Introducción: Error.
-¿A Italia?- Lal Mirch parecía no comprender la situación, veía sorprendida a Tsuna al igual que sus demás guardianes, a excepción de Gokudera que tenía en sus piernas a Reborn.
-Pese a que las cosas han estado mejorando desde el regreso de los Arcobaleno aún nos quedan muchas cosas por investigar, encima de eso está el hecho de que Varia sigue afirmando que el Noveno sigue desaparecido…- Ante esas palabras Reborn parecía afilar la mirada.
-Lo que estás diciendo es que debemos de ir a Italia a confirmar la situación actual ¿No es así?-
-¡Eres increíble Tsuna! Aunque me pregunto si no me dirán nada por llevar mi espada.- Como siempre, Yamamoto tratando de aligerar el ambiente con sus tonterías, logrando que Tsuna sonriera un momento.
-Lo he comentado ya con las sedes Vongola que quedan, incluso Dino me ha dicho que tiene listo un Jet para nosotros…saldríamos en la tarde, el problema que quiero tratar es el hecho de que…- Observo a Gokudera unos momentos y tras unos segundos continuo hablando. -Todos los guardianes irán conmigo por si llega a darse el caso de que los Varia o alguna otra organización intente tomar este momento como una oportunidad para tomar el cargo de Vongola, y por supuesto, no aceptare ninguna negación- Y aquellas palabras iban dirigidas a Hibari, el cual le observo con clara molestia.
-Parece que has perdido antes de empezar, Hibari- Comentaba Ryohei hacía su amigo el cual solo le volteo a ver unos segundos antes de sacar su caja.
Al instante Yamamoto, Ryohei, Gokudera e incluso Lambo estaban rodeando a Tsuna, Lal Mirch le gritaba a Hibari que demonios estaba pensando y Reborn rápidamente fue a los brazos de Shoichi que estaba alejándose junto con Spanner, Fuuta y las chicas.
-Oh, así que los herbívoros protegen al líder…interesante. Pero ya estoy harto de esto, los morderé hasta la muerte y después podrán hacer lo que gusten, sin mí-
-Maldito, ¿Qué acaso no entiendes la complejidad de la situación?-
-No me interesa en lo más mínimo estar con tanta gente-
-Vamos Hibari, no hay por qué usar las violencia, hasta ahora todo había estado bien ¿No?-
-Ya basta- Ante aquella voz, todos voltearon a ver a Tsuna, de su frente emanaba una pura llama color naranja, en sus manos estaban los guantes Vongola y sus ojos brillaban en un hermoso color dorado, Spanner sonreía al ver que seguía teniendo trabajo en ese sitio.
-¿Qué es lo que quieres Sawada Tsunayoshi?-
-Irás con nosotros Hibari Kyouya- Afirmaba mientras se alejaba de sus guardianes, los cuales estaban firmes y solo le observaban. -Necesitaré de tu red de información más que nunca-
-¿Qué tal si digo que no?- Sus fieles tonfas ya estaban en sus manos, Tsuna afilo un poco la mirada y rápidamente ordeno a todos que se fueran del lugar. Gokudera rápidamente vació el sitio y se despidió de Tsuna antes de salir.
Fuera todos estaban expectantes, dentro no se escuchaba ni un ruido…en un momento, Yamamoto grito que debían de ir al siguiente nivel rápidamente. Mientras corrían, podían sentir un terrible retumbar en la base, las alarmas se dispararon y Reborn suspiraba levemente molesto.
-Sigue siendo un niño, me pregunto cómo debería de educarlo ahora…- Comentaba mientras brincaba de los brazos de Irie y se dirigía hacia la sala donde antes habían estado, encontrando solo escombros. -¡Hey Tsuna-inútil!-
-Que nostalgia…tiene tiempo que no me dices así Reborn.- Tsuna salía de entre el polvo con algunos raspones, al instante observo una patada dirigirse a su rostro y solo la recibió con el brazo. -¡¿Ahora qué he hecho?!-
-No estés comportándote de manera tan genial… ¿Crees que Gianinni tiene todo el tiempo para recoger tus destrozos?- Tsuna suspiraba molesto pero al mismo tiempo volteaba la mirada hacia los escombros, de los cuales Hibari salía sin ningún rasguño evidente, pero si con sus tonfas echas pedazos.
-Algún día te mataré Sawada Tsunayoshi-
-El Jet sale en dos horas, te espero en la carretera que da a Kokuyo, debo ir por alguien más antes de irnos.- Pudo escuchar una queja de parte del guardián de la nube, le volteo a ver y le dedico una suave sonrisa. -¿Alguna objeción Kyouya?-
-…Haz lo que quieras.- Y camino alejándose del sitio, Tsuna sonrió un poco más y subió al siguiente nivel encontrándose con los demás.
-Bien, aún tengo algunas cosas que arreglar, pero…supongo que lo entienden, me iré con los guardianes y la base quedará en manos de Gianinni- El aludido al instante comento que no podía aceptar eso, pues si las armas de alguno de ellos terminaba dañada o si necesitaban algo no llevaban un técnico, Tsuna le miro algo comprensivo. -Lo siento Gianinni…- Observo a Spanner. -Tú vendrás con nosotros.-
-¿Oh? Bueno…supongo que no hay remedio. Después de todo te lo iba a pedir Vongola, deseo ver que tan fuere eres ahora y, debo de volver a calibrar esas lentillas.- Ignoraba olímpicamente la mirada retadora de Gianinni y seguidamente Fuuta pregunto más cosas.
-Tsuna-nii, ¿Qué hay de nosotros?-
-Desearía no tener que llevarme a Lambo en realidad, pero esto es una emergencia y debo llevar conmigo la mayor cantidad de fuerza de combate- Reborn observaba atento los puños de Tsuna, notando que tan preocupado estaba por ello.
-¿E-En ese caso quienes quedaremos en la base?- Pregunto Shoichi.
-Por ahora, quiero que en la base se queden Shoichi, Fuuta, Gianinni e I-pin- Les comento, después volteo a ver a Bianchi. -Quiero que vengas con nosotros, necesitaré de tus habilidades también, en especial por que deseo hablar con tu padre.- Gokudera se tensó un momento pero rápidamente recobro la compostura. -Lal Mirch vendrá también, necesito de su experiencia en la base principal, quiero que Haru y Kyoko se mantengan lejos de la base hasta que vuelva…ya han estado suficiente tiempo encerradas, así que disfruten de sus vidas normalmente, en cualquier caso les informaré si deben de volver.- Ambas chicas entendieron aquello, pero Haru se acercó un poco.
-Me gustaría llevarme a I-pin con nosotras, también es una chica y, bueno, tiene exámenes pronto, creo.- I-pin al instante se alarmo y recordó que eso era verdad, Lambo se reía.
-Todavía eres una niña.-
-Cállate Lambo.- Se quejo la pequeña señorita al tiempo que Tsuna asentía y le decía a I-pin que se fuera con las chicas.
-Entonces, eso nos deja a Shoichi, Gianinni y a mi aquí en la base ¿No?-
-Si, confió en ustedes porque la base por ahora estará en paz, las cosas se complicaran en Italia una vez que sepan que voy hacía allá, además de que si ocurriese algo…no estarían solos.- Comento y antes de que pudieran preguntar observo a Irie. -Necesito hablar contigo, quisiera que ayudaras a Gianinni con unas pequeñas cosas y también quisiera que fueras tu el que supiera del plan en caso de emergencia…-
Irie parpadeo, pero asintió, ayudaría a Tsuna en lo que pudiera, aunque en realidad tenía ansias de ir a ver a Byakuran, aunque debía controlarlas y hasta ahora parecía que lo estaba logrando fácilmente.
Todos comenzaron a alistarse para realizar sus ordenes, Tsuna tomo a Irie y lo llevo a la única sala sin cámaras, la de entrenamiento, una vez dentro, le pidió a Gianinni que apagase todo lo que pudiera grabar una conversación y también que sellara la sala hasta que el llamase a través de su propio transmisor, una vez paso cierto tiempo, miro a Shoichi.
-En ti queda la responsabilidad de proteger todo lo que esté en esta base…perdóname por dejarte tal cargo pero, se que tu tendrás la forma de proteger el lugar de ser necesario.- Irie no entendía a que se refería. -Y también…todo lo que entre en esta base estará bajo mi protección, así que no te preocupes.- Irie seguía confundido. -Ya me entenderás, por cierto…si vas a salir hoy, sal después de las 6, a esa hora no habrá nadie fuera y seguramente ya estará la noticia de que estamos cerca de Italia, así que no tendrán problemas.-
-¿Por qué…?-
-Porque confió en ti y sé que todo estará bien, entenderás mis palabras.- Le sonrió amigablemente para después entregarle un dispositivo parecido a un celular. -Este objeto te servirá de mucho, abre más secciones de la base, incluyendo habitaciones extra que están fuera del límite de las cámaras, por si necesitas algo…también abre una 7ma salida, Gianinni estuvo totalmente en contra de esto pero sabía que sería necesario.-
-Tsunayoshi-kun- Seguía sin entender nada pero, si Tsuna lo decía debía ser porque sabía acerca de algo que ni estando a solas podía decirle. -Entiendo, cuidaré de este lugar.-
-No te sobre-esfuerces, solo ten cerca tu transmisor de sonido y concéntrate en cualquier cosa que tengas que hacer, si algo pasa Gianinni o Fuuta te informaran.- Irie asintió, supuso que Tsuna seguía preocupado por su estado. -Espero verte cuando vuelva, y espero verte feliz.-
-Gracias Tsunayoshi-kun- Dijo de corazón y después de que la sala de entrenamiento fuera desbloqueada ambos salieron, sin embargo Tsuna tenía una cara levemente preocupada, pero debía de creer en Shoichi.
Al cabo de un rato, la base quedo en absoluto silencio, Shoichi, Fuuta y Gianinni se dividieron las tareas, una vez eso estuvo hecho el día transcurrió tranquilamente…a la hora de la comida los tres hablaban sobre los momentos cuando los pequeños estaban con ellos y reían al recordar las travesuras de Lambo y los arranques de ira de Gokudera del pasado.
Cerca de las 7 de la noche, Shoichi salió de la base rumbo a donde su máquina se encontraba, teniendo cuidado de que nadie pudiera verlo y en efecto, tal cual Tsuna había dicho, nadie parecía estarlos vigilando o similar, se sintió tranquilo hasta llegar donde la maquina.
-…Me siento un poco mal haciéndole esto a Tsunayoshi-kun pero…- Pensaba que solo sería un momento, esta vez arreglaría todo para que pudiera volver en cierto momento de su época, pero antes debía de acomodar unos parámetros para volver a ir al momento que quería.
Por alguna razón, sentía que los controles de la maquina eran más rápidos, pero ignoro el hecho, quizás era por su propia ansiedad, solo continuaba tecleando hasta que vio los parámetros correctos en la pantalla y se acerco a la maquina, listo para irse en cualquier segundo, pero entonces algo paso…
Tras unos segundos, escucho un ruido raro, volteo hacía la computadora y en la pantalla los números estaban moviéndose solos, alarmado corrió a tratar de arreglarlo pero nada parecía cambiar, nada le hacía caso y entonces una explosión se dio, todo se volvió blanco y apenas pudo notar que en la pantalla decía Futuro en vez de pasado, pero nada más.
Cerró los ojos cuando sintió que caía de la silla y después se cubrió la cabeza debido al ruido que estaba causando su máquina, era la primera vez que eso ocurría y no estaba seguro de cuál era la razón, perdió el conocimiento y no supo más.
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Recién se había levantado, observo el reloj y luego trato de recordar que día era, faltaban dos días más para que la reunión que había convocado la líder de la familia Giglio Nero se diera, bostezo perezoso y se recostó de nuevo, viendo el espacio vacío a su lado y sonreía divertido, no tenía tanto que el Sho-chan del futuro se había ido pero en verdad que le extrañaba un poco…aunque ni así dejaba de molestar al Sho-chan del presente.
Se abrazo a la almohada, aun tenia parte de su aroma, sonrió más ampliamente y después se levanto dispuesto a comenzar con otro día como líder de la familia Gesso, vaya que era algo cansado pero no importaba, todo era para lograr un mundo perfecto…o más bien, su juego perfecto.
Se vistió con su ropa común y estaba por salir rumbo a la oficina de Sho-chan cuando escucho gritos fuera.
En ningún mundo había ocurrido eso, y por primera vez en tanto tiempo que ya ni recordaba, se había sorprendido. Tomo uno de los anillos de su familia que estaban cerca y salió dispuesto a ver que ocurría, antes de abrir la puerta escucho una voz, una voz que no podía creer que estuviera oyendo, abrió de golpe la puerta y vio a uno de sus guardias tomando por el brazo a un niño pelirrojo de ojos verdes y con anteojos.
-¡Contesta! ¡¿Cómo entraste aquí?!-
-¡Le estoy diciendo que no tengo idea! ¡Me está lastimando!- Gritaba el menor mientras trataba de alejarse desesperado y entonces otro guardia llego tras él, el chico comenzó a temblar y fue puesto contra la pared. - ¡D-Déjenme!-
-¡No intentes burlarte de nosotros! ¡Ahora hablaras por la fuerza!- El menor solo veía como ambos alzaban sus puños y cerró los ojos esperando el golpe.
-¿Qué hacen?-
Ambos guardias voltearon, viendo a Byakuran parado tras ellos, sonriente, pero no alegre…era casi como si estuviera enojado con ellos. Rápidamente se inclinaron ante él con el niño en medio, el menor alzo la mirada y tembló al notar que estaba frente a Byakuran.
-B-Byakuran…- Al instante ambos guardias estaban por volverle a gritar, pero uno de ellos recibió un puñetazo limpio en la cara, más específicamente aquel que lo tenía sujeto por el brazo de manera no delicada. -¡A-AH!-
-En mi mundo perfecto, los niños deben de ser tratados con cariños ¿Saben?- Decía con una enorme sonrisa para después agacharse frente al pequeño arrodillado. -¿Estás bien?- Esa frase, para ambos, era un total deja vu, el menor solo negó, estaba asustado. -Pobre, estas temblando…- Byakuran acerco su mano a la muñeca lastimada del pequeño y lo tomo con delicadeza, ayudándole a levantarse.
-¡B-Byakuran-sama! ¡No sabemos de donde llegó este niño! ¡No pue…!- Una fría mirada de Byakuran basto para callar a ambos guardias.
-Este niño está bajo mi protección, ¿Saben?- Miro al menor con ternura -Perdónalos, no saben con quién están tratando, espero que no te hayan hecho más daño- El menor negó lentamente aún sin entender nada. -Perfecto~- Contesto y después miro a los otros. - ¿Podrían irse por favor? Tengo cosas que hablar con él y ver su herida~- Los guardias asintieron rápidamente y salieron huyendo prácticamente.
Una vez dentro de la habitación Byakuran llevo al chico hasta una silla y se hinco frente a él, observo sus facciones, en verdad era él, el niño al que le debía sus poderes, el niño que le había causado ternura desde el primer momento que le miro, el niño que quería a su lado para siempre…y al cual había jurado amor más de una vez cuando le conocía de mayor.
Irie Shoichi estaba frente a él, con su bella apariencia de 15 años y estaba totalmente confundido, Byakuran sabía que ese chico estaba ahí por causas diferentes a la Bazuca, pues los 5 minutos ya habían pasado, quizás era un pequeño regalo de Sho-chan del futuro~.
-Bien Sho-chan- Irie le volteo a ver asustado. -Parece que tendrás que quedarte aquí un tiempo, cualquier cosa que quieras dímela y te la daré~- Comentaba contento.
-…- Shoichi solo temblaba. -¿Por qué estoy aquí? ¿Quién me ha traído? ¿Por qué Byakuran…?- Y antes de poder terminar de preguntarse nada, sintió un beso en sus labios y se sonrojo al tiempo que, sin poder controlarse, cerraba los ojos y le permitía al otro besarlo…
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Le dolía mucho la cabeza, no podía terminar de entender que había ocurrido, se levanto como pudo mientras observaba a su alrededor y notaba, para su mala suerte quizás, que seguía en su época normal, maldijo un poco hasta que vio algo a lo lejos, parecía una mochila, traba de enfocar y observo un poco de cabello blanco asomarse y…
-…Byakuran- No pudo pensar más y corrió hacía donde veía a aquel chico, llegando a su lado y observando sorprendido que, en efecto, era Byakuran pero…no el Byakuran que había conocido. -By-Byakuran…Gesso- Apenas pudo decir cuando el chico empezó a levantarse.
-Ah, creo que…moriré- Decía entre risas para después caer en cuenta que estaba en un lugar desconocido, volteaba a todos lados y luego miro a Shoichi. -…Ah, yo a ti te conozco-
-¡¿Eh?!-
-Tuve un sueño donde salías tu…- Decía como si fuera algo muy común. -Así que...esto puede ser, u otro sueño, o estoy en un futuro alterno, o comi demasiados malvaviscos y estoy alucinando…o simplemente me morí por brincarme la barda de la escuela y caer sobre un profesor~- Decía sonriente, aunque se notaba que en verdad estaba confundido.
-Byakuran…tu, tuviste sueños de mi…- No entendía, ¿A caso Uni le había dado sus memorias a Byakuran también?
-Es normal, últimamente sueño muchas cosas divertidas~- Decía y luego se levantaba, tambaleándose un poco y después sintiendo que recuperaba el equilibrio gracias a Shoichi. -Arigato yo~ Sho-chan~- Y Shoichi se sentía algo apenado. -¿Ah? ¿Me equivoque?-
-N-No…po-por cierto, hablas muy bien el japonés.- Trataba de cambiar de tema mientras intentaba procesar el hecho de que tenía a un Byakuran de 15 años frente a él.
-Estoy estudiando en Japón, iba camino a mi nueva escuela, la secundaria privada Yumei- Decía con total tranquilidad pero no dejaba de ver a todos lados asombrado.
Shoichi sintió que su sangre se helaba, ¡Byakuran estaba por ir a su misma escuela! ¡Y en su escuela solo había un grupo de tercer grado! Eso no podía ser, ¿Qué clase de broma del destino era esa? Entonces noto que el chico le miraba y después se tomaba la cabeza, Shoichi se alarmo.
-¿Estás bien?-
-S-Si, solo…me dan estos dolores de vez en cuando…y recibo imágenes en mi cabeza, cosas que no termino de entender…pero, que después de pensar mucho, puedo decir que, son información de otros futuros…- Miro a Shoichi. -Ya, ya sé donde estoy…esto es, el futuro donde…donde…- Se tomo con ambas manos la cabeza y después de unos momentos colapso en brazos de Shoichi.
-¡H-Hey!- El pobre pelirrojo no sabía qué hacer, acomodo al chico a un lado y corrió a la maquina, debía de regresarlo a su tiempo antes de que pasara algo peor, pero en el momento en que trato de encender la maquina se percato de que…estaba rota.
Se golpeo contra la mesa, no podía estarle pasando eso, no podía estar ocurriendo eso, no tenía que estar jugando con el tiempo, no tenía que estar jugueteando con todo cada que quisiera…y entonces escucho algo que le retiro de su momento de auto culpa.
-S-Sho-chan…- Murmuraba el chico buscando algo con la mano, parecía sufrir. Shoichi le miro y se acerco despacio, sentándose a su lado y tomándole la mano, el chico sonrió forzadamente. -Sho-chan…-
-Byakuran…- Le era increíble el hecho de que ese chico parecía apegado a él pese a que le había dicho que solo le había soñado, pero en parte entendía que era por eso que debía de encontrar la forma de regresarlo a su tiempo. Volteo a ver su máquina, esperaba que solo eso hubiera ocurrido, por ahora…
Por ahora quizás lo mejor era llevarlo a la base Vongola…
Y después vería como explicaba el asunto a los demás.
.:----------------------------| Comentarios~ |---------------------------:.
Uff, no espere que esto quedase este mismo día, y al fin...se terminó la introducción y pasamos a la historia que esta levemente corta, no es que vayan a hacer muchas cosas y tampoco esta muy complicada, ya tengo la idea del final y espero que no sea molestia, al menos aquí queda como borrador en lo que van saliendo las demás partes y ya luego irán a dar a Fanfiction.net pero, da igual, nadie lee nada xD aveces siento que escribo para nada pero...que más da, a mi me divierte y si alguien lo lee, que alegría, espero que al menos comenten.
En fin, pasando a otras cosas, ando buscando algún lado donde poner esto también, a ver si hay una comunidad de Reborn! en español que acepte cosas como estas.
Oh bueno, agregado al archivo y a seguirlo.
-Pese a que las cosas han estado mejorando desde el regreso de los Arcobaleno aún nos quedan muchas cosas por investigar, encima de eso está el hecho de que Varia sigue afirmando que el Noveno sigue desaparecido…- Ante esas palabras Reborn parecía afilar la mirada.
-Lo que estás diciendo es que debemos de ir a Italia a confirmar la situación actual ¿No es así?-
-¡Eres increíble Tsuna! Aunque me pregunto si no me dirán nada por llevar mi espada.- Como siempre, Yamamoto tratando de aligerar el ambiente con sus tonterías, logrando que Tsuna sonriera un momento.
-Lo he comentado ya con las sedes Vongola que quedan, incluso Dino me ha dicho que tiene listo un Jet para nosotros…saldríamos en la tarde, el problema que quiero tratar es el hecho de que…- Observo a Gokudera unos momentos y tras unos segundos continuo hablando. -Todos los guardianes irán conmigo por si llega a darse el caso de que los Varia o alguna otra organización intente tomar este momento como una oportunidad para tomar el cargo de Vongola, y por supuesto, no aceptare ninguna negación- Y aquellas palabras iban dirigidas a Hibari, el cual le observo con clara molestia.
-Parece que has perdido antes de empezar, Hibari- Comentaba Ryohei hacía su amigo el cual solo le volteo a ver unos segundos antes de sacar su caja.
Al instante Yamamoto, Ryohei, Gokudera e incluso Lambo estaban rodeando a Tsuna, Lal Mirch le gritaba a Hibari que demonios estaba pensando y Reborn rápidamente fue a los brazos de Shoichi que estaba alejándose junto con Spanner, Fuuta y las chicas.
-Oh, así que los herbívoros protegen al líder…interesante. Pero ya estoy harto de esto, los morderé hasta la muerte y después podrán hacer lo que gusten, sin mí-
-Maldito, ¿Qué acaso no entiendes la complejidad de la situación?-
-No me interesa en lo más mínimo estar con tanta gente-
-Vamos Hibari, no hay por qué usar las violencia, hasta ahora todo había estado bien ¿No?-
-Ya basta- Ante aquella voz, todos voltearon a ver a Tsuna, de su frente emanaba una pura llama color naranja, en sus manos estaban los guantes Vongola y sus ojos brillaban en un hermoso color dorado, Spanner sonreía al ver que seguía teniendo trabajo en ese sitio.
-¿Qué es lo que quieres Sawada Tsunayoshi?-
-Irás con nosotros Hibari Kyouya- Afirmaba mientras se alejaba de sus guardianes, los cuales estaban firmes y solo le observaban. -Necesitaré de tu red de información más que nunca-
-¿Qué tal si digo que no?- Sus fieles tonfas ya estaban en sus manos, Tsuna afilo un poco la mirada y rápidamente ordeno a todos que se fueran del lugar. Gokudera rápidamente vació el sitio y se despidió de Tsuna antes de salir.
Fuera todos estaban expectantes, dentro no se escuchaba ni un ruido…en un momento, Yamamoto grito que debían de ir al siguiente nivel rápidamente. Mientras corrían, podían sentir un terrible retumbar en la base, las alarmas se dispararon y Reborn suspiraba levemente molesto.
-Sigue siendo un niño, me pregunto cómo debería de educarlo ahora…- Comentaba mientras brincaba de los brazos de Irie y se dirigía hacia la sala donde antes habían estado, encontrando solo escombros. -¡Hey Tsuna-inútil!-
-Que nostalgia…tiene tiempo que no me dices así Reborn.- Tsuna salía de entre el polvo con algunos raspones, al instante observo una patada dirigirse a su rostro y solo la recibió con el brazo. -¡¿Ahora qué he hecho?!-
-No estés comportándote de manera tan genial… ¿Crees que Gianinni tiene todo el tiempo para recoger tus destrozos?- Tsuna suspiraba molesto pero al mismo tiempo volteaba la mirada hacia los escombros, de los cuales Hibari salía sin ningún rasguño evidente, pero si con sus tonfas echas pedazos.
-Algún día te mataré Sawada Tsunayoshi-
-El Jet sale en dos horas, te espero en la carretera que da a Kokuyo, debo ir por alguien más antes de irnos.- Pudo escuchar una queja de parte del guardián de la nube, le volteo a ver y le dedico una suave sonrisa. -¿Alguna objeción Kyouya?-
-…Haz lo que quieras.- Y camino alejándose del sitio, Tsuna sonrió un poco más y subió al siguiente nivel encontrándose con los demás.
-Bien, aún tengo algunas cosas que arreglar, pero…supongo que lo entienden, me iré con los guardianes y la base quedará en manos de Gianinni- El aludido al instante comento que no podía aceptar eso, pues si las armas de alguno de ellos terminaba dañada o si necesitaban algo no llevaban un técnico, Tsuna le miro algo comprensivo. -Lo siento Gianinni…- Observo a Spanner. -Tú vendrás con nosotros.-
-¿Oh? Bueno…supongo que no hay remedio. Después de todo te lo iba a pedir Vongola, deseo ver que tan fuere eres ahora y, debo de volver a calibrar esas lentillas.- Ignoraba olímpicamente la mirada retadora de Gianinni y seguidamente Fuuta pregunto más cosas.
-Tsuna-nii, ¿Qué hay de nosotros?-
-Desearía no tener que llevarme a Lambo en realidad, pero esto es una emergencia y debo llevar conmigo la mayor cantidad de fuerza de combate- Reborn observaba atento los puños de Tsuna, notando que tan preocupado estaba por ello.
-¿E-En ese caso quienes quedaremos en la base?- Pregunto Shoichi.
-Por ahora, quiero que en la base se queden Shoichi, Fuuta, Gianinni e I-pin- Les comento, después volteo a ver a Bianchi. -Quiero que vengas con nosotros, necesitaré de tus habilidades también, en especial por que deseo hablar con tu padre.- Gokudera se tensó un momento pero rápidamente recobro la compostura. -Lal Mirch vendrá también, necesito de su experiencia en la base principal, quiero que Haru y Kyoko se mantengan lejos de la base hasta que vuelva…ya han estado suficiente tiempo encerradas, así que disfruten de sus vidas normalmente, en cualquier caso les informaré si deben de volver.- Ambas chicas entendieron aquello, pero Haru se acercó un poco.
-Me gustaría llevarme a I-pin con nosotras, también es una chica y, bueno, tiene exámenes pronto, creo.- I-pin al instante se alarmo y recordó que eso era verdad, Lambo se reía.
-Todavía eres una niña.-
-Cállate Lambo.- Se quejo la pequeña señorita al tiempo que Tsuna asentía y le decía a I-pin que se fuera con las chicas.
-Entonces, eso nos deja a Shoichi, Gianinni y a mi aquí en la base ¿No?-
-Si, confió en ustedes porque la base por ahora estará en paz, las cosas se complicaran en Italia una vez que sepan que voy hacía allá, además de que si ocurriese algo…no estarían solos.- Comento y antes de que pudieran preguntar observo a Irie. -Necesito hablar contigo, quisiera que ayudaras a Gianinni con unas pequeñas cosas y también quisiera que fueras tu el que supiera del plan en caso de emergencia…-
Irie parpadeo, pero asintió, ayudaría a Tsuna en lo que pudiera, aunque en realidad tenía ansias de ir a ver a Byakuran, aunque debía controlarlas y hasta ahora parecía que lo estaba logrando fácilmente.
Todos comenzaron a alistarse para realizar sus ordenes, Tsuna tomo a Irie y lo llevo a la única sala sin cámaras, la de entrenamiento, una vez dentro, le pidió a Gianinni que apagase todo lo que pudiera grabar una conversación y también que sellara la sala hasta que el llamase a través de su propio transmisor, una vez paso cierto tiempo, miro a Shoichi.
-En ti queda la responsabilidad de proteger todo lo que esté en esta base…perdóname por dejarte tal cargo pero, se que tu tendrás la forma de proteger el lugar de ser necesario.- Irie no entendía a que se refería. -Y también…todo lo que entre en esta base estará bajo mi protección, así que no te preocupes.- Irie seguía confundido. -Ya me entenderás, por cierto…si vas a salir hoy, sal después de las 6, a esa hora no habrá nadie fuera y seguramente ya estará la noticia de que estamos cerca de Italia, así que no tendrán problemas.-
-¿Por qué…?-
-Porque confió en ti y sé que todo estará bien, entenderás mis palabras.- Le sonrió amigablemente para después entregarle un dispositivo parecido a un celular. -Este objeto te servirá de mucho, abre más secciones de la base, incluyendo habitaciones extra que están fuera del límite de las cámaras, por si necesitas algo…también abre una 7ma salida, Gianinni estuvo totalmente en contra de esto pero sabía que sería necesario.-
-Tsunayoshi-kun- Seguía sin entender nada pero, si Tsuna lo decía debía ser porque sabía acerca de algo que ni estando a solas podía decirle. -Entiendo, cuidaré de este lugar.-
-No te sobre-esfuerces, solo ten cerca tu transmisor de sonido y concéntrate en cualquier cosa que tengas que hacer, si algo pasa Gianinni o Fuuta te informaran.- Irie asintió, supuso que Tsuna seguía preocupado por su estado. -Espero verte cuando vuelva, y espero verte feliz.-
-Gracias Tsunayoshi-kun- Dijo de corazón y después de que la sala de entrenamiento fuera desbloqueada ambos salieron, sin embargo Tsuna tenía una cara levemente preocupada, pero debía de creer en Shoichi.
Al cabo de un rato, la base quedo en absoluto silencio, Shoichi, Fuuta y Gianinni se dividieron las tareas, una vez eso estuvo hecho el día transcurrió tranquilamente…a la hora de la comida los tres hablaban sobre los momentos cuando los pequeños estaban con ellos y reían al recordar las travesuras de Lambo y los arranques de ira de Gokudera del pasado.
Cerca de las 7 de la noche, Shoichi salió de la base rumbo a donde su máquina se encontraba, teniendo cuidado de que nadie pudiera verlo y en efecto, tal cual Tsuna había dicho, nadie parecía estarlos vigilando o similar, se sintió tranquilo hasta llegar donde la maquina.
-…Me siento un poco mal haciéndole esto a Tsunayoshi-kun pero…- Pensaba que solo sería un momento, esta vez arreglaría todo para que pudiera volver en cierto momento de su época, pero antes debía de acomodar unos parámetros para volver a ir al momento que quería.
Por alguna razón, sentía que los controles de la maquina eran más rápidos, pero ignoro el hecho, quizás era por su propia ansiedad, solo continuaba tecleando hasta que vio los parámetros correctos en la pantalla y se acerco a la maquina, listo para irse en cualquier segundo, pero entonces algo paso…
Tras unos segundos, escucho un ruido raro, volteo hacía la computadora y en la pantalla los números estaban moviéndose solos, alarmado corrió a tratar de arreglarlo pero nada parecía cambiar, nada le hacía caso y entonces una explosión se dio, todo se volvió blanco y apenas pudo notar que en la pantalla decía Futuro en vez de pasado, pero nada más.
Cerró los ojos cuando sintió que caía de la silla y después se cubrió la cabeza debido al ruido que estaba causando su máquina, era la primera vez que eso ocurría y no estaba seguro de cuál era la razón, perdió el conocimiento y no supo más.
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Recién se había levantado, observo el reloj y luego trato de recordar que día era, faltaban dos días más para que la reunión que había convocado la líder de la familia Giglio Nero se diera, bostezo perezoso y se recostó de nuevo, viendo el espacio vacío a su lado y sonreía divertido, no tenía tanto que el Sho-chan del futuro se había ido pero en verdad que le extrañaba un poco…aunque ni así dejaba de molestar al Sho-chan del presente.
Se abrazo a la almohada, aun tenia parte de su aroma, sonrió más ampliamente y después se levanto dispuesto a comenzar con otro día como líder de la familia Gesso, vaya que era algo cansado pero no importaba, todo era para lograr un mundo perfecto…o más bien, su juego perfecto.
Se vistió con su ropa común y estaba por salir rumbo a la oficina de Sho-chan cuando escucho gritos fuera.
En ningún mundo había ocurrido eso, y por primera vez en tanto tiempo que ya ni recordaba, se había sorprendido. Tomo uno de los anillos de su familia que estaban cerca y salió dispuesto a ver que ocurría, antes de abrir la puerta escucho una voz, una voz que no podía creer que estuviera oyendo, abrió de golpe la puerta y vio a uno de sus guardias tomando por el brazo a un niño pelirrojo de ojos verdes y con anteojos.
-¡Contesta! ¡¿Cómo entraste aquí?!-
-¡Le estoy diciendo que no tengo idea! ¡Me está lastimando!- Gritaba el menor mientras trataba de alejarse desesperado y entonces otro guardia llego tras él, el chico comenzó a temblar y fue puesto contra la pared. - ¡D-Déjenme!-
-¡No intentes burlarte de nosotros! ¡Ahora hablaras por la fuerza!- El menor solo veía como ambos alzaban sus puños y cerró los ojos esperando el golpe.
-¿Qué hacen?-
Ambos guardias voltearon, viendo a Byakuran parado tras ellos, sonriente, pero no alegre…era casi como si estuviera enojado con ellos. Rápidamente se inclinaron ante él con el niño en medio, el menor alzo la mirada y tembló al notar que estaba frente a Byakuran.
-B-Byakuran…- Al instante ambos guardias estaban por volverle a gritar, pero uno de ellos recibió un puñetazo limpio en la cara, más específicamente aquel que lo tenía sujeto por el brazo de manera no delicada. -¡A-AH!-
-En mi mundo perfecto, los niños deben de ser tratados con cariños ¿Saben?- Decía con una enorme sonrisa para después agacharse frente al pequeño arrodillado. -¿Estás bien?- Esa frase, para ambos, era un total deja vu, el menor solo negó, estaba asustado. -Pobre, estas temblando…- Byakuran acerco su mano a la muñeca lastimada del pequeño y lo tomo con delicadeza, ayudándole a levantarse.
-¡B-Byakuran-sama! ¡No sabemos de donde llegó este niño! ¡No pue…!- Una fría mirada de Byakuran basto para callar a ambos guardias.
-Este niño está bajo mi protección, ¿Saben?- Miro al menor con ternura -Perdónalos, no saben con quién están tratando, espero que no te hayan hecho más daño- El menor negó lentamente aún sin entender nada. -Perfecto~- Contesto y después miro a los otros. - ¿Podrían irse por favor? Tengo cosas que hablar con él y ver su herida~- Los guardias asintieron rápidamente y salieron huyendo prácticamente.
Una vez dentro de la habitación Byakuran llevo al chico hasta una silla y se hinco frente a él, observo sus facciones, en verdad era él, el niño al que le debía sus poderes, el niño que le había causado ternura desde el primer momento que le miro, el niño que quería a su lado para siempre…y al cual había jurado amor más de una vez cuando le conocía de mayor.
Irie Shoichi estaba frente a él, con su bella apariencia de 15 años y estaba totalmente confundido, Byakuran sabía que ese chico estaba ahí por causas diferentes a la Bazuca, pues los 5 minutos ya habían pasado, quizás era un pequeño regalo de Sho-chan del futuro~.
-Bien Sho-chan- Irie le volteo a ver asustado. -Parece que tendrás que quedarte aquí un tiempo, cualquier cosa que quieras dímela y te la daré~- Comentaba contento.
-…- Shoichi solo temblaba. -¿Por qué estoy aquí? ¿Quién me ha traído? ¿Por qué Byakuran…?- Y antes de poder terminar de preguntarse nada, sintió un beso en sus labios y se sonrojo al tiempo que, sin poder controlarse, cerraba los ojos y le permitía al otro besarlo…
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Le dolía mucho la cabeza, no podía terminar de entender que había ocurrido, se levanto como pudo mientras observaba a su alrededor y notaba, para su mala suerte quizás, que seguía en su época normal, maldijo un poco hasta que vio algo a lo lejos, parecía una mochila, traba de enfocar y observo un poco de cabello blanco asomarse y…
-…Byakuran- No pudo pensar más y corrió hacía donde veía a aquel chico, llegando a su lado y observando sorprendido que, en efecto, era Byakuran pero…no el Byakuran que había conocido. -By-Byakuran…Gesso- Apenas pudo decir cuando el chico empezó a levantarse.
-Ah, creo que…moriré- Decía entre risas para después caer en cuenta que estaba en un lugar desconocido, volteaba a todos lados y luego miro a Shoichi. -…Ah, yo a ti te conozco-
-¡¿Eh?!-
-Tuve un sueño donde salías tu…- Decía como si fuera algo muy común. -Así que...esto puede ser, u otro sueño, o estoy en un futuro alterno, o comi demasiados malvaviscos y estoy alucinando…o simplemente me morí por brincarme la barda de la escuela y caer sobre un profesor~- Decía sonriente, aunque se notaba que en verdad estaba confundido.
-Byakuran…tu, tuviste sueños de mi…- No entendía, ¿A caso Uni le había dado sus memorias a Byakuran también?
-Es normal, últimamente sueño muchas cosas divertidas~- Decía y luego se levantaba, tambaleándose un poco y después sintiendo que recuperaba el equilibrio gracias a Shoichi. -Arigato yo~ Sho-chan~- Y Shoichi se sentía algo apenado. -¿Ah? ¿Me equivoque?-
-N-No…po-por cierto, hablas muy bien el japonés.- Trataba de cambiar de tema mientras intentaba procesar el hecho de que tenía a un Byakuran de 15 años frente a él.
-Estoy estudiando en Japón, iba camino a mi nueva escuela, la secundaria privada Yumei- Decía con total tranquilidad pero no dejaba de ver a todos lados asombrado.
Shoichi sintió que su sangre se helaba, ¡Byakuran estaba por ir a su misma escuela! ¡Y en su escuela solo había un grupo de tercer grado! Eso no podía ser, ¿Qué clase de broma del destino era esa? Entonces noto que el chico le miraba y después se tomaba la cabeza, Shoichi se alarmo.
-¿Estás bien?-
-S-Si, solo…me dan estos dolores de vez en cuando…y recibo imágenes en mi cabeza, cosas que no termino de entender…pero, que después de pensar mucho, puedo decir que, son información de otros futuros…- Miro a Shoichi. -Ya, ya sé donde estoy…esto es, el futuro donde…donde…- Se tomo con ambas manos la cabeza y después de unos momentos colapso en brazos de Shoichi.
-¡H-Hey!- El pobre pelirrojo no sabía qué hacer, acomodo al chico a un lado y corrió a la maquina, debía de regresarlo a su tiempo antes de que pasara algo peor, pero en el momento en que trato de encender la maquina se percato de que…estaba rota.
Se golpeo contra la mesa, no podía estarle pasando eso, no podía estar ocurriendo eso, no tenía que estar jugando con el tiempo, no tenía que estar jugueteando con todo cada que quisiera…y entonces escucho algo que le retiro de su momento de auto culpa.
-S-Sho-chan…- Murmuraba el chico buscando algo con la mano, parecía sufrir. Shoichi le miro y se acerco despacio, sentándose a su lado y tomándole la mano, el chico sonrió forzadamente. -Sho-chan…-
-Byakuran…- Le era increíble el hecho de que ese chico parecía apegado a él pese a que le había dicho que solo le había soñado, pero en parte entendía que era por eso que debía de encontrar la forma de regresarlo a su tiempo. Volteo a ver su máquina, esperaba que solo eso hubiera ocurrido, por ahora…
Por ahora quizás lo mejor era llevarlo a la base Vongola…
Y después vería como explicaba el asunto a los demás.
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Uff, no espere que esto quedase este mismo día, y al fin...se terminó la introducción y pasamos a la historia que esta levemente corta, no es que vayan a hacer muchas cosas y tampoco esta muy complicada, ya tengo la idea del final y espero que no sea molestia, al menos aquí queda como borrador en lo que van saliendo las demás partes y ya luego irán a dar a Fanfiction.net pero, da igual, nadie lee nada xD aveces siento que escribo para nada pero...que más da, a mi me divierte y si alguien lo lee, que alegría, espero que al menos comenten.
En fin, pasando a otras cosas, ando buscando algún lado donde poner esto también, a ver si hay una comunidad de Reborn! en español que acepte cosas como estas.
Oh bueno, agregado al archivo y a seguirlo.