El último click
Fecha y lugar de la escena: Febrero 2012/habitación 325 de un hotel. Luego de que Jin se fuese de KAT-TUN, Kame quedó muy dolido. Poco menos de 2 años después Jin regresa para hacerle saber que lo ama, y esta vez al que no lo tomarán enserio será a él.
Cuando el acto finalizó Akanishi se quedó aferrado a su cintura sin salir de él. Kame era su presa, debía ser su presa. No había opciones.
Él tenía que ser su amante, su amigo, su obsesión, su todo. Debía besarlo por toda la eternidad.
Y si no podía hacerlo, ya hallaría solución, más él sería el único dueño, el único que podría tocar su cuerpo. El único que podría hacerlo gemir, gritar.
Ansiaba volver a tenerlo en sus brazos, exigiendo más.
Una vez más, como todas las noches.
Pero ahora, en este mismo instante.
De nuevo.
No quería detenerse bajo ninguna circunstancia.
Quería amarlo otra vez.
Acarició su pelvis, y Kazuya suspiró quedamente.
- Jin estoy cansado.-el castaño quitó las manos de su amante de la zona.
- Por favor amor, una segunda ronda.-gimió frustrado Akanishi.
- ¿Amor? Por favor, ¡somos amigos! -dijo el castaño ofuscado.
- Claro, a la hora del sexo no te importa ser mi amigo.-suspiró Jin.
- ¡Jin! Ya hemos hablado de esto.-se giró para mirarlo.- Te amo, pero como amigos nada más.-lo miró a los ojos. No quería enamorarse. No de un amigo.
- Te amo Kazu-chan, te amo de verdad, cada vez que te hago el amor, siento que muero en tus brazos.-Akanishi comenzó a sentir aguados sus ojos.
- Jin…-murmuró el castaño.- Lo siento.
- ¡No! ¡No lo sientes! ¡No te importa! -gritó el pelinegro. Se levantó y se acercó al buró dónde tenía una cuchilla, y regresó a la cama con el menor.
- ¿Qué haces con eso? -Akanishi acercó el filoso elemento al cuello de su amigo.- ¡Jin! ¿Qué intentas hacer? ¿Vas a matarme? -comenzó a llorar el castaño.- Somos amigos, te amo.
- Sí, pero no como yo. Nunca lo harás, y si no puedo tenerte, nadie en esta puta tierra lo hará.-sollozó Akanishi sonriendo de lado.
- Jin, amigo, por favor.-murmuró Kamenashi sintiendo como el cuchillo se pegaba más a su yugular lastimándolo.
- ¡No supliques! Para eso siempre estuve yo, para suplicarte que me amaras, pero no me escuchaste, ahora no lo haré yo tampoco.-murmuró cortando apenas su cuello.
- Pero… Jin, te arrepentirás lo sé. Te extrañaré.-lloró desesperado.
- Nunca me extrañarás como yo lo haré, jamás.-cortó un poco más fuerte haciendo que gritara fuertemente.
- Jin, por favor.-dijo el menor apenas audible, le dolía, pero más que el gran dolor físico, le dolía el corazón.
- ¡No! Adiós amor, adiós amigo.-murmuró y sintió como Kame comenzaba a desangrarse a borbotones manchando todo su cuerpo desnudo y las frías sábanas blancas.
Lloró una hora pegado a su cuerpo, y beso sus labios.
El pelinegro estaba con un brote psicótico, tanto que con su lengua lamía la sangre de su cuello sintiendo el sabor de su amante en el.
- Te amo, mucho.-besó su pecho, sus brazos.
Se levantó y tomó la cámara fotográfica de Kamenashi, su ahora muerto amigo, y se acostó pegado al frío cuerpo para sacarse una foto besando sus labios, sintiéndolos gélidos, cual si de una vampiro se tratase.
“Clic”
El sonido de la destrucción, el sonido de una muerte. La muerte de Kamenashi Kazuya.