Capítulo 9
Fuerza de Voluntad
17 llamadas perdidas eran muchas. MUCHAS.
Deseó poder quitarle la batería al puto celular e intentar seguir con su vida...pero ¡demonios! con la suerte que lo caracterizaba fácil y ocurría un emergencia y todo terminaba en desgracia.
No era bueno tentar a la madre naturaleza.
No cuando apellidaba Kim.
Sus manos sujetaron con incluso más fuerza el móvil.
Le picaban los dedos, el alma...
Él no era bueno para mantener su equilibrio emocional. Era un muchacho de impulsos, un adolescente. Uno que estaba muy a punto de sucumbir a sus “y si” y terminaría llamando a ese muchacho de rulos negros para pedir perdón por algo que...ya ni tenía muy en claro.
Pero había un algo de por medio que se lo impedía.
Un algo que había crecido de a pocos dentro de sí mismo a causa del bastardo de Changmin y que le hacía mantener su testarudez en pie.
No era su culpa que Yoochun fuera excelente para dramatizar las cosas.
Por otro lado Changmin había tenido un muy buen punto en la discusión de aquella noche.
De modo que Jaejoong se deshacía la cabeza pensando ¿Por qué demonios le importaba tanto? Yoochun podía ser muy posesivo y todo lo que quieran pero nunca había hecho problemas con sus anteriores novias/choques fugas.
¿Por qué Changmin le importaba tanto?
Eran demasiados porqués, demasiadas vueltas a un asunto que no podría resolver...
Al menos no hay sentado.
Suspiró frustrado y guardó el móvil en su morral de nuevo.
Intentó fijar su vista de vuelta en el pizarrón. Esa era indudablemente la clase más aburrida que debía llevar en el ciclo y su presencia no era obligatoria o necesaria pero...dado que tenía miedo a que su fuerza de voluntad flaqueara prefería tener algo en lo que distraerse.
Tan distraído en su propia línea de pensamiento no sintió a una muchacha tomar asiento a su lado, al menos no hasta que escuchó un “pssst, pssst...”
Intuitivamente el pelirrojo volteó hacia la fuente del sonido y se topo con unos ojos claros bastante monos.
Un sonrojo subió a sus mejillas ¿la muchacha estaba llamándolo?
Porsiacaso espió por el rabillo del ojo a su tras. No encontró a nadie. Así que una de dos...o se dirigía a él o era esquizofrénica.
La muchacha le ofreció una sonrisa bonita cuando supo tenía su atención. Luego arrancó un pedazo de la hoja de su cuaderno y empezó a escribir algo.
“Hola ^^ ¿Jaejoong, verdad?”
La chica le pasó el papel doblado mirando hacia delante totalmente serena para no alertar al profesor.
Jaejoong le recibió el papel y cogió su lapicero para responder, “Sí.”
La muchacha se presentó como Sena Hong y una carita con una sonrisa muy grande para sus cachetes. Jaejoong le sonrió como respuesta.
La sonrisa se le borró cuando leyó el siguiente mensaje, “sé lo de tu relación falsa con Changmin.”
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“¿No vienes?” la chica prácticamente le rogó con la mirada a su novio.
“No, no tengo apetito.” Fue lo que Yoochun le respondió.
Algo dentro de ella se rompió.
Quiso solo dar vuelta sobre sus talones y pretender que nada pasada. Y lo hizo. Solo que fue incapaz de dar un paso. Sus ojos se humedecieron. Apretó los puños y llenándose de coraje y valor encaró al de rulos.
“Ya he tenido suficiente,” le dijo.
Yoochun la miró sin entender.
“¿Qué?”
“Si lo quieres, sólo, sólo ve por él,” le susurró.
Una pequeña lágrima deslizó por su mejilla.
Y antes de que Yoochun pudiera detenerla salió huyendo. No quería que el último recuerdo que esa persona, a la que tanto quería, tuviera de ella fuera llorando.
El pelinegro se quedó ahí. Incapaz de seguirla. Con el corazón pesado y mucho miedo erizándole los vellos de los brazos.
Después de todo había entendido perfectamente a lo que la muchacha se refería.
Miró su celular.
Timbró a su amigo de nuevo.
De nuevo fue redireccionado a la casilla de voz.
“¡Hola! Soy Jaejoong en este momento no puedo atenderte porque probablemente te apellides Park y hayas hecho algo que amerite mi repudio, en el caso excepcional de que seas otra persona por favor deja tu mensaje...bip”
“Me gustas,” habló en un hilo de voz, “me gustas Jaejoong...”
Cortó la llamada.
Cuando volteó se topó con un par de ojos marrones.