Bueh c: Estoy participando en el drabblethon de
musa_hetaliana so, acá traigo lo que he estado escribiendo porque las chicas del fb quieren verlo. NAW. ~
Título: Aroma de eucalipto
Prompt: Eucalipto
Cantidad de palabras totales: 385
Advertencias: SPOILERS, GORE, MUERTE Ninguna.
―¿Y si vamos a ver nuestro árbol?
Nueva Zelanda creyó que se trataba de algún comentario producido por su imaginación. Estaba acariciando a su querida oveja sin tomar mucha atención de lo que se encontraba a su alrededor. Australia tuvo que tocarle el hombro para que despertara de su trance. A veces le preocupaba lo abstraído que podía a llegar a ser el otro cuando se trataba de peinar a su querida mascota. Aunque era cierto que ni él podía resistirse a mimar al adorable animal. Agitó la cabeza para recordar lo que quería decirle a su compañero.
―¿Vamos a verlo? ―El rubio asintió, mientras se levantaba para caminar hacia el bosque de eucaliptos.
Todo había comenzado con una semilla que habían encontrado los dos. Australia estaba fascinado porque no sabía qué era al principio, era enorme. Estaba a punto de jugar con él, cuando Nueva Zelanda apareció y se dio cuenta que habían caído de alguna rama rota. El otro no podría creer que aquella semilla podía convertirse en aquel árbol tan enorme que poblaba la mayor parte de sus tierras. Después de muchas discusiones -ideas disparatadas de Australia sobre qué hacer con la semilla de eucalipto-, ambos decidieron plantarla y cuidarla en un lugar donde pudieran visitarla cuando quisiesen. La distancia no era larga, así que no les tomo más de diez minutos llegar hasta el bosque.
―¿Crees que haya crecido más este año? ―preguntó el mayor, tocándose la bandita que adornaba el puente de su nariz. Quería apresurarse a verlo. Así podría treparse sin ningún problema junto a los koalas.
―Es posible. ¡Mira, ahí está! ―señaló Nueva Zelanda hacia un lado.
No pudieron evitar sorprenderse, no era tan sólo el tamaño, sino también las flores que habían florecido en esa temporada, lo que aseguraba la aparición de semillas. Un nuevo comienzo. Claro que Australia se distrajo más rápido que el otro y en menos de un pestañeo se encontraba casi en la copa del árbol. Hizo señas a Nueva Zelanda desde aquel lugar, temerario como siempre.
El rubio se acercó para olisquear el aroma que despedía. De las hojas, de las ramas, de su árbol. Porque de alguna forma poseía el aroma que tanto le gustaba. El mismo que tenía también Australia.
Título: Mientras dormías
Prompt: Bobo
Extensión: 310
Advertencias: Un Romano sincero, suficiente (?.
Notas: ~
Nunca supo el porqué, pero cuando se dio cuenta de que estaba mirando atentamente la siesta del español, ya había empezado a quejarse mentalmente del otro. El tiempo libre que tenía esa tarde le permitía reflexionar detenidamente sobre la personalidad de su ex tutor, aunque en realidad fueran más un conjunto de insultos que de elogios.
No. España no era solamente lento. Era bobo, de pieza a cabeza.
Romano no odiaba el que en ese mismo instante babeara la almohada de la cama como si fuera un retardado. Pero tampoco le gustaba para nada esa expresión de sosiego de aquel tipo bonachón como Antonio. Aunque en el pasado había demostrado varias veces no tenía un pelo de tonto cuando se trataba de proteger lo más preciado para él o de defender su propio honor, para Lovino Vargas, España era un bobo completo. Además era un vago (precisamente en ese momento había evitado los asuntos que le había encomendado su jefe para echarse una siesta sin ningún permiso), lo que añadía puntos a su argumento. Tonto como ninguno, según el italiano, podía ser muy crédulo, en especial con esos dos que tenía como mejores amigos. Cuántas estupideces había tenido que escuchar cuando se juntaban en la casa del español para pasar el rato.
Y había veces en que le desesperaba que fuera así. Con defectos que parecían disfrazarse con esa simpatía y ese carisma que a veces envidiaba.
Lo peor, es que estaba suponiendo que era contagioso, ¿Sino cómo se encontraba mirando como dormía el otro plácidamente sin hacer el menor ruido? Podía haberlo despertado a patadas y puñetes para que se dignara a hacerle compañía. Pero no. Romano también era un bobo. Uno que preferiría que le dieran de comer patatas hechas por Alemania antes que aceptar lo tonto que podía llegar a ser a veces.
Muchas gracias, bastardo.