El Peso de lo Ilógico
Título: El Peso de lo Ilógico
Fandom: Vampire Knight.
Claim: Rima/Shiki
Reto: Rompamos el canon crack_and_roll
Extensión: 1,124
Cansado, decididamente se sentía muy abrumado, se recargó sobre el brazo del sofá, desparramando su figura en el sillón. La mujer delante de él resopló, cruzándose de brazos le dirigió una mirada furibunda. Demasiado pesado.
-¿Es qué NO vas a decir nada? -De nuevo la misma pregunta, la misma discusión, parpadeó lerdamente ¿qué iba a saber él del mundo?-. Arrgggg -La frustración se plasmó en su bello rostro-. ¡No lo puedo creer! -Espejito, espejito, dime…-. ¡¿Por qué…?!
¿Cómo hacerte comprender lo que ni siquiera yo entiendo?, ¿cómo puedo expresarte lo inefable incluso para mí? -Confío. -Un argumento tan sencillo como absurdo-. Creo… creo que existe una razón, siempre ha existido.
La decepción se apoderó de ella, llevándose las manos al rostro hizo un esfuerzo para no desquebrajarse por completo. -¿En el líder Kuran o… o en Yuuki… sama?
Observó fijamente el suelo, ni siquiera él quería responderse a esa pregunta. Se limitó a encogerse del hombros -¿Importa?
Había muchas cosas implícitas en esa pregunta, los dos lo sabían y constantemente evadían la respuesta. -Shiki… -Se estremeció, no le gustaba ese tono, envolvía seriedad en el asunto-. Ichijo, podría…
Se incorporó del sofá. -No llegaremos a ningún lado, Rima -su hablar tan pausado, arrastrando las palabras casi como si les pidiera permiso para pronunciarlas, nunca habían irritado tanto a la vampiresa-. Podríamos imaginar miles de situaciones, sin llegar nunca a la real.
-A mí, no me gusta ser tan pasiva. -Él parpadeó nuevamente mirando la ventana del lugar de soslayo-. Creí… creí que ya no eras el títere de nadie. -Enojo. Sus labios fruncidos en una delgada línea horizontal contenían más de lo que se podía vislumbrar en su faz-. Shiki.
Se levantó del mueble súbitamente. -Ya basta -Las emociones en su voz eran una rareza, por eso, ese toque de desespero, alertó a la noble-. ¿Olvidas que son mis primos?, ¿qué hablamos de Ichijo?, nunca han hecho algo sin sentido, no sé qué sucede y me preocupa, pero no podemos precipitarnos. ¿Por qué no tratas de comprender?
Dolor. ¿Ahora era la mala del cuento? -No soy como Yuuki-sama, para creer ciegamente en Kuran-sama.
-Rima -terció-, eso es… ella es, ella es, si ella cree en él, yo… -se sorprendió a sí mismo con aquellas palabras-, no quise insinuar…
-¿Qué en realidad confías en Yuuki-sama y no en Kuran-sama? -Aquello sonaba a pecado y no sabía si así debía ser.
-¿Y qué hay de malo con ello?
Rima resopló. -Él está usando tu apego por Yuuki-sama para controlarte. -No le importaría demasiado, si Senri no estuviera tan cegado por la sangrepura.
-No soy tan tonto. -La chica rodó los ojos, a forma de contrarrestar esa frase-. ¿Crees que ella lo permitiría? -Entornó los ojos, era una respuesta tan obvia para la vampiresa-. ¡Tú no la conoces! -Ni le interesaba hacerlo-. ¡¿Cómo puedes insinuar algo así?! -De nuevo ella era quien estaba errada.
-Lo siento, Shiki, pero siempre que vas decidido, es Yuuki-sama la que te convence de lo contrario con no sé que cuento… o Kuran-sama la usa, o Yuuki-sama…
-¡NO te atrevas!
Las palabras se le anudaron en la garganta, pero logró articular: -¡¿Crees que yo te engañaría?!
Exhaló. Dio un par de pasos por la habitación antes de permitirse continuar. -Esto es ridículo. -
Esta vez fue la noble quien se sintió indignada-. No creo que me engañes, Rima, pero tampoco creo tus conjeturas, ella NO es así. Y no permitiría…
-¡Es una ingenua! -insistió aunque eso molestar aún más a su compañero.
-¿Cómo puedes decir eso cuando ni siquiera la conoces? -la exasperación se desplegaba de su cuerpo como si fuera un perfume.
-¡Estás cegado por ella! No sé qué te dio o te dijo, pero no estás viendo las cosas con claridad. -Sus colmillos relucieron bajo la luz de las lámparas.
-Tú tampoco, porque dices disparates.
-¿Crees más en ella que en mí?, ¿por qué te tragas los cuentos de ella?, ¿por qué confías en ella y no en mí?, ¡Yo soy la ridícula! ¡Yo soy la loca! -Todo aquello que se había guardado parecía haber botado la válvula de escape-. Cuando es ella la que cumple todos los deseos de Kuran-sama, cuando…
-¡Ya basta, Rima! -Era un verdadero alto, uno que nunca antes se había ocupado-. Suficiente, no quiero discutir sobre esto un minuto más. Ya son bastante abrumadores los hechos, para complicarlos aún más.
Era la primera vez que ella se quedaba tan quieta y en silencio, su rostro volvía a ser aquel que impasible, mostraba a alguien hueco e insensible.
-Yo sólo… -¿A dónde había llegado?-. Tú querías…
-Para, por favor -podía sentirlo como una caricia.
Ella negó con la cabeza. -¿Por qué ella, Shiki?, ¿por qué con ella?
Suspiró profundamente. -Me voy, Rima.
-¿No te importa en realidad?, ¡¿no te importa lo que siento?!
Avanzó hacia la puerta. Pesaba, su cuerpo parecía tener cien kilos de más.
-Vamos a dejarlo aquí, ¿quieres? -Se giró para ver a la joven, su rostro no desvelaba ninguna clase de emoción, pero sus ojos, sus ojos brillaban con la amargura de la decepción.
-No cambiarás de parecer, ¿verdad? -temblorosa, casi desquebrajada había salido esa voz. Aún así él negó con la cabeza-. Vamos a dejarlo aquí, Shiki, yo… ya no puedo tampoco.
Silencio. La noche se desenvolvía lenta y misteriosa, la luna brillaba silentemente en lo alto del cielo. Testigo tunante de palabras sin freno, cómplice, delatora y confesora.
-Está bien.
El aire se acabó en un instante, el mundo de deslavó ante su vista. ¿Adónde irás ahora? Ella salió de la habitación rápidamente, Shiki se quedó con la mano estirada hacia la perilla de la puerta. El vacío en el cuarto lo apabulló, el dolor constriñendo su pecho le avisó de una vieja herida nunca sanada. Soledad, ¿qué harás hoy conmigo? Todo parecía inconcluso, además de absurdo. ¿Qué había de malo?, ¿qué había de malo en esos ojos, en esas manos, en esos labios, que todo lo daban?, ¿no entendía, Rima? Era su familia. Más allá de eso, la única nunca sometida a los prejuicios o las maquinaciones, no tenía que ser noble, no tenía que ser caballero, no tenía que ser Senri, sólo debía ser.
No preguntó que hacía ella a esas horas de la madrugada, no le preguntó por su camisón decolorado, ni siquiera se atrevió a decir algo cuando ella cerró la puerta con seguro. No le importaba, ya el mundo no le interesaba. Se limitó a dejarse envolver por aquellos dulces brazos, hundiéndose en la profundidad de su esencia, descansando los malestares de sus demonios inconscientes.
-Yuuki -murmuró, y por primera vez, no le pareció tan pesado pronunciarlo.
Yeah! ¡Y que no se diga que la varicela me afecta demasiado! Creo que pare ser crack a estado bastante canon ¿no? El Shiki/Yuuki ¡MOLA! y que nadie diga lo contrario ¬¬
Fandom: Vampire Knight.
Claim: Rima/Shiki
Reto: Rompamos el canon crack_and_roll
Extensión: 1,124
Cansado, decididamente se sentía muy abrumado, se recargó sobre el brazo del sofá, desparramando su figura en el sillón. La mujer delante de él resopló, cruzándose de brazos le dirigió una mirada furibunda. Demasiado pesado.
-¿Es qué NO vas a decir nada? -De nuevo la misma pregunta, la misma discusión, parpadeó lerdamente ¿qué iba a saber él del mundo?-. Arrgggg -La frustración se plasmó en su bello rostro-. ¡No lo puedo creer! -Espejito, espejito, dime…-. ¡¿Por qué…?!
¿Cómo hacerte comprender lo que ni siquiera yo entiendo?, ¿cómo puedo expresarte lo inefable incluso para mí? -Confío. -Un argumento tan sencillo como absurdo-. Creo… creo que existe una razón, siempre ha existido.
La decepción se apoderó de ella, llevándose las manos al rostro hizo un esfuerzo para no desquebrajarse por completo. -¿En el líder Kuran o… o en Yuuki… sama?
Observó fijamente el suelo, ni siquiera él quería responderse a esa pregunta. Se limitó a encogerse del hombros -¿Importa?
Había muchas cosas implícitas en esa pregunta, los dos lo sabían y constantemente evadían la respuesta. -Shiki… -Se estremeció, no le gustaba ese tono, envolvía seriedad en el asunto-. Ichijo, podría…
Se incorporó del sofá. -No llegaremos a ningún lado, Rima -su hablar tan pausado, arrastrando las palabras casi como si les pidiera permiso para pronunciarlas, nunca habían irritado tanto a la vampiresa-. Podríamos imaginar miles de situaciones, sin llegar nunca a la real.
-A mí, no me gusta ser tan pasiva. -Él parpadeó nuevamente mirando la ventana del lugar de soslayo-. Creí… creí que ya no eras el títere de nadie. -Enojo. Sus labios fruncidos en una delgada línea horizontal contenían más de lo que se podía vislumbrar en su faz-. Shiki.
Se levantó del mueble súbitamente. -Ya basta -Las emociones en su voz eran una rareza, por eso, ese toque de desespero, alertó a la noble-. ¿Olvidas que son mis primos?, ¿qué hablamos de Ichijo?, nunca han hecho algo sin sentido, no sé qué sucede y me preocupa, pero no podemos precipitarnos. ¿Por qué no tratas de comprender?
Dolor. ¿Ahora era la mala del cuento? -No soy como Yuuki-sama, para creer ciegamente en Kuran-sama.
-Rima -terció-, eso es… ella es, ella es, si ella cree en él, yo… -se sorprendió a sí mismo con aquellas palabras-, no quise insinuar…
-¿Qué en realidad confías en Yuuki-sama y no en Kuran-sama? -Aquello sonaba a pecado y no sabía si así debía ser.
-¿Y qué hay de malo con ello?
Rima resopló. -Él está usando tu apego por Yuuki-sama para controlarte. -No le importaría demasiado, si Senri no estuviera tan cegado por la sangrepura.
-No soy tan tonto. -La chica rodó los ojos, a forma de contrarrestar esa frase-. ¿Crees que ella lo permitiría? -Entornó los ojos, era una respuesta tan obvia para la vampiresa-. ¡Tú no la conoces! -Ni le interesaba hacerlo-. ¡¿Cómo puedes insinuar algo así?! -De nuevo ella era quien estaba errada.
-Lo siento, Shiki, pero siempre que vas decidido, es Yuuki-sama la que te convence de lo contrario con no sé que cuento… o Kuran-sama la usa, o Yuuki-sama…
-¡NO te atrevas!
Las palabras se le anudaron en la garganta, pero logró articular: -¡¿Crees que yo te engañaría?!
Exhaló. Dio un par de pasos por la habitación antes de permitirse continuar. -Esto es ridículo. -
Esta vez fue la noble quien se sintió indignada-. No creo que me engañes, Rima, pero tampoco creo tus conjeturas, ella NO es así. Y no permitiría…
-¡Es una ingenua! -insistió aunque eso molestar aún más a su compañero.
-¿Cómo puedes decir eso cuando ni siquiera la conoces? -la exasperación se desplegaba de su cuerpo como si fuera un perfume.
-¡Estás cegado por ella! No sé qué te dio o te dijo, pero no estás viendo las cosas con claridad. -Sus colmillos relucieron bajo la luz de las lámparas.
-Tú tampoco, porque dices disparates.
-¿Crees más en ella que en mí?, ¿por qué te tragas los cuentos de ella?, ¿por qué confías en ella y no en mí?, ¡Yo soy la ridícula! ¡Yo soy la loca! -Todo aquello que se había guardado parecía haber botado la válvula de escape-. Cuando es ella la que cumple todos los deseos de Kuran-sama, cuando…
-¡Ya basta, Rima! -Era un verdadero alto, uno que nunca antes se había ocupado-. Suficiente, no quiero discutir sobre esto un minuto más. Ya son bastante abrumadores los hechos, para complicarlos aún más.
Era la primera vez que ella se quedaba tan quieta y en silencio, su rostro volvía a ser aquel que impasible, mostraba a alguien hueco e insensible.
-Yo sólo… -¿A dónde había llegado?-. Tú querías…
-Para, por favor -podía sentirlo como una caricia.
Ella negó con la cabeza. -¿Por qué ella, Shiki?, ¿por qué con ella?
Suspiró profundamente. -Me voy, Rima.
-¿No te importa en realidad?, ¡¿no te importa lo que siento?!
Avanzó hacia la puerta. Pesaba, su cuerpo parecía tener cien kilos de más.
-Vamos a dejarlo aquí, ¿quieres? -Se giró para ver a la joven, su rostro no desvelaba ninguna clase de emoción, pero sus ojos, sus ojos brillaban con la amargura de la decepción.
-No cambiarás de parecer, ¿verdad? -temblorosa, casi desquebrajada había salido esa voz. Aún así él negó con la cabeza-. Vamos a dejarlo aquí, Shiki, yo… ya no puedo tampoco.
Silencio. La noche se desenvolvía lenta y misteriosa, la luna brillaba silentemente en lo alto del cielo. Testigo tunante de palabras sin freno, cómplice, delatora y confesora.
-Está bien.
El aire se acabó en un instante, el mundo de deslavó ante su vista. ¿Adónde irás ahora? Ella salió de la habitación rápidamente, Shiki se quedó con la mano estirada hacia la perilla de la puerta. El vacío en el cuarto lo apabulló, el dolor constriñendo su pecho le avisó de una vieja herida nunca sanada. Soledad, ¿qué harás hoy conmigo? Todo parecía inconcluso, además de absurdo. ¿Qué había de malo?, ¿qué había de malo en esos ojos, en esas manos, en esos labios, que todo lo daban?, ¿no entendía, Rima? Era su familia. Más allá de eso, la única nunca sometida a los prejuicios o las maquinaciones, no tenía que ser noble, no tenía que ser caballero, no tenía que ser Senri, sólo debía ser.
No preguntó que hacía ella a esas horas de la madrugada, no le preguntó por su camisón decolorado, ni siquiera se atrevió a decir algo cuando ella cerró la puerta con seguro. No le importaba, ya el mundo no le interesaba. Se limitó a dejarse envolver por aquellos dulces brazos, hundiéndose en la profundidad de su esencia, descansando los malestares de sus demonios inconscientes.
-Yuuki -murmuró, y por primera vez, no le pareció tan pesado pronunciarlo.
Yeah! ¡Y que no se diga que la varicela me afecta demasiado! Creo que pare ser crack a estado bastante canon ¿no? El Shiki/Yuuki ¡MOLA! y que nadie diga lo contrario ¬¬