La Bella Durmiente.

Sep 14, 2009 00:09

Título: La Bella Durmiente.
Fandom: Vampire Knight.
Claim: Shizuka/Haruka
Prompt: "Nieve"
Extensión: 673
Notas: Mucho antes de la trama de la serie.

Danzó por la sala con los brazos abiertos mientras seguía la vieja tonada emitida por el fonógrafo. ¡Ah! El baile le encantaba, dulce melodía moviendo los cuerpos a su caprichoso ritmo. La mayoría de la gente pensaba que era algo inventado por la frivolidad de la sociedad ¡que iban a entender esos patanes! La danza era mucho más que seguir el “uno, dos, tres” era un ritual, en él se comunicaba, se expresaba, se sentía.

Se sentía en cada nota la vibración de los instrumentos penetrando la piel, cosquilleando en el alma, alegrando el corazón. Desde los cabellos meneándose hasta la punta de los pies entusiasmados, desplazaba el cuerpo, olvidando todo lo demás, dejándose arrastrar por las alegres o tristes tonadas, sintiendo la vida correr por las venas mismas.

El fonógrafo se silencio. Abrió los ojos para encontrarse únicamente a ella en el enorme cuarto. La vida ya no parecía tan alegre y divertida, ella era un pajarillo encerrado. La gente del Consejo creía que la mejor manera para cuidar de los sangrepura se encontraba en cuidarlos de todo aquello que pudiera hacerles daño, así que para evitar emociones fuertes, ellos habían decidido que vivieran en hermosas casitas grandes donde eternamente se divertiría ¿y que había de divertido en estar si ni un amigo con quien platicar? Ni siquiera conocía a alguien de su misma raza.

-Ya es hora, Hiou-sama. -Detestaba a ese horrible hombre, quien creía que podía manipularla, pero quien más le inquietaba era su hijo, Asato según creía se llamaba, sus ojos le anunciaban que era un peligro para la sociedad vampírica. Debía tener cuidado con los Ichijo.

Ella siguió al vampiro en silencio, hasta la sala del baile, sólo debía aparecer un par de segundos antes de volver a su encierro. Ningún noble osaría en pedir su mano para bailar ¡sería un escándalo! Sólo estaba ahí porque los sangrepura debían dejarse ver de tanto en tanto.

Cuando entró en el gran salón, todo cayó en silencio, los bellos y arrogantes vampiros se inclinaron a sus pies, excepto uno. Debía tener más o menos su misma edad, creía haber oído algunas cosas de él. El segundo príncipe, el favorito de la sociedad; hermoso, valiente, inteligente, todo un Kuran. Le hizo una pequeña reverencia, aunque él fuera hijo del rey, los sangrepuras no estaban acostumbrados a someterse.

La orquesta se hizo resonar por el lugar, la mayoría volvió a la pista de baile, moviéndose de manera acartonada, como se les había enseñado que debían hacerlo.

Gallardamente se inclinó delante de ella para pedirle una pieza, la sorpresa se adueñó de ella, dubitativa aceptó la invitación. Así se lanzaron los dos a girar por la pista, moviéndose al compás de Tschaikowsky y su vals de la bella durmiente. Ninguno de los dos prestaba demasiada atención a su alrededor, se limitaban a mirarse a los ojos. Era el hombre más bello que había visto hasta entonces, con su cabello negro muy bien arreglado y esa natural cálida sonrisa que le obligaba a devolverle el gesto.

La hacía desplazarse ligeramente por la pista ¿todavía seguían en el suelo? Al cerrar los ojos se sintió volar, su corazón palpitaba con cada nota de la canción, ojalá nunca terminara el momento, que el mundo se detuviera en ese instante. Él la ciñó más a su cuerpo, el viento agitaba sus cabellos haciéndolos flotar, el fresco de la noche le hizo abrir los ojos. Ya no estaban en la pista, sino danzando en el balcón lejos de los curiosos. La nieve caía a su alrededor mientras giraban y giraban con los últimos acordes de la canción.

Se acabó el vals, los dos se separaron como dictaba la etiqueta. Ella abrió los labios para decir algo.

-Mi Señor Kuran, en casa le esperan, debemos irnos. Hiou-sama

Los dos se despidieron con una reverencia. El príncipe se había desvanecido tras la cortina de gente. Era demasiado pequeña para entender que sólo había sido mera cortesía, pero en ese entonces se preguntó ¿Eres tú el príncipe azul que yo soñé?

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