Malignos, seres sucios y tremendamente corruptibles, sólo de mirarles, el asco le ganaba, podía sentir los ácidos estomacales en su boca.
Despreciables. Intentó observar alguna otra escena, sin embargo tenía que aguantar ese sentimiento, pues cualquier ligero movimiento de ellos, podría darle una pista sobre sus fechorías.
No entendía porque las masas ponían su atención en ellos ¿Qué veían en esos intentos de magos? A él le bastó con verlos una vez, para saber la calaña tan baja a donde pertenecían. Traidores, media sangre, animalejos escondidos bajo la piel de un ser inocente, ignominiosos. Olían a mierda.
Una mueca de asco cruzó su faz, ahí estaban ellos cuatro, jugando bajo la sombra de un árbol cerca del lago, toqueteándose amigablemente, riendo con voz grave, hablando de sus vicisitudes en voz alta. Que desagradable verlos, “amistad” claro, por supuesto, en los ojos de los integrantes de ese grupo brillaba ese sentimiento. Sobre todo en esos dos, siempre conectando a la perfección, conociendo sus pensamientos desde la lejanía, desnudando sus deseos en pleno día, vamos, siéntelo, lo ves, ellos dos no esconden sus instintos. El de cabello elegante posa sus brazos alrededor del que usa gafas, se ríen juntos.
Tras los lentes una mirada apasionante se desvela, el de ojos grises se pasa la lengua sobre los labios lentamente mientras una sonrisa lasciva cruza su faz. El de cabello alborotado se alza sobre las puntas de sus pies, sus labios se acercan al oído de su compañero y le susurra dulcemente. Ambos vuelven a reír, aunque ahora se ven interrumpidos por el joven de cabellos castaños quien los urge para sentarse a las orillas del lago.
Black se tumba boca arriba en el suelo despojándose de su capa, la corbata y se desabotona la camisa, Potter le observa, le escudriñe con la mirada, está observando un pedazo de carne lujuriosa. El de ojos miel se burla de Potter, Black continúa el juego, pero se molesta cuando el de cabellos alborotados pasa una mano por la cintura de Lupin y le dice unas cosas cerca del oído. El que está en el suelo tira fuertemente del licántropo por la manga de la túnica, termina derribándole, Black se queja al sentir el peso de su compañero sobre de él. Potter ríe y jala al más pequeño de ellos por el cuello de la túnica, tumbándolo sobre la espalda de Lupin. El de gafas escucha los quejidos de Black y Lupin, pero le da igual, porque se tira sobre Pettigrew.
Los cuatro se vuelven un embole de brazos, piernas, manos y quejidos al por mayor. Lupin y Pettigrew consiguen arrastrarse lejos de la batalla que tienen Potter y Black, ambos rodando por el suelo, rozándose por doquier con cada parte de su ser. Lupin les grita que dejen de hacer eso ¿celos? Quizás. Él también quiere que paren, le da asco verlos manosearse en público. Pero esos dos siguen, hasta que Potter trata de levantarse y Black lo empuja con ambas manos al frente hacia atrás. El tipo cae en el agua, salpicando el torso desnudo de Black, quien se carcajea sentándose por fin a lado de Lupin, dedicándole una mirada especial.
Potter se levanta completamente empapado, sus ropas se le pegan al cuerpo, desvelando cada contorno de su constitución, su ropa es una segunda piel, sube y baja al ritmo de sus respiración. La imagen seduce, engaña, miente, corroe la pupila. Le dirige a Black unas cuantas palabrotas, antes de salir del lago.
Alguien lo cubre con una capa, aparta la mirada porque no soporta el espectáculo. Escucha a la joven regañar a Potter, quien suelta comentarios sobre la desnudez y ella se escandaliza, ambos pelean, pero Potter gana. Él está aún con ropa empapada a la sombra del árbol, mientras ella descansa sobre el pecho de él, como si fuera una gatita mimosa.
La ira se enciende en su pecho, ese tipejo le acaricia sobre la ropa; mas ella no dice nada, por el contrario le corresponde besándole la barbilla, para luego subir a los labios. Ese la aprieta contra sí con suma fuerza, es un gran bruto, sus caricias son torpes, pero a ella le gustan, ni siquiera le importa ser exhibida por ese baboso. El fuego se enciende, se puede ver, se puede sentir, incluso oler. Pasión, emoción, desbordamiento, amor.
Huye, ya no puede ver más, pero se jura que un día se vengará de todos ellos, un día los hará caer, un día él será guiado por la mano del destino para provocar su derrota. Lo que hay dentro de él no es rencor, sino odio absoluto.
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u.u Iba a sacar uno desde el punto de vista de Lily, pero me salió más fácil este, que remedio, mejor uno a nada ¿no? Pues de nuevo drabble para Duele Literario. Como ven este tiene una perspectiva desde alguien externo a los merodeadores, para quienes no se han enterado o tienen dudas, es desde el punto de vista de Snape. Me gusta porque tiene unos tintos muy siniestros, en el aspecto que deja viajar la imagiación por todos lados, vamos que palabritas como: toqueteando, manoseando, rodando err, dan mucho que pensar. Ya me diran ¿qué es esto, Crucio? pues puede ser lo que quiera, Jamius, Jamus (sí James/Remus), Jamly o bien Jamerus o Snack (Severus/Sirius, ._. me vi la contracción en inglés la vez pasada) o inclusive pueden imaginar que hay varios triangulos *OMG* porque la verdad si pudiera decir una palabra relacionada con este drabble, sería: ¡Celos! u.u aunque el tema sea "Rencor."
¡Oh, venga vamos! Se nota bastante que Snape está celocito que nadie le "toquetee" y entre los merodeadores hay tintes muy...ejemp, you know. Así chicos, imaginan las guarradas que os convengan ^^.
Antes de despedirme, muchas gracias a
nahiara_hime, por Betearme esta cosa ;P, aunque todavía tuviera los efectos secundarios de un golpe. ¡Gracias chica!