Quejas!
Estoy muy enojada y he llegado a un punto nuevo de indignación que no conocía.
Resulta que formo parte de la brigada de protección civil de la dirección a la que estoy adscrita. No habría tanto problema en ser brigadista puesto que mi área hay un aproximado de veinte personas, por lo que soy perfectamente capaz de informarle a estas personas lo que deben hacer en caso de algún evento (sismo, incendio o amenaza de bomba).
Un buen día un imbécil tuvo la idea de nombrarme jefe de piso y ahora además de coordinar a diez brigadistas más, tuve que elaborar un plan interno para aproximadamente 150 personas. Y lo hice, lo mejoré bastante e incluso recibimos una felicitación del sector central porque en verdad se notó mucho el cambio, además de que se mantuvo mejor informado a todo el personal, también se capacitó mejor a los brigadistas y se les consiguió equipo.
Pero conforme ha pasado el tiempo, me topo con jefes a los que les vale, pero eso sí, cuando algo pasa vienen y me exigen resultados y me llenan de quejas que en realidad son quejas que yo debería tener para con ellos y a mis brigadistas, que más bien parecen unos mocositos de cinco años, tengo que estarlos persiguiendo, como si me hicieran un terrible favor al escucharme darles indicaciones de lo que se debe hacer. YO LES HAGO EL FAVOR.
Ni siquiera les pido que vayan a las reuniones. Voy yo y luego les platico todo resumido en diez minutos y no en la hora y media que regularmente dura una reunión.
Y ahora voy y exteriorizo mi intención de dejar de ser jefe de piso (mas no brigadista) y viene un idiota a decirme que tenga cuidado con dejar al grupo, porque ciertas personas son muy muy vengativas y me pueden afectar con mi horario.
¡Amenazas! ¡amenazas a mí!
Como si no tuviera suficiente con lidiar con ellos.
Y voy y me quejo amargamente con mi papá y me dice que me aguante.
¡Estoy tan enojada!
Resulta que formo parte de la brigada de protección civil de la dirección a la que estoy adscrita. No habría tanto problema en ser brigadista puesto que mi área hay un aproximado de veinte personas, por lo que soy perfectamente capaz de informarle a estas personas lo que deben hacer en caso de algún evento (sismo, incendio o amenaza de bomba).
Un buen día un imbécil tuvo la idea de nombrarme jefe de piso y ahora además de coordinar a diez brigadistas más, tuve que elaborar un plan interno para aproximadamente 150 personas. Y lo hice, lo mejoré bastante e incluso recibimos una felicitación del sector central porque en verdad se notó mucho el cambio, además de que se mantuvo mejor informado a todo el personal, también se capacitó mejor a los brigadistas y se les consiguió equipo.
Pero conforme ha pasado el tiempo, me topo con jefes a los que les vale, pero eso sí, cuando algo pasa vienen y me exigen resultados y me llenan de quejas que en realidad son quejas que yo debería tener para con ellos y a mis brigadistas, que más bien parecen unos mocositos de cinco años, tengo que estarlos persiguiendo, como si me hicieran un terrible favor al escucharme darles indicaciones de lo que se debe hacer. YO LES HAGO EL FAVOR.
Ni siquiera les pido que vayan a las reuniones. Voy yo y luego les platico todo resumido en diez minutos y no en la hora y media que regularmente dura una reunión.
Y ahora voy y exteriorizo mi intención de dejar de ser jefe de piso (mas no brigadista) y viene un idiota a decirme que tenga cuidado con dejar al grupo, porque ciertas personas son muy muy vengativas y me pueden afectar con mi horario.
¡Amenazas! ¡amenazas a mí!
Como si no tuviera suficiente con lidiar con ellos.
Y voy y me quejo amargamente con mi papá y me dice que me aguante.
¡Estoy tan enojada!