Canon; drabble; jack&ennis;nc-17
Título: preparativos
Género: Drabble; canon (pwp)
Calificación: nc-17
Pareja: jack&ennis.
Idioma: castellano.
Aviso: explícito smex.
¡Muchísimas gracias por leer!
Estaba en el campo de su visión. Era, de hecho, lo único que tenía, en ese momento, en el campo de su visión. Había muchas más cosas a su alrededor, por supuesto. Pero su visión (y sus manos) sólo estaba en una: el precioso, blanquecino, prieto y apetitoso culo.
Una mano en cada nalga y entre ellas, él: su escondite favorito. A donde, si nada lo impedía en los próximos (calculemos) siete u ocho minutos, iba a pasar el mejor rato de los (calculemos) seis o siete últimos meses.
Frías las manos; fríos los pies. Y la espalda y las piernas y el pecho. Frío en la cara.
El aire frío dejaba sus reproches en todos los rincones. Menos en uno: su purpúrea, gruesa, inquieta e imparable polla.
Bajo la presión de sus (fríos) dedos se abrió la raja hasta que casi dejó de ser raja. Blanco, morado y negro. Al negro iba a dirigirse, con el permiso de los otros dos.
Enfrente y un poco más abajo, Jack, apalancado y casi inamovible en su paciente y desesperada espera, observa con atención los pequeños montículos de tierra y barro que las recientes lluvias han ido moldeando. Sus rodillas y antebrazos, clavados, húmedos y manchados, aguantan los ligeros temblores del cansancio físico. La cabeza: gacha (no por congoja o timidez). Y el culo: bien alto, bien abierto. Expuesto y expectante. Impaciente ya. (Todo tiene un límite).
Ahí viene.
Sí; la suavidad y la humedad ardiente de una lengua. Suele ser así; donde Ennis pone la polla es que ha puesto antes la boca. Y viceversa.
Ahora, más humedad. Mucha más pastosa y cremosa humedad que baja lenta y cuidadosamente a lo largo de su raja; se detiene un instante en un pequeño remolino de vello, y prosigue hasta la oscura y minúscula meta. Deliciosa e irritante saliva.
Casi ahí; casi ahí.
Sí, ahí. La polla ya está entrando; ya entra.
Se acomodan los dos; gruñen, resoplan, se quejan.
Ya está dentro.
Aún más dentro.
Paran. Descansan y no se mueven durante (aproximadamente) veinte segundos. Más jadeos. A tomar fuerzas y más aire y Jack deja escapar cinco palabras:
“Ennis, empieza ya a moverla ”.
Género: Drabble; canon (pwp)
Calificación: nc-17
Pareja: jack&ennis.
Idioma: castellano.
Aviso: explícito smex.
¡Muchísimas gracias por leer!
Estaba en el campo de su visión. Era, de hecho, lo único que tenía, en ese momento, en el campo de su visión. Había muchas más cosas a su alrededor, por supuesto. Pero su visión (y sus manos) sólo estaba en una: el precioso, blanquecino, prieto y apetitoso culo.
Una mano en cada nalga y entre ellas, él: su escondite favorito. A donde, si nada lo impedía en los próximos (calculemos) siete u ocho minutos, iba a pasar el mejor rato de los (calculemos) seis o siete últimos meses.
Frías las manos; fríos los pies. Y la espalda y las piernas y el pecho. Frío en la cara.
El aire frío dejaba sus reproches en todos los rincones. Menos en uno: su purpúrea, gruesa, inquieta e imparable polla.
Bajo la presión de sus (fríos) dedos se abrió la raja hasta que casi dejó de ser raja. Blanco, morado y negro. Al negro iba a dirigirse, con el permiso de los otros dos.
Enfrente y un poco más abajo, Jack, apalancado y casi inamovible en su paciente y desesperada espera, observa con atención los pequeños montículos de tierra y barro que las recientes lluvias han ido moldeando. Sus rodillas y antebrazos, clavados, húmedos y manchados, aguantan los ligeros temblores del cansancio físico. La cabeza: gacha (no por congoja o timidez). Y el culo: bien alto, bien abierto. Expuesto y expectante. Impaciente ya. (Todo tiene un límite).
Ahí viene.
Sí; la suavidad y la humedad ardiente de una lengua. Suele ser así; donde Ennis pone la polla es que ha puesto antes la boca. Y viceversa.
Ahora, más humedad. Mucha más pastosa y cremosa humedad que baja lenta y cuidadosamente a lo largo de su raja; se detiene un instante en un pequeño remolino de vello, y prosigue hasta la oscura y minúscula meta. Deliciosa e irritante saliva.
Casi ahí; casi ahí.
Sí, ahí. La polla ya está entrando; ya entra.
Se acomodan los dos; gruñen, resoplan, se quejan.
Ya está dentro.
Aún más dentro.
Paran. Descansan y no se mueven durante (aproximadamente) veinte segundos. Más jadeos. A tomar fuerzas y más aire y Jack deja escapar cinco palabras:
“Ennis, empieza ya a moverla ”.