Jackal~ <33

Dec 30, 2007 14:11

Asdasagfa.

Jackal I love yoooooooou <3333

Now, that's better <333 I need a Jackal icon... seriously...

And 'cause I love him so much I had to write something about him... spanish, sorry~ <33

-Eres libre por hoy.-

-¿Eh?- Parpadeó. ¿Libre?

-Lo que escuchaste. Yukimura dijo que deberíamos darte un día libre, así que no tendrás que cuidar de Akaya hoy.- Y la palabra de Yukimura era ley. -Parecías un poco agotado ayer, y no queremos que te desgastes para los partidos de la próxima semana.-

-A-Ah... Bien.- Parpadeó más, recién registrando la información. Día libre... No necesitaba un día libre y no estaba tan cansado tampoco... No es que le gustara ser niñera, pero no era necesario; se debatió entre sentirse bien porque su equipo estaba preocupado por él o sentirse extraño porque lo habían dejado cesante. De cualquier forma, no era quién para desacatar órdenes. -Gracias,- Murmuró bajo. -...supongo.- Agregó un poco más bajo.

-¿Dijiste algo?-

-N-No.- Se apresuró a decir, sonriendo forzadamente. Antes que Sanada se diese media vuelta, no pudo evitar preguntar -¿Entonces quién cuidará de Aka--

-No te preocupes por eso.-

¿Que no se preocupara? ¡Claro que se preocupaba! No es que no confiara en quién quiera que iba a cuidar a Kirihara, pero había que tener un mínimo cuidado, y el demonio si que tenía sus mañas; no se le podía dar café, porque o sino estaría despierto toda la noche, prefería jugar los juegos de lucha que los de carrera, le ponía de mal humor los juegos en inglés porque no entendía, y también era necesario su vaso de leche si es que no había tomado uno en el desayuno...

Antes de que pudiese decir algo, Sanada ya se estaba dirigiendo a los vestidores.

El medio-brasileño suspiró. -¿Día libre, eh?- Dejó salir, apretando sus labios. Justo hoy había prometido a Akaya llevarlo al nuevo local de juegos...

Día libre. Se encogió de hombros y se dirigió hacia los vestidores casi desganadamente.

***

-¡¿EHH?!-

-Como escuchaste, Akaya. Hoy vendrás conmigo.-

Las orbes verdes, abiertas como platos, se quedaron mirando al mayor por unos segundos. ¿Por qué, de todas las personas, se tenía que quedar con fukubuchou hoy? -¿Y Marui-senpai?-

El único cambio de expresión en el joven de gorra fue un leve alzamiento de una de sus cejas, y ni siquiera se notó, porque estaban escondidas. -Irresponsable.-

-¿Yanagi-senpai?-

-Ocupado.-

-¿Niou-senpai, Yagyuu-senpai?-

-Tarundoru.-

-¿B-Buch--

-No.-

Lo cual, descartando a Jackal-senpai, que según Sanada necesitaba un descanso de una tarde -¿se podía considerar descanso a eso?- solo lo dejaba con... Sanada. No. Esto iba a ser un infierno. ¡Fukubuchou le iba a pegar toda la tarde! ¡No le iba a dejar jugar! ¡Ni tampoco destrozar a unos cuantos jugadores de por ahí! ¡Ni tomar su vaso de leche que no tomó hoy en la mañana por salir deprisa! ¡Lo iba a usar como blanco móvil para su entrenamiento de kendo como Niou-senpai lo había hecho con los dardos! ¡Seguramente le haría beber ese té oscuro y amargo y asqueroso y...!

-¿Genichirou?-

Los ojos esmeralda saltaron hacia la nueva figura, y sin pensarlo ni un segundo, el menor se lanzó a abrazarse a Yanagi, murmurando cosas inentendibles para Sanada, quien fruncía el entrecejo. No era como si quisiera pasar el día -la tarde- con Akaya, pero no podía confiar en nadie más; la última vez que le encargó al menor a Yagyuu, Kirihara había mandado al hospital a cinco jugadores, había logrado meterse en cuatro peleas y volver lleno de banditas en el rostro.

-Arreglé un par de cosas. Puedo quedarme con Akaya hoy.- Accedió el estratega de Rikkai, mirando al otro. A pesar de que le hubiese gustado saber exactamente cuanto tiempo tardaba Genichirou en lanzar el primer golpe, y calcular cuanto tiempo pasaba antes que el fukubuchou quisiera darse contra la pared, mañana todos debían estar en óptimas condiciones para entrenar. Lástima.

-¡Si! ¡Gracias, senpai!- Akaya enterró su rostro en Yanagi -no se dio cuenta en qué parte... seguramente era su cuello, porque olía bien, aunque todo Yanagi-senpai olía bien-, se soltó y corrió a tomar sus cosas antes que Yanagi-senpai se arrepintiera.

***

Estar con Yanagi-senpai era divertido. Claro, no tan divertido como andar con Jackal-senpai y con Marui-senpai, porque ellos siempre le llevaban a los juegos... ¡Y no era que Jackal-senpai fuese su senpai favorito!

Siempre había pensado que si tenía que tener un senpai favorito sería Yanagi-senpai. Si. Era inteligente, y calmado y lo consentía un poco... solo un poco, porque Jackal-senpai lo consentía más...

No como Niou-senpai o Yagyuu-senpai. A pesar que Niou-senpai era genial y asombroso, cool y le enseñaba cosas interesantes, también se burlaba de él y a veces lo molestaba demasiado... y ni hablar de Yagyuu-senpai, que a veces daba miedo porque pensaba demasiado, y andaba mirando todo silenciosamente como si estuviese planeando algo maléfico, o como si tuviese un monstruo de tres cabezas como mascota con el que lo amenazaría si se quería ir...

Buchou era simplemente genial. Pero era buchou, y no se podía comparar a un senpai favorito. Era buchou y punto, y solo estar con Buchou ya era genial y lo hacía sentir más grande, aunque también más débil y le daban ganas de entrenar más y más y vencer a unas cuantas personas para poder subir su autoestima estando al lado de buchou...

Yanagi-senpai era calmado, paciente y no le regañaba. Pero Yanagi-senpai prefería hacer cosas extrañas, como leer y quedarse quieto, o ponerse a escribir cosas extrañas... o jugar Go, Shouji y esas cosas que daban miedo.

Marui-senpai era un buen senpai. Eso si, a veces tendía a ignorarlo un poco o cuando lo invitaba a comer era él el que tenía que terminar pagando... Y también tendía a molestarlo, pero podía jugar con él.

De fukubuchou ni hablar. Fukubuchou era demasiado serio y demasiado estricto, y daba miedo. Y daba más miedo sin su gorra. Fukubuchou no dudaba en pegarle o gritarle si hacía algo -no, no algo malo, porque a veces no hacía cosas malas y fukubuchou le pegaba de igual forma.

Con Jackal-senpai ya se había acostumbrado. Al principio era molesto, porque le habían asignado a Jackal-senpai como niñera, y él no necesitaba niñera; era grande y se podía cuidar solo. Pero estar con su senpai moreno no era como estar con una niñera. Era como estar con... un senpai. Le llevaba a los juegos, le invitaba a comer a menudo, le ayudaba a entrenar y mejorar sus tiros... de vez en cuando iba a su casa y podía comer esas cosas raras que hacía la mamá de Jackal, e incluso una vez le intentó enseñar cómo bailar hip-hop.

No era que Jackal-senpai fuese su senpai favorito, simplemente era con el que más tiempo pasaba.

Quizás.

Bueno, tal vez sí. ¡No tenía por qué pensar en esas estupideces!

***

-¡Jackal-senpai!-

En cuanto el medio-brasileño entró en los vestidores, el ace de Rikkai se le acercó.

-Akaya.- Saludó con una sonrisa pequeña, llevando una de sus manos a la cabeza del menor para revolverle el pelo casi por costumbre. El contacto apenas duró unos segundos, antes que Kirihara frunciera un poco el ceño y quitara la mano, como de costumbre. -¿Ayer, cómo-- Se detuvo. No tenía sentido preguntar. Había escuchado por Marui que Akaya se había quedado con Yanagi en vez de Sanada. Como también no tenía sentido comenzar a pensar que había extrañado al pequeño demonio la tarde anterior; a Akaya no le gustaban esas cosas.

-Yanagi-senpai me mostró una película y luego jugamos.- Al Go. Perdió y casi tira el tablero por la ventana. Y fue una película que le dio sueño. Pero eran detalles que no merecía la pena decir. -¿Hoy sí me llevas a los juegos? Hay una máquina nueva que quiero probar, de seguro le gano a Marui-senpai.- Los ojos verdes se iluminaron y una sonrisa tomó sus labios a la vez que el menor lanzaba golpes al aire.

-¿Ah? ¿Así que la pasaste bien con Renji, Akaya?- Yukimura entró, sonriendo. Dejó su bolso a un lado y comenzó a cambiarse, su sonrisa creciendo un poco. -Entonces podrías pasar más tiempo con él, quizás les haría bien--

-¡Está bien así!-

-¡No es necesario!-

Dos voces respondieron al mismo tiempo. Jackal y Kirihara se miraron, uno de ellos sonrió y el otro se encogió de hombros.

Bueno. Quizás si podía ser que Jackal-senpai fuese su senpai favorito.

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