Permítanme esta vez (como excepción), postear una poesía que escribí hace ya algunos años, pero que hoy toma un sentido totalmente renovado y distinto. Le dedico este poema a Jessica, mi cuñada, y a Milagros, mi sobrina que nació hace apenas tres días. Es realmente un milagro la felicidad que me brinda, sin saberlo, sin presentir siquiera cuanto la amo.
Para Mili....mi angelito.
Escúchame mujer,
perdona si te despierto
es...
es que estoy inquieto y presintiendo un otoño,
o quizás un invierno,
ahora mujer, aunque no vea tu rostro,
detrás de este entorno sabes mujer,
yo estoy viviendo.
Mi mundo es éste,
éste,
esto que no sé si es un paraíso,
esto que no sé si es un infierno.
Quizás porque no sé lo que pasa afuera,
quizás sea porque aquí adentro
todo está tan a oscuras y en silencio...
Escúchame mujer,
no sé tu nombre
pero sé que tú piensas en el mío.
También sé que yo soy tu esperanza,
y el todo que llenará de felicidad algún vacío.
Sí, mujer,
tú me quieres y sabes que te quiero,
y estamos impacientes por conocernos.
Pensar que somos un mismo sentimiento!
Pensar que estamos en el mismo cuerpo...!
Ahora háblame, por favor mujer,
así me cuentas que al mirarte siempre al espejo
ves que late un corazón inquieto
y ves que sufro por sentir tu beso.
Pero háblame, por favor,
no te quedes en silencio.
Dime qué es de tus días,
dime si es cierto que la humanidad pelea allá afuera,
o dime con tu voz si yo miento...
Qué feliz serás cuando me veas!
Qué feliz seré cuando te vea!
Aprenderé a hablar de tus palabras,
aprenderé a mirar de tus ojos,
pero todo, cuando estalle todo,
todo lo que aquí adentro está
tan a oscuras y en silencio...
Escúchame mujer,
perdona si te despierto
es...
es que estoy inquieto
y quiero que lo sepas
qué hermosa hora será aquella
cuando abra mis pupilas y abandone este nido.
Cuando después de nueve meses
al descubrir por fin tu rostro te diga:
"Sabes mujer
ya eres madre,
mírame mujer
yo soy tu hijo".