Uhm. He aquí yo que vengo a postear algo que nadie de mi f-list podrá entender, pero whatever XD
Btw,
nakuruchan, gracias por el saludo, linda :)
Título: Fail, nunca he sido capaz de ponerle un título decente a un fic
Personaje/Parejas: Países de latinoamérica en general, más específicamente Argentina y Chile. Argentina/Chile medio implícito.
Clasificación: So PG
Advertencias: Fail. No se aburran.
Notas: Lo tenía hace un buen rato pero sin terminar, y ahora me apuré para hacerlo porque es navidad.
5 de diciembre; cielos azules, sonido de ciudad y ajetreo, calor exasperante y brisa inexistente.
Calentamiento global, fue lo único que pudo pensar mientras abría los ojos y dirigía su mirada hacia la ventana.
5 de diciembre, y ya se acercaba navidad.
A veces hubiese preferido el panorama blanco que se pintaba en las películas de Alfred. Solo a veces, porque el calor era demasiado agotador. Pero bueno, si quería un poco de frío solo bastaba con hacer un viaje al sur y ya.
Sacudió sus pensamientos, se dirigió a la sala, pero antes de que pudiese entrar, el bullicio del lugar logró alertarle que definitiva y obviamente no estaba solo. Aceleró sus pasos y entró, solo para ver lo que parecía ser una reunión. O mejor dicho, caos. En su casa. Y un pino gigante. Vivo. Gigante. Tierra esparcida por toda su sala.
-¿¡Qué chu-
*
-¡Feliz Navidad, boludo!
-¡¿Qué onda con ustedes?!- Fue lo único que logró salir de su boca antes de ser olímpicamente ignorado, a pesar de que era su casa, y de que estaban hablando de él.
-Manu todavía no tenía su árbol de navidad, así que pensamos en ayudar,
-Manuel, ¿de verdad no pensaba armarlo?
-Pero si ya lo iba a-
-No sé, a mi Manu me suena como al grinch,
-No molesten, quizás está demasiado ocupado,
-Si, eso, es que las elecciones-
-¿Ocupado con qué?
-¡Ocupado infiltrándose en páginas de gobiernos ajenos, maldito chileno!
-De nuevo con eso no, mita'i. Aunque sigo diciendo que se me hace como el grinch nada más,
-¿Ocupado en relaciones internacionales?
-No, las elecc-
-Ja, les apuesto que quiere ir a encama-
-Tratados de libre comercio, Julio, tratados de libre comercio,
-Ay, Salva, podríamos estar jugando pokemon ahora, ¿ves?
-Hondu, cállate un rato, ¿quieres?
-¿Alguien trajo algo para tomar? Ya que estamos aquí, no desaprovechemos
-¡Yo voy a comprar! ¿Vamos, Sebby?
-¡Eh, eh! ¡Pero vuelvan!
-¡La libreta, la libreta!
-Que no la traje,
-¡Pedro, una cosa, le pido solo UNA cosa, y no es capaz de cumplir!
-Hombres, Itzel, ¿que no le había dicho?
-¿Por qué no avisan antes? Hubiese traído algo... ahora voy a tener que ponerme a preparar.
-Vamos, Migue, yo le acompaño a la cocina.
-Ay, que esto se ve a convertir en orgía, Coco, se lo juro,
-¡Vene, pero que dice-
Suficiente. Si era como si fuera invisible. Y era su PROPIA casa, ¡Y hablaban de él como si NO estuviera! ¿Y a quién se le había ocurrido la idea del pino? ¡Si él tenía uno artificial! ¡No tenían por qué meter uno natural a la casa! Después la jefa lo iba a colgar con todo el desorden, y era la última navidad que pasaba con ella. Genial. Además, no era como si fuera el grinch, si ese mismo día iba a armarlo; lo que pasa es que las otras naciones lo habían armado con demasiada anticipación y como él estaba demasiado ocupado con las elecciones presidenciales no había tenido demasiado tiempo, no era que no lo fuera a armar-
-¿Te gustó?
Una sonrisa radiante, tan radiante que sentía que tenía que cerrar los ojos ante el gesto, y esos ojos verdes sonriendo también, aunque Manuel no tenía ni idea de que los ojos podían sonreír.
Afiló la mirada. ¿Esa en verdad era una pregunta? ¿Necesitaba respuesta, era retórica o había quedado más que claro su opinión al respecto? Porque no había que ser siquiera inteligente para darse cuenta del tic que comenzaba a aparecer lentamente en uno de sus ojos, y el puño cerrado temblando ligeramente, quizás en señal de algún tipo de autocontrol.
Era evidente que el autor intelectual estaba en frente suyo.
Abrió la boca y tardó dos segundos en fruncir el entrecejo para hacer juego con el tic. Quedaban bien juntos.
-Puta, Martín, ¿qué creí' tú?
-Te encantó.
Y tampoco había que ser genio para ver que Martín sabía que no, no le había encantado.
Abrió la boca nuevamente, lo más seguro para tirar un par de chuchadas y quejas, mas la otra nación hizo que las palabras murieran en su lengua al abrazarlo, con una sonrisa más suave. No era una sonrisa lasciva, de esas a las que estaba acostumbrado, y el pelicastaño estuvo casi a punto de definirla como 'tierna' y casi 'sin malas intenciones' de no ser porque pensaba que aquellos dos conceptos no podían pertenecer al rubio.
Soltó un suspiro mudo.
Los brazos rodeándole lograron relajarse un tanto. No. En realidad no quería discutir; esto mismo se confirmó cuando comenzó a escuchar los villancicos de navidad desde la sala, y no pudo evitar sonreír levemente cuando a los segundos después comenzaron a escucharse algunas naciones cantando desafinadamente y otras discutiendo.
-Vamos, pibe.- Le soltó y sonrió. Manuel puedo asegurarse que era una sonrisa cálida y alegre. Y podía más tarde reprocharse de aweonao, pero ahora no estaba con ánimos de cuestionarse más teniendo a latinoamérica en su sala. -Van a empezar la fiesta sin nosotros.-
-Supongo que esta es la previa, ¿cierto? Estamos a 5.
-Por supuesto. Preparate para la del 12, la del 19 y la del 24. Ah, la del 31 va a ser la mejor.
Obvio. Estaba en latinoamérica, después de todo. Manuel tuvo que contener el impulso de entornar los ojos, pero no se pudo quejar. A él mismo le encantaban las celebraciones. En alguna parte de su cerebro podía admitir que todo esto era tierno, y que no era tan desagradable como parecía ser para él, al fin y al cabo, se habían tomado el tiempo y esfuerzo de traer un pino. (¿Cómo lo habían logrado meter dentro? Ese si que era un misterio.)
Entró a la sala junto a su vecino, ojeando el desastre.
-A ver, ¿quién fue que dijo lo del grinch pa' aforrarle un combo en el hocico?