Los retos del Milenio

Mar 22, 2009 15:00

Esta es mi primera entrada de diario, y quisiera compartir con ustedes una pequeña reflexión en la que he estad
o trabajando espero que les guste.

¿Retos del milenios o Milenios de Retos?

Por: Jorge García Orozco

Pronunció alguna vez el maestro Bob Dylan en su exitoso sencillo “Blowing the Wind”: "¿Cuántos caminos debe caminar un hombre antes de poder llamarlo hombre?, ¿Cuántos años un hombre puede voltear su cabeza y pretender que simplemente no ve?, ¿Cuántas veces un hombre puede fingir que oye antes de escuchar a la gente llorar? y ¿Cuántas muertes tomará antes de que entienda que demasiada gente a muerto?"

Me imagino que el ganador del premio príncipe de Asturias de las bellas artes sabía lo que dijo alguna vez Gardel: "El mundo fue y será una porquería ya lo sé en el 506 y en el 2000 también" y que no bastaba con identificar los males que aquejan a la sociedad actual, sino que había que confrontarlos.

Lamentablemente los intentos de cambiarlo se quedan en solo discursos que se pierden en la retórica que como dijo él mismo oriundo de Duluth Minnesota hace casi 46 años: “nos sopla el viento pero parece que no llegan a oídos de nadie”.

Una radiografía rápida del mundo.

Los retos del artículo 1 de la declaración de los retos del milenio,  instaban a reducir a la mitad la miseria extrema y el hambre entre 1990 y el 2015.

El día de hoy estamos en el 2009 y esta lucha contra el hambre y la miseria lleva 19 años. Y cuestiono ¿Qué tan cerca estamos de estos retos planteados por el artículo primero?

Para hablar de reducción de la miseria tenemos obviamente que contextualizar con la época actual en la que vivimos. Volvemos como en años pasados a pasar por una etapa de crisis económica, a diferencia que esta crisis es de escala mundial.

¿De dónde viene esto? ¿Qué pasa con esta mentada crisis?

A principios del año pasado estalló la crisis financiera en Estados Unidos, lo cual no es sino sólo consecuencia del llamado “Capitalismo de Cuates” que fue poco regulado por un Estado sumiso ante los grandes capitales y no pudo prevenir la “Crisis de las hipotecas suprime”, la cual se generó por el excesivo crédito otorgado sin respaldo, la corrupción y la nula vigilancia del estado sobre las instituciones.

Esto me llevó a pensar ¿Este sistema Neoliberal realmente afecta de manera positiva a la población mundial? ¿Realmente es beneficiado el consumidor como proponía Keynes con la libre competencia? ¿Qué pasa con la reducción real de la pobreza?

Parece que el sistema tiene grandes yerros en su aplicación, para muestra la revista Forbes tiene entre a los 3 hombres más ricos del mundo a 3 directores de Monopolios que son ampliamente favorecidos por estas políticas Neoliberales voracez.

Carlos Slim tiene un monopolio privado de telefonía que cobra tarifas con precios muy elevados para sus usuarios del tercer mundo según la OCDE, y que encima ofrece un  pobre servicio en cuanto distribución, calidad y satisfacción final de clientes.

Bill Gates el creador del software operativo  “Windows” el cual nos ofrece un sistema inestable y tragón de recursos que bloquea cualquier intento de competencia. Acusado de monopolio de nuevo  por instalar software predeterminado como su arcaico explorador de Internet con aplicaciones muy poco funcionales.

Y el último y no menos acusado que los anteriores es Warren Buffet, prestamista y hombre beneficiado ampliamente por este sistema neoliberal sin limitantes por parte de los Estados.

Podríamos mencionar una infinidad  ejemplos de los beneficiados de este sistema como la fortuna personal de los dueños de Wal Mart que es superior a los 100 mil millones de dólares con sus prácticas desleales a la competencia.
Estamos hablando de varias ironías mientras los usuarios pagan tarifas altísimas por el uso de bienes y servicios aún cuando recibimos salarios poco competitivos tenemos esas cúpulas de poder que no pagan impuestos, y reciben beneficios de monopolios que debieran ser del estado y con beneficios para la población y no de particulares.

Hablando del caso específico de México en  algunas regiones del país sobreviven con menos de un dólar al día, mientras que empresas como Televisa, Grupo Modelo, Bimbo, Cemex, Telmex y etc. Cotizan millones de dólares en la bolsa de valores y obtienen grandes beneficios económicos ofreciendo servicios que no benefician al último en la cadena que es el consumidor.

Y así tendríamos una infinidad de ejemplos de personas ampliamente favorecidas por el actual sistema como menciona Denis Dresser en “el discurso que todos quisiéramos decir”.

Estos datos son sólo la muestra de lo que pasa en gran escala a nivel mundial. Una enorme parte de la población no alcanza a obtener el mínimo de recursos para poder comer 3 veces al día.

En todo el mundo las licitaciones para concesiones públicas se otorgan mediante amiguismos o favores políticos, se otorgan a particulares logrando un sistema que propicia la “esclavitud moderna”. Los bienes que deberían de ser de las naciones se entregan a particulares que ofrecen pésimos servicios y cobran tarifas altas, es algo que no previó Keynes.

Me parece que esto es una clara muestra de que el modelo económico actual no ha favorecido a la mayoría de la población y sólo es privilegio de unos cuantos, de los monopolios y favorecidos del sistema.

Mientras prevalezca el sistema neoliberal voraz y sin regulaciones del estado (Gracias Alan Greenspan), el mundo no podrá lamentablemente terminar con la enorme desigualdad social debido a que el modelo de producción se presta a este tipo de prácticas que no acortan la “brecha de la miseria”, para muestra la forma en cómo el 80% de la población de china vive con menos de un dólar al día y trabaja en jornadas extenuantes de más de 10 horas gracias a que la globalización favorece que las transnacionales lleven su maquila para este tipo de países donde las prestaciones para los trabajadores son nulas, pagan salarios por debajo del mínimo a nivel mundial y los rendimientos son elevados.

No digo que la globalización sea mala, al contrario la globalización tiene cosas maravillosas como la sociedad del conocimiento, el internet, la propagación de contenidos interculturales y la libertad de discurso. Pero también es obvio que nos ha traído la proliferación de estas prácticas desleales.

En un sistema tan viciado para el actual “la reducción a la mitad de la miseria” es  sólo una idea utópica que no pasa de una politiquería de fin de semana, porque la doble moral de las naciones no les permite separar los intereses de los grandes capitales a los del pueblo que son los que debería de envainar, no permite proteger los derechos del consumidor para que al final este sea el beneficiado de la cadena productiva.

No se puede conseguir esta meta con este modelo de producción económico tan arcaico, se debería primero reducir la población mundial mediante planes de planificación familiar y urbana (para evitar concentraciones en zonas riesgosas o con pocos recursos), restringir la competencia desleal mediante el renegociamiento de tratados de libre comercio que ofrezcan un mínimo de condiciones sociales para asegurar que la maquila de productos no se propague en formas modernas de esclavitud, fomentar la competencia con leyes anti monopólicas, establecer programas sociales de ayuda humanitaria en zonas geográficamente desfavorecidas, buscar el fomento del empleo formal con prestaciones justas para los trabajadores, incentivar la competencia con la eliminación de burdas burocracias “tortuguistas”.

El estado debe vigilar a los grandes capitales y sus constantes abusos, reducir la especulación con sanciones severas sin libertad bajo fianza, establecer parámetros mínimos de seguridad social y educación pública, mejorar el régimen tributario para poder ofrecer mejor calidad de servicios.

Sobre El hambre

El hambre en el mundo enfrenta hoy también su punto más crítico en los últimos años. El hambre a rajatabla se define como la necesidad de consumir alimentos.

“La privación de alimento induce a la somnolencia, atenúa las emociones e impide pensar con normalidad. El deseo de comer se hace prioritario y se diluyen los valores morales. El hambre extrema puede tener un efecto deshumanizador que lleve al robo, al asesinato e incluso al canibalismo. A menudo el hambre va acompañada de enfermedad y epidemias, que tienen su origen en el estado de debilitamiento de los afectados.”

El hambre es uno de los 7 jinetes del apocalipsis, uno de los canceres que acecha con mayor peligro el bienestar del mundo.

Para muestra hay 75 millones de desnutridos en el mundo; Los precios alimentarios subieron un 52 por ciento entre 2007 y 2008. Según la FAO, alcanzar la meta fijada en la Cumbre Mundial sobre la Alimentación de 1996 de reducir a la mitad la cifra de hambrientos, es una posibilidad todavía más remota y yo diría que nula.

Según estimaciones de la FAO  se situaba la cifra de víctimas de desnutrición crónica en el mundo en 2003-05 en 848 millones, con un incremento de 6 millones sobre los 842 millones de 1990-92, cifra que sirvió de base para fijar las metas de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación.

El alza de precios de alimentos, combustible y fertilizantes no han hecho más que agravar el problema, según la Organización de la ONU. Los precios alimentarios subieron un 52 por ciento entre 2007 y 2008, y los de los fertilizantes casi se doblaron el pasado año.

Se trata datos duros. Información sin sesgos, ni ambigüedades o interpretaciones. En el mundo se incrementa la cifra de personas desnutridas.

¿Esta crisis alimentaria radica en la carencia de alimentos?

Absolutamente no. Está reconocido, generalmente, que los recursos de la tierra, considerados en su totalidad, pueden alimentar a todos sus habitantes según  la FAO.

« El promedio de calorías diarias disponibles es de 2700 por persona en el mundo entero, suficiente para satisfacer las necesidades energéticas de todos. Sin embargo, los alimentos no se producen ni se distribuyen equitativamente. Ciertos países producen mayor cantidad de alimentos que otros, si bien los sistemas de distribución y el ingreso familiar determinan la accesibilidad de los alimentos ».

Mientras la cifra de personas con hambre en el mundo sigue aumentando, los alimentos disponibles por habitante, a nivel mundial, también han aumentado alrededor de un 18% en los últimos años, lo cual nos habla de plantearnos otro tipo de desafíos.

El desafío no son los retos del milenio mas bien yo lo definiría como un milenio de retos, es sin duda de orden principalmente económico y técnico, es necesario cambiar el modelo económico y su funcionamiento para favorecer a los consumidores de países poco favorecidos con este sistema.

Y sin duda desarrollar mejor tecnología de transporte para facilitar la distribución es otro de nuestros grandes desafíos como especie.

Pero esto obedece  más que todo a un verdadero Milenio de retos de orden ético y político que busquen solucionar estos problemas. Una verdadera clase política mundial que sin arbitrariedades, vehemencias, con espíritu fraternal y decisión liberal escuche por primera vez el murmuro del viento que nos relató Dylan en su filípica de hace casi 46 años.

retos del milenio, hambre, México

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