Jul 13, 2007 23:12
El tiempo lo cura todo, dicen. El tiempo hace que recorras nuevos caminos, olvides experiencias y te cruces con viejas amistades.
Hoy fue uno de esos días de cruce-con-viejas-amistades. La fiesta de cumpleaños de una de tus mejores amigas es uno de esos eventos a lo más alto en la lista de prioridades y que no se pueden evitar, aún cuando no se encaje del todo en su lista de amistades.
Aún así una se arregla lo mejor que puede, va y expone su mejor sonrisa. Aunque se sienta algo fuera de lugar con chistes internos, una se esfuerza por pasarla bien porque su amiga lo vale.
Es entonces cuando surge del sendero del pasado alguien a quien no ha visto desde hace casi cuatro años, luego de la fiesta de graduación.
Resulta ridículo cómo en cuestión de instantes, estamos en el 2004 una vez más. Basta con que él ponga la mano en su hombro y ella sepa exactamente cuándo girar el rostro para estamparle un beso sonoro en la mejilla. Como se debe hacer.
Como él le enseñó.
feelings,
life,
myself,
friends