[Drabbles] Light & Mikami {6. Escape, 12. Pimienta, 3. Reglas }
Para mi tabla de 30vicios
Correr
Universo alterno | 518 palabras | PG-13 | Tema #6. Escape
Es al final y al cabo inevitable. Actúa primero, habla después; esto es lo que su deseo dicta y su cuerpo se limita a obedecer. Deja caer de su hombro la mochila, mueve sus piernas, un paso largo tras otro, se detiene abruptamente en su carrera y hace a un lado al joven que asustado se cubre el rostro con las manos tensas. Toma el golpe en su lugar, absolutamente aliviado a pesar del dolor, y su agresor luce menos que sorprendido y más que cansado de ver su rostro nuevamente. Es la tercera vez en el mes que le detiene.
Qué insecto más persistente, probablemente piensa aquél antes de apretar el puño derecho con más fuerza, rápido atrasar el brazo y colocar un fuerte golpe en la mejilla de Teru, quien ante el impulso retrocede un paso y cae al suelo, cerca de donde el chico que ha salvado yace atónito.
Es inevitable que a pesar del dolor su cuerpo se levante cuando el joven de pie prepara una patada. Se coloca de rodillas prontamente, se inclina y protege al otro del daño con su propio cuerpo. Recibe un impacto en las costillas y él se muerde los labios, sin permitir que queja alguna le abandone.
-¡¿Por qué carajo no entiendes que te metas en tus asuntos?!-
Él no escucha, no quiere hacerlo, y mientras repetidas frases que sabe de memoria se pierden con el viento, él resiste cada golpe, observando al niño varios años más joven que bajo su cuerpo herido le observa de lleno, ahora con empatía y arrepentimiento sin embargo, ojos oscuros llenos de lágrimas.
Duele, sí, mas pronto aquél se cansará y cuando sus pasos se hallen lejos, Mikami tendrá permiso de caer.
El niño bajo él querrá disculparse, y aunque le permitirá hablar como es debido, también devolverá la acción.
No importará. Es su deber.
Mas para su asombro a sus espaldas se oye un cuerpo caer torpemente, un quejido audible se atora en la garganta de alguien y una voz a su izquierda, uno o dos pasos más atrás, habla y le hace virar.
-Si realmente quieres defender a alguien, debes ser más fuerte que ellos.- es un chico apenas, de primaria, como aquél que ahora le toma del hombro, extrañado; mas la diferencia de expresiones es contraria y extrema; una mirada clara que le observa con calma plena, una sonrisa de comprensión.
El antiguo agresor grita un par de improperios, anunciando estúpidamente que irá a embestir, y una fuerte patada encuentra su rostro tan pronto la oportunidad se presenta, mandándolo de vuelta al suelo.
La quijada de Teru se abre un poco más, admirado y extrañado a partes iguales. -Pero ya que aún no estás listo, deberían correr.-
A Mikami, ahora de rodillas, aunque con la garganta llena de palabras, no le queda sino observar la espalda del extraño niño que sin más ladea el cuerpo el suelo y se marcha. Silenciosamente se promete alcanzar alguna vez aquella perfección.
Mientras tanto, es tiempo de ayudar al niño en el suelo, regresar unos pasos por su mochila y llegar a casa.
Perdido
Spoilers del final del manga | 275 palabras | PG-13 | Angst | Tema #12. Pimienta
El lugar donde se encuentra poco importa, el suelo donde se halla bien podría no existir, pues la movilidad en sus piernas es nula, sus tobillos muy juntos, sujetos con excesiva fuerza a sus muslos en metal y piel, evitan se ponga de pie. El color no le interesa, pues a sus ojos sólo existe la oscuridad, aquél enloquecedor negro que ha engullido parte de su ignorancia. ¿Qué es un simple edificio, una cárcel, un olvidado rincón del manicomio; de qué sirven muebles, si es que existen, y colores si es que le son permitidos, si lo único que observa son memorias, ideas, teorías, fragmentos distorsionados de una vida que no reconoce como suya? Llora en lo que es un grito, y lo que no puede ver en cambio lo escucha, lo siente trepar en forma de espuma de la boca de su estómago a su ácido paladar. Jadea, pide ayuda en una voz que hace sangrar sus oídos e incrementar un llanto patético desde hace eones.
Deja de gritar, cállate, se suplica, se ordena, y su silenciosa orden le hiere un poco más; eleva su voz en un alarido que hace eco en paredes cercanas y desgarra sus propios labios, absolutamente helados.
Hace frío, mas difícilmente puede mover los brazos un par de centímetros entre tela, piel y cadenas, y sus dedos no alcanzan a frotar su pecho, sus piernas, su rostro antes hermoso y ahora demacrado, cubierto de sal de lágrimas, de humillación y deseo.
Deseo de una muerte que ni ni Light, ni aquel shinigami, le conceden.
Mikami se rinde y ríe; maldice y espera.
Dios jamás le ha abandonado.
Al final de los días
Spoilers del final del manga | 166 palabras | PG-13 | Angst | Tema #3. Reglas
¿Qué he hecho?
De rodillas en el suelo frío. La cabeza echada adelante en extraño ángulo. Mikami se mueve y contorsiona, llora lágrimas que en realidad ya no posee, grita sin hacerlo pues su boca se halla llena, la mordaza toca ya su garganta, amenaza con ahogarle si acaso llegase a tomar aire con más fuerza. Hay hilos de sangre al final de su boca. Quisiera cerrar los labios, recobrar un poco de aliento, respirar todo el aire que ha perdido.
Y piensa una y otra vez en Yagami Light, en Dios, en Kira.
Se atormenta con el dolor que le ha causado, suplica perdón, piensa su nombre en dosis de aullidos, y le observa en memorias que están hechas de sal, metal y carmín, sangre y lágrimas.
Ha fallado la prueba, se ha parado frente a él y le ha negado.
Antes de que el gallo cante.
Mikami ve, aún con las cuencas vacías.
Al final de los días, Dios siempre regresa al cielo.
Enloquece.
Correr
Universo alterno | 518 palabras | PG-13 | Tema #6. Escape
Es al final y al cabo inevitable. Actúa primero, habla después; esto es lo que su deseo dicta y su cuerpo se limita a obedecer. Deja caer de su hombro la mochila, mueve sus piernas, un paso largo tras otro, se detiene abruptamente en su carrera y hace a un lado al joven que asustado se cubre el rostro con las manos tensas. Toma el golpe en su lugar, absolutamente aliviado a pesar del dolor, y su agresor luce menos que sorprendido y más que cansado de ver su rostro nuevamente. Es la tercera vez en el mes que le detiene.
Qué insecto más persistente, probablemente piensa aquél antes de apretar el puño derecho con más fuerza, rápido atrasar el brazo y colocar un fuerte golpe en la mejilla de Teru, quien ante el impulso retrocede un paso y cae al suelo, cerca de donde el chico que ha salvado yace atónito.
Es inevitable que a pesar del dolor su cuerpo se levante cuando el joven de pie prepara una patada. Se coloca de rodillas prontamente, se inclina y protege al otro del daño con su propio cuerpo. Recibe un impacto en las costillas y él se muerde los labios, sin permitir que queja alguna le abandone.
-¡¿Por qué carajo no entiendes que te metas en tus asuntos?!-
Él no escucha, no quiere hacerlo, y mientras repetidas frases que sabe de memoria se pierden con el viento, él resiste cada golpe, observando al niño varios años más joven que bajo su cuerpo herido le observa de lleno, ahora con empatía y arrepentimiento sin embargo, ojos oscuros llenos de lágrimas.
Duele, sí, mas pronto aquél se cansará y cuando sus pasos se hallen lejos, Mikami tendrá permiso de caer.
El niño bajo él querrá disculparse, y aunque le permitirá hablar como es debido, también devolverá la acción.
No importará. Es su deber.
Mas para su asombro a sus espaldas se oye un cuerpo caer torpemente, un quejido audible se atora en la garganta de alguien y una voz a su izquierda, uno o dos pasos más atrás, habla y le hace virar.
-Si realmente quieres defender a alguien, debes ser más fuerte que ellos.- es un chico apenas, de primaria, como aquél que ahora le toma del hombro, extrañado; mas la diferencia de expresiones es contraria y extrema; una mirada clara que le observa con calma plena, una sonrisa de comprensión.
El antiguo agresor grita un par de improperios, anunciando estúpidamente que irá a embestir, y una fuerte patada encuentra su rostro tan pronto la oportunidad se presenta, mandándolo de vuelta al suelo.
La quijada de Teru se abre un poco más, admirado y extrañado a partes iguales. -Pero ya que aún no estás listo, deberían correr.-
A Mikami, ahora de rodillas, aunque con la garganta llena de palabras, no le queda sino observar la espalda del extraño niño que sin más ladea el cuerpo el suelo y se marcha. Silenciosamente se promete alcanzar alguna vez aquella perfección.
Mientras tanto, es tiempo de ayudar al niño en el suelo, regresar unos pasos por su mochila y llegar a casa.
Perdido
Spoilers del final del manga | 275 palabras | PG-13 | Angst | Tema #12. Pimienta
El lugar donde se encuentra poco importa, el suelo donde se halla bien podría no existir, pues la movilidad en sus piernas es nula, sus tobillos muy juntos, sujetos con excesiva fuerza a sus muslos en metal y piel, evitan se ponga de pie. El color no le interesa, pues a sus ojos sólo existe la oscuridad, aquél enloquecedor negro que ha engullido parte de su ignorancia. ¿Qué es un simple edificio, una cárcel, un olvidado rincón del manicomio; de qué sirven muebles, si es que existen, y colores si es que le son permitidos, si lo único que observa son memorias, ideas, teorías, fragmentos distorsionados de una vida que no reconoce como suya? Llora en lo que es un grito, y lo que no puede ver en cambio lo escucha, lo siente trepar en forma de espuma de la boca de su estómago a su ácido paladar. Jadea, pide ayuda en una voz que hace sangrar sus oídos e incrementar un llanto patético desde hace eones.
Deja de gritar, cállate, se suplica, se ordena, y su silenciosa orden le hiere un poco más; eleva su voz en un alarido que hace eco en paredes cercanas y desgarra sus propios labios, absolutamente helados.
Hace frío, mas difícilmente puede mover los brazos un par de centímetros entre tela, piel y cadenas, y sus dedos no alcanzan a frotar su pecho, sus piernas, su rostro antes hermoso y ahora demacrado, cubierto de sal de lágrimas, de humillación y deseo.
Deseo de una muerte que ni ni Light, ni aquel shinigami, le conceden.
Mikami se rinde y ríe; maldice y espera.
Dios jamás le ha abandonado.
Al final de los días
Spoilers del final del manga | 166 palabras | PG-13 | Angst | Tema #3. Reglas
¿Qué he hecho?
De rodillas en el suelo frío. La cabeza echada adelante en extraño ángulo. Mikami se mueve y contorsiona, llora lágrimas que en realidad ya no posee, grita sin hacerlo pues su boca se halla llena, la mordaza toca ya su garganta, amenaza con ahogarle si acaso llegase a tomar aire con más fuerza. Hay hilos de sangre al final de su boca. Quisiera cerrar los labios, recobrar un poco de aliento, respirar todo el aire que ha perdido.
Y piensa una y otra vez en Yagami Light, en Dios, en Kira.
Se atormenta con el dolor que le ha causado, suplica perdón, piensa su nombre en dosis de aullidos, y le observa en memorias que están hechas de sal, metal y carmín, sangre y lágrimas.
Ha fallado la prueba, se ha parado frente a él y le ha negado.
Antes de que el gallo cante.
Mikami ve, aún con las cuencas vacías.
Al final de los días, Dios siempre regresa al cielo.
Enloquece.