Halloween... ¿Truco o trato?
Hinaichigo espía por la ventana temblando de miedo y ni sus hermanas, ni Jun, ni siquiera Nori la pueden ayudar; se han unido a una legión de monstruos que acechan las calles próximas y los acompañan a saquear las casas vecinas de sus posesiones más valiosas: los dulces.
Van de casa en casa tocando a las puertas y amenazantes interrogan “¿Trato o truco?” a las amables personas que sin sospechar de su cruel destino les abren la puerta con una sonrisa dibujada en el rostro y hasta haciéndoles cumplidos a su indumentaria por lo desgarrada, fea o sucia que pueda estar.
Una vez ahí si la víctima en cuestión es inteligente les puede responder “Trato” y entregándole una gran cantidad de dulces se libra de las travesuras de aquellos seres. Sin embargo si el incauto responde “Truco” su casa es cubierta con las vendas de una momia, tapizada con los mocos de algún animal o sirviendo de lienzo para símbolos muy parecidos, incluso más feos y hechos con una pintura roja tratando de asemejar la sangre, a los garabatos que hace Hina intentando escribir.
De repente ella escucha que alguien ajetrea la puerta de la casa y se alarma al recordar que no había nadie más que la pueda defender. Alcanza a oír como insertan unas llaves en la cerradura, y su mente divaga en las múltiples posibilidades de encontrarse con un ser adicto al mal y el azúcar deseoso de llevarse su Ichigo Daifuku. Pero sin darle más tiempo para divagar una voz chillona grita “Humano, ¿Quién se cree para decirme que soy pequeña? Si tan solo se viera, él no es tan alto como cree… ~desu” No hay de que alarmarse, es solo Suiseiseki enojada por algún niño que no le agrada, por lo que Hinaichigo guarda la calma y se siente mejor de estar a salvo.
Al final ella no ha tenido que elegir, y que bueno que fue así... ella habría escogido el "Truco" antes de entregar su Daifuku.
A fin de cuentas; la casa no es suya.