(no subject)
Fandom: A song of ice and fire
Título: Pueblo
Claim: Pueblerina
Número de Palabras: 100.
Resumen: Un día todo lo que había conocido ya no estaba
Caminó entre los cuerpos sin rumbo alguno. No había quedado nada del pequeño pueblo, los leones lo habían destruido todo ni siquiera tuvieron piedad de la vieja Tata quien ya no veía y aduras penas podía salir de su cabaña para tomar el sol en una silla rota. ¿Estos eran los soldados del rey? ¿Estos eran los que debían proteger al reino? Alzó la mirada al cielo, tratando de distinguir algo entre el humo que quedó tras el fuego que había consumido el pueblo entero.
Su padre lo había dicho varias veces a los reyes solo les importa su corona.
•••
Número: 28/28
Fandom: Vampire Knight
Título: Amanecer
Claim: Toga Yagari
Extensión: 566.
Notas: Las mañanas siempre eran frías, de colores grisáceos teñidos con una pálida y mezquina luz.
Las mañanas siempre eran frías, de colores grisáceos teñidos con una pálida y mezquina luz. No era cosa del estado de ánimo o la tristeza de una partida, era la rutina de una soledad por compañera a la cual no aceptaba alegremente, pero tampoco se quejaba de ella. Nunca había soñado… o quizás ya no recordaba haberlo hecho, con una vida familiar hogareña; las mujeres habían pasado por él y con él a lo largo de su vida. Con todas era lo mismo, descontrolado al inicio, templado por haber cedido un poco el orgullo y al final un añejo sabor a estabilidad que dejaba un mal sabor de boca. Entonces ira estallaba o a veces el frío automatismo del día a día se encargaba de desvanecerlo todo.
Cuando no había nada que hacer y estar en casa se daba por mera coincidencia, lo insípido de la televisión, la calma del trabajo o el común sabor del la comida, le hacían pensar que tener alguien que te caliente la comida, arregle el desastre que es armario y quite el polvo de los muebles no es tan malo. Incluso aunque no sepa hacer nada de eso, pero al menos te sientas en la libertad de charlar sobre el clima sin sentirte tan tonto, no era mala idea. Suspiraba, agachaba la mirada, buscaba y las musarañas se veían atrayentes.
¿Cómo es que no está aquí frente a mí?
Observaba el espejo quien le decía que no era un esperpento, tampoco tenía un mal carácter; había aprendido a lidiar con el ridículo de Cross así como con el irritante del Aido. Ni mucho menos había soñado con la ilusión de la media naranja, la racionalidad en su mente le hacía comprender que el amor pasional siempre termina mal y una vida pacífica no va por esos lares. ¿Cuál había sido el problema?
Tal vez su pasión por su vida acompañando al alba en solitario, su entrega por el noble deber de salvar a la raza humana de la carroña de los vampiros, su insistente idea de ser él el constructor de un futuro bajo sus lineamentos, su obstinación por admirar a aquellos que lejos del veneno de la burocracia o la maldad de ambición del poder, caminaban buscando sus propias metas. Su predisposición a la rebeldía, su amor por hacer lo contrario a la norma y nadie con quien compartir esa diferente versión de la vida.
Sí, había mantenido relaciones con las mujeres, pero la mayoría iba en busca de una estabilidad social, económica o un romanticismo de esos descritos en las novelas que tanto las hacen suspirar. Otras tantas veían en él un estatus que no podían forjar con sus propias manos, la esperanza de mejorar la progenie con sus genes. A todas las había querido de una manera u otra, a todas las había idealizado, también les había adorado con vehemente pasión en la cama y cuando no se permitían, por lo menos les había calentado el lecho. Pero a ninguna le había entregado el corazón ni les había permitido tocar su alma.
Un día se había convencido que él no encajaba en la fotografía del portón de la casa con la esposa, los nenes y el perro. Se convirtió en héroe, en estrella, en modelo y leyenda, pero el vació de la fría mañana seguía estando ahí, aunque le diera la espalda, le ignorara e intentara olvidarlo.
Título: Pueblo
Claim: Pueblerina
Número de Palabras: 100.
Resumen: Un día todo lo que había conocido ya no estaba
Caminó entre los cuerpos sin rumbo alguno. No había quedado nada del pequeño pueblo, los leones lo habían destruido todo ni siquiera tuvieron piedad de la vieja Tata quien ya no veía y aduras penas podía salir de su cabaña para tomar el sol en una silla rota. ¿Estos eran los soldados del rey? ¿Estos eran los que debían proteger al reino? Alzó la mirada al cielo, tratando de distinguir algo entre el humo que quedó tras el fuego que había consumido el pueblo entero.
Su padre lo había dicho varias veces a los reyes solo les importa su corona.
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Número: 28/28
Fandom: Vampire Knight
Título: Amanecer
Claim: Toga Yagari
Extensión: 566.
Notas: Las mañanas siempre eran frías, de colores grisáceos teñidos con una pálida y mezquina luz.
Las mañanas siempre eran frías, de colores grisáceos teñidos con una pálida y mezquina luz. No era cosa del estado de ánimo o la tristeza de una partida, era la rutina de una soledad por compañera a la cual no aceptaba alegremente, pero tampoco se quejaba de ella. Nunca había soñado… o quizás ya no recordaba haberlo hecho, con una vida familiar hogareña; las mujeres habían pasado por él y con él a lo largo de su vida. Con todas era lo mismo, descontrolado al inicio, templado por haber cedido un poco el orgullo y al final un añejo sabor a estabilidad que dejaba un mal sabor de boca. Entonces ira estallaba o a veces el frío automatismo del día a día se encargaba de desvanecerlo todo.
Cuando no había nada que hacer y estar en casa se daba por mera coincidencia, lo insípido de la televisión, la calma del trabajo o el común sabor del la comida, le hacían pensar que tener alguien que te caliente la comida, arregle el desastre que es armario y quite el polvo de los muebles no es tan malo. Incluso aunque no sepa hacer nada de eso, pero al menos te sientas en la libertad de charlar sobre el clima sin sentirte tan tonto, no era mala idea. Suspiraba, agachaba la mirada, buscaba y las musarañas se veían atrayentes.
¿Cómo es que no está aquí frente a mí?
Observaba el espejo quien le decía que no era un esperpento, tampoco tenía un mal carácter; había aprendido a lidiar con el ridículo de Cross así como con el irritante del Aido. Ni mucho menos había soñado con la ilusión de la media naranja, la racionalidad en su mente le hacía comprender que el amor pasional siempre termina mal y una vida pacífica no va por esos lares. ¿Cuál había sido el problema?
Tal vez su pasión por su vida acompañando al alba en solitario, su entrega por el noble deber de salvar a la raza humana de la carroña de los vampiros, su insistente idea de ser él el constructor de un futuro bajo sus lineamentos, su obstinación por admirar a aquellos que lejos del veneno de la burocracia o la maldad de ambición del poder, caminaban buscando sus propias metas. Su predisposición a la rebeldía, su amor por hacer lo contrario a la norma y nadie con quien compartir esa diferente versión de la vida.
Sí, había mantenido relaciones con las mujeres, pero la mayoría iba en busca de una estabilidad social, económica o un romanticismo de esos descritos en las novelas que tanto las hacen suspirar. Otras tantas veían en él un estatus que no podían forjar con sus propias manos, la esperanza de mejorar la progenie con sus genes. A todas las había querido de una manera u otra, a todas las había idealizado, también les había adorado con vehemente pasión en la cama y cuando no se permitían, por lo menos les había calentado el lecho. Pero a ninguna le había entregado el corazón ni les había permitido tocar su alma.
Un día se había convencido que él no encajaba en la fotografía del portón de la casa con la esposa, los nenes y el perro. Se convirtió en héroe, en estrella, en modelo y leyenda, pero el vació de la fría mañana seguía estando ahí, aunque le diera la espalda, le ignorara e intentara olvidarlo.