Hi minna!
Como les va? Bueno, a mi no muy bien, la Universidad está cada vez más pesada =.=u y las cosas en mi casa tampoco están muy bien que digamos, pero no vine a quejarme, no no no, vine a compartir con ustedes un Shot que hice para mi amiga y okaasan
xochgene15que estuvo de cumpleaños el 10 de Abril (11 días de retraso tiene mi regalo buaaa ToT).
No suelo escribir fanfics, de hecho la primera vez que escribí fue para Xo-chan también, así que no sean muy duras conmigo xDD
Título: Aquél día de lluvia
Autora: karinawis pue!
Pareja: Sho y Xo (
xochgene15) xB y se podría decir que Ale (
missmausy) y Aiba ^^
Género: Romance, Fluff
Clasificación: K+
Palabras: 5.691
Resumen: En el que parecía el peor día de su vida, Xo tiene un encuentro con una pequeña y su tío… un famoso idol. (Perdón! Mal resumen, mejor léanlo! xD)
Ese día todos los planetas se alinearon. O eso era lo que ella pensaba… que todos los planetas se habían alineado y algún tipo de maldición cayó en su contra ya que no podía ser tanta su mala suerte. Después de que su jefe la regañara en la mañana por algo estúpido, le cayera café en la chaqueta del traje, tuviera que correr de un lado a otro por un maldito informe y se echara a perder el elevador con ella dentro, haciéndola asustarse demasiado y que perdiera su hora de almuerzo (porque se dirigía a la cafetería a comer precisamente en ese momento), Xo creía que ese día no podía ser peor. Más tarde se dio cuenta de que sí podía serlo, cuando se puso a llover torrencialmente mientras caminaba de la estación del metro hacia su departamento. Por suerte llevaba un abrigo. Quería correr, pero con tacones y falda eso resultaba algo difícil, así que camino rápidamente por las calles que, para esa hora de la noche, estaban completamente desiertas. Mientras avanzaba el agua empapaba su ropa y su cabello, logrando que este se le pegara a la cara y le molestara. Faltaba poco para llegar al hogar dulce hogar, donde tomaría un largo baño, prepararía algo delicioso de cenar, para luego dormir y olvidar ese apestoso día. “Quiero llegar pronto” pensó, y apresuró aún más el paso. Sin embargo, algo la distrajo de su camino e hizo que no continuara su rápida marcha. Al principio no confió en su vista y se acerco un poco. Lo que vio la sorprendió. Parada en una esquina, bajo el techo de una tienda ya cerrada, se encontraba una niña pequeña, de no más de 5 años. Estaba mojada por la lluvia y lloraba bajito. Xo se acerco lentamente a ella para no asustarla. La pequeña se percató de su presencia, miro haciendo un puchero y se puso a llorar fuerte. Se apresuró en quitarse el abrigo (que pese a todo no estaba tan mojado) para ponérselo a la pequeña en sus estrechos hombros.
- Pequeña, ¿qué haces aquí?
- Me… me perdí - sollozaba mientras tiritaba del frio
- ¿Cómo te llamas?
- Me... Mei
- Mei-chan, yo me llamo Xo - la pequeña la miró algo raro, pero por las circunstancias lo obvió y trató de pensar en algo rápido - ¿te sabes el número de alguien de tu casa? - Mei señalo un bolsito que traía cruzado. Xo lo abrió y encontró una libreta rosada de Hello Kitty. Al abrirla comenzó a buscar algún número o dirección. Entre las hojas vio dibujos de la niña con alguien que parecía un “príncipe” (o así al menos lo dibujaba). Casi toda la libreta estaba repleta de ellos. Encontró uno donde el príncipe estaba comiendo yakiniku*, causándole una pequeña sonrisa ya que estaba muy bien dibujado. Vio un nombre debajo, “Sho-kun”, y un número telefónico.
- ¿Quién es Sho-kun?
- Mi tío - dijo apenas, eso explicaba la mirada de recién al decirle su nombre, sonaban parecido. La pequeña tiritaba aún más. - Estaba con él en un parque y me entretuve con otras niñas… cuando me di vuelta donde Sho-kun estaba mirándome… ya no estaba… entonces empecé a buscarlo… y no lo encontré… después se hizo de noche y empezó a llover… - trató de explicar.
- ¿Este es su número? - la niña asintió. Si fuera la madre de esa niña, pensó, no la dejaría más en manos de ese tío irresponsable. Sacó su celular y marcó, enseguida contestaron. - Moshi Moshi, ¿hablo con Sho, el tío de Mei?
- ¿MEI? ¿Dónde está? ¿Está bien? - Xo pudo percibir la desesperación del hombre y que le faltaba el aliento.
- Cálmese por favor, acabo de encontrar a su sobrina. Está bien, solo algo empapada por la lluvia. - usó el tono más amable que pudo para darle la seguridad de que la niña estaba en manos de una buena persona y al parecer resultó.
- ¿Dónde se encuentran? - habló algo más tranquilo.
- En la calle Shimizu, cerca de la estación Ueno. - Xo miró a la niña, tenía las mejillas teñidas por un fuerte color rojo.
- ¿Pasa algo malo?
- ¡Claro que pasa algo malo! ¡Usted deja a esta pobre niña sola, se empapa en la lluvia buscándolo y ahora le dará fiebre! - tomó un poco de aire porque ahora era ella la que se alteraba, claramente él no tenía la culpa de su mal genio y el pésimo día que había pasado… pero tampoco soportaba ver a un niño sufrir por el descuido de un adulto - ¿se encuentra muy lejos de aquí?
- Más o menos, a unos 20 minutos - dijo algo cohibido. No era para nada común que alguien le gritara, menos una extraña, sabía que era su culpa, no debió descuidarse ni un segundo de su sobrina.
- Esto es lo que haremos, no hay una estación de policías por aquí cerca, pero mi departamento se encuentra a una cuadra de aquí, está en el edificio 81, piso 4, departamento 10. Recogerá a la niña ahí, ¿entendido? - recibió un
por respuesta, luego colgó y tomo a la niña en brazos, usando su abrigo para taparla de la lluvia que aún caía.
- ¿A dónde vamos Xo-chan? - le causó ternura que la niña la llamara así. No estaba para nada asustada.
- A un lugar para que te puedas secar y tomarte un chocolate caliente mientras esperas a tu tío.
- ¿Chocolate caliente? ¿Con chispas de chocolate?
- Mm… creo que no tengo, pero mis amigas dicen que me queda delicioso.
Al llegar a su departamento, Xo fue al baño por un par de toallas para que se secaran. Le pasó una camiseta manga larga y un pantalón corto que lógicamente le quedarían grandes a la niña, pero tenía que cambiarse porque estaba muy empapada. Cuando le preguntó si necesitaba ayuda, la pequeña le dijo que estaría bien y fue al baño por donde le indicó. En tanto Xo fue a la cocina a calentar el agua para hacer el chocolate caliente ya que ella también lo necesitaba mucho. Estaba igual o más empapada que Mei y el frio le erizaba la piel. La pequeña niña salió del baño y Xo no pudo contener la risa. Su ropa le quedaba gigante. La pequeña hizo un puchero y se sentó en el sillón de la salita de estar. Xo le paso un tazón con chocolate caliente. Mei bebió y le brillaron los ojitos.
- ¡Está muy rico!
- Qué bueno, me iré a cambiar, enseguida vuelvo.
Rápidamente fue a su armario, sacó un jersey y un pantalón largo y se cambió. Volvió donde estaba la niña, sirvió un tazón de chocolate para ella y comenzó a platicar con la pequeña. Mei era una niña encantadora, amable, tierna y de buenos modales. Le contó que estaba con su tío de paseo ese día, habían tomado el metro para ir al zoo y al museo de Ueno, luego pasaron por unas de las plazas que se encontraban cerca. Al no ver a su tío donde se suponía que estaba comenzó a buscarlo, después no recordaba el camino de regreso al parque y vago por las calles intentando encontrarlo. Cuando comenzó a llover, corrió a refugiarse y termino donde la encontró Xo.
- Por suerte llegaste, estaba muy asustada.
- Pero eres una niña muy valiente, aunque creo que tu tío merece un buen regaño - Xo dijo frunciendo el ceño.
- Y lo tendrá, mi mamá le dirá hasta de qué se morirá - la pequeña comenzó a reírse y Xo también.
Sintieron el sonido del timbre y Xo se dirigió a la entrada para abrir. Con un gesto le indico a Mei que la siguiera, la niña fue tras ella cual pollito tras la mamá gallina. Al abrir la puerta se encontró con una sorpresa. Un hombre increíblemente apuesto, mojado hasta el alma, con el cabello revuelto y respirando agitadamente como si hubiera corrido 400 metros planos. Tenía las manos a cada lado del umbral de la puerta, seguramente tratando de obtener apoyo de alguna parte. Era la imagen más perfecta que podía haber visto, parecía sacada de alguna película romántica donde el protagonista corre donde su amada para pedirle perdón. Aunque ese no era para nada el caso, porque ella no tenía nada que ver a ahí, él sólo venía por Mei. Se fijó un poco más en el rostro y se quedo helada. Conocía la cara de ese sujeto así como también Japón entero lo hacía. No era nada más ni nada menos que… Sho Sakurai… ¡El súper idol miembro de Arashi! Él chico levanto la cabeza y vio a Xo por unos segundos (los que a ella le parecieron más bien minutos), luego dirigió su mirada a la pequeña que estaba tras ella.
- ¡Mei! - Grito antes de caer de rodillas y estirar sus brazos para abrazar a la pequeña - que bueno… que estás bien… - ¡¿Acaso estaba llorando?! Xo no lo podía creer. Las veces que lo había visto en televisión no pensó que fuera una persona tan sensible. Le parecía un tipo calculador (en un buen sentido, si es que existe un buen sentido para esa palabra…), que siempre mantenía todo bajo control, y creyó que así lo haría también con sus emociones…
- Sho-kun… me estás ahogando…
- ¡Ah! - soltó a Mei- Lo siento… es que estoy tan feliz de que estés a salvo. Fui a buscarte un helado, pero cuando volví no estabas, me desespere y salí a buscarte.
- - ¿También me estabas buscando? - preguntó la niña sorprendida - yo me asuste cuando no te vi y empecé a buscarte… lo siento. Por suerte Xo-chan me encontró, mira si hasta me prestó ropa - la niña estiro los brazos dejando ver cómo le colgaban las mangas de la camiseta.
- ¿Xo-chan? - Sho se había olvidado del lugar en donde se encontraba, fue tanta su emoción al ver a Mei a sana y salva que se olvido de la persona que le abrió la puerta y que yacía parada a su lado. Giró el rostro y se encontró con los ojos de ella que mostraban incredulidad y a la vez preocupación. Iba a dirigirle la palabra cuando ella se alejó por un pasillo, volvió con una toalla y se la tendió - Gracias.
- De nada, nosotras veníamos mojadas pero usted parece haber pasado por debajo de una ducha y después lanzarse a una pileta ¿ne, Mei-chan?
- Jaja tienes razón. Entra, que Xo-chan hace un chocolate caliente mejor que el de mamá, pero no se lo digas a mamá. - Sho rió ante el comentario de la niña.
Mei arrastró dentro del departamento al chico y lo obligo a sentarse en el sillón. La pequeña miró a Xo-chan como esperando algo, por lo que la chica fue a la cocina y trajo tres tazones de chocolate caliente. Sho llamó a su hermana Mai, la mamá de Mei y se ganó unos buenos gritos por el celular antes que le preguntara la dirección y advertirle que no se moviera, que ya iba en camino. Como tenían que esperar, Sho y Xo [suena raro haha xDD seria entonces: okaasan y otosan… xDD] se pusieron a platicar. El chico comenzó preguntándole de dónde era y a qué se dedicaba, ella le conto que era de México, había llegado hace 3 años a Japón porque la empresa en la que trabajaba abrió una sucursal en el país y le ofrecían mejor sueldo. Cuando él quiso decirle quien era Mei salto diciendo que su tio era , Xo contesto con un
- Claro que jamás imagine que Sho Sakurai y a su linda sobrina estarían en mi casa… Lamento haberle gritado por teléfono - se disculpó Xo, desde que vio a quien había gritoneado pensó en hacerlo.
- Iie, no se preocupe, sólo le pido que no divulgue esto en los medios. Creo que me vieron correr como loco por todos lados y si la prensa da con usted… bueno, ya sabe…
- Ah, no se preocupe. Debe ser difícil.
- Mm.. si, lo es.
- Aunque cada uno corre como quiere… - bromeo la chica, logrando una sonrisa por parte de la niña y su tío.
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- Mira que suertuda saliste… - bromeó Ale.
- ¿Te ha llamado desde eso? - preguntó Kari.
- Como crees, aunque platicamos mucho, después llegó la hermana y se fueron. Sólo fue eso…- respondió Xo con pesar. Le había gustado mucho el chico, sobre todo porque pudo conocer su personalidad de primera mano, no como lo muestran en los medios. Por supuesto que quería volver a verlo… quería hablar con él una vez más… y tenía su número telefónico… pero no sabía si estaba bien usarlo.
Era un viernes por la noche y las chicas estaban en el departamento de Xo para celebrar su cumpleaños. Se habían puesto de acuerdo que lo celebrarían de alguna manera, ya que siempre estaban tan ocupadas con el trabajo o con los estudios que no tenían mucho tiempo para verse y compartir. Ale pensó en ir a una disco. Las otras dos chicas no eran mucho de ir a fiestas, pero cada una le debía un favor a Ale… había acompañado una vez a Kari de compras a Akihabara y unos otakus las acosaron… sobra decir que no fue una experiencia grata… y Xo la llevó a recorrer algunos museos cuando ella llegó a Japón… por poco muere de aburrimiento la pobre Ale. Aún cuando era el cumpleaños de Xo, aceptaron la propuesta de la disco y comenzaron a arreglarse (no con muchas ganas, claro, pero ya que la de la idea parecía emocionada, no les quedó de otra…).
Cuando llegaron esa tarde al departamento las chicas notaron enseguida algo diferente en Xo. Se conocían desde hace años, antes de llegar a Japón. Primero arribaron Ale y Kari [metida en la maleta xD] y cuando a Xo le ofrecieron un puesto en el país del sushi no tuvo que dudarlo mucho, aparte de la buena paga, no estaría sola. Kari canturreó y después de que la aludida le gritará <¡Peke! ¡¿Qué cosas dices?!> Las otras dos se encargaron de sacarle la información. En ese momento estaban en el cuarto de Xo probándose tenidas para salir y conversaban de lo sucedido a la chica.
- Debiste aprovechar, le hubieras pedido una cita a cambio de tu silencio o algo así - dijo Ale, quien se negaba a creer la poca proactividad amorosa de su amiga.
- Esa clase de cosas las harías tú, a Xo-chan le cuesta más, ne? - Kari se tapó antes de recibir un golpe de Ale.
- Si, aunque ganas no me faltaron, era tan lindo. No es como se ve en la tele, es mucho más sensible, amable y apuesto. A parte que nos llevamos bien cuando platicamos, es difícil encontrar un hombre que te escuche… o a lo mejor sólo estaba siendo educado…
- Si no le hubieras interesado, solo se habría limitado a esperar a su hermana en silencio y listo - apuntó Kari.
- ¿Qué harías si lo volvieras a ver?
- No creo que lo vuelva a ver… sería imposible.
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- ¿Aquí es?
- Sip…
- ¡¿Entonces qué esperas para bajarte, idiota?! - y de una patada, Sho fue sacado del auto.
- ¡Suerte Sho-chan! ¡Cualquier cosa nos llamas! - gritaba Aiba por la ventana del asiento trasero del auto de Jun, que también era el dueño del pie que le propino la patada de antes.
El auto partió y Sho se quedó en la acera mirándolo alejarse. ¿Era correcto lo que estaba por hacer? No tenía ni idea, lo único que sabía era que no paraba de pensar en la chica que salvó a su sobrina. Ya había pasado dos semanas y se arrepentía profundamente de no haberla llamado. Guardado en la memoria de su celular estaba el número del celular de la chica, pero no había tenido el valor para llamarla… no sabía qué decirle. Fue hasta esa tarde, cuando habló con Jun y Aiba que se dio cuenta de su estupidez. le dijo Aiba-chan, mientras que Jun se burlo y dijo . No supo cómo, pero terminó sentado en el auto de Jun, con Aiba en asiento de atrás diciéndole .
Se armó de valor y subió los 4 pisos lo más lento que pudo, tratando de formular en su mente una frase que sonara coherente para él. “¿Por qué diablos piensas tanto, Sho Sakurai? Just do it!”. Se arregló el saco, paso una mano por su cabello y tocó el timbre. Escucho algo en español y al poco tiempo una chica de pelo corto y lentes, le abrió la puerta. Esta vez sí vio una reacción a la que estaba acostumbrado, a pesar de que Xo había escondido su sorpresa cuando lo vio, a esta chica se le hacía más difícil. Sonrió. La chica parpadeo, cerró fuerte los ojos y soltó un
- Bue..Buenas noches, ¿qué se le ofrece?
- Estoy buscando a Xo-chan, ¿está aquí?
- Si, pase por favor.
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Xo y Ale estaban en la cocina, lavando los trastes después de haber comido el pastel que le compraron a la cumpleañera, para luego ir a la disco. Escucharon el timbre, Xo le pidió a Kari que fuera a abrir. Oyeron el sonido de la puerta cerrarse y Xo fue a la sala de estar.
- Peke, ¿Quién er… - la pregunta se le quedó atorada en la garganta cuando vio a quien dejó pasar Kari. - Ho..hola.
- Hola - dijo Sho usando su mejor sonrisa, contento de volver a verla - pensé en venir a saludarte, pero no sabía que estabas con visitas. - eso complicaba un poco las cosas para Sho, el plan del chico era invitarla a cenar primero, antes de precipitarse y espantarla.
- Xo, ¿quien… - Ale salió de la cocina al escuchar a alguien más aparte de sus amigas - Oh por buda, ¡ES SHO SAKURAI!
- Ahora anúncialo en el periódico Ale…
- Ay déjame, a ver ¿cómo reaccionaste tu mocosa?
- Ya, vale, vale, si no es para pelear, pero será mejor que ustedes dos se vayan sacando los delantales de cocineras porque, ¿Qué impresión se llevara Sakurai-san de ustedes? - se burlo Kari, que prefería desviar el tema antes de admitir que se quedo paralizada cuando vio al idol.
- Pues yo creo que les quedan bastante bien - dijo Sho, aunque el mensaje era para Xo pues la estaba mirando solo a ella.
- Gracias - Xo se saco el delantal dejando ver lo arreglada que estaba en comparación a la primera vez que se vieron. Llevaba un pantalón capri color marfil y una blusa roja con unas pequeñas piedras incrustadas del mismo color. Como el departamento de Xo era de tipo occidental, podían llevar los zapatos puestos, ella llevaba unos tacones de color rojo que la hacían ver más alta y estilizada.
- Vaya, te ves hermosa - Sakurai logro un rubor por parte de Xo ante esa frase. - ¿Van a alguna parte?
- De hecho sí, hoy es el cumpleaños de Xo, así que iremos a un lugar a bailar - dijo Ale, ocurriéndosele una brillante idea - ¿Quieres venir? - eso, invitarían a Sho y luego se largarían con Kari para dejar a los tortolitos solos, lanzo una mirada a la menor que entendió enseguida el mensaje.
- Oh! No lo sabía, felicidades. Me encantaría, claro, si no te molesta - se dirigió a Xo.
- Claro que no, eres bienvenido. - lo único que pudo hacer Xo fue dar una sonrisa tonta, sentía mariposas en el estomago y si él de dedicaba otra sonrisa, no sabía si podría esconder el calor que estaba llegando a sus mejillas y todos notarían lo ruborizada que se pondría.
- Bueno, ¿Nos vamos entonces? - Kari fue por las chaquetas y los bolsos - Sakurai-san, me imagino que anda en su auto.
- No, está en el taller, me trajeron unos amigos, pero los llamaré para que nos lleven, ¿les incomoda si los invito?
- ¿Qué amigos?
Y así terminaron sentadas en el auto de Jun Matsumoto. Kari iba en el asiento del copiloto… muda, pues aún no se recuperaba del shock… Aiba estaba sentado al lado de una de las ventanas, a su lado iba Ale que al contrario de Kari, se lo tomó con más calma y conversaba con el alegre Aiba; luego venia Xo y a su lado Sakurai que también platicaban. La chica le preguntó por su sobrina y Sho le informó que la pequeña había cogido un resfriado después de eso pero que estaba bien y que Xo se había transformado en su heroína, cosa que le causo risa y ternura a la chica.
Cuando Sho llamó a Jun este le contestó <¿Tán rápido te rechazaron?> … broma que no le hizo nada de gracia al reportero. Le explicó la situación al menor y en menos de lo que se dice “getz”** Aiba y él estaban en el edificio de Xo, llamando a la puerta. Las caras de las chicas al verlos más que sorpresa fueron de nerviosismo, porque Sho ya les había dicho quien vendría. Sucedieron las respectivas presentaciones y cuando fue el turno de la cumpleañera, Sho se acerco a ella por detrás, bajo su mentón hasta el hombro de la chica, se apoyo ahí y dijo . Xo se ruborizo tanto, que un tomate parecía pálido a su lado. Jun y Aiba miraban a los ojos a Sho como diciendo “ya entendimos, es tu chica, no la tocaremos”. Las otras dos chicas vieron la escena atónitas ante el comportamiento del idol. Al parecer ellas no tendrían que hacer nada, el chico estaba claramente interesado en su amiga y verían como trataba de conquistarla. Aiba, como todo el moodmaker, destenso la situación gritando con su característica voz: <¡Vamos de fiesta! ¡Yaaaay!>.
POV Kari
Llegamos a una disco que nunca habíamos oído mencionar en nuestra vida como pobres chicas normales, pero seguramente sería el escenario del acontecer nocturno en el mundo del espectáculo y el entretenimiento japonés. Entramos y el mismísimo administrador nos recibió, bueno, recibió a los chicos, nosotros éramos como un adorno, algo extra… les agradeció por preferir el local, prometiéndoles que estarían cómodos y dándoles enseguida un salón VIP. No estaba a tope, pero si había mucha gente en el local. Seguíamos a los chicos de cerca cuando un tipo empujo a Xo-chan.
- Oye, ten más cuidado - dijo Sho-san al chico con un tono de pocos amigos. Tomó la mano de Xo y no la soltó hasta que estuvimos en el salón VIP. Este chico lo está haciendo bien, fue muy caballeroso rescatar a su damisela en peligro… aunque no hubiese un peligro tan grande (risas).
- Waa - dijo Ale acercándose a una ventana de la sala- se ve todo desde aquí, la pista, la barra…
Los chicos nos invitaron a tomar asiento y a relajarnos. Yo quedé al lado de Matsumoto-san y frente a Xo y a Sakurai-san, así que podía ver todas sus reacciones, era como estar en primera fila ante un espectáculo, no quería perderme ni un solo detalle. Entró una camarera al salón que miró con ojos coquetos a los chicos, pero ellos ni lo notaron, en cambio nosotras si lo percatamos, usando esa habilidad que poseemos las mujeres de captar a una chica atrevida a metros de distancia sin siquiera haber cruzado palabra.
- ¿Qué tomarán? - preguntó la camarera.
- Mmm… tengo ganas de tomar vino, pero ya que estamos en una disco pediré cerveza. - respondió Matsumoto-san.
- Yo también quiero una cerveza, por favor - dijo Aiba con su característica sonrisa.
- Un pisco sour por favor… - pidió Ale
- Lo siento, pero no tenemos eso.
- ¿Se te olvida que aquí no toman pisco? Yo quiero un jugo de fresa - dije, yo no tomo alcohol, por lo que siempre pedía un jugo de algo. Aunque, francamente, un pisco sour no sonaba nada de mal, estar rodeada de idols… con suerte me había recuperado del shock en el auto y no pude hablar con Matsumoto-san nada en el camino a la discoteque por lo nerviosa que estaba, pero ahora se trata de okaasan, sé que Sho-san es un buen tipo y me hace ilusión verlos juntitos.
- Aish de veras… mmm…
- Un mojito, por favor ¿Qué tomarás Xo-chan? - le dijo el chico a su lado.
- Lo mismo que tú - respondió ella, andaba en las nubes. A pesar de lo que parezca, Xo es una chica cursi y toda la atención de Sakurai-san estaba en ella, tratándola delicadamente, debe tenerla muy emocionada.
- ¿Y usted señorita? - preguntó la camarera.
- Creo que cerveza igual.
- Entendido, en seguida les traigo sus pedidos - la camarera batió las pestañas a los chicos y salió de la sala.
- Que amable la camarera - dijo inocentemente Aiba.
- Si, suuuper amable - dijo con sarcasmo - por poco recita su número de teléfono por si alguno quiere anotarlo, ja! - sí, Ale estaba enojada (risas).
Llegaron las bebidas y después de tres cervezas, Ale le dijo a la camarera que si seguía coqueteándole a los chicos, la acusaría con su jefe por su poco profesionalismo. La chica se asustó tanto que en la siguiente ronda de tragos mandó a otra chica a atendernos. Nosotros solo nos reímos de la situación, pero había un par que estaba en su mundillo de lalalandia, dándose miraditas y hablando muy de cerca. Aiba sacó a Ale a bailar y noté como Sho-san le susurraba algo a Xo…
- ¿No quieres? - le preguntó Sho cuando vio su cara de incomodidad.
- Es que no se me da muy bien bailar. - eso lo explicaba… yo ya me estaba imaginando cualquier cosa…
- Ah, vamos, no te preocupes, a mi tampoco. - trató de convencerla el chico.
- Mentiroso.
- Dentro de Arashi, Sho-san es el menos flexible al bailar - intervino Matsumoto.
- Gracias MatsuJun por ayudarme tanto. -le dijo Sho a su amigo.
- De nada cuando quieras - el chico seguía bebiendo de su cerveza como si nada.
- Vamos okaasan, que es su cumpleaños - dije, era una buena oportunidad para ella, sabía que le daba pena bailar, pero lo hacía por su bien - si no va con Sho-san… comenzaré a recitar todos sus chascos*** mejor guardados…
- Peke no serías capaz… -claro que no, pero no se me ocurrió nada más para extorsionarla.
- Pruébeme - le dije mirándola seriamente a los ojos con una sonrisa torcida. Vi el miedo en su rostro.
- Okey, vamos.
Esta vez Xo-chan tomó al chico de la mano y se dirigieron a la pista. Sabía que me la cobraría, pero bueno, había mucho más en juego. Me quedé con Matsumoto-san… en silencio…
- Matsumoto-san, yo no bailo, pero si quieres ir a bailar no te preocupes, yo estaré bien.
- Como crees que te dejaría sola… más bien cuéntame cómo es ese coctel… el pisco sour - la menos experimentada en licores tendría que hablar del tema…
POV Ale
Estaba muy emocionada. Lo que pensábamos que sería una salida normal de las tres se convirtió en algo más asombroso. Conocí al galán de Xo, también a sus compañeros de grupo, MatsuJun y el precioso Aiba con el que ahora estoy bailando… aish, si es tan lindo y debo decir que baila muy bien. Comenzó a sonar una canción movidita, yo use mi mejor arsenal de pasos para impresionar al chico y el también hizo lo suyo. Mientas bailábamos, vi acercarse a Xo y a Sho (si, suena raro decirlo… whatever…). Sorprendida vi como mi amiga bailaba con el chico, a ella poco más había que obligarla a que bailara… quizás Kari había hecho algo… la música cambió a un lento y no pude ver más que hacia Xo porque Aiba me tomó de la cintura para que disfrutáramos de esa canción.
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Comenzaba a sonar “Say you, say me” de Lionel Richie en la pista. Sakurai le tendió la mano a la chica, en una manera caballerosa de pedir que compartiera ese baile con él. Ella tomó su mano y el chico la acerco a él, pegando ligeramente sus cuerpos. En sus brazos Xo se hacía pequeña y le daban deseos de estrecharla fuerte para protegerla. La chica pego su mejilla al pecho de él y sentía cómo latía su corazón. Estaba en calma. La melodía los inundaba y con suaves movimientos se dejaron llevar por los compases y la voz del cantante.
- Es una linda canción, con una hermosa letra… - dijo el chico. - Sabes, quise llamarte al día siguiente, pero no sabía qué decirte…
- Yo también quise llamarte y tampoco sabía qué decirte… - Xo levantó el rostro y las luces alumbraron por un momento su perfil en medio de la oscuridad parcial típica de las discos.
- Eres hermosa - le dijo Sho, levantó una mano y le acarició la mejilla.
Lentamente fueron acercándose, acortando la distancia entre sus labios hasta que estos se encontraron en un beso, ese beso que ambos habían estado deseando desde que se vieron por segunda vez y ahora comprobaban que ambos sentían lo mismo… se gustaban. Un beso tímido pero lleno de sentimientos. El aire hizo falta, separaron sus labios, mirándose por un momento y volvieron a besarse. Esta vez más apasionadamente, Xo paso sus manos por el cuello de él y este la estrecho por la cintura. De fondo, la música seguía sonando, pero a ellos no les importaba. Solo les importaba seguir disfrutando de la boca del otro, de las caricias de sus manos y de la cercanía de sus cuerpos.
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La luz se colaba por la ventana, anunciando los primeros rayos del sol. Xo se removió en la cama, aún era muy temprano para despertarse. Intento darse vuelta, pero algo se lo impidió, más bien alguien… Sin abrir los ojos, comenzó a repasar los acontecimientos de la noche anterior: las chicas llegaron a su apartamento, estaban por ir a la disco cuando Sho llegó, él llamó a sus amigos, tomaron unos tragos, ella y él bailaron, se besaron, se besaron, se besaron… y cuando fue la hora de irse a casa, Sho la acompaño a la puerta, volvieron a besarse y no pudieron parar de hacerlo hasta terminar donde ella estaba ahora… en su cama… “¡Oh, por dios! ¡Es real! ¡No lo soñé!”.
Estando ya más despierta pudo sentir el brazo de él rodeando su cintura y su pecho pegado a la espalda de ella. Sin mirarlo, trató de levantarse…
- ¿A dónde vas? - murmuro adormilado Sho, que se despertó con los movimientos de ella, atrayéndola más hacia él.
- Te.. tengo que ir al baño - Xo prácticamente corrió hacia el baño de su habitación y se encerró ahí, dejando a un sorprendido y preocupado Sakurai.
Ella aún o podía asimilar lo rápido que había pasado todo, pensó que había sido un hermoso sueño, pero al encontrarse con la realidad, los miedos comenzaron a invadirla. Lo de ellos fue química pura, se dejaron llevar por sus sentimientos y pasiones. Xo lo quería, podría parecer absurdo, pero el día en que él se fue de su apartamento ya lo hacía. Y sabía que él sentía atracción por ella, pero aun así… el temor a que Sho le dijera “bueno, hasta luego” y después nunca más verlo… estaba consciente que el chico no era así… sus miedos estaban controlándola. Sintió pasos de la habitación.
- Xo, ¿estás bien? - preguntó Sho por el otro lado de la puerta, su voz denotaba preocupación.
- Sí, enseguida salgo. - debía afrontarlo, mirarlo a la cara. Se lavo la cara, cepillo sus dientes, arreglo un poco su cabello y salió. - Buenos días.
- Buenos días preciosa - El chico la abrazó fuerte y luego la miró a los ojos. - Anoche fue la noche más maravillosa que he pasado. No sé qué es lo que estarás pensando… a lo mejor piensas que esto pasó muy rápido, pero te digo una cosa… yo he pasado años buscándote, buscando a la mujer perfecta para mí, y tu eres esa mujer. Te quiero y no te dejaré ir.
- ¿Hablas en serio? - dijo Xo, tratando de controlar las lagrimas que amenazaban con salir. Era lo más hermoso que nadie le había dicho en su vida y podía ver en los ojos del chico que hablaba de corazón. - Porque tú también eres lo que siempre he estado buscando. - abrazó al chico - Tenía miedo de que pensarás que todo había sido un error…
- Yo tenía el mismo miedo, sobre todo cuando te levantaste así, tan rápido… - el chico soltó una risita nerviosa luego le dio un beso fugaz en los labios - Vamos a desayunar algo para volver a la cama.
- ¿Volver a la cama? Yo trabajo los sábados…
- ¿Has visto la hora que es? - le dijo Sho entretenido, la chica corrió hasta el velador y vio la hora en el despertador, abriendo los ojos después de fijarse que era mediodía - Yo no trabajo hoy - le susurro el idol al oído, estrechándola en sus brazos - Podemos pasar todo el día juntitos, ¿te parece?
Xo se volteo a ver al chico para asegurarse por enésima vez que no estaba soñando. Definitivamente era real. Jamás pensó que su acto de buena samaritana en el que amenazaba con ser el peor día de su vida la llevaría a encontrar el amor. ¿De quién debía estar agradecida? De los planetas que se alinearon… de sus amigas… del mismo Sho… y de Mei. Luego le diría a Sho que quería verla. Pero por ahora sólo podía concentrarse en los besos y las caricias que estaba recibiendo, y en cómo era llevada de vuelta a la cama. Adiós desayuno.
FIN
* Por qué será que siempre me imagino a Sho-kun comiendo yakiniku?? xDD
**broma vieja… la aprendí en el making of de To be free xDD perdonenmeeee~ haha
***Momentos vergonzosos
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Etto... que quieren que les diga? Adoro a mi okaasan y quiero que sea feliz! xD Es una persona muy tierna que me apoya en todo y a pesar de la distancia la siento muy cerca de mi ^^ Espero seguir muchos años más celebrando tu cumpleaños y ojalá que en un futuro cercano nos veamos =) este año estuvo cerca, ne? ero ya habrán más oportunidades. Te dije que te quiero? bueno, eso lo sabes de sobra, pero igual te lo repito TE QUIERO UN MONTÓN!
Ya, me largo porque me encargaron cuidar a un cachorro de la Molly (mi perra) y está armando jaleo el condenao (si, es machito... creo que por lo molestoso le pondré Nino jajoa xDD)
bye bee~