[Fanfic] Limbo

Mar 04, 2012 01:43


Prompt: Cielo

Pareja/Personajes: Endou Mamoru/Terumi Aprhodi

Fandom: Inazuma Eleven

Resumen:

Disclaimer: Inazuma Eleven no me pertenece -si fuera mío, ah~… Kageyama y Rushe serían los padres de Hikaru.

Nota: ¡Ok! Aquí siguiendo con el 100 theme challenge.

Esta vez con otra pareja que es la mar de rara -ok, no tanto porque los personajes interactúan bastante bien en la serie y además se ven bien- pero igual y no escriben casi nada de ellos.

Eso~ otras notas abajo.



LIMBO

Cuando la FFI inició, ni imaginaba que se encontrarían de nuevo.

Aún se sentía culpable por que él se había lastimado jugando contra el Chaos en el incidente con el instituto Eilien cuando lo vio, debía admitir que fue una sorpresa encontrarlo jugando con Fire Fragon, ni siquiera sabía que él era coreano… Y ahora que caía en cuenta, ¿qué era lo que sabía de él?

-Ha pasado un tiempo, Endou-kun-  su voz seguía igual de aterciopelada, tal y como la recordaba.

- ¡Aprhodi!

Decir que se había sorprendido era poco, pero eso le duro poco; ya que casi inmediatamente el partido dio inicio y lo único que sentía era la emoción recorrer sus venas llenando todo su cuerpo, el rubio había mejorado mucho; y en sí, el equipo coreano era fuerte.

Su estratega, Chae Chang Soo,  competía al mismo nivel que Kidou y para lograr ganarles habían tenido que llevar sus cuerpos y mentes al límite. Sin duda, había sido un partido excelente.

-Fue un gusto haber podido competir contra ti de nuevo- le había dicho al terminar el juego, justo antes de estrechar su mano-Veo que han mejorado mucho.

-Ustedes no fueron un rival fácil, son muy buenos- había respondido, mostrando su tan característica sonrisa

Y luego de que cada equipo se hubiera cambiado en su respectivo camerino, no pudo aguantar y sin que nadie lo notase se escabulló hasta llegar a donde estaba en equipo coreano.

Quería hablar un poco más con el anterior capitán del Zeus, y no; Endou no era ningún loco que de un momento a otro comienza a perseguir gente o algo parecido. Y es que poco después de haber vencido a Génesis había ido a ver al dios rubio al hospital: Ok. Hasta allí, nada raro.

Pero en esa visita le pasó algo raro.

-Felicidades, Endou-kun. Me enteré que derrotaron al instituto Eilien- recordaba que le había dicho ni bien entró en la habitación.

- ¡Sí!, pero fue muy difícil ¡Hiroto y su equipo eran muy poderoso!-

Y a eso le siguieron horas de horas de charla sin sentido, el tiempo parecía no pasar para ninguno de los dos, en algún momento que hasta ahora no recuerda bien había terminado sentado junto al otro y sólo cuando elevó la mirada hacia la ventana se dio  cuenta de que la tarde ya había caído y el cielo estaba teñido de matices naranjo y rojo.

Estaba por decir que ya era tarde y era mejor retirarse, cuando algo llamó su atención… nunca- nunca se había detenido a ver los ojos del delantero, brillaban con la luz del atardecer como un par de gemas recién pulidas… eran ojos muy bonitos.

Y no sólo eso, tampoco había reparado en lo suave que lucían sus labios o en lo claro que era el tono de su piel.

- ¿Endou-kun?- de seguro Terumi se había confundido ante el repentino silencio en el cual habían quedado, pero eso no importaba en aquel momento, de manera rápida y sin pensarlo mucho acercó su rostro al del otro y junto sus labios en un roce bastante superficial.

Grande fue su sorpresa al sentir como el otro, movía los labios incitándole a abrir los suyos y profundizar el beso, está de más decir que lo hizo.

Ambos movían sus labios a un ritmo acompasado, primero lento como queriendo tantear  terreno, separándose cada tanto para tomar pequeñas bocanadas de aire.

Ya sentía como el calor entre ambos subía, cuando el sonido de la puerta abrirse hizo que se separara bruscamente, haciendo que terminara en el suelo.

Era la enfermera -que no se contuvo al soltar una risita disimulada al ver la extraña posición que tenía el capitán del Raimon-, venía a decirles que la hora de visitas ya había terminado y debía retirarse.

Y así, Endou dejó la habitación, con una velocidad que se equiparaba con la del sonido.

Detuvo su andar al notar que ya había llegado, sentía el corazón subírsele hasta la garganta y un agujero en el estómago del tamaño de un balón de futbol. Estaba muy nervioso.

Levantó una de sus manos a punto de golpear, cuando la puerta se abrió dejando ver al Haruya que traía cara de malas pulgas.

- ¿Qué haces aquí?- preguntó con un tono de voz algo agresivo.

-Eh...-ante el nuevo escenario, el portero no sabía que actitud mostrar- sólo venía a ver a ...

Pero el otro no le dejó terminar, con un movimiento de brazo lo apartó y siguió su camino, para luego ser seguido por un frio Suzuno que miraba con el ceño fruncido -más de lo normal- el camino que había tomado el ex capitán de prominence.

-Chicos…

Endou, tratando de ignorar el comportamiento que acababa de presenciar asomó su cabeza al interior del vestidor, donde solo se encontraba el ex capitán del Zeus, quien al verlo, no pudo disimular su sorpresa.

-Endou-kun  ¿qué haces aquí?

-Eh… bueno, quería hablar contigo, pero…-dijo, para luego mirar nuevamente la puerta que seguía abierta.

-No te preocupes-dijo el dios, haciendo un ademán con la mano como quien quiere restarle importancia al asunto- es algo de ellos dos, ya lo resolverán.

-Entiendo, ¿y los demás miembros de Fire Dragon?

-Salieron rápido, como que  todos aquí nos damos cuenta de la tensión entre ese par- susurró refiriéndose obviamente a la dupla fuego-hielo del equipo- pero aún no respondes mi pregunta, ¿qué haces aquí?- enarcó una ceja, clara señal de confusión

-Pues yo- comenzó, riendo nervioso y rascándose la nuca con una mano-quería hablar de la otra vez..

-Así que eso era- no sabía porque, pero el tono de voz tan calmando que usaba el rubio lo ponía un tanto nervioso, y antes de que se diera cuenta Terumi ya estaba muy cerca suyo, sonriendo con esa sensualidad de la que sólo él era capaz

-Pues, quería disculparme. ¡Actué sin pensar!-dijo, el otro le miro con ojos confundidos

-Puedes estar tranquilo, Endou…- y entonces, el portero pudo sentir como los brazos del delantero se enredaban grácilmente en su cuello-que a mí no molestó en absoluto.

Y nuevamente quedaba prendado en su mirada, aquella brillante y rojiza.

Sus labios volvieron a juntarse, como aquella vez en el hospital, esta vez fueron más rápido, y del contacto superficial que habían iniciado cambiaron rápidamente a un juego de lenguas por demás atrevido

Endou no entendía porque, bueno tampoco es que él fuera alguien de muchas luces, cada vez que lo tenía cerca se comportaba así, quizá era el encanto que envolvía al supuesto ser divino o vaya a saber Dios qué, sólo sabía que no quería detenerse.

Se sentía como bailando en el limbo, con cada movimiento de la lengua del otro se sentía subir al cielo y cuando pensamientos como “lo que haces está mal” azotaban su mente se sentía bajar hasta el infierno

Debía detenerse, sabía que debía; pero la carne es débil y dejándose llevar por su en ese momento alocadas hormonas levantó las piernas del otro, colocándolas alrededor de su cintura y pegándolos a ambos  a la pared, para luego pasar sus labios por la comisura de los  ajenos, mientras que el coreano susurraba cosas inentendibles a su odio.

Y ese… ese era el inicio de una extraña relación donde palabras faltaban y pasión sobraba, donde ninguno de los dos sabía qué hacía o hacia donde se dirigían. Pero vamos, que son dioses y demonios nunca se sabe.

Notas Finales: ok, no sé que rayos es esto xD pero así me salió D: de tirón!
ahora me voy a escribir el Touko/Rika que si no me patean y aún no tengo ni idea de cómo le haré.
Esop.

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