Clonación de corazones (escritos de medianoche)

Jan 18, 2011 12:35



I


- Clónalo.

- ¿¡Cómo!?

- Que lo clones.

- Sí, pero... ¿cómo?

- Es simple.

- Explícate mejor.

- Sólo debes llegar a su corazón, lo más hondo posible, como para poder activar la llave de clonación en su pecho.

- Y... ¿cómo se supone que lo logre?

- La herramienta perfecta se llama amor.

- ¿Ah?, ¿y cómo hago para conseguirlo?

- Clonando tu propio pecho, formando un "tú" que sea para "él", y nada más que para él.

- Suena tan simple dicho así... ¿la ciencia puede ayudarme en eso?

- No es algo que la ciencia pueda lograr, los sentimientos de la gente no es algo que pueda controlarse.

- ¿Quizá la psicología?

- Tampoco, la psicología sigue siendo una ciencia... ¿o acaso no lo sabes?

- Lo sé. ¿Es muy difícil enamorarse?

- No, pero tampoco es fácil. Cuando llega es tan repentino, y cuando se va tarda demasiado en cicatrizar.

- Ya veo. ¿Y cuánto tiempo podré tardar en tenerte?

- Quizá años querido, o en otra vida.

- Lo amo.

- Lo sé, pero hasta que no llegues profundo en mi corazón, no podré clonarme para ti.

II


- ¿Dónde?

- En algún lugar incierto.

- ¿Incierto?

- Ajá. Aunque quizá no tan incierto.

- Decídete.

- No es cuestión de decidirse, es cuestión de momento y circunstancia.

- ¿Por qué todo debe ser tan perfecto?

- No es perfecto, es incierto.

- Aún no entiendo por qué dices incierto...

- Porque no es verdadero o cierto, porque puede ser o no seguro y porque no es conocido por el mundo. Es... incierto.

- ¡Ya! ¡Ya entendí!

- No te vuelvas iracundo...

- No estoy alterado, pero no hacía falta repetir la palabra al final de la explicación.

- ¿Y entonces por qué si al comienzo?

- No lo sé. Se supone que tú eres el sabio.

- No soy un sabio. Soy un erudito.

- ¿Y eso con qué se come?

- Con una vasta noticia de conocimientos literarios, que requiere mucha lectura, actividad, curiosidad y memoria.

- ¡Agh!

- ¿Te encuentras demasiado susceptible hoy?

- ¡Es que me irritas!

- ¡Tienes demasiada ira en tu poder! Unas sesiones de gritos en la azotea no te vendrían para nada mal...

- ¡Agh! Me cansas... ¿me detestas a caso?

- Nunca lo haría mi fiel y adorado súbdito.

- ¡Yo no soy súbdito de nadie!

- Shh... Y yo he dicho que no soy sabio sino erudito. Y lo he dicho suavemente sin alteraciones.

- ¡Pero...! Si no me dejas estar un peldaño más cerca tuyo, nunca podré clonarte.

- Algún día. En otra vida quizá.

III


- No entiendo...

- ¿Qué no entiendes?

- La vida...el por qué nunca puedo llegar a ti.

- Es que no lo has intentado como debes. Lo que has intentado hasta hora no vale la pena.

- ¡Eres hiriente!

- No, soy sincero... nada más.

- ¡Agh!

- ¿Ya te enojaste?

- No, te parece nada más...

- Eres un pequeño mocoso y berrinchudo...

- Tengo 17, no soy un niño.

- Y yo 27, asique para mí si lo eres.

- Detesto que siempre estés un escalón sobre mí...

- Te confundes, es más lejos de un escalón... mucho más arriba.

- ¡Me enervas!

- Lo sé, pero aún así sigues intentando... ¿No te cansas?

- Sé que algún día llegaré...

- No lo creo, pero si tu crees eso...

- Quiero amarte... ¿acaso está mal?

- Demasiado súbdito mío... demasiado.

IV



- Otra vez enervándote...

- ¡Agh!

- Siempre con las mismas expresiones... "Agh" de acá, "agh" de allá...

- ¡AGGGGGGGGH!

- Y ahí vamos de nuevo... súbdito mío, me debes respeto no debes olvidarlo.

- ¡No tengo por qué seguir sus órdenes, no soy un muñeco, tengo vida, sufro por su culpa y a la vez le espero...!

- Él que te espera soy yo, aunque en realidad no...En realidad tú quieres que te espere, no entiendes que eres un niño ¿verdad?

- Pero... le amo, tengo que repetirlo siempre... ¡Nunca entenderá! ¡No me importa cuántos años tenga! Sólo lo quiero a mi lado...

- Creo... debo contártelo. Creo que llegó el momento...

- ¿Ah?

- Soy no-humano...

- Jajá.

- No es una broma...

- Si, claro...

- ¡Un humano no puede traspasar tu cuerpo con las manos! ¿Verdad?

- ¿¡Cómo has hecho eso!?

- Te lo he dicho... soy un no-humano.

- ¿Y yo? ¿Y yo de dónde vengo?

- Experimento...

- ¿Ah?

- ¿Por qué crees que no puedes clonarme? Tus sentimientos, los demás no pueden sentirlos.

V


 - ¿Dónde se supone que estoy?

- ¿Dónde crees que estás?

- Sólo veo todo blanco.

-¿Qué más ves?

- Veo...No sé que más veo. ¿A ti?

- Correcto, me ves a mí.

- ¿Dónde estoy?

- Dentro de mí, en realidad estás mirando con mis ojos.

- ¿En qué me he convertido ahora?

- Simplemente en mí.

- ¿En ti?

- Si, te pertenezco ahora.

- ¿Pertenecerte?

- Sí.

- ¿Eso significa qué...?

- Lo has logrado.

- Pero... ¿No habías dicho que era imposible para mí?

- No lo niego, pero al despertarme esta mañana te hallabas dentro mío.

- ¿Cómo pudo haber sucedido?

- No lo sé, tu amor debe ser muy fuerte jovencito.

- Un experimento...

- ¿Qué?

- No soy un jovencito... soy un experimento.

- Y yo un no-humano, un no-humano que está siendo amado...

- Por mí.

- Por ti.

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