha para hablar.
- Es que no me gusta esa música
- Tú no sabes apreciar lo bueno, seguro que eres un reggaetonero imbécil que solo piensa en culos, puto misógino de mierda, no sé quién te invito a la fiesta…
El nihilismo definitvo
- El principal problema de la lucha estudiantil son los provocadores mso-ascii-theme-font:minor-latin;mso-hansi-theme-font:minor-latin;mso-bidi-theme-font:
minor-latin;font-style:normal">trotskistas.
- Si, es el objetivo de su vida, romper las luchas.
- Y nosotros aquí… en la plena decadencia, tampoco es que demos el mejor de los ejemplos.
- Ser autodestructivos es parte de nuestra naturaleza, negarla es una de las tácticas del enemigo.
- Pero no nos templa lo suficiente para combatirlos…
- ¿Oye pasaste la materia?
- No viejo… me la tendré que llevar a extraordinario, pero es que la célula me quita mucho tiempo.
- Yo ando igual… tengo que presentar un ensayo y ni siquiera tengo tema, de lo que quiero escribir no me dejan, y de lo que me dejan me da flojera, ya deberíamos de tomar la escuela, una buena huelga para que nos dejen tomar parte de los planes de estudio, eso necesitamos.
- Trata de convencer a los demás y te meterán un palo en el culo… a ellos les vale madre, son felices así, como esclavos, ese es el verdadero enemigo, incluso más que los sirvientes de la cuarta internacional.
- ¿Entonces?
- Solo nos queda la vía armada camarada, solo la vía armada.
En los sesentas, a todos esos estudiantes rebeldes, llenos de marxismo y radicalismo político, pero que apenas terminaron sus estudios buscaron trabajo, se casaron y llevaron vidas burguesas que tanto criticaron y juraron nunca vivir, se les llamo radicales de primavera, pues estos dos también lo son, pero quizás, el termino más exacto para estos dos seria “radicales de otoño” viven con miedo, no solo por que los maten un día de estos, también con ser viejos y volverse todo lo que odian. Esos dos siguen así, bastante quemados sin apenas haber ardido.
Conclusion
Lisa y Barbará terminan lo suyo, Lisa se abrocha el sostén y la blusa, Barbará, en el límite de sus fuerzas se descansa en el sillón, tiene el vestido subido hasta los muslos y sus panties en su tobillo derecho, cabecea un poco y se duerme, Lisa la mira, después se pierde en el vacío, condenada por su orgullo a decir que todo lo provoco el alcohol, Vladimir la mira divertido, sus ojos rojos y desenfocados miran su alma mejor que nadie más. José pasa junto a ellos, una violenta erección se apodera de su entrepierna pero no dice nada y sube el baño, el chorro de orina se oye demasiado fuerte ahora que no hay música.
- ¿Qué es lo que le pasa? - Pregunta más por preguntar, tiene su morbo saber que Joe y José están en las ultimas y no lo quieren aceptar.
- Perdón por coger enfrente de ti- Se disculpa, desde los primeros besos se dio cuenta de su presencia, pero no es si no hasta ahora que la toma en cuenta.
- Déjalo así, sirvió como música de ambiente.
Ambos se ríen, a él le gusta su nombre, siempre bromea con ella sobre Lisa Simpson, ambas son iguales, pacifistas, budistas y ecologistas, le dice que se amarre a una ballena, o se vaya a un monasterio, o se vuelva hippie en una comuna por ahí y e infecte de todos con todas las enfermedades venéreas…
- ¿Y? Pregunta Vladimir cambiando le el tema rápidamente
- ¿Qué cosa?
- ¿Qué tal la chiquilla? Pregunta mientras enciende un cigarrillo, de tabaco, que maría ya fumo demasiada, le da una fuerte calada, ella inmediatamente se lo quita de la mano y le da la suya, responde hasta que expulsa el humo.
- No está nada mal, pero ya iré enseñándole a darle mimos a una mujer.
- ¿Era su primera vez con una?
Ella no responde, tiene una regresión de cuando niña, vio a su padre entrar en la sala de su casa con un chaleco antibalas, ella está asustada y se esconde en su cuarto, él le pasa un cigarrillo de yerba recién forjado, decide que igual es tiempo para fumar, ella llena sus pulmones de humo
- ¿Cuentan?
- Solo para ti querido.