Anoche puse el Further de Gridlock para meditar y el viaje fue instantáneo. De pronto las paredes de mi habitación median mil metros de altura, y el suelo era del mismo verde irreal de las aguas de los fiordos de la isla sur. Y llegué a la conclusión de que el dolor de cabeza que casi me mató la tarde que llegamos a
Milford no fue ni una insolación ni leches, fue simplemente la impresión de estar allí.
Ahora mismo tengo un recuerdo acelerado del viaje, como si hubiésemos recorrido Nueva Zelanda a toda leche y sin parar. No fue así. Son mis ganas de volver y tener la certeza de que me dejé muchas cosas por hacer. Octubre del 2005 fue: Nueva Zelanda I (Introducción). Ahora debería perfeccionar la técnica.
Ya sé que el mundo es muy grande y yo he visto muy poquito, pero si tuviera el dinero volvería sin dudarlo. No esperaría unos años, ni visitaría otros lugares antes, no. A Nueva Zelanda. Desde Cape Reinga hasta Stewart Island. A bucear en Poor Knights, en Abel Tasman, en Milford y hasta en el Rainbow Warrior.
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