De sueños raros...

Aug 05, 2011 18:02

Anoche tuve uno de los sueños más reales que he tenido en mi vida. Aunque al comienzo parecía una teleserie de esas apocalípticas de la tele...

Lo primero que recuerdo es que estaba en mi dormitorio. Os aseguro que era, hasta el último detalle, mi dormitorio. Estaba haciendo la cama y buscando cosas. Estaba puesta, supongo que era eso, la TV en la sala y estábamos escuchando las noticias. Todos los canales hablaban de lo mismo. Había habido una catástrofe y el planeta entero se destruía. Creo que era una catástrofe nuclear, aunque tampoco recuerdo que nada lo mencionase. Era algo tipo radiación o similar. El desastre había comenzado en otro continente y avanzaba por todo el planeta arrasando todo a su paso. O quizás no, la cuestión es que cortaba las comunicaciones. Como fuese, estábamos preparándonos para nuestras últimas horas. Había discutido con mi Sr. esposo, yo quería pasar mis últimas horas en mi casita con él y con Bugui. El se empeñaba en ir a casa de su madre. Debí percatarme de que era un sueño, nos quedamos en nuestra casa. En la vida real dudo haber ganado una discusión así.

Estaba localizando unas pastillas que me recetaron cuando sufría cefaleas. Son somníferos que hace mucho que no uso. Precisamente por eso las cogía de mi mesita de noche y buscaba la fecha de caducidad. Imaginaos, que en vez de dormidos nos pasamos las últimas horas con dolor de barriga... Soy un desastre, he perdido la caja (es así en la vida real y las pastillas existen y están ahí). Tenía las pastillas en la mano, tocaba el envoltorio metálico, lo sentía en mis manos y contaba cuantas quedaban. Y le preguntaba a Javi qué hacíamos, si nos tomábamos sólo una cada uno para dormir o nos suicidábamos directamente. Es que el tema de la radiación es muy extraño como funciona, fijaos en el bosque naranja de Chernobil. ¿Y si nos suicidábamos y podíamos haber vivido perfectamente? ¿No valía la pena darse una segunda oportunidad? Por otro lado, estaba la posibilidad de que nos despertásemos realmente enfermos y que las pastillas ya no sirviesen para nada por la radiación. Habríamos perdido la oportunidad de una agradable muerte dormidos. Y, de repente caímos en la cuenta de Bugui. ¿Qué íbamos a hacer? ¿Podíamos darle aunque fuese un trozo de pastilla? ¿Se dormiría o se pondría muy enfermo? Decidimos mirar en internet acerca de lo de Bugui.

Fuimos al cuarto del ordenador y Javi se sentó a buscar en internet. Ya no se podía llamar al veterinario. Al entrar vimos muchos correos electrónicos. Todo el mundo estaba escribiendo a sus amigos, diciéndoles lo maravilloso que había sido conocerse y que nunca se olvidarían. Y que era una pena que todo acabase así. Pidiendo perdón por errores pasados, lamentándose de no haber aprovechado mejor el tiempo. Y recordando tiempos mejores. Y contestamos correos, recuerdo que usaba el teclado. Sentía el tacto de las teclas, era totalmente real. No recuerdo que escribía.

Decidí ir a nuestro dormitorio a colocarlo todo y dejarlo listo, quería que la habitación estuviese impecable. Preocupándome por las sábanas que debía poner, que ropa ponerse... Me asaltaba la duda de si, al exterminar toda la vida, ¿qué iba a pasarnos? Si no había nada de vida, ni bacterias. ¿Quedaríamos incorruptos? Valdría la pena quedar bien por si nos encontraban ¿Pero quien iba a encontrarnos? ¿Vida extraterrestre? En este planeta no iba a quedar nada.

Y, de repente, me percaté de que el camino entre habitaciones era extraño. Me giré y la habitación del ordenador estaba al otro lado del recibidor. No es así, está al fondo del pasillo. En ese momento empecé a ser consciente de que aquello no podía ser real, era demasiado extraño. Me asomé al pasillo a ver la configuración del resto de la casa. Y volví a estar frente al teclado, con los correos. Es como si el sueño intentase reparar sus errores. Pero ya me había dado cuenta. Además, si estaba sentado frente al ordenador Javi. ¿Por qué era yo la que tecleaba? Y el sueño empezó a tener todo tipo de incongruencias espacio - tiempo. Fue como si se desmoronase, desaparecían objetos y aparecían de otra forma.  En un momento dado incluso desapareció Bugui, le buscaba pero ya no estaba, y ahí me desperté.

Llevo todo el día pensando en el sueño.
Previous post Next post
Up