Pocas veces me he visto arrastrada a la escena artístico-cultural local de la mano de una pareja. Usualmente suele ser al revés. Todo empezó el lunes, cuando fui a recoger a Paco a su trabajo, y por x o y, después de reponer su credencial, acabamos comiendo en la cafetería de la universidad. Tomamos una revista cultural de la ciudad y empezamos a hojearla. Llegamos a la zona de anuncios y próximos eventos, y en una página desbordante de amarillo y garigoleados, se alzaba la figura promocional de Ximena Sariñana, que estaría en concierto en la explanada del Centro Cultural el sábado 8.
Yo ya estaba por cambiar de hoja cuando Paco dijo "¡No mames! ¡Va a estar la Ballena de Jonás!" Y yo like "¿eh?". Me empezó a contar que dentro de las bandas locales de las que gusta, La Ballena es una que nunca pierde oportunidad de ver. Ciertamente, a como me la platicó y posteriormente a como lo ví, se merecen mucho más que ser teloneros de Ximena Sariñana (la cual particularmente no me agrada un ápice).
Así que bien resueltos, ayer sábado, después de huir de la bienvenida de bebé hecha a mi hermana y del dragqueen que quería todo con Paco, llegamos al CECUT justo cuando estaban presentando a la banda.
Están Awesome con A mayúscula. Suenan a una mezcla deliciosa y decadente entre una polca del este de Europa, un tango triste de Buenos Aires y un Cirque del siglo XIX.
Yo, como ente sensible a la múscia que soy, empecé casi inmediatamente a mecerme y bailar al son de estos chicos junto con mi tipo. Pero como pudimos comprobar, la mayoría de la gente ahí estaban por la Sariñoña, por lo que fuera del ambiente creado por nosotros dos, al rededor, al menos, todos estaban like "mneh". Es triste porque la banda es buena y a mi ver, con más sentido que una chica que quiere imitar a Aretta Franklin.
¿Quieres oírlos? Hay una probadita de su música en su myspace
La ballena de Jonás