Título: Desengaños.
Género: drabble; canon.
Calificación: pg.
Idioma: castellano.
¡Muchísimas gracias por leer!
Entró en su despacho llorando a moco tendido. Buscaba el abrazo del padre; el ‘ya está, todo se arreglará, no te preocupes’.
Y lo encontró.
Jack lo acogió en sus brazos y tras varias caricias y un beso en la frente, lo sentó en su escritorio, sobre el montón de carpetas y papeles.
-A ver, cuéntame; (más llantina) ssshh, cuéntame qué te ha pasado.
Y Bobby le contó: la ilusión; el desplante; la humillación; la furia que terminó en pelea, en el patio del colegio.
-Empezaron ellos...-aclaró Bobby entre hipos.
-Vale; da igual quién empezara. Escucha, hijo, cuando alguien intente hacerte daño... ya sabes, tocarte las narices, lo que tienes que hacer es ignorarlo.
-Pero eso es de cobardes.
-No, hijo; eso es de listos,-dijo Jack dándole un golpecito en el hombro- de hombres listos. Pelear es darles lo que ellos quieren, es entrar en su juego: dejarles ganar. Y eso, no es lo que queremos, ¿no?
Bobby negó con la cabeza y se sorbió los mocos, frotándose la nariz con la palma de la mano.
-Claro que no. -siguió Jack- Cuando vas por la calle y ves una mierda (Bobby se rió) ¿Qué es lo que haces? ¿te acercas y la pisas? ¿ehh?
-No; doy un rodeo y sigo por otro lado.
-Pues eso es, muchacho -Jack le revolvió el pelo. En el otro lado de la habitación sonó el teléfono.- Espera un momento, hijo.-dijo levantándose.
-¿Pero ya no tengo amigos? -preguntó Bobby- Ellos eran mis amigos -su cara se fue poniendo más roja con cada palabra- Yo creía que eran mis amigos -y empezó de nuevo a hacer pucheros.
Jack dejó que su mano temblara con el teléfono, timbre a timbre; hasta que dejó de sonar.
-A veces -Jack se quedó callado unos segundos.- a veces... las cosas no salen como uno las ha planeado. A veces -hizo otra larga pausa y empezó de nuevo: “La gente, Bobby, no siempre va a actuar como querríamos que actuara; como debería actuar... aunque nos quiera."
-Yo creía que eran mis amigos -repitió Bobby con firmeza.
-Y seguro que lo siguen siendo, hijo, -Y en un susurro, que el teléfono al resucitar casi sepultó: “seguro que lo son.”